Al-Qanṭara XLII (1)
Enero-Junio 2021, e11
eISSN 1988-2955 | ISSN-L 0211-3589

Ana María Cabo González

Universidad de Sevilla

CONTENIDO

BUSTAMENTE COSTA, Joaquín, Fitonimia árabe ḥassāniyya. Los nombres de las plantas en el árabe del Sáhara Occidental y Mauritania, Cádiz, UCOPress, Editorial Universidad de Córdoba y Editorial UCA, Universidad de Cádiz, 2020. 440 pp.

Como podemos observar en la muy extensa y completa bibliografía que cierra este trabajo, no contamos con más de media docena de obras, amén de los trabajos particulares y concretos de publicaciones en revistas, actas de congresos y capítulos de libros, dedicados a los nombres de las plantas en árabe en los últimos veinte años, es decir, en lo que llevamos del siglo XXI. Esto, a mi entender, es la consecuencia, por un lado, del escaso número de investigadores dedicados a estas lides y, por otro, a la dificultad y a la complejidad que el tema encierra.

Este es el motivo por el que la obra que aquí se reseña tiene un doble valor: el valor de venir a ampliar los estudios sobre la fitonimia árabe y el de afrontar con valentía y con erudición una materia que participa de las ciencias y de las letras en porcentajes parecidos.

El trabajo, además del prólogo y la bibliografía, se estructura en seis capítulos que contienen un detenido estudio sobre la fitonimia, en general, y los nombres de las plantas del árabe ḥassāniyya, en particular.

Para que el lector esté orientado desde el primer momento que inicia la lectura, el autor, en los comienzos, describe con detalle la importancia de la identificación de los nombres vernáculos de las plantas con sus taxones equivalentes, de manera que se establezca una relación exacta entre los diferentes nombres con los que se puede conocer a una planta en la misma lengua y su correspondencia con un único binomio taxonómico. Dentro de estas primeras páginas, se explica también el problema que supone la falta de interdisciplinariedad entre las distintas ramas del saber, en este caso concreto la lexicografía y la botánica, que, al estar una de espaldas a la otra, transitan caminos paralelos que, en la mayoría de las circunstancias, no encuentran un punto común. Es este uno de los fines de esta obra: la comunión de ambas disciplinas y la exacta identificación de los términos botánicos.

El propósito del autor, o macro proyecto como él mismo lo denomina, es el estudio de la fitonimia árabe en su conjunto que, iniciado con la fitonimia andalusí en la edición, traducción y estudio de la ‘Umda1Abulḫayr al-’Išbīlī, Kitābu ‘Umdati ṭṭabīb fī ma‘rifati nnabāt likulli labīb (Libro base del médico para el conocimiento de la botánica por todo experto) (edición, notas, traducción castellana, correcciones e índices por J. Bustamante, F. Corriente y M. Tilmatine), 3 volúmenes en 4 tomos, CSIC, Madrid, 2004-2010., presenta aquí una segunda parte, la fitonimia ḥassāniyya, con la intención de continuar hacia el oriente y completar geográficamente todo el ámbito arabófono.

Para llevar a cabo el trabajo de recopilación de datos ha recurrido a todas las fuentes botánicas y lexicográficas árabes de autores alemanes, españoles, franceses, marroquíes, mauritanos y saharauis publicadas desde el año 1938 hasta la actualidad, recogiendo en este volumen más de novecientas especies, repartidas en unos mil ochocientos fitónimos.

El capítulo segundo está dedicado a analizar la estructura morfológica del léxico fitonímico del árabe ḥassāniyya, explicando los diferentes procedimientos de formación del mismo y ejemplificando muy adecuadamente los distintos casos.

La tercera parte del volumen se centra en la estructura semántica de los fitónimos y estudia las caracterizaciones con adjetivos de color, con referencia a animales, a grupos humanos, procedencias geográficas, metáforas, metonimias, etimologías populares etc.

La sección que cierra esta primera parte descriptiva de la obra, el capítulo cuarto, está dedicada a los cognados canarios de los fitónimos en árabe ḥassāniyya. El autor observa una serie de préstamos o interferencias entre el léxico botánico saharaui y el canario, y recoge una serie de ejemplos muy interesantes.

A partir de estas páginas se inician los repertorios léxicos. El primero de ellos lista los fitónimos del árabe ḥassāniyya con su correspondiente identificación taxonómica, y el segundo numera los taxones y los hace concordar con su correspondiente léxico vernáculo.

La ingente riqueza lexicográfica que guardan estas páginas nos va a ser extraordinariamente útil a todos aquellos que nos dedicamos a estudiar fuentes botánico-farmacológicas, porque nos va a simplificar sobremanera las identificaciones del léxico vernáculo de las plantas, que tantos quebraderos de cabeza nos da.

Así pues, tenemos en nuestras manos una obra importante, fruto de años de investigación, recopilación, verificación, estudio y conclusión, que engloba una copiosa acumulación de información, bien estructurada, clara, concisa y, sobre todo, muy valiosa, en la que los campos de la lexicografía y la botánica han encontrado, por fin, ese punto común que habitualmente extrañamos en los trabajos de esta índole.

Nota

 
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Abulḫayr al-’Išbīlī, Kitābu ‘Umdati ṭṭabīb fī ma‘rifati nnabāt likulli labīb (Libro base del médico para el conocimiento de la botánica por todo experto) (edición, notas, traducción castellana, correcciones e índices por J. Bustamante, F. Corriente y M. Tilmatine), 3 volúmenes en 4 tomos, CSIC, Madrid, 2004-2010..