Al-Qanṭara XLIII (1)
enero-junio 2022, e08
eISSN 1988-2955 | ISSN-L 0211-3589
https://doi.org/10.3989/alqantara.2022.008

RESEÑAS

Miquel Forcada

Universitat de Barcelona

https://orcid.org/0000-0002-9411-6973

CONTENIDO

Villuendas Sabaté, Blanca, Onirocrítica islámica, judía y cristiana en la Gueniza de El Cairo: edición y estudio de los manuales judeo-árabes de interpretación de sueños, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2020, 485 pp.

El repositorio digital que la Universidad de Cambridge dedica a los documentos de la Geniza del Cairo (<https://cudl.lib.cam.ac.uk/collections/genizah/1>) se abre con una llamativa cita de uno de los más destacados pioneros del estudio de estos textos, Solomon Schechter: los papeles de la famosa Geniza son «disjecta membra» en un «campo de batalla de libros». Hay, quizá, una imagen menos bélica que explica mejor la naturaleza de Onirocrítica islámica, judía y cristiana: imaginemos miles de piezas dispersas procedentes de puzles incompletos con los que ya nadie se entretiene, arrojados al azar a un baúl por alguien que quiere limpiar la casa. A lo largo de más de un siglo, decenas de expertos han identificado y ordenado las piezas sueltas y las han ido encajando en una amplia variedad de tramas que han representado un importante avance en el conocimiento de las sociedades medievales de cultura semítica. Villuendas se encarga en este libro de encajar las piezas de onirocrítica (interpretación de los sueños), editando y analizando 82 textos de los cerca de 170 que se han preservado según el catálogo digital de referencia (<https://fjms.genizah.org/>). El factor cuantitativo es, por lo tanto, el primer mérito que hay que apuntar en el haber de Villuendas, ya que Onirocrítica islámica, judía y cristiana, pone en manos de los investigadores y lectores interesados una parte sustancial de este patrimonio documental. El factor cualitativo es asimismo importante ya que el objetivo del libro son los fragmentos de manuales de onirocrítica. Es decir, Onirocrítica islámica, judía y cristiana contiene los restos de los libros de consulta que tenían en sus casas algunos judíos cultos del Cairo interesados por este tema, uno de los más populares desde la era pre-moderna hasta nuestros días. Blanca Villuendas reúne una docena larga de fuentes, a las que llama «corpus espejo», que están detrás de los fragmentos. El «corpus espejo» refleja un conocimiento amplio de la literatura onirocrítica que va desde Oneirocriticon de Artemidoro de Éfeso al Talmud de Babilonia, pasando por las obras de Ibn Qutayba, Ibn Sirīn y Hai Gaón.

Desde la perspectiva actual, resulta difícil entender la importancia de la interpretación de los sueños en el pasado, especialmente en el contexto de la adivinación (oniromancia) y la profecía. Su reflejo en las fuentes literarias e históricas de muchas culturas, del que todavía necesitamos saber mucho más, expresa muy elocuentemente esta importancia, y los documentos de la Geniza constituyen un testimonio de primer orden de la misma. Basta con citar, en este sentido, unas líneas del análisis que Miriam FrenkelFrenkel, Miriam, “Genizah Documents as Literary Products”, en B. Outhwaite y S. Bhayro (eds.), “From a Sacred Source”: Genizah Studies in Honour of Professor Stefan C. Reif, Leiden, Brill, 2011, vol. 1, pp. 139-155. realiza de la narración de un sueño profético atribuido al juez Joseph al-Siǧilmāsī, preservado en dos documentos de la Geniza del Cairo: «This record shows us that prophetic revelation through dreams was widely accepted in the Genizah society as a reliable source for knowing future events and coping with them (…) showing that belief in the authenticity of dreams was not merely folk culture of the common people, but rather was a pervasive deep-seated worldview common in all sections of society»1Miriam Frenkel, “Genizah Documents as Literary Products”, p. 150.. Onirocrítica islámica, judía y cristiana en la Gueniza de El Cairo, habla, por lo tanto, de una sociedad concreta, y a través de ella, de un mundo mucho más amplio, ya que la oniromancia y la onirocrítica no solo eran disciplinas populares sino transversales. La interpretación profético-adivinatoria de los sueños se estudiaba y difundía por parte de todo tipo de sabios, desde los más religiosos hasta los más racionalistas, sin que pesara sobre esta actividad el velo de sospecha que podía recaer sobre otros procedimientos adivinatorios.

El trabajo sobre los textos está precedido por una útil introducción mediante la cual la autora bosqueja el dibujo subyacente en su particular puzle. Empieza por los textos y evidencias de la Antigüedad, prosigue con literatura producida en el contexto cultural araboislámico y su irradiación en otras culturas, y termina con las obras hebreas de la época medieval. El esfuerzo de la autora por concentrar en menos de cien páginas una vasta cantidad de información es muy notable y está orientado, en buena medida, a la presentación de los hallazgos propios que aparecen más adelante. En lo que respecta a la parte árabe, la introducción sigue, especialmente y por obvias razones, los caminos trazados por Fahd y Lamoreaux, a los que pone al día en bastantes aspectos. Sobresalen en este sentido el tratamiento de dos de los autores fundamentales, Ibn Sirīn y al-Kirmānī. En esta sección, o en la precedente sobre la Antigüedad, podría haber figurado alguna mención a la relevante literatura griega de carácter médico, en particular el De dignotione ex insomniis, tratado del uso de los sueños en el diagnóstico atribuido a Galeno, que fue traducido al árabe (Taʿbīr Ǧālīnūs). La parte dedicada a los textos hebreos medievales es especialmente interesante ya que se trata de una tradición menos conocida. La autora realiza notables contribuciones al análisis del Pitrón Ḥalomot de Almolí y en relación con la obra atribuida a Hai Gaón.

La introducción va seguida de una presentación del trabajo editorial en la que destaca, por su precisión e interés filológico, un estudio lingüístico general de los textos que constituye una interesante aportación al conocimiento del judeo-árabe. A continuación, viene el núcleo del libro, es decir, los textos de la Geniza, que empiezan por los autores judíos, siguen con los árabes y terminan por «el cristiano». En efecto, este último apartado contiene un solo texto que constituye uno de los hallazgos más sorprendente de la autora, la página inicial del Kitāb Taʿbīr al-ruʾyā de Abū Sahl ʿĪsà b. Yaḥyà al-Masīḥī al-Ǧurǧānī, uno de los maestros de Avicena. Su interés documental es indudable, aunque por desgracia, apenas insinúa el contenido de la obra. Quizá hubiera debido perfilarse un poco más en la introducción la existencia de una «tradición cristiana». Aunque el autor fuera cristiano su obra científica en general, se hallaba perfectamente encuadrada en el helenismo introducido en la cultura islámica de su época. Pero esto es una simple cuestión taxonómica secundaria. Lo importante en esta parte del libro es la cuidadosa descripción y edición de los textos. Estos se presentan confrontados en caracteres hebreos y árabes y después, agrupados por conjuntos coherentes, son sintetizados en tablas sinópticas. La edición resulta especialmente meritoria si tenemos en cuenta el estado de los documentos, fácilmente comprobable no solo en las fotografías que aparecen al final del libro, sino en las reproducciones que podemos hallar en las redes. Los conjuntos coherentes de textos van seguidos de unas conclusiones particulares sobre su origen y transmisión que presentan interesantes conclusiones provisionales y plantean todavía más interesantes interrogaciones para el futuro. De este trabajo de colección y análisis derivan, en primer lugar, hallazgos en el sentido más genuino del término, como el folio suelto de al-Masīḥi antes aludido. Entre los mismos podemos destacar, por una parte, dos tratados anónimos judíos nuevos, un anónimo Tafsīr al-Manāmāt de inspiración talmúdica, y una versión judeo-árabe del Pitrón Ḥalomot del Pseudo-Hai Gaón; por otra, una mejor comprensión de la obra de Ibn Sirīn a través de los textos de la Geniza que contienen un Tafsīr al-Manāmāt atribuido a este importante autor, y una edición de textos que contienen el Taʿbīr al-ruʾyā atribuido a Ibn Sīrīn, pero que pueden ser, finalmente, de al-Kirmānī. En segundo lugar, y especialmente, deriva un replanteamiento en profundidad del género onirocrítico escrito en árabe, tanto en la producción de textos como en su transmisión, que nos muestra nuevas perspectivas sobre la interrelación cultural de musulmanes y judíos. Se echa de menos un sumario más amplio y, sobre todo, unos índices temáticos, onomásticos y textuales que ayuden al lector a procesar la densa masa de información que la autora le ofrece. En este sentido, el libro puede ser de poca ayuda al lector no avezado, en particular porque los textos, excepto el de Abū Sahl ʿĪsà b. Yaḥyà al-Masīḥī al-Ǧurǧānī, no se traducen. Pero otros muchos podrán beneficiarse ampliamente, porque Onirocrítica islámica, judía y cristiana en la Gueniza de El Cairo: edición y estudio de los manuales judeo-árabes de interpretación de sueños es la aportación reciente más interesante al estudio de la literatura onirocrítica medieval que, como todos los buenos trabajos de investigación, abre muchas más puertas que las que deja cerradas.

Nota

 
1

Miriam Frenkel, “Genizah Documents as Literary Products”, p. 150.

Bibliografía

 

Frenkel, Miriam, “Genizah Documents as Literary Products”, en B. Outhwaite y S. Bhayro (eds.), “From a Sacred Source”: Genizah Studies in Honour of Professor Stefan C. Reif, Leiden, Brill, 2011, vol. 1, pp. 139-155.