Al-Qanṭara XLIII (2)
julio-diciembre 2022, e21
eISSN 1988-2955 | ISSN-L 0211-3589
https://doi.org/10.3989/alqantara.2022.021

RESEÑAS

Alberto Benjamín López-Oliva

Universidad de Granada

https://orcid.org/0000-0003-2707-3472

al-Harawī, El libro de las estratagemas, Edición, traducción del árabe y notas de Olga Torres Díaz, Madrid, Trotta, Colección Pliegos de Oriente, 2021, 136 pp.

CONTENIDO

Aparece por primera vez traducido al castellano el Kitāb al-taḏkira al-harawiyya fī l-ḥiyal al-ḥarbiyya (El libro del memorial de al-Harawī sobre estratagemas de guerra). Es decir, el manual político-militar que el sultán Saladino mandara redactar al escritor, diplomático e inusitado erudito musulmán ʿAlī b. Bakr al-Harawī (m. 1215), proveniente de Mosul, actual Irak, durante un periodo tan crucial para la historia islámica medieval como es el de la consolidación de la dinastía ayubí y los enfrentamientos contra los cruzados. Y era de esperar, y de agradecer, que esta pionera traducción fuera ofrecida por la arabista e islamóloga Dra. Olga Torres de la Universidad de Sevilla, profesora visitante en la Escuela de Guerra del Ejército y del Headquarters NATO Rapid Deployable Corps-Spain. Pues es la Dra. Torres quien, desde hace años, se viene encargando de investigar la singularidad de esta obra dentro del género de los espejos de príncipes, de reconocer la reminiscencia de sus orientaciones, especialmente, aunque no solo, en la literatura y el pensamiento islámico contemporáneo (v. g. Idārat al-tawaḥḥuš: aḫṭar marḥala satamarru bihā al-umma de Abū Bakr Nāǧī, 2004), y de desentrañar la enigmática y rupturista personalidad de su autor: ʿAlī b. Bakr al-Harawī, asceta, consejero áulico, criptochií, diplomático, espía, místico sufí, peregrino y predicador, entre otras descripciones que la Dra. Torres halla a base de cotejar las fuentes clásicas y los repertorios biobibliográficos incluidos en la bibliografía final.

No oculta la Dra. Torres que el conspicuo al-Harawī es una figura casi ignota entre los grandes clásicos del pensamiento arabo-islámico, cuando no relevada a una literatura cercana a lo folclórico, dada la extravagante trayectoria y personalidad del autor. Pero este hecho no hace sino sorprender a quien indague en el sustancioso estudio introductorio a la Taḏkira (pp. 13-67), donde se encuentran algunas ideas que nos descubren la originalidad del propio texto. Las dos más relevantes quizás sean, por un lado, la audacia de al-Harawī para componer una manual de estratagemas: tretas, engaños, ardides o cizañas, hasta entonces impropias de lo esperado en un gobernante arabo-islámico recto -recuerda su traductora-, en el que además apela, con arrojo y cierta soberbia (pp. 33-34), a su propio análisis y experiencia sobre la condición humana (p. 48). Por otro lado, y también referente al carácter transgresor del autor, por aunar lo político con lo militar en un solo tratado que introduce lógica y racionalidad a la hora de legitimar el cometido de un gobernante, en detrimento de las clásicas invocaciones a lo divino. Pues, como resume la Dra. Torres el pensamiento realista de al-Harawī y su aperturismo a la secularización de la política: «todo está a la postre de Dios, en un buen musulmán no cabe dudarlo, pero en política el gobernante ha de velar por sí mismo si quiere que su hegemonía se afiance y su fama perdure. Y la política es cosa de este mundo, lidia y se enfrenta con lo cotidiano y humano, y como tal ha de ser abordada: con pragmatismo más que con preceptos morales, con raciocinio más que con fe» (p. 19).

El estudio introductorio comprende algunos epígrafes no recogidos en el índice, que, a vuelo de pájaro, consisten en los siguientes puntos: primero, una somera descripción del género medieval arabo-islámico de los espejos de príncipes (ādāb, naṣīḥat o siyar al-mulūk), que concluye con el ejemplo de los tres memoriales que el sultán Saladino manda redactar a finales del s. XII. Segundo, una contextualización histórica de las Cruzadas y las treguas y tejemanejes políticos en los que el responsable de la Taḏkira pudiera influenciar o haber sido influenciado. Tercero, un bosquejo biográfico sobre el autor a partir de fuentes árabes clásicas y otras referencias contemporáneas al K. al-išārāt, libro de peregrinaje del mismo al-Harawī. Todo ello se perfila en un retrato rico en matices psicológicos, agudo y oportuno a la hora de entreverar su genio como autor: el «pesimismo antropológico» que la Dra. Torres infiere del memorial, su concepción de la condición humana -en más de una ocasión comparada con la del sabio andalusí Ibn Ḥazm-, su «frecuente exhortación al uso de la manipulación psicológica, a la conveniencia y bondades de la simulación de las intenciones reales o a la búsqueda y aprovechamiento de las debilidades ajenas» (p. 48). En fin, lo que en conjunto se nos presenta como «un ideario político de una modernidad llamativa y ciertamente alejado de connotaciones morales o religiosas» (p. 49). Cuarto, una relación de las obras de al-Harawī de la que se desprende tres intereses generales: los viajes y las peregrinaciones, la docencia y la instrucción religiosa y, por último, la confrontación bélica.

Llegados al quinto punto, se prosigue con un análisis del prólogo y los veinticuatro capítulos de la Taḏkira. Sus primeras conclusiones ya han sido en gran medida adelantadas. Ahora se explayan e ilustran en el estudio de la repetición de campos semánticos: verbos que exhortan al análisis, al recelo y a la precaución; en la escasa frecuentación de referencias coránicas, hadices, aforismos o ejemplos de soberanos y dinastías previas; en la concepción de la ḫudʿa y los ḥiyal y su beneficio en el ejercicio del poder y las maniobras bélicas. Además, la Dra. Torres tiene a bien señalarnos dos partes bien diferenciadas en el contenido de la obra. Los primeros doce capítulos se integran en la tradición de los naṣīḥat al-mulūk, destinados al ejercicio del gobierno. Aquí se nos sitúa el pensamiento de al-Harawī en un paradigma teórico de realismo político y en una pragmática conducida por el pesimismo antropológico, donde la ḥisba es un instrumento más en la salvaguarda del aparato gubernamental y administrativo. «Poder, antagonismo y predominio constituirían así la tríada ontológica de la realidad política y la clave del sostenimiento de un Estado que debe primar la eficacia y la racionalidad sin verse condicionado por principios morales abstractos» (p. 52). El capítulo decimotercero es, a juicio de su traductora, el más ilustrativo en lo que el pensamiento de al-Harawī y su percepción del mundo y de los hombres se refiere. Este conecta la primera parte del manual con la segunda y última, de aspectos similares al género de los kutub al-furūsiyya. Así, estos once últimos capítulos versan sobre los sitios, el abastecimiento de fortificaciones, la evaluación del poderío de una fortaleza enemiga, los preparativos y las estratagemas más convenientes a la hora de sufrir un asedio, así como otros aspectos que hacen de la obra de al-Harawī una «de las más representativas contribuciones a la literatura militar árabe» (p. 61).

El libro también contiene un apartado sobre la edición y traducción de la Taḏkira. En él se hace referencia a la primera traducción que se dispone de la obra, volcada al turco otomano, en 1837, a partir del manuscrito Ms. NEKTY06877 de la Biblioteca Suleymaniya de Estambul, y una última en turco moderno de 2015. De gran utilidad a la hora de ofrecernos la traducción en castellano parece haber sido la edición y primera traducción en lengua europea de la orientalista francesa J. Sourdel-Thomine, de 1962Sourdel-Thomine, Janine, “Les conseils du šayḫ al-Harawī à un prince ayyūbide”, Bulletin d’études orientales, 17 (1961-1962), pp. 205-268., la edición árabe vocalizada de M. al-Murābiṭ, de 1972al-Harawī, ʿAlī b. Abī Bakr, al-Taḏkira al-harawiyya fī l-ḥiyal al-ḥarbiyya, wa-talīhā al-ḫuṭab al-harawiyya, Muṭīʿ al-Murābiṭ (ed.), Damasco, Wizārat al-Ṯaqāfa, 1972., y el estudio lingüístico de I. al-Sāmarrāʾī, de 1992al-Sāmarrāʾī, Ibrāhīm, “Kitāb al-Taḏkira al harawiyya fī l-ḥiyal al-ḥarbiyya”, Maǧallat Maǧmaʿ al-Luġa al-ʿArabiyya al-Urduniyya, 16 (1992), pp. 381-395.. Aunque lamentablemente no se ha podido, o no se ha considerado oportuno, incluir una edición árabe del memorial en esta nueva publicación de la editorial Trotta, la biografía final cuenta con un epígrafe de fuentes y ediciones de la obra, una de ellas, de anecdótica controversia, también disponible en línea. La Dra. Torres finalmente comparte algunas reflexiones, honestas e interesantes, sobre los contratiempos que surgen a la hora de trasladar al castellano un muy variado léxico marcial y las veladas referencias a la época y el entorno de la obra, apuntadas en las notas a pie de página que contiene el cuerpo de la traducción.

Con todo, y parafraseando a uno de los editores de la Taḏkira, este libro logra situarse en el escalafón de los estudios que contribuyen a conocer un importante episodio del legado medieval islámico, con gran calidad expositiva y finura intelectual, esta vez, para suerte de un público general y académico, en una excelente versión de la obra en castellano.

Bibliografía

 

al-Harawī, ʿAlī b. Abī Bakr, al-Taḏkira al-harawiyya fī l-ḥiyal al-ḥarbiyya, wa-talīhā al-ḫuṭab al-harawiyya, Muṭīʿ al-Murābiṭ (ed.), Damasco, Wizārat al-Ṯaqāfa, 1972.

al-Sāmarrāʾī, Ibrāhīm, “Kitāb al-Taḏkira al harawiyya fī l-ḥiyal al-ḥarbiyya”, Maǧallat Maǧmaʿ al-Luġa al-ʿArabiyya al-Urduniyya, 16 (1992), pp. 381-395.

Sourdel-Thomine, Janine, “Les conseils du šayḫ al-Harawī à un prince ayyūbide”, Bulletin d’études orientales, 17 (1961-1962), pp. 205-268.