Al-Qanṭara XLIII (2)
julio-diciembre 2022, e25
eISSN 1988-2955 | ISSN-L 0211-3589
https://doi.org/10.3989/alqantara.2022.025

SECCIÓN MONOGRÁFICA
«EL OCCIDENTE ISLÁMICO MEDIEVAL A LA LUZ DE LA HISTORIOGRAFÍA ÁRABE ORIENTAL»

La Iḥāṭa después de Ibn al-Ḫatīb: Marginalia en el manuscrito de El Cairo a través del Nafḥ al-ṭīb de al-Maqqarī*Este trabajo es parte del proyecto de investigación «Al-Andalus y el Magrib en el Oriente islámico: movilidad, migración y memoria» (AMOI II), ref. PID2020-116680GB-I00, financiado por MCIN/AEI/10.13039/501100011033, y dirigido por Maribel Fierro (ILC, CSIC) y Mayte Penelas (EEA, CSIC).

The Iḥāta after Ibn al-Ḫaṭīb: Marginalia in the Cairo Manuscript through al-Maqqarī’s Nafḥ al-ṭīb

Víctor de Castro-León

Max Planck Institute for the History of Science - Department III

https://orcid.org/0000-0002-1828-1635

Resumen

La vida y obra del polígrafo granadino Lisān al-Dīn Ibn al-Ḫaṭīb (m. 776/1374) sigue siendo fuente de importantes estudios y traducciones habida cuenta de que su prolija producción literaria está repleta de valiosos testimonios históricos y personales que sitúan a su autor como un personaje destacado en la transmisión del conocimiento en el Mediterráneo islámico. En la difusión de su obra y prestigio jugó un papel fundamental la copia manuscrita de su obra al-Iḥāṭa fī aḫbār Ġarnāṭa que Ibn al-Ḫaṭīb envió en vida (768/1366), a través de su hijo ʿAlī, a la ḫānqāh de Saʿīd al-suʿadāʾ de El Cairo, regida por el tremeceno Ibn Abī Ḥaǧala (m. 776/1375). El conocimiento de esta copia ha llegado hasta nosotros a través de otro tremeceno, al-Maqqarī (m. 1041/1632) y su monumental obra, Nafḥ al-ṭīb, en honor al sabio granadino. Gracias a ella sabemos, entre otras cosas, que esta copia fue profusamente consultada y comentada en sus márgenes. Dos autores destacan por encima de los demás: el hijo del autor Abū l-Ḥasan ʿAlī (m. s. IX/XV), y el magrebí Ibn Marzūq (m. 781/1379). A través del estudio y la traducción de las notas manuscritas de este manuscrito cairota, este estudio pretende poner de relieve el valor de los marginalia como fuente documental, así como arrojar un poco más de luz sobre estas dos figuras, junto con al-Maqqarī, como piezas importantes en la transmisión y pervivencia de la obra de Ibn al-Ḫaṭīb en el Oriente islámico hasta al menos el siglo XI/XVII.

Palabras clave: 
Ibn al-Ḫaṭīb; al-Iḥāṭa; al-Maqqarī; Ibn Marzūq; El Cairo; Oriente; Nafḥ al-ṭīb; Marginalia; notas manuscritas.
Abstract

The life and works of the polymath of Granada Lisān al-Dīn Ibn al-Ḫaṭīb (d. 776/1374) are still a source for important studies and translations due to the fact that his abundant literary production is full of valuable historical and personal testimonies that place the author as an important character in the knowledge transmission of the Islamic Mediterranean basin. In the diffusion of his works and fame played a remarkable role the manuscript copy of his work al-Iḥāṭa fī aḫbār Ġarnāṭa that Ibn al-Ḫaṭīb sent in life (768/1366), through his son ʿAlī, to the ḫānqāh of Saʿīd al-Suʿadāʾ, in Cairo, under the supervision of the Tremecen Ibn Abī Ḥaǧala (d. 776/1375). Thanks to another Tremecen scholar, al-Maqqarī (d. 1041/1632) and his monumental work Nafḥ al-ṭīb composed in honor of the vizier of Granada, this manuscript copy is known. We know, among other things, that this copy was widely consulted and commented on its margins. Two authors stand out above the others: the author’s son, Abū l-Ḥasan ʿAlī (d. 9th/15th century), and the Maghribī Ibn Marzūq (d. 781/1379). Through the analysis and translation of the manuscript notes of this Cairo copy, this study aims to highlight the value of the marginalia as a documentary source, as well as shed some light on these two figures, along with al-Maqqarī, as important pieces in the transmission and survival of Ibn al-Ḫaṭīb’s works in the Islamic East until at least the 17th century.

Key words: 
Ibn al-Ḫaṭīb; al-Iḥāṭa; al-Maqqarī; Ibn Marzūq; Cairo; East; Nafḥ al-ṭīb; Marginalia; Manuscript Notes.

Recibido: 03/02/2022; Aceptado: 09/11/2022; Publicado: 30/01/2023

Cómo citar/Citation: De Castro-León, Víctor "La Iḥāṭa después de Ibn al-Ḫatīb: Marginalia en el manuscrito de El Cairo a través del Nafḥ al-ṭīb de al-Maqqarī", Al-Qanṭara, 43, 2 (2022), e25. doi: https://doi.org/10.3989/alqantara.2022.025

CONTENIDO

1. Introducción

 

En torno al mes de abril del año 1628 (šaʿbān 1037 H), el tremeceno al-Maqqarī (m. 1041/1632), después de haber visitado la ciudad de Jerusalén y sus lugares santos1Según el propio al-Maqqarī residió allí en torno a veinticinco días, durante los cuales impartió algunas lecciones en la mezquita de al-Aqṣà. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, p. 57. , emprendió un viaje a Damasco que supondría un punto de inflexión en su vida2Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, pp. 69-71; del Moral, “Un monumento literario a la memoria de Ibn al-Jaṭīb”, pp. 184-188; Elger, “Adab and Historical Memory”, pp. 290-293. . Tras haber sido recibido gratamente por los intelectuales sirios de la ciudad, y en especial, por el adīb Ibn Šāhīn (m. 1053/1643)3En torno a este autor damasceno véase Kaḥḥāla, Muʿǧam al-muʾallifīn, vol. 1, p. 242; al-Ziriklī, al-Aʿlām, vol. 1, p. 132. , maestro en la madrasa ǧaqmaqiyya, su desasosegado ánimo se calmó, impresionado por la belleza y hermosas virtudes de sus gentes y lugares. Con las fuerzas repuestas, el hermoso paisaje sirio le hizo recordar su anhelada y evocadora al-Andalus, y decidió dar a conocer a sus gentes sus vastos conocimientos sobre su tierra, el Magreb (el Occidente islámico), y sus grandes figuras literarias, especialmente el visir granadino Ibn al-Ḫaṭīb4Son numerosos los trabajos y estudios dedicados al visir granadino. Entre los más recientes, véase Lirola Delgado, “Ibn al-Jaṭīb, Lisān al-Dīn”; Robinson, “Lisān al-Dīn Ibn al-Khaṭīb”; Ženka, “Las terceras taifas en un nuevo manuscrito”; Velázquez Basanta, “La autobiografía de Ibn al-Jaṭīb”; Velázquez Basanta, “Nota bio-bibliográfica sobre Ibn al-Jaṭīb”; Jreis Navarro, Entre dos orillas., «el caballero de la prosa y la poesía de su época»5Fāris al-naẓm wa-l-naṯr fī ḏālika al-ʿaṣr. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, p. 70.. Esto despertó la curiosidad de aquellos hombres, en especial de Ibn Šāhīn, quien le encomendó la tarea de recoger en una obra toda esa documentación de la que al-Maqqarī había hecho elogio. Como ya es bien sabido, al-Maqqarī rechazó la propuesta, pues no se vio, en principio, capacitado para ello ni disponía tampoco del material necesario para abordar semejante tarea compiladora6Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, pp. 71-75; Elger, “Adab and Historical Memory”, p. 295.. Sin embargo, la insistencia reiterada de Ibn Šāhīn hizo que al-Maqqarī le prometiese, una vez se hubiese marchado de Damasco, llevar a cabo su petición cuando retornase a El Cairo7Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, p. 80.. Al-Maqqarī regresó a El Cairo, después de haber pasado un tiempo por Gaza, en torno a finales del año 1037/16288Al-Maqqarī no especifica la fecha de su retorno a El Cairo., sin haber podido olvidar sus veladas en Damasco, junto a Ibn Šāhīn, con quien siguió escribiéndose sentidas epístolas9Además de las epístolas, parece que Ibn Šāhīn envió alguna copia de sus obras a al-Maqqarī. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, pp. 99-100.. Fue entonces cuando decidió abordar la composición de su magna obra que se extendería hasta el año de su muerte, acaecida en 1041/1632, a pesar de que el propio autor da como fecha de la composición de la primera versión de la obra el año 1038/1628, que debió ser, en realidad, el año 1039/162910 Del Moral, “Un monumento literario a la memoria de Ibn al-Jaṭīb”, p. 189..

Para llevar a cabo tamaña empresa, en tan corto periodo de tiempo, al-Maqqarī disponía ya en El Cairo de gran cantidad de material que él mismo había recopilado y ordenado, llevado desde Tremecén y Fez, así como de todo aquello que, como él mismo dice, había sido capaz de memorizar11Son numerosas las referencias que al-Maqqarī hace a su memoria como fuente para su obra. Véase, por ejemplo, al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, p. 108; vol. 2, p. 320; vol. 5, p. 340; vol. 6, pp. 49, 379, 445, 446; vol. 7, pp. 101, 349.. Sin embargo, gran parte de las obras andalusíes, en especial las compuestas por Ibn al-Ḫaṭīb, se habían quedado en el Magreb, uno de los motivos alegados, en un principio, para no componer la obra12Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, p. 71.. Para solucionarlo, al-Maqqarī recurrió a la consulta de todas aquellas obras, orientales y occidentales, susceptibles de contener material andalusí, que estaban a disposición de los estudiantes, literatos y estudiosos, en las numerosas mezquitas, madrasas y zāwiyas13Zāwiya, literalmente, ‘ángulo, rincón’. En al-Andalus y el Norte de África el término solía designar un edificio de carácter religioso, vinculado generalmente con la tumba de un santo sufí, donde se reunían grupos de gente de religión, se impartían enseñanzas y se daba hospedaje y sustento a pobres y caminantes. Véase Maíllo Salgado, Diccionario de Historia Árabe e Islámica, pp. 286-287; Martínez Salvador, “Sobre la entidad de la rábita andalusí omeya”. cairotas. Entre estas obras se encontraba el manuscrito de la Iḥāta que el propio Lisān al-Dīn Ibn al-Ḫaṭīb había hecho llegar a El Cairo en manos de su hijo ʿAlī14Al-Maqqarī también consultó en El Cairo, con gran profusión, copias manuscritas de las obras antológicas el Mušriq y el Muġrib de Ibn Saʿīd al-Maġribī (m. 1286). Le dedicó una extensa biografía. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 2, pp. 262-370; Santás de Arcos, “On the success of Ibn Saʿīd”..

Gracias a al-Maqqarī y a su labor compiladora tenemos conocimiento de la existencia de este valioso manuscrito cairota15Véase de Castro León, “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, pp. 175-183. que fue una fuente importante para otros autores, sobre todo orientales, que recurrieron a ella para completar sus obras bibliográficas, especialmente en lo que concierne a la parte del Occidente islámico. Entre ellos destaca sobremanera Ibn Ḥaǧar al-ʿAsqalānī (m. 852/1449) y su obra al-Durar al-kāmina16Este autor mameluco cita en esta obra, al menos en más de doscientas ocasiones, a Ibn al-Ḫaṭīb y la Iḥāṭa como fuente directa. La empleó también para otras obras suyas como Inbāʾ al-ġumr y al-Maǧmaʿ al-muʾassas. Véase de Castro León, “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, p. 182.. El empleo que de ella hicieron muchos de ellos fue también preservado por al-Maqqarī, quien dejó constancia de sus firmas y comentarios marginales17Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 106; Velázquez Basanta, “Nota bibliográfica sobre Ibn al-Jaṭīb”, pp. 279-280; de Castro León, “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, pp. 180-182.. Sin embargo, la labor de al-Maqqarī fue mucho más allá de dar a conocer esta copia y su uso por diversos autores, orientales y occidentales, que viajaron y se instalaron en El Cairo. Su profunda admiración y respeto por la figura y obra de Ibn al-Ḫaṭīb le llevaron a preservar todo el legado posible de este autor, convirtiéndose, consciente e inconscientemente, en un eslabón importante en la cadena de transmisión del saber del visir granadino. Dentro de esta cadena formaron parte también, mucho tiempo antes, dos personajes estrechamente conectados con Ibn al-Ḫaṭīb: su hijo ʿAlī y su amigo personal, el también visir magrebí Ibn Marzūq. Ambos viajaron a Oriente y además de dar a conocer la obra del visir granadino, dejaron en la copia de la Iḥāṭa un testimonio de gran valor, sus añadidos o anotaciones marginales (taʿlīqāt)18Con esta palabra árabe los define al-Maqqarī. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 301., a determinadas biografías de la Iḥāṭa, conservadas nuevamente gracias al autor tremeceno. Por tanto, el objetivo de este estudio es doble. En primer lugar, dejar constancia del gran valor de los marginalia, también conocidos como notas manuscritas, paratextos, addendas o anotaciones marginales, como importantes fuentes de información para numerosos campos de estudio, en nuestro caso para la historia del reino nazarí y la transmisión del conocimiento a través de la obra de Ibn al-Ḫaṭīb, pero, también, sobre todo para la historia social y económica, y el análisis de las prácticas de lectura, enseñanza y aprendizaje en las sociedades arabo-islámicas orientales y occidentales. En tales prácticas, la producción, circulación, recepción e intercambio de textos y manuscritos eran fundamentales. De la importancia de los marginalia y de la necesidad de su estudio han dado cuenta los trabajos emprendidos hace más de una década por Déroche, Gacek, Jackson, Hirschler, Görke y Last, y más recientemente los estudios de Ženka, Molins, Diallo Lélouma y Salvaing19Véase Déroche, Manuel de codicologie des manuscrits en écriture arabe;Jackson, Marginalia: Readers Writing in Books; Gacek, Arabic Manuscripts: A Vademecum for Readers, Görke y Hirschler, Introduction: Manuscript notes as a documentary sources; Last, The Book and the Nature of Knowledge in Muslim Northern Nigeria; Ženka, “Las notas manuscritas como fuente”; Molins, “A Preliminary Appraisal of Marginalia”; Diallo Lélouma y Salvaing; “Corners conceal treasures”.. Todos ellos, además de evidenciar la tradicional desatención de los marginalia, han demostrado la gran variedad de información que estas anotaciones manuscritas pueden contener, así como el potencial y las posibilidades de su estudio y utilización. De ello ya fue consciente el propio al-Maqqarī quien nutrió y enriqueció sus obras con gran cantidad de marginalia procedente de manuscritos de otros autores y copistas andalusíes, como Ibn al-Ḥaddād al-Wādī Āšī (m. dp. 913-914/1508). Así, como bien refiere Ženka, la mayor parte de los datos históricos de al-Maqqarī relativos a la Granada de la segunda mitad del siglo XV proceden de los marginalia de este autor y copista de origen andalusí20Véase Ženka, “Las notas manuscritas como fuente”, pp. 267-268..

En segundo lugar, es nuestro propósito dar a conocer de manera íntegra la traducción de todas estas valiosas adendas añadidas a la Iḥāta, así como tratar de dejar constancia, a través de su análisis y comentario, de la labor desarrollada por estos tres personajes (al-Maqqarī, ʿAlī b. al-Ḫaṭīb e Ibn Marzūq) como parte importante de la extensa y alargada red de conocimientos y contactos tejida en vida por el propio Ibn al-Ḫaṭīb. De ella también fueron partícipes dos autores magrebíes instalados en El Cairo, como ya ha sido estudiado, el tremeceno, Ibn Abī Ḥaǧala (m. 776/1375) y el tunecino Ibn Ḫaldūn (m. 808/1406)21Véase de Castro León, “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”..

2. Más allá del tributo: Al-Maqqarī y la Iḥāṭa

 

Entre los numerosos elogios que el sabio tremeceno le dedica a Ibn al-Ḫaṭīb en el Nafḥ, dijo de él que era «el imam de las artes, el que hace realidad las conjeturas para los esperanzados, el que es capaz de extraer de los mares de la elocuencia su perla oculta y el que tiene absoluto dominio sobre [todas] las ciencias, por muy diversas que estas sean»22Imām hāḏihi l-funūn, al-muḥaqqiqu li-ḏawī l-āmāl al-ẓunūn, al-mustaḫriǧu min biḥār al-balāġa durrahā al-maknūn, wa-lahu al-yad al-ṭūlà fī l-ʿulūm ʿalà iḫtilāf aǧnāsihā. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, p. 109. Esta admiración y respeto que sentía al-Maqqarī por el granadino no era casual, a pesar de que había casi tres siglos de diferencia entre ambos. Al-Maqqarī había nacido y se había formado en Tremecén y Fez23También se formó en Marrakech, donde estuvo en contacto con el círculo cortesano del sultán saʿdī Aḥmad al-Manṣūr (955/1549-1012/1603), a quien conoció en persona. Véase del Moral. “Un monumento literario a la memoria de Ibn al-Jaṭīb”, pp. 184-186; García-Arenal, Aḥmad al-Manṣūr; al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, p. 6., ciudades donde residió, en varios momentos de su vida, el visir granadino y donde su legado permanecía más vivo que nunca. Esto fue así no solo por su valía intelectual, donde sus obras eran empleadas como modelos de enseñanza en las chancillerías de Fez y Tremecén24Especialmente relevante fue su obra Rayḥānat al-kuttāb (El arrayán de los secretarios), abundante compilación de epístolas oficiales y personales, así como otros documentos, que fue empleada para la enseñanza de los escribas cortesanos y secretarios de estado. Su fama se mantuvo hasta bien entrado el siglo xix. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, p. 164., sino también porque copias de sus trabajos habían perdurado en aquellos territorios. Probablemente, algunas de ellas habían sido depositadas por el propio Ibn al-Ḫaṭīb, pero muchas otras habían llegado de mano de los numerosos andalusíes y moriscos, sobre todo granadinos, emigrados al Norte de África, especialmente tras la caída de Granada25Una visión general de la emigración andalusí tras la caída de Granada nos la proporciona las páginas finales de la obra anónima Nubḏat al-ʿaṣr, pp. 45-49. . Entre esta colonia de emigrados destaca la figura del mencionado literato Muḥammad Ibn al-Ḥaddād al-Wādī Āšī, que se afincó en Tremecén a la caída de Granada. Ibn al-Ḥaddād fue una fuente importante para al-Maqqarī, pues tuvo acceso a través de él a muchas de las copias de las obras de Ibn al-Ḫaṭīb -y de otros autores andalusíes- algunas realizadas por el propio Ibn al-Ḥaddād26Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 2, p. 521; vol. 4, p. 507; vol. 6, p. 22; vol. 7, pp. 26, 103, 288.. Este autor accitano debió de manejar varias copias de la Iḥāṭa, una de ellas de doce tomos, la depositada en la madrasa yūsufiyya de Granada por el sultán Muḥammad IX el Zurdo, en el año 829/142627La Iḥāṭa, al igual que muchas otras obras, sufrió una evolución y ampliación desde el momento inicial de su composición. Según las citas textuales de diferentes autores, el número de volúmenes de esta obra osciló entre seis y quince. Como bien señala Velázquez Basanta no puede descartarse que hubiesen circulado al mismo tiempo dos versiones de la obra, una extensa y otra resumida. Lo que sí parece claro es el momento de su última versión, a comienzos de 771/agosto de 1369, indicado por el mismo visir granadino en su autobiografía de la Iḥāṭa, Véase Velázquez Basanta, “La autobiografía de Ibn al-Jaṭīb”; Velázquez Basanta, “Nota bio-bibliográfica sobre Ibn al-Jaṭīb”, pp. 274-277, 284-285.. Tuvo acceso, también, a copias autógrafas de Ibn al-Ḫaṭīb, donde dejó sus propias anotaciones, tal y como nos lo hace saber al-Maqqarī28Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 288. al hablar de la poesía de uno de los discípulos del visir granadino, y a la postre uno de sus mayores detractores, Ibn Furkūn (m. dp. 820/1417)29Este secretario granadino se convirtió, junto con Ibn Zamrak (m. dp. 797/1395) y al-Bunnāhī (m. finales s. viii/xiv), en uno de los principales enemigos e instigadores de la muerte de Ibn al-Ḫaṭīb. Fue padre de Abū l-Ḥusayn Ibn Furkūn, secretario y poeta del sultán nazarí Yūsuf III. Véase Palacios Romero, “Yūsuf III en el diván de Ibn Furkūn”; Velázquez Basanta, “Retrato jatibiano”. :

Vi escrito de mano de [Ibn al-Ḥaddād] al-Wādī Āšī lo siguiente: Encontré escrito de mano del propio Lisān al-Dīn, Abū ʿAbd Allāh Ibn al-Ḫaṭīb Ḏū l-wizāratayn (El de los dos visiratos) -el sello30Referencia coránica al profeta Muḥammad, considerado el «sello de los profetas». Para esta y otras denominaciones véase Déclais, “Names of the Prophet”. de los notables maestros de la elocuencia, Dios tenga misericordia de él- junto al nombre del secretario Aḥmad b. Sulaymān b. Furkūn, que fue favorecido e instruido por él31Se refiere a Ibn al-Ḫaṭīb. y empleado él solo en la realización de las copias de las obras de Ibn al-Ḫaṭīb, lo siguiente: «Fue eliminado este vil [traidor] del diván».

Ibn al-Ḥaddād fue discípulo, entre otros32Fue también discípulo de otros personajes relevantes de la granada nazarí como Ibn al-Azraq (m. 896/1491) e Ibn al-Mawwāq (m. 897/1492), considerado el último ulema de al-Andalus. Véase al-Ḥaǧǧī, Hiǧrat ʿulamāʾ al-Andalus ladā suqūṭ Ġarnāṭa, pp. 188-194., de otro gran admirador de Ibn al-Ḫaṭīb, el visir granadino Abū Yaḥyà Ibn ʿĀṣim (m. 857/1453) conocido como «el segundo Ibn al-Ḫaṭīb»33Ibn ʿĀṣim tuvo como maestros algunos de los discípulos de Ibn al-Ḫaṭīb. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, p. 162; Morales Delgado, “Ibn ʿĀṣim al-Qaysī, Abū Yaḥyà”., y autor del texto del depósito como habiz de la copia granadina de la Iḥāṭa antes mencionada34Véase supra, nota 27; al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, pp. 103-105.. Ibn ʿĀṣim, miembro de una acomodada familia con fuertes vínculos con la corte nazarí35Abū Yaḥyà Ibn ʿAṣim fue hijo de Abū Bakr Ibn ʿĀṣim (m. 829/1426), reconocido secretario y jurista granadino, autor, entre otras obras, de los Ḥadāʾiq al-azāhir (El libro de los huertos en flor) y Tuḥfat al-ḥukkām (El regalo de los jueces). Véase López Bernal, introducción a Ibn ʿĀṣim, El libro de los huertos en flor; Rodríguez Figueroa y Lirola Delgado, “Ibn ʿĀṣim al-Qaysī, Abū Bakr”. , fue, a su vez, discípulo del célebre granadino al-Mintawrī (m. 834/1423) 36Véase Lirola Delgado y Navarro Ortiz, “al-Muntawrī, Abū ʿAbd Allāh”., transmisor de una gran cantidad de obras a sus contemporáneos y discípulos. En su conocida Fahrasa37Es decir, relación de obras y maestros. Véase Pellat, “Fahrasa”., entre sus muchos maestros destacan dos nombres: 1) su suegro Ibn Baqī (m. 791/1389), que transmitió a su yerno «las obras, epístolas y composiciones en verso» del visir Ibn al-Ḫaṭīb38Véase al-Mintawrī, Fahrasa, p. 390. , entre ellas probablemente la Iḥāṭa. 2) Abū Bakr Ibn Ǧuzayy (m. 785/1384), reconocido discípulo de Ibn Ḫaṭīb39Veáse al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 282. El padre de Abū Bakr Ibn Ǧuzayy, Abū l-Qāsim, fue maestro de Ibn al-Ḫaṭīb., cuya producción pudo dar a conocer a al-Mintawrī.

El papel de Ibn Baqī en la transmisión de las obras de Ibn al-Ḫaṭīb sigue siendo todavía desconocido. Aunque no formó nunca parte de los discípulos oficiales del visir granadino40No aparece en la «lista oficial» de seis discípulos transmitida por al-Maqqarī. Véase Velázquez Basanta, “Los discípulos de Ibn al-Jaṭīb”., su importante labor educativa contribuyó a la difusión de su legado41El visir granadino, en la biografía que le dedica en la Iḥāṭa, informa de que Ibn Baqī enseñó en la mezquita del arrabal (masǧid al-rabaḍ) y luego en la mezquita de al-Bakrī situada junto a la zāwiya y al mausoleo (turba) que Ibn al-Ḫaṭīb había mandado edificar en el barrio de Aḫšāriš, dentro de la ciudad. Véase Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, vol. 3, pp. 39-41.. Su caso fue el mismo que el de otros desconocidos discípulos que estuvieron en contacto o formaron parte del círculo cortesano de ulemas, juristas, secretarios y maestros de la Granada de Ibn al-Ḫaṭīb. Este fue el caso, por ejemplo, de al-Qāsim al-Mālaqī al-Tinmāllī (m. 811/1408), a quien Ibn al-Ḫaṭīb concedió licencias (iǧāzāt) para transmitir sus obras42Este autor falleció en El Cairo, donde conoció al autor mameluco Ibn Ḥaǧar al-ʿAsqalānī (m. 852/1449), a quien concedió una licencia (ijāza), y probablemente conoció también a través de él la obra de Ibn al-Ḫaṭīb. Véase Ibn Ḥaǧar, Maǧmaʿ al-muʾassis, vol. 2, p. 436. . Este autor formó parte, según Ženka, de un grupo de cuatro autores granadinos (aunque él era de origen malagueño) que peregrinaron y emigraron a Oriente, y proporcionaron datos a los historiadores orientales, entre ellos Ibn Ḥaǧar al-ʿAsqalānī (m. 852/1449) y Taqī l-Dīn al-Fāsī (m. 832/1429)43Agradezco al profesor Josef Ženka su ayuda e información proporcionada en relación con la figura de al-Qāsim al-Tinmāllī, cuya semblanza biográfica publicará próximamente en la revista Alhadra. Según Ženka, Taqī l-Dīn al-Fāsī conoció el material del autor malagueño, discípulo de Ibn al-Ḫaṭīb, cuando este estuvo en La Meca y Medina. En uno de sus diccionarios biográficos, Īḍāḥ buġyat ahl al-baṣāra fī ḏayl al-išāra, hizo uso de este material para componer algunas de las biografías dedicadas a personajes granadinos, como Abū l-Qāsim al-Šarīf al-Ġarnāṭī (m. 760/1359) e Ibn Salmūn (m. 741/1340). En ambas biografías señala al autor malagueño como su discípulo, diciendo «…Y tomó de él nuestro maestro, Qāsim Ibn ʿAlī al-Tinmāllī, y obtuvo su iǧāza». Véase Taqī l-Dīn, Iḍāḥ, pp. 351-353. , establecido en La Meca.

Todo este proceso de transmisión textual generado en torno a la ciudad de Granada durante décadas -y que requiere de un estudio de mayor profundidad- hizo posible que al-Maqqarī llegase a conocer unas sesenta obras del visir granadino, la mayoría de ellas en el Magreb44Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 97; Velázquez Basanta, “Nota bio-bibliográfica sobre Ibn al-Jaṭīb”, pp. 264-272. . Algunas las aprendió de memoria, como la obra en metro raǧaz Raqm al-ḥulal fī naẓm al-duwal (El recamado de las vestiduras sobre la sarta de las dinastías)45Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 101.. De otras realizó pequeños resúmenes (muqayyadāt) y copias parciales que llevó consigo en su viaje a Oriente46Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, p. 108; vol. 6, p. 164.. Sin embargo, esta información resultó insuficiente47En numerosas ocasiones al-Maqqarī se lamenta de haber dejado atrás, en el Magreb, la vasta documentación que había llegado a compilar durante años en el Magreb. Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, pp. 108-109. cuando emprendió la composición del ʿArf al-ṭīb fī l-taʿrīf bi-l-wazīr Ibn al-Ḫaṭīb (El aroma del perfume para el conocimiento del visir Ibn al-Ḫaṭīb) que luego pasaría a llamarse Nafḥ al-ṭīb, al incorporar en un segundo estadio la información relativa a al-Andalus48Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, pp. 107-108; del Moral, “Un monumento literario a la memoria de Ibn al-Jaṭīb”, p. 190.. Para completarla, la copia de la Iḥāṭa resultó fundamental, aunque todavía sigue siendo un misterio el uso que de ella hizo y qué versión de la obra llegó a manejar. Este manuscrito autógrafo49Ha sido imposible acceder a esta copia autógrafa parcial de la Iḥāṭa. Solamente hemos podido consultar algunas imágenes de una copia moderna (año 1898) que se realizó de la misma, pero que no conserva las valiosas anotaciones marginales. La moderna copia se conserva en la biblioteca de al-Azhar, sección Riwāq al-maġāriba, con el nº 36146. conservado en la sección Riwāq al-maġāriba de al-Azhar fue descrito por ʿAbd Allāh ʿInān, editor de la Iḥāṭa50Véase Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, vol. 1, pp. 15-16; de Castro León, “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, pp. 175-176., del cual llegó a decir que:

…se trata de una colección de diversos folios manuscritos de la Iḥāṭa. Son aproximadamente unas 170 hojas de tamaño medio, en antigua caligrafía magrebí, en cuyos márgenes hay anotaciones y comentarios firmados por la mano de al-Maqqarī, al lado de los cuales aparece la fecha de 1029 (1619).

Si la información del editor es correcta, al-Maqqarī accedió, al menos por primera vez, a la copia mucho antes de emprender la composición del Nafḥ y poco después de haber emprendido su peregrinación desde Fez en agosto-septiembre de 1027/1618, nada más llegar a El Cairo, a comienzos del año 1028/161951Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, p. 8.. En cuanto a la versión que fue depositada en El Cairo no debió ser la última -o de las últimas- versiones que Ibn al-Ḫaṭīb realizó en vida. Recientemente, Velázquez Basanta ha puesto en conocimiento que posiblemente la última versión de la obra fue completada en agosto de 1369, a tenor de la rúbrica personal que el granadino dejó escrita al final de su conocida autobiografía52Véase Velázquez Basanta, “La autobiografía de Ibn al-Jaṭīb”, p. 220.. Si esto es así, y teniendo en cuenta que la copia cairota fue enviada en el año 768/136653Véase de Castro León, “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, pp. 169-170; Velázquez Basanta, “Nota bio-bibliográfica sobre Ibn al-Jaṭīb”, pp. 278-279., al-Maqqarī no pudo acceder a la información autobiográfica de la Iḥāṭa a través de esta copia, al menos en la forma final que fue recogida en la Iḥāṭa editada54La autobiografía de Ibn al-Ḫaṭīb aparece en el vol. 4, pp. 438-640. y en el Nafḥ al-ṭīb55Véase al-Maqqarī Nafḥ, vol. 5, pp. 8-12, 76-79.. Al-Maqqarī debió llevar consigo del Magreb esta parte de la Iḥāṭa o bien la consultó a través de otra copia56Sabemos que Ibn al-Ḫaṭīb envió otras copias de la Iḥāṭa a Oriente, especialmente a los gobernantes y principales autoridades mamelucas, pero también a literatos amigos suyos, como pudo ser Ibn Abī Ḥaǧala. Véase de Castro León, “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, pp. 174-175..

En su afán por llevarse del Magreb todo el material posible, al-Maqqarī no dudo en memorizar largos pasajes de las obras de Ibn al-Ḫaṭīb, haciéndonos partícipes en su obra de su vasta capacidad memorística de aprendizaje. Este mismo afán le hizo no solo ponerse de lado del visir granadino ante sus detractores del pasado, sino sobre todo dejar constancia en el Nafḥ, monumento literario a la memoria de Ibn al-Ḫaṭīb57Así lo califica Celia del Moral en su artículo titulado “Un monumento literario a la memoria de Ibn al-Jaṭīb”. , de todo cuanto tuviera que ver con él. Entre todo ese material -oral y escrito- la copia de la Iḥāṭa depositada en El Cairo ocupaba un lugar preferente para al-Maqqarī. Prueba de ello son las valiosas anotaciones marginales que el tremeceno se esforzó en dejarnos constancia de ellas.

3. Vínculos políticos y personales: El papel de Ibn Marzūq

 

El tremeceno Abū ʿAbd Allāh Ibn Marzūq (m. 781/1379)58Véase Lirola Delgado, “Ibn Marzūq, ʿAbd Allāh”; Viguera Molins, “Ibn Marzūq según Ibn al-Jaṭīb”. fue, junto con Ibn al-Ḫaṭīb e Ibn Ḫaldūn, una de las personalidades políticas y culturales más destacadas del Occidente islámico durante el siglo viii/xiv. Los tres llevaron, en cierta medida, trayectorias paralelas, experimentando los sinsabores de la alta política como secretarios y visires de los sultanes nazaríes, meriníes y ḥafṣíes. Sin embargo, a diferencia de ellos dos, Ibn al-Ḫaṭīb nunca llegó a viajar a Oriente y realizar su ansiada peregrinación59Véase Molina Lopez, Ibn al-Jatib, pp. 107, 148-151..

Ibn Marzūq e Ibn al-Ḫaṭīb entablaron una duradera amistad60Así la califica al-Maqqarī. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 99., que comenzaría alrededor de finales de 1347/principios de 1348 (748 H)61Véase Ibn Marzūq, al-Musnad, pp. 24, 495; Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, vol. 3, p. 104. cuando Ibn Marzūq fue enviado en embajada por el sultán meriní Abū l-Ḥasan (g. 731-749/1331-1348)62Véase Viguera Molins, “‘Vida ejemplar’ de Abū l-Ḥasan, sultán de los Benimerines”. y acabaría consolidándose cuando el tremeceno se instaló en Granada63En Granada, Ibn Marzūq, grandemente acogido por el sultán nazarí Yūsuf I (g. 733-755/1333-1354), fue nombrado predicador (ḫaṭīb) de la mezquita, el 24 de marzo de 753/1352, así como maestro de la madrasa yūsufiyya. Véase Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, vol. 3, p. 104., en el año 752/1351 (hasta septiembre de 754/1353), tras haber sido encarcelado en Tremecén, durante casi un año, por el sultán zayyānī Abū Saʿīd (g. 748-752/1348-1352)64Véase Ibn Marzūq, al-Musnad, pp. 25, 26, 497; Viguera Molins, “Ibn Marzūq según Ibn al-Jaṭīb”, pp. 36-37.. Prueba de esta amistad es la elogiosa biografía que Ibn al-Ḫaṭīb le dedicó en la Iḥāṭa65 Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, vol. 3, pp. 103-130., donde recogió muestras de su poesía y de algunas epístolas que se intercambiaron durante años66Después de la marcha de Ibn Marzūq de la capital granadina, en septiembre de 1353, ambos visires volverían a encontrarse en persona, a través de las embajadas (especialmente en diciembre de 1354) que Ibn al-Ḫaṭīb encabezó en nombre de los sultanes nazaríes a Fez. Pero uno de los momentos decisivos se produjo en 760/1359, cuando Ibn Marzūq, en nombre del sultán merini Abū Sālim (g. 760-763/1359-1361), intercedió para liberar a Ibn al-Ḫaṭīb y a su destronado sultān, Muḥammad V (g. 755-760/1354-1359, 763-793/1362-1391), facilitando su traslado y asilo en la corte meriní. Véase Molina López, Ibn al-Jatib, pp. 92-98; Viguera Molins, “Ibn Marzūq según Ibn al-Jaṭīb”. Otra carta se conserva en la autobiografía final de la Iḥāṭa. Véase Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, vol. 4, pp. 588-593.. Es precisamente en esta biografía, como veremos, donde Ibn Marzūq dejó su impronta personal. Aunque él ya había peregrinado a La Meca, con su padre, antes de entrar al servicio del sultán meriní Abū l-Ḥasan (año 737/1337), sería en su exilio voluntario final, en el año 763/1371, ya instalado en El Cairo, cuando accedió a la copia de la Iḥāṭa enviada por Ibn al-Ḫaṭīb. El mismo Ibn Marzūq completó y matizó su autobiografía con importantes e interesantes anotaciones marginales que no solo fueron recogidas por al-Maqqarī (cuyo texto presentamos)67Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, pp. 390-412, en especial p. 408. sino también por otros autores mamelucos que consultaron directamente la copia de la Iḥāṭa, como fue Ibn Ḥaǧar68Ibn Haǧar copió las palabras de Ibn Marzūq de la copia cairota de la Iḥāṭa: «Leí escrito de mano de Ibn Marzūq en el margen de La Historia de Granada (= al-Iḥāṭa) que él llegó a…» (fa-qaraʾtu bi-ḫaṭṭ Ibn Marzūq fī hāmiš Tārīḫ Ġarnāṭa annahu waṣala ilà…). Su citación fue reproducida posteriormente por otros autores mamelucos como al-Saḫāwī (m. 1496). Véase Ibn Ḥaǧar, al-Durar al-kāmina, vol. 5, p. 95; al-Saḫāwī, al-Tuḥfa al-lāṭifa, vol. 2, p. 428.. Ibn Marzūq escribió, completando en la biografía los últimos años de su vida:

Y vi [escrito] en el margen de la Iḥāṭa, en este lugar, de la mano del mencionado [Ibn Marzūq] lo siguiente: Soy yo, Ibn Marzūq, el mencionado en él (= esta biografía), el que dice: Llegué a la protegida [ciudad] de Túnez en el mes de ramaḍān del año 765 (= junio de 1364). Allí experimenté una bondad, una generosidad y una consideración como nunca nadie antes había recibido. Fui nombrado predicador (ḫaṭīb) de la mezquita aljama de su gobernante e impartí lecciones en la más importante de sus madrasas, la conocida como madrasa al-šammāʿīn. Todo ello bajo el cuidado, la protección y compañía del consejo de su gobernante (malik) hasta que falleció en el año de 771 (= 1369). Luego, [seguí igual] con su hijo y su sobrino hasta que me embarqué en el mes de rabīʿ I del año 773 (= septiembre-octubre de 1371) y me instalé en territorio egipcio. Allí conocí entre sus gobernantes a aquel que no tiene parangón en indulgencia, virtud, modestia, generosidad, bondad y piedad, el sultán, el detentor del poder (mālik al-mulk) al-Ašraf Nāṣir al-dīn wa-l-dunya Šaʿbān Ibn Ḥusayn (g. 764-768/1363-1376). Me tuvo en consideración y asignó a mi persona y a mis hijos el mejor de los tratos posibles. Me puso al frente de varias madrasas para [impartir] lecciones y favoreció el que pudiera presentarme ante él en persona. La situación sigue siendo igual hasta hoy mismo, y esto es [así] por la gracia y consabida benevolencia de Dios a quien pedimos una buena conclusión. [Esto] fue escrito en el [mes] de ramaḍān del año 775 (= febrero de 1374).

Esta interesante anotación marginal fue escrita estando en vida Ibn al-Ḫaṭīb, cuya fecha de muerte, todavía motivo de controversia, se establece en torno al otoño del año 776/137469Algunos autores como Viguera Molins o Bosch Vilá la fechan en 1375. Véase Viguera Molins, “Ibn Marzūq según Ibn al-Jaṭīb”, p. 33; Bosch Vilá, Ben al-Jaṭīb y Granada, p. 35.. Igual de relevante es que a continuación el hijo de Ibn al-Ḫaṭīb, Abū l-Ḥasan ʿAlī, discípulo también de Ibn Marzūq, apostilló el comentario de su maestro, debiendo haber consultado la copia con posterioridad a la fecha establecida por el tremeceno. Este proceso de «apostillaje» se repetirá, como veremos, en varias ocasiones por parte de ʿAlī. Al-Maqqarī nos dice70Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 408.:

Y escribió después de él (= Ibn Marzūq), Abū l-Ḥasan ʿAlī Ibn Lisān al-Dīn - Dios Altísimo tenga misericordia de él - lo siguiente: Está en lo cierto, pues él está por encima de todo ello y su valía es de sobra conocida, ¡cuántas veces el gobernante del Magreb se enorgulleció de él! y sigue enorgulleciéndose del emblema de las lecciones: el destino no se apiada de [ninguna] situación.

Todo apunta a que gran parte de las anotaciones marginales realizadas por Ibn Marzūq fueron realizadas cuando Ibn al-Ḫaṭīb estaba todavía en vida. Las referencias a su posible mala situación en Fez y su encarcelamiento parecen indicarlo. El propio al-Maqqarī trata de confirmarlo cuando deja constancia de un añadido con respecto a una conocida carta que Ibn al-Ḫaṭīb envío a Ibn Marzūq, en el año 752/1351, tras salir de la cárcel en Tremecén con destino al-Andalus, exponiéndole su visión pesimista sobre la política71La carta fue traducida parcialmente por Viguera Molins. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, pp. 145-153; Viguera Molins, “Ibn Marzūq según Ibn al-Jaṭīb”, pp. 37-40.:

Vi escrito de manos del ilustre imam, el predicador Ibn Marzūq, en el margen, [junto] a las palabras de Lisān al-Dīn que dicen «y había percibido en algunas de sus epístolas…», lo siguiente: [Ciertamente, Ibn al-Ḫaṭīb] se imaginó lo que no sucedió, pues cuando las nubes de la desgracia y la calamidad se alejaron de mí, decidí emprender el viaje, me propuse el cambio, y desistí de trabajar para el sultán y servir en [otros] territorios. Dijo [también] Ibn Marzūq: lo más sorprendente es que todo aquello acerca de lo que él me escribía -que Dios Altísimo lo mantenga vivo- él ya lo había experimentado72Literalmente: «él se había engalanado con todo ello»., había sufrido ya lo que él [me] advertía, como si él estuviese escribiendo a su alma y la avisase de lo que a él le había sucedido -que Dios Altísimo le conceda una solución [a su situación] y la salvación.

Escribió, debajo de las palabras de Ibn Marzūq, con su propia mano, el hijo de Lisān al-Dīn, ʿAlī, el [siguiente] texto: Por Dios, mi señor Abū ʿAbd Allāh Ibn Marzūq estaba en lo cierto, Dios Altísimo le sea favorable, dijo esto el hijo del autor.

Y yo (= al-Maqqarī) digo: Y esto que dijo Ibn Marzūq fue estando Ibn al-Ḫaṭīb en vida, pues por ello pidió [a Dios] que lo protegiese y le concediese una solución y la salvación, y lo oculto desveló su infortunio pues luego fue asesinado tal y como fue descrito…

La biografía de Ibn Marzūq contiene más apostillas o precisiones del propio biografiado, y también del hijo de Lisān al-Dīn que admiraba a su maestro tremeceno, no solamente por su valía intelectual, sino también por la amistad con su padre. Ibn Marzūq matizó las causas de su encarcelamiento (finales 750/1349) a manos del sultán zayyānī Abū Saʿīd ʿUṯmān73Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 396.:

Vi escrito de mano de Ibn Marzūq con relación a las palabras de [Ibn al-Ḫaṭīb] «y se marchó de su (= emires zayyāníes) lado a escondidas… etc.», lo siguiente: No me marché de su lado sino con su permiso y [tras] haberme propuesto que solucionase [la complicada situación] que había entre ellos; sin embargo, ellos traicionaron para protegerse a sí mismos, dijo [esto] Ibn Marzūq. Escribió debajo de él el hijo de Ibn al-Ḫaṭīb lo siguiente: Sí, [así debió ser], pues acaso no [es verdad] que junto a Dios los enemigos se encontrarán.

Dicho lo cual, Ibn Marzūq vuelve a aclarar la muerte de un compañero de prisión que, según el visir granadino, había sido degollado:

Y escribió Ibn Marzūq junto a este lugar lo siguiente: Y el asesinado no estaba conmigo cuando fue matado, ni fue degollado, dijo [esto] Ibn Marzūq.

El autor tremeceno no se limitó a su propia biografía74En su biografía dejó escritos un par de comentarios más acerca de una poesía suya recogida por Ibn al-Ḫaṭīb y recitada en honor al nacimiento del Profeta (mawlid) en enero de 1362. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, pp. 402-403. y dejó algunas muestras más de su prosa en otros lugares de la Iḥāṭa. En relación con el poeta sevillano Ibn Sahl al-Isrāʾīlī (m. 648/1251) y su controvertida islamicidad debido a sus orígenes judíos dijo75Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 3, p. 523.:

…y escribió al margen de estas palabras el ilustre predicador, mi señor Abū ʿAbd Allāh Ibn Marzūq, el [siguiente] texto: Y dejaron claro aquellos de nuestros maestros que llegaron a conocerlo que él (= Ibn Sahl) murió [profesando] la religión del islam.

Una de sus más completas anotaciones aparece cuando explica los turbulentos acontecimientos que sucedieron en 763/1361, tras el asesinato de su protector, el sultán meriní Abū Sālim, y de su hermano Abū ʿUmar Tāšufīn, hasta la ocupación del trono por Abū Zayyān Muḥammad III (g. 763-768/1362-1366)76Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, pp. 11-12.:

Vi escrito en el margen de la Iḥāṭa, en este lugar, de mano del célebre predicador, el imam Abū ʿAbd Allāh Ibn Marzūq al-Tilimsānī -Dios tenga misericordia de él- lo siguiente: Falleció -me refiero al sultán Abū Zayyān- asesinado en el año 766 (= 1364-5)77Abū Zayyān fue asesinado en el año 1366. Resulta extraño este error por parte de Ibn Marzūq, o bien puede tratarse de un error de copista del propio al-Maqqarī. Véase Ibn al-Aḥmar, Rawḍat al-nisrīn, pp. 32-33. a manos de su colaborador, el visir traidor ʿUmar Ibn ʿAbd Allāh Ibn ʿAlī [al-Yabbānī]. Lo hizo caer en un pozo y difundió [el bulo] de que el sultán se había excedido con la bebida y se había arrojado al pozo conocido como riyāḍ al-ġizlān (Los jardines de las gacelas)78Debía de ser una especie de fuente o pozo poco profundo, pues no falleció por la caída. En la biografía de la Rawḍat pone que murió ahogado. Véase Ibn al-Aḥmar, Rawḍat al-nisrīn, p. 32.. Hizo que fuese proclamado su (de Abū Zayyān) tío paterno, [Abū Fāris] ʿAbd al-ʿAzīz, hijo del sultán Abū l-Ḥasan. Entonces Dios le concedió autoridad [al sultán] sobre él y tomó las riendas de los súbditos en sus manos. Mató [al visir] con artimañas después de que hubiese [conseguido] controlarlo; y así llevó a cabo un complot para asesinarlo. El poder de ʿAbd al-ʿAzīz continuó extendiéndose de manera triunfante pues había [conseguido] reunir [el territorio] entre los confines del Magreb y el reino de Tremecén e hizo que sus gentes expulsasen a todo proscrito. Y cuando la suerte le sonrió y su poder se consolidó y casi alcanza lo [mismo que había conseguido] el gobierno de su padre, o más, murió -Dios Altísimo tenga misericordia de él- y se dijo [que murió] alanceado, así como otras [muchas] cosas. Esto tuvo lugar a finales del [año] de 774 (1372-3) y después de él gobernó su hijo [Muḥammad al-Saʿīd III] pero fue depuesto por su tío paterno Abū l-ʿAbbās [g. 776/1374-786/1384 y 789/1387-796/1393], hijo del sultán Abū Sālim. Sigue ostentando el poder hasta el momento en que esto fue escrito, en el año 777 (1375-6). Terminó lo que escribió mi señor Abū ʿAbd Allāh Ibn Marzūq.

Y vi escrito debajo de ello de mano del hijo de Lisān al-Dīn, Abū l-Ḥasan ʿAlī, lo siguiente: Que Dios tenga misericordia de ti, oh ʿUmar Ibn ʿAbd Allāh Ibn ʿAlī, pues en verdad tú limpiaste el gobierno del Magreb de una gran suciedad, te levantaste contra el poder del placer y la debilidad extendida, y blandiste la espada de la verdad contra los necios hipócritas (al-zawākira), e [hiciste] que el mimbar de la religión se regocijase [por ello].

Y el propósito79Habla al-Maqqarī. de las palabras [de ʿAlī] es dar réplica a las críticas de Ibn Marzūq contra el visir ʿUmar, y en cuanto a su palabra al-zawākira (hipócritas), es una expresión que emplean los magrebíes y que para ellos significa [aquella persona] que es ambigua: hacia fuera se muestra devoto y piadoso, pero de puertas para adentro esconde depravación y corrupción, pues: junto a Dios se encontrarán los rivales.

Esta anotación marginal muestra la diferente interpretación de la historia entre Ibn Marzūq y el hijo de Lisān al-Dīn. Mientras el tremeceno fue víctima de las artimañas del visir magrebí80Tras la muerte del sultán Abū Sālim en 763/1361, a manos del visir ʿUmar al-Yabbānī, Ibn Marzūq fue encarcelado durante casi dos años (763-764/1361-1363) hasta que finalmente pudo salir (en 764/1363) y emigró a Túnez, donde permaneció hasta el año 773/1371. Véase Ibn Marzūq, al-Musnad, pp. 27-30. que llevaron al asesinato de su mecenas, el sultán Abū Sālim (m. 763/1361), el hijo de Lisān al-Dīn debió de experimentar una situación completamente opuesta. Tanto él como su padre, exiliados en el Magreb por aquel entonces, gozaron de los favores del recién ascendido sultán meriní Abū Zayyān (g. 763-768/1361-1366) y probablemente de su visir ʿUmar al-Yabbānī, que tenía en sus manos los resortes del poder. Ante la posibilidad de que el lector malinterprete estas palabras, al-Maqqarī hace un esfuerzo por tratar de quitar hierro al asunto y evitar ver una enemistad entre dos personajes que, según sus propias observaciones, sentían sincero afecto el uno por el otro81Esto se aprecia con mayor claridad en las anotaciones marginales dejadas por ʿAlī, donde muestra afecto y admiración por su maestro Ibn Marzūq.. Igualmente, su datación permite dilucidar que Ibn Marzūq hizo al menos uso de esta copia cairota en dos ocasiones, muy distanciadas en el tiempo, entre los años 1374 y 1376. Del mismo modo, como veremos, ʿAlī Ibn al-Ḫaṭīb, debió de emplear la copia tiempo después de haber fallecido su padre y tras esta última consulta datada de Ibn Marzūq, a partir del año 777 (1375-6).

4. Los vínculos familiares: ʿAlī Ibn al-Ḫaṭīb y sus taʿlīqāt

 

Muy poco se sabe acerca de los tres hijos que tuvo Lisān al-Dīn Ibn. al-Ḫaṭīb, cuyo orden de mayor a menor debió de ser: ʿAbd Allāh82Véase Lirola Delgado, “Ibn al-Jaṭīb, ʿAbd Allāh”., Muḥammad y ʿAlī83Véase Lirola Delgado, “Ibn al-Jaṭīb, ʿAlī”.. Solo al-Maqqarī y el propio visir granadino84Aparte de sucintas menciones a sus hijos, dispersas en sus numerosas obras, Ibn al-Ḫaṭīb dedicó una biografía al mayor de ellos, ʿAbd Allāh, en la Iḥāṭa. Véase Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, vol. 3, pp. 435-439; vol. 1, pp. 227-228, 321; vol. 4, pp. 605-607. proporcionan algo de información sobre ellos. No obstante, el papel que debieron de desempeñar, sobre todo sus hijos ʿAbd Allāh y especialmente ʿAlī -ambos con una importante carrera política a ambos lados del Estrecho85Del hijo mediano, Muḥammad, solo al-Maqqarī nos dice que se dedicó al sufismo y que por tanto no sirvió a los reyes, pero se disculpa por el hecho de no poder proporcionar más datos sobre él a causa de haberse dejado en el Magreb las informaciones que sobre él tenía. Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 289.-, debió de ser significativo en la transmisión de la obra de su padre86Según al-Maqqarī, siguiendo a Ibn Ḫaldūn (m. 808/1406): «Los hijos de Lisān al-Dīn fueron contertulios del sultán [Abū Sālim?/Abū Zayyān Muḥammad? y formaron parte de] su círculo, especialmente ʿAlī quien fue amigo íntimo del sultán, Dios Altísimo tenga misericordia de todos ellos». Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 289. Sabemos por el mismo Ibn al-Ḫaṭīb que su hijo ʿAbd Allāh se encontraba en la corte de Fez en tiempos del sultán Abū Sālim. Véase Ibn al-Ḫaṭīb, Nufāḍa II, pp. 164, 172..

De los tres, ʿAlī fue, siguiendo a al-Maqqarī, el que más se acercó a la figura de su padre desde el punto de vista intelectual y literario, pues el tremeceno lo califica de »el poeta de la familia después de su ilustre padre, íntimo del sultán Aḥmad al-Marīnī al-Mustanṣir bi-llāh (g. 776/1374-786/1384 y 789/1387-796/1393), hijo del sultán Abū Sālim, hijo del sultán Abū l-Ḥasan al-Marīnī»87 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 301.. Padre e hijo, además, compartieron como amigo y maestro a Ibn Marzūq, amén de muchos otros sabios en común, como fue el caso de Abū ʿAbd Allāh al-Maqqarī (m. 759 o 761 / 1358 o 1360)88Véase Peláez Rovira, “al-Maqqarī, Abū ʿAbd Allāh”; Peláez Rovira, “La carta de Ibn al-Jaṭīb”., reconocido antepasado del autor del Nafḥ89Al-Maqqarī le dedicó una larga biografía. Véase Nafḥ, vol. 5, pp. 203-350; Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, vol. 3, pp. 324-329.. La importante labor de ʿAlī en la preservación y difusión del patrimonio intelectual de su padre es, en parte, conocida gracias a al-Maqqarī. ʿAlī fue el encargado de llevar la copia de la Iḥāṭa a El Cairo, a finales del año 767/1366, para ser depositada en el eremitorio sufí de Saʿīd al-suʿadāʾ, regido por Ibn Abī Ḥaǧala90 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 301; Velázquez Basanta, “Nota bio-bibliográfica”, p. 278.. Esta labor haría que, tras la muerte de su padre -no sabemos si antes también-, volviese a El Cairo para consultar esta copia y completar, enmendar, apostillar y explicar todo aquello que su padre no había podido realizar en vida, y responder o precisar algunos de los comentarios de aquellos que en mayor o menor grado consultaron la copia una vez fue depositada, como fue el caso de Ibn Marzūq.

Estas singulares anotaciones marginales, valiosas según el juicio de al-Maqqarī, fueron distribuidas, con el nombre de taʿlīqāt, por todo el Nafḥ, pero aparecen especialmente reunidas cuando al-Maqqarī hace alusión al terrible asesinato sufrido por Ibn al-Ḫaṭīb en Fez, a sus detractores e instigadores (de manera especial Ibn Zamrak) así como a los hijos del visir granadino91 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 543; vol. 7, pp. 160-161, 301-307, 339-340, 377-391..

Al-Maqqarī clasificó los comentarios marginales de ʿAlī en cuatro tipos92 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, pp. 301-302., según su finalidad:

Había viajado [ʿAlī] -Dios Altísimo tenga misericordia de él- a Egipto (miṣr). [Desafortunadamente] no recuerdo ahora [más noticias precisas] de su situación una vez hubo llegado a El Cairo salvo lo poco que [puedo recordar]. Vino a El Cairo a establecer como habiz (waqf) una copia de al-Iḥāṭa que su padre había hecho enviar a Egipto para ser depositada en el eremitorio (ḫānqāh) de Saʿīd al-suʿadāʾ, tal y como hemos indicado anteriormente. [ʿAlī] escribió en sus márgenes comentarios útiles, algunos de los cuales ya hemos mencionado al hablar de esta copia. [Estos son de cuatro clases]: 1) para completar lo que su padre se olvidó poner; 2) para informar de lo que él mismo fue testigo directo; 3) añadidos personales a [algunas] biografías; 4) para responder a las críticas contra su padre.

A continuación al-Maqqarī refiere el importante añadido que ʿAlī hizo a la biografía del literato y poeta almeriense Ibn Ǧābir al-Hawwārī (m. 779/1378)93Además de estas referencias al poeta almeriense, al-Maqqarī le dedicó una entrada dentro del capítulo V de la primera parte del Nafḥ, “De aquellos andalusíes que hicieron el viaje a Oriente”, biografía nº 301. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 2, pp. 664-675.. Tras alabar ʿAlī la prolongada relación que mantuvo Ibn Ǧābir con su compañero Abū Ǧaʿfar al-Ruʿaynī, quien actuó como su lazarillo, y desearles el mejor de los deseos, al-Maqqarī proporciona este valioso dato para situar la visita de ʿAlī entre el año 777/1376 (año de la postrera anotación de Ibn Marzūq) y el año 779/1378, año del fallecimiento de Ibn Ǧābir94 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, pp. 302-303.:

y escribió [ʿAlī] junto a las palabras de su padre «y cesaron por ahora las noticias sobre ellos dos», el [siguiente] texto: los dos se encuentran ahora mismo en Ilbīra, en Alepo [disfrutando de una vida] placentera y satisfactoria, los viajeros se afanan por ir a [su encuentro] y distinguidos hombres se agolpan [por estar] junto a ellos.

Y tras dejar constancia al-Maqqarī de una casida de Ibn Ǧābir, recogida también por Ibn al-Ḫaṭīb en su obra al-Iklīl al-zāhir (La diadema resplandeciente), ʿAlī apostilló con la siguiente opinión95 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 304.:

Escribió el hijo del autor acerca de esta casida lo siguiente: [se trata de] una declamación poderosa que recuerda a las del [poeta] Ibn Ḫafāǧa, y cómo no [ha de ser así,] pues el šayḫ Abū ʿAbd Allāh [Ibn Ǧābir] es el más avezado de al-Andalus en ciencia (ʿilm), poesía (naẓm) y gramática (naḥw) -que Dios Altísimo lo provea con su gracia.

A continuación96 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 305., tras otra larga casida de Ibn Ǧābir y el correspondiente pasaje jatibiano de la Iḥāta donde esta aparece, al-Maqqarī recoge el comentario de Ibn Marzūq y la consiguiente matización de ʿAlī:

Escribió el šayḫ Ibn Marzūq a sus (de Ibn al-Ḫaṭīb) palabras «y hemos concluido», lo siguiente: No le hizo justicia el autor a este virtuoso hombre en su biografía, pues sus capacidades son célebres, sus virtudes son grandiosas y su sabiduría es abundante; quizás [el autor] no conoció de él más que lo que depositó [en esta obra].

Escribió tras él el hijo de Lisān al-Dīn lo siguiente: Así es, señor mío, Abū ʿAbd Allāh Ibn Marzūq, no hizo justicia el autor al biografiado, pero si no fuese porque ellos dos siguen vivos no habríais hecho indicación alguna, y si ambos estuviesen fallecidos, no habríais podido escribir nada acerca de ellos. Y así, es costumbre conocida de este mundo la falta de lealtad, y de los magrebíes el rencor por los muertos, dijo esto ʿAlī, hijo del autor -que Dios Altísimo tenga misericordia de él.

Pero sin duda los comentarios más sugerentes y atractivos aparecen cuando ʿAlī ha de hacer frente a los enemigos de su padre a través de las páginas de la Iḥāṭa, de manera especial al secretario, y visir después de su padre, Ibn Zamrak (m. dp. 797/1395)97Sobre este autor véase Lirola Delgado y Navarro Ortiz, “Ibn Zamrak, Abū ʿAbd Allāh”.. Discípulo de Ibn al-Ḫaṭīb, este le dedicó en la Iḥāṭa una amable y sentida biografía que acabaría tornando en sátira cuando, exiliado en Fez, compuso su obra al-Kaṭība al-kāmina (El escuadrón al acecho)98En esta misma obra el visir granadino dedicó una biografía (nº 94) a su hijo ʿAbd Allāh. Véase Ibn al-Ḫaṭīb, al-Katība al-kāmina, pp. 279-281, 281-288.. Parece que ʿAlī, tras los terribles acontecimientos acaecidos sobre su padre, consciente de la repercusión que la copia cairota de la Iḥāṭa tenía como fuente de consulta de al-Andalus para los autores mamelucos, sintió la obligada necesidad de que todo aquel que consultase la obra supiese la verdad de lo sucedido y la verdadera naturaleza de los implicados en la muerte de su padre. Trataría de evitar así que pasasen a la posteridad conforme al amable y elogioso retrato realizado por su padre con anterioridad en esta copia cairota.

Por su parte, al-Maqqarī tomó parte -aunque con matizaciones, como veremos- por Ibn al-Ḫaṭīb y su hijo ʿAlī en lo concerniente a la conspiración llevada a cabo contra el visir granadino. Para ello, no duda en anticipar en el Nafḥ un pequeño capítulo con el título “Referencias a los enemigos de Lisān al-Dīn”, antes de abordar la biografía de cada uno de ellos como discípulos de Ibn al-Ḫaṭīb99 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, pp. 118-119.:

Has de saber que, cuando los días le fueron favorables a Lisān al-Dīn, nadie era capaz de oponerse a él, ni a mancillar sus méritos ni borrar sus profundas huellas. Pero cuando los días se tornaron en su contra, [éstos] le mostraron su peor cara y lo trataron denegándole, después de que [antes] le habían beneficiado y favorecido. Sus enemigos acrecentaron acusaciones contra él: lo acusaron de herejía (zandaqa), de descuidar la defensa del islam por destruir [la figura] del Profeta -Dios salve y guarde- y por [emplear] palabras [alusivas] a la encarnación (ḥulūl) y a la unión con Dios (ittiḥād)100Sobre estas acusaciones y la terminología empleada véase de Santiago Simón, El polígrafo granadino Ibn al-Jarīb y el sufismo; Calero Secall, “El proceso de Ibn al-Jaṭīb”; Puerta Vílchez, “La peripecia política y mística de Ibn Al-Jatib”; Jreis Navarro, “La Jaula de la Realidad”., de seguir la senda de los heréticos (ahl al-ilḥād), y las doctrinas de los filósofos en lo que respecta a las creencias, así como muchas otras cosas alimentadas por el rencor, la enemistad y la crítica (…) y la opinión [general] respecto a la situación [del visir] en este oscuro embrollo [generado por sus enemigos] era que él era inocente (…) y el mayor culpable de su desgracia y su muerte fue su discípulo Abū ʿAbd Allāh Ibn Zamrak, el cual mantuvo oculto su engaño. Y vi [escrito] de mano del hijo de Lisān al-Dīn Ibn al-Ḫaṭīb que él (= Ibn Zamrak) fue el causante de la muerte de su padre, Lisān al-Dīn, como será mencionado [en el apartado] de los discípulos de Lisān al-Dīn, a pesar de que Lisān al-Dīn lo engalanó en la Iḥāṭa con las más hermosas alhajas…

Más adelante, al-Maqqarī, haciendo mención a la correspondencia intercambiada entre Ibn Zamrak e Ibn al-Ḫaṭīb, recogió varias poesías del discípulo del visir granadino101 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, pp. 75-77.:

Dijo [Ibn al-Ḫaṭīb] en la Iḥāṭa, en la biografía de Ibn Zamrak, lo siguiente: Su poesía alcanza la excelencia, al estilo de Ibn Ḫafāǧa, instructiva, dotada de expresiones insólitas y términos finamente pulidos. Entre lo que me escribió está una de sus primeras composiciones cuyo comienzo es (…).

Y yo (al-Maqqarī) digo: y este al-raʾīs, Ibn Zamrak, expuso claramente aquí102Se refiere al poema mencionado previamente. que [gracias a] la posición de Lisān al-Dīn Ibn al-Ḫaṭīb, él alcanzó la gloria que llegó a alcanzar. Después, con el tiempo, [Ibn Zamrak] se volvió contra él, renegó del favor [que él le había proporcionado] y entonces le fue infiel. Puso en marcha todo los medios posibles para matarlo. ¡Cuántos amigos has tenido que te han hecho daño, que se han vuelto contra ti después de haberte honrado, que te han perjudicado tras haberte complacido! Y por ello vi escrito de mano del hijo de Lisān al-Dīn, en el margen, junto a las palabras de la casida «y la sombra de la seguridad se extendió…», lo siguiente: Así elogió a [mi padre], ¡que Dios lo maldiga! Y junto a las palabras «y tú me colocaste en la cúspide de la gloria…», lo siguiente: Y así diste testimonio de su realidad; luego le diste la espalda, fuiste un ingrato y lo traicionaste, ¡que Dios te haga caer en la ignominia! Fin.

Y escribió103Este texto, con las palabras marginales de ʿAlī, lo repite de nuevo al-Maqqarī al citar a Ibn Zamrak en el apartado de los discípulos de Ibn al-Ḫaṭīb. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, pp. 160-161. en el margen, al comienzo de su (de Ibn Zamrak) biografía en la Iḥāṭa el [siguiente] texto: Que Dios lo someta a la humillación y lo trate como se merece. Mi padre, su señor, le dedicó una biografía en la cual lo exaltaba, y no lo mató otro sino él -que Dios nos proteja del mal de aquellos a los que nosotros hemos beneficiado!

Y escribió también debajo de esto, lo siguiente104Esta anotación marginal fue reproducida por García Gómez, “Ibn Zamrak”, p. 206; Lirola Delgado y Navarro Ortiz, “Ibn Zamrak, Abū ʿAbd Allāh”, p. 245.: Este canalla de Ibn Zamrak es uno de los secretarios demoníacos, hijo de un herrero del Albaicín (al-bayyāzīn) que mató a su padre haciéndolo sufrir a golpes, siendo esta la causa de su muerte. Es el siervo de Dios de más mezquina educación, de más despreciable aspecto y de más degradada apariencia. Mi padre lo puso a trabajar en la secretaría del Estado (al-kitāba al-sulṭāniyya) y cuando nos marchamos de al-Andalus105Parece que ʿAlī se está refiriendo aquí a su exilio definitivo, en noviembre de 1371, en dirección a la corte meriní. Véase Molina López, Ibn al-Jatib, pp. 140-168. recogimos todos los males por él [sembrados]. Él fue la causa del asesinato de mi padre, el autor de esta obra, el que lo crió, lo educó y lo empleó, como es bien sabido -que Dios nos proteja del mal de aquellos a los que nosotros hemos beneficiado y nos han perjudicado!

Una vez al-Maqqarī llega al apartado de los discípulos de Ibn al-Ḫaṭīb, y en concreto a la biografía de Ibn Zamrak106 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, pp. 160-162., decide, en relación con «las palabras de ʿAlī sobre la verdad de Ibn Zamrak», mencionarlas »ahora de manera íntegra aunque antes hayamos anticipado algo de ellas en este libro»107Vendría antes, de nuevo, todo el texto de la cita anterior de ʿAlī sobre Ibn Zamrak como principal responsable de la muerte de su padre. :

…escribió junto a las palabras de su padre [sobre Ibn Zamrak] «y ascendió a la secretaría del Estado108Ibn Zamrak formó parte de la secretaría de Estado del reino meriní, primero al servicio del hijo del sultán Abū Sālim y más tarde con el propio Abū Sālim. Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 146.», lo siguiente: [Esto fue] por mediación de nuestro señor Abū ʿAbd Allāh Ibn Marzūq - ¡no hay poder y fuerza más que en Dios!

Y escribió junto a las palabras [del poema de Ibn Zamrak]109El poema es mencionado anteriormente. Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 148. «que la pasión nos proteja de acompañar y consolar al corazón…», el [siguiente] texto: El nasīb110En poesía árabe, de las tres partes básicas de que consta una poesía árabe clásica (nasīb, raḥīl y madīḥ), el nasīb corresponde a la primera parte, siendo normalmente una especie de prólogo amoroso en el que el poeta se lamenta de la separación de la amada. Con el paso de los siglos esta introducción fue variando tanto en contenido como en formalismos y estereotipos. Véase Veglison, La poesía árabe clásica, pp. 30-33. completo de esta poesía fue compuesta por mi señor padre - que Dios oculte sus fallos con su misericordia. Y así es como acostumbraba a obrar [mi padre] con él [a la hora de componer] panegíricos oficiales en presencia del gobernante -Dios es buen conocedor de todo ello. Dijo [esto] el hijo del autor, ʿAlī Ibn al-Ḫaṭīb.

Y escribió junto a las palabras [del poema]111 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 152. »Y si no hubiese resplandecido el relámpago del recuerdo…«, lo siguiente: ¡Este vil diablo a menudo componía [sus poemas usando] este metro y se empeñaba en [usar] el ritmo asnal112ʿAlī, emplea, ingeniosamente y de manera satírica, la palabra ḥimāra, relativa al asno y a su manera de andar cansina y perezosa. de la letra rāʾ, y no lo abandonaba nunca, pero [qué se puede esperar] si el hombre era hijo de un acemilero, un arriero, un herrero, pues, la cabra tira al monte!113Literalmente: el alma se inclina hacia su naturaleza..

Y escribió junto a las palabras [del poema]114 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 154. «Oh morada de la pasión, que Dios te preserve…» lo siguiente: Observa el exceso de vocalización a causa de este ritmo asnal de la letra rāʾ; hace que la melancolía se apodere de él (= poema).

Y escribió junto a las palabras [del poema]115 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 157. «y los perseguidores de las fieras se habían anticipado a él…» lo siguiente: [Ibn Zamrak] robó este poema cinegético (ṭardiyya) a Ibrāhīm Ibn Ḫafāǧa. Búscalo y lo verás. Le robó las ideas y las expresiones, aunque mi padre le compuso la mayor parte, como era costumbre. Dijo [esto] ʿAlī Ibn al-Ḫaṭīb.

Y escribió junto a las palabras [del poema]116 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 158. «Oh lámpara…» el [siguiente] texto: [Ibn Zamrak] estaba enamorado de un muchacho llamado miṣbāḥ (lámpara), y ahora [este muchacho] es un demente en Túnez que se dedica a la profesión de tejedor.

Y escribió junto a las palabras [del poema]117 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 159. «Acaso se puede reprochar mi generosidad…» lo siguiente: Oh inmundo, mentiste, ¿desde cuándo has sido tú o tu familia generosa? ¡Tú no has sido generoso en nada. Bueno sí, en irritar los ojos [hasta hacerlos llorar]!

Y escribió junto a las palabras [del poema]118 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 159. «Dios bien sabe que yo soy un hombre…» lo siguiente: No, por Dios, tú eres conocido por esto [otro], oh mono, y ¿a qué viene esta modestia cuando tú en al-Andalus eras esto y aquello? Hasta el punto de que [alguien] dijo: el de la familia más miserable. Dijo esto tu señor119Resulta interesante la manera con la que el hijo de Ibn al-Ḫaṭīb se refiere a Ibn Zamrak, considerándose su señor o patrón., bajo cuyo favor y el de Dios te criaste, ʿAlī Ibn al-Ḫaṭīb, en El Cairo.

[ʿAlī] le atribuyó [algunas cosas] que no le correspondían, pero Dios es el que mejor conoce la realidad del asunto (…).

Y yo digo: En relación con lo que el hijo de Lisān al-Dīn ha mencionado respecto a que su padre componía a Ibn Zamrak sus poesías, esto -Dios es el que mejor lo sabe- debió de ser al comienzo, pues durante los últimos días de Lisān al-Dīn, y también tras su muerte, Ibn Zamrak compuso estupendos [poemas] que no se pueden negar, como veremos. En cuanto a su afán por matar a Lisān al-Dīn, a pesar de lo mucho que aquel lo había beneficiado, él fue pagado con su misma moneda. Fue asesinado en presencia de su propia familia así como sus dos hijos, como será referido. Así es la historia de este mundo -el perdón de Dios Altísimo en la otra vida espera a todos.

Frente a este duro testimonio acusador de ʿAlī, atacando tanto la valía personal como profesional de Ibn Zamrak, al-Maqqarī buscó, como en otras ocasiones, una posición intermedia. Sin poner en cuestión la culpabilidad de Ibn Zamrak, esta no lo eximió de sus grandes méritos como poeta, especialmente tras la muerte del visir granadino120Véase García Gómez, Ibn Zamrak, el poeta de la Alhambra..

Al-Maqqarī -no sabemos si recogió la totalidad de las anotaciones marginales de ʿAlī- todavía dejó constancia de algunas más a lo largo de las páginas del Nafḥ121Véase, por ejemplo, al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, pp. 403, 405.. Entre ellas se incluyen breves elogios a los poetas andalusíes Ibn Marǧ al-Kuḥl (m. 633/1236)122 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 55., Ibn Šibrīn al-Išbīlī (m. 746/1346)123ʿAlī añadió: «Oh Ibn Šibrīn, que Dios dé gracias por tu lealtad y bendiga tu tumba. ¿Dónde hay alguien como tú en este mundo en bondad, lealtad y sabiduría? No como hizo Ibn Zamrak con Ibn al-Ḫaṭīb, a quien servía». Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 543., Abū Yaḥyà Muḥammad al-Balawī (m. 766/1365)124 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, p. 64., Abū l-Qāsim al-Barǧī (m. 785/1384)125Este personaje, poco estudiado, fue compañero de Ibn al-Ḫaṭīb y maestro de su hijo ʿAlī. Desarrolló una intensa actividad política en la corte meriní de Fez, realizando diversas embajadas a El Cairo, Granada y Castilla. Formó, por tanto, parte de la red de contactos del visir granadino. El propio ʿAlī, en anotación marginal a la copia de la Iḥāṭa de El Cairo dice que le transmitió sus enseñanzas estando en Tremecén. Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, p. 75. y Abū ʿAbd Allāh Ibn Bāq (m. 651/1254)126 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, pp. 264-265..

Igualmente, el tremeceno dejó constancia de los comentarios, apostillas, aclaraciones y añadidos que otros autores, fundamentalmente orientales, dejaron en algunos lugares de esta copia de la Iḥāṭa y en otras obras de Ibn al-Ḫaṭīb, algunas de las cuales, como la Rayḥānat al-kuttāb, habían llegado también a El Cairo. Destacan, entre estos autores, los comentarios de Ibn Ḥaǧar al-ʿAsqalānī (m. 852/1449)127 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 3, p. 179., Ibn al-Ṣabbāḥ al-ʿUqaylī (m. 758/1357)128 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 530., Abū Faḍl Ibn al-Imām al-Tilimsānī (m. s. IX/XV)129 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 204., Ibn al-Ḥaddād al-Wādī Āšī (m. s. X/XVI)130 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, p. 22., Burhān al-Dīn al-Baʿūnī (m. 868/1464-5)131Este autor sirio conoció la obra de Ibn al-Ḫaṭīb a través de su maestro Ibn Ḫaldūn afincado en El Cairo. Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, pp. 26, 145-146, 192; de Castro León, “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, pp. 177-178. y al-Suyūṭī (m. 911/1505)132 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, p. 245..

Para cerrar este apartado y, en definitiva, el círculo formado por Ibn al-Ḫaṭīb, su hijo, Ibn Marzūq y al-Maqqarī, veamos las elogiosas palabras que ʿAlī le dedicó al tremeceno Ibn Marzūq133 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 391.:

Dijo Abū l-Ḥasan ʿAlī Ibn Lisān al-Dīn b. al-Ḫaṭīb en lo que se refiere a él (Ibn Marzūq): Es mi señor y el sostén de mi padre, el orgullo del Magreb, la bendición de los estados y el estandarte de los hombres ilustres, el que tiene a su servicio la espada y la pluma, el señor de las gentes del Magreb, absolutamente. ¡Que Dios Altísimo lo preserve y le deje disfrutar de la vida y me asista a mí en lo que a él le sea necesario! Dijo [esto] el que fue criado por él, su hijo, ʿAlī hijo del autor [de esta biografía].

Finalmente, en la misma biografía que al-Maqqarī dedica al tremeceno, con relación a un larga casida en honor al profeta (mawlidiyya )134En relación a estas composiciones poéticas en honor al nacimiento del profeta, véase Salmi, “Le genre des poèmes de nativité”; del Moral y Velázquez Basanta, “La casida mawlidiyya de Abū l-Qāsim al-Barŷī”; Foulon, “Les poèmes d’éloge du Prophète de Lisān al-Dīn Ibn al-Khāṭīb”. recitada por él en el año 763 (enero de 1362), ʿAlī añadió135 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 402.:

… [esta casida] fue compuesta y recitada la noche de la celebración del nacimiento [del profeta] del mencionado año. Los poetas de las dos orillas la encontraron hermosa; es de esas [poesías] que ponen de manifiesto las virtudes de nuestro señor Abū ʿAbd Allāh [Ibn Marzūq] y su dominio de la ciencia de la poesía y la prosa. Dijo [esto] ʿAlī Ibn al-Ḫaṭīb.

5. Conclusión

 

Lisān al-Dīn Ibn al-Ḫaṭīb, al igual que habían hecho muchos otros autores antes que él, trató de conseguir que sus obras consiguiesen la mayor difusión posible, tanto en vida como tras su muerte. Esta fuerte preocupación por preservar su legado, una vez fallecido, se vio acrecentada por su premonitoria convicción de que el islam de al-Andalus estaba llegando a su fin y el futuro estaba en la otra orilla, en el Magreb, y por supuesto, en el Oriente islámico136Ibn Ḥaddād al-Wādī Āšī, que fue testigo de la toma de Granada, compartió la opinión premonitoria de Ibn al-Ḫaṭīb. Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, p. 22; Jreis Navarro, “La riḥla jatibiana a través de la Nufāḍat al-ŷirāb”, pp. 247-248; Zagal, Sulṭat al-muṯaqqaf bayna l-iqtirāb wa-l-iġtirāb, p. 127.. Para lograrlo empleó todos -o casi todos- los medios que su privilegiada posición política y social le permitieron, tejiendo una importante y espesa red de contactos diplomáticos y personales tanto en el Occidente como en el Oriente islámico, incluyendo los reinos cristianos de la Península Ibérica137Véase Molina López, Ibn al-Jatib, pp. 128-132; de Castro León, “Confluencia de tradiciones en al-Andalus”, pp. 134-139.. Dos factores fueron decisivos en este éxito: su innegable valía intelectual y literaria y su trágica muerte, aspecto este último que hizo que algunos autores lo conociesen por este hecho antes que por sus obras138El autor mameluco Ibn Ḥaǧar al-ʿAsqalānī (m. 1449), aunque consultó sus obras, prestó también gran atención a los acontecimientos fatídicos de su muerte. Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 112.. En esta elaborada red jugaron un papel decisivo sus discípulos, maestros y amigos personales, muchos de ellos a su vez con importantes cargos políticos en el Norte de África y Egipto. Entre ellos destacaron autores ya conocidos como Ibn Ḫaldūn e Ibn Abī Ḫaǧala, con quienes Ibn al-Ḫaṭīb mantuvo estrecho contacto aun cuando estos se establecieron en Túnez o El Cairo, respectivamente139Véase del Moral, “Luces y sombras en las relaciones entre Ibn al-Jaṭīb e Ibn Jaldūn”..

A través de las innegables valiosas notas manuscritas de la copia cairota, conservadas gracias a la infatigable labor compiladora de al-Maqqarī, este estudio ha tratado de arrojar un poco más de luz sobre otros dos personajes que formaron parte de este entramado cultural y que cumplían con los requisitos expuestos: su hijo ʿAlī, discípulo suyo y secretario de los sultanes nazaríes y meriníes, e Ibn Marzūq, amigo íntimo y maestro de Ibn al-Ḫaṭīb -y de su hijo-, quien tuvo una importante carrera política en las cortes meriníes y ḥafṣíes. Ambos viajaron a El Cairo, donde consultaron en varias ocasiones la decisiva copia de la Iḥāṭa depositada a finales de 1366. De manera paralela a esta acción directa por parte de sus amigos y familiares, la obra del visir granadino fue transmitiéndose a través de generaciones, de unos discípulos a otros, muchos de ellos relevantes figuras granadinas de los últimos años de la historia de al-Andalus, que llevaron consigo las obras de Lisān al-Dīn en el exilio norteafricano. Todo este proceso previo de transmisión textual hizo posible que el tremeceno al-Maqqarī tuviese, a principios del siglo xi/xvii, más presente que nunca, y a su alcance, el legado del visir granadino. Emigrado a Siria y Egipto, al-Maqqarī decidió unirse a esta cadena de transmisión del legado jatibiano con la composición de su obra Nafḥ al-ṭīb, en un momento, según él, en el que era necesario «hacer mención de las noticias de al-Andalus, pues las gentes de los territorios orientales ya no se preocupan por [saber] de ello»140 Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, p. 162.. Para emprender semejante tarea la copia de la Iḥāṭa depositada en la ḫānqāh de Saʿīd al-suʿadāʾ se convirtió en una fuente indispensable. Gracias a ella y a al-Maqqarī, deseoso de dejar constancia de todo lo relacionado con el visir granadino, hemos podido acceder a la provechosa información contenida en los valiosos comentarios y anotaciones marginales, motivo principal de este estudio. Las sugerentes, polémicas y reveladoras anotaciones realizadas en su mayor parte por su hijo ʿAlī e Ibn Marzūq han hecho que estos elementos marginales dejen de ser precisamente eso, marginalia, y pasen a formar parte del propio texto de la Iḥāṭa, aportando datos históricos, personales y literarios de gran importancia. Dejando a un lado si la Iḥāta fue o no la mejor obra del visir granadino, lo que sí está claro es que fue la obra en la que Ibn al-Ḫaṭīb puso más esperanzas para la preservación de su legado. El propio autor -y con esto concluyo- dejó claro al final de la obra que esperaba conseguir la preservación de su legado, cultural y personal, a través de los biografiados y sus descendientes141Seguimos la traducción de Velázquez Basanta, “La autobiografía de Ibn al-Jaṭīb”, pp. 206, 221.:

…ardo en deseos de tener con ellos (= biografiados) familiaridad, recibiendo de sus descendientes cortesía y amistad, pues como suele decirse: «Quien escancia a los demás debe ser el último en libar» (…). ¡Dios nos revista con el manto de la piedad, nos selle con la felicidad y nos ponga en la otra vida entre los bienaventurados! [Así] expreso yo mi pesadumbre y grito ¡ay! de calentura, para que se conozca, después de mi muerte, mi intención, y para demostrar que he sido yo quien ha engarzado este collar (= al-Iḥāṭa).

Notas

 
*

Este trabajo es parte del proyecto de investigación «Al-Andalus y el Magrib en el Oriente islámico: movilidad, migración y memoria» (AMOI II), ref. PID2020-116680GB-I00, financiado por MCIN/AEI/10.13039/501100011033, y dirigido por Maribel Fierro (ILC, CSIC) y Mayte Penelas (EEA, CSIC).

1

Según el propio al-Maqqarī residió allí en torno a veinticinco días, durante los cuales impartió algunas lecciones en la mezquita de al-Aqṣà. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, p. 57Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

2

Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, pp. 69-71Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols.; del MoralDel Moral, Celia, “Un monumento literario a la memoria de Ibn al-Jaṭīb: el Nafḥ al-ṭīb de al-Maqqarī”, en M.ª Dolores Rodríguez Gómez, Antonio Peláez Rovira y Bárbara Boloix Gallardo (eds.), Saber y poder en al-Andalus, Ibn al-Jaṭīb (s. XIV), Córdoba, Ediciones el Almendro, 2014, pp. 183-203. , “Un monumento literario a la memoria de Ibn al-Jaṭīb”, pp. 184-188; ElgerElger, Ralf, “Adab and Historical Memory. The Andalusian Poet/Politician Ibn al-Khaṭīb as Presented in Aḥmad al-Maqqarī (986/1577-1041/1632), Nafḥ aṭ-ṭīb”, Die Welt des Islams, 42, 3 (2002), pp. 289-306., “Adab and Historical Memory”, pp. 290-293.

3

En torno a este autor damasceno véase KaḥḥālaKaḥḥāla, ʿUmar Riḍà, Muʿǧam al-muʾallifīn, Damasco, Maktabat al-Muṯannà, 1957-1961, 15 vols. , Muʿǧam al-muʾallifīn, vol. 1, p. 242; al-ZiriklīAl-Ziriklī, Ḫayr al-Dīn, al-Aʿlām, Beirut, Dār al-ʿIlm li-l-Malāyīn, 1969, 8 vols., al-Aʿlām, vol. 1, p. 132.

4

Son numerosos los trabajos y estudios dedicados al visir granadino. Entre los más recientes, véase Lirola DelgadoLirola Delgado, Jorge, “Ibn al-Jaṭīb, Lisān al-Dīn”, en Jorge Lirola Delgado y José Miguel Puerta Vílchez (eds.), Biblioteca de al-Andalus, Almería, Fundación Ibn Tufayl de Estudios Árabes, 2004, vol. 3, pp. 643-698. , “Ibn al-Jaṭīb, Lisān al-Dīn”; RobinsonRobinson, Cynthia, “Ibn al-Khaṭīb, Lisān al-Dīn”, en J. E. Lowry y D. J. Stewart (eds.), Essays in Arabic literary biography 1350-1850, Wiesbaden, Harrassowitz, 2009, vol. 2, pp. 159-174. , “Lisān al-Dīn Ibn al-Khaṭīb”; ŽenkaŽenka, Josef, “Las terceras taifas en un nuevo manuscrito del Aʿmāl/Iʿmāl al-aʿlām de Ibn al-Jaṭīb, en Mohammed Amrouche (ed.), Manuscritos árabes en Marruecos y en España: espacios compartidos Sexta Primavera del Manuscrito Andalusí, Rabat, Ed. Bouregreg, 2013, pp. 181-190., “Las terceras taifas en un nuevo manuscrito”; Velázquez BasantaVelázquez Basanta, Fernando N., “La autobiografía de Ibn al-Jaṭīb”, Revista del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, 33 (2021), pp. 189-221. , “La autobiografía de Ibn al-Jaṭīb”; Velázquez BasantaVelázquez Basanta, Fernando N., “Nota bio-bibliográfica sobre Ibn al-Jaṭīb”, en Celia del Moral y Fernando N. Velázquez Basanta (eds.), Ibn al-Jaṭīb y su tiempo, Granada, Universidad de Granada, 2012, pp. 263-285. , “Nota bio-bibliográfica sobre Ibn al-Jaṭīb”; Jreis NavarroJreis Navarro, Laila, Entre dos orillas. El viaje de exilio de Ibn al-Jaṭīb a través de su obra Nufāḍat al-ŷirāb, Córdoba, UCO Press, 2021., Entre dos orillas.

5

Fāris al-naẓm wa-l-naṯr fī ḏālika al-ʿaṣr. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, p. 70Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

6

Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, pp. 71-75Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols.; ElgerElger, Ralf, “Adab and Historical Memory. The Andalusian Poet/Politician Ibn al-Khaṭīb as Presented in Aḥmad al-Maqqarī (986/1577-1041/1632), Nafḥ aṭ-ṭīb”, Die Welt des Islams, 42, 3 (2002), pp. 289-306., “Adab and Historical Memory”, p. 295.

7

Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, p. 80Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

8

Al-Maqqarī no especifica la fecha de su retorno a El Cairo.

9

Además de las epístolas, parece que Ibn Šāhīn envió alguna copia de sus obras a al-Maqqarī. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, pp. 99-100Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

10

Del MoralDel Moral, Celia, “Un monumento literario a la memoria de Ibn al-Jaṭīb: el Nafḥ al-ṭīb de al-Maqqarī”, en M.ª Dolores Rodríguez Gómez, Antonio Peláez Rovira y Bárbara Boloix Gallardo (eds.), Saber y poder en al-Andalus, Ibn al-Jaṭīb (s. XIV), Córdoba, Ediciones el Almendro, 2014, pp. 183-203. , “Un monumento literario a la memoria de Ibn al-Jaṭīb”, p. 189.

11

Son numerosas las referencias que al-Maqqarī hace a su memoria como fuente para su obra. Véase, por ejemplo, al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, p. 108; vol. 2, p. 320; vol. 5, p. 340; vol. 6, pp. 49, 379, 445, 446; vol. 7, pp. 101, 349Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

12

Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, p. 71Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

13

Zāwiya, literalmente, ‘ángulo, rincón’. En al-Andalus y el Norte de África el término solía designar un edificio de carácter religioso, vinculado generalmente con la tumba de un santo sufí, donde se reunían grupos de gente de religión, se impartían enseñanzas y se daba hospedaje y sustento a pobres y caminantes. Véase Maíllo SalgadoMaíllo Salgado, Felipe, Diccionario de Historia Árabe e Islámica, Madrid, Abada Editores, 2003., Diccionario de Historia Árabe e Islámica, pp. 286-287; Martínez SalvadorMartínez Salvador, Carmen, “Sobre la entidad de la rábita andalusí omeya. Una cuestión de terminología; ribat, rábita y zawiya”, en Rafael Azuar Ruíz (coord.), El ribat califal. Excavaciones y estudios (1984-1992), Madrid, Casa de Velázquez-Diputación Provincial de Alicante, 2004, pp. 173-189., “Sobre la entidad de la rábita andalusí omeya”.

14

Al-Maqqarī también consultó en El Cairo, con gran profusión, copias manuscritas de las obras antológicas el Mušriq y el Muġrib de Ibn Saʿīd al-Maġribī (m. 1286). Le dedicó una extensa biografía. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 2, pp. 262-370Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols.; Santás de ArcosSantás de Arcos, Iria, “On the success of Ibn Saʿīd al-Maghribī’s al-Mughrib in the Islamic East”, en Maribel Fierro y Mayte Penelas (eds.), The Maghrib in the Mashriq, Knowledge, Travel and Identity, Berlin-Boston, De Gruyter, pp. 257-285., “On the success of Ibn Saʿīd”.

15

Véase de Castro LeónDe Castro León, Víctor, “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, en Jo Van Steenbergen y Maya Termonia (eds.), New Readings in Arabic Historiography from Late Medieval Egypt and Syria. Proceedings of the Themed Day of the Fifth Conference of the School of Mamluk Studies, Leiden-Boston, Brill, 2021, pp. 165-189. , “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, pp. 175-183.

16

Este autor mameluco cita en esta obra, al menos en más de doscientas ocasiones, a Ibn al-Ḫaṭīb y la Iḥāṭa como fuente directa. La empleó también para otras obras suyas como Inbāʾ al-ġumr y al-Maǧmaʿ al-muʾassas. Véase de Castro LeónDe Castro León, Víctor, “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, en Jo Van Steenbergen y Maya Termonia (eds.), New Readings in Arabic Historiography from Late Medieval Egypt and Syria. Proceedings of the Themed Day of the Fifth Conference of the School of Mamluk Studies, Leiden-Boston, Brill, 2021, pp. 165-189. , “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, p. 182.

17

Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 106Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols.; Velázquez BasantaVelázquez Basanta, Fernando N., “Nota bio-bibliográfica sobre Ibn al-Jaṭīb”, en Celia del Moral y Fernando N. Velázquez Basanta (eds.), Ibn al-Jaṭīb y su tiempo, Granada, Universidad de Granada, 2012, pp. 263-285. , “Nota bibliográfica sobre Ibn al-Jaṭīb”, pp. 279-280; de Castro LeónDe Castro León, Víctor, “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, en Jo Van Steenbergen y Maya Termonia (eds.), New Readings in Arabic Historiography from Late Medieval Egypt and Syria. Proceedings of the Themed Day of the Fifth Conference of the School of Mamluk Studies, Leiden-Boston, Brill, 2021, pp. 165-189. , “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, pp. 180-182.

18

Con esta palabra árabe los define al-Maqqarī. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 301Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

19

Véase DérocheDéroche, François, Manuel de codicologie des manuscrits en écriture arabe, Paris, Bibliothèque Nationale de France, 2000., Manuel de codicologie des manuscrits en écriture arabe;JacksonJackson, Heather J., Marginalia: Readers Writing in Books, New Heaven-Londres, Yale University Press, 2001., Marginalia: Readers Writing in Books; GacekGacek, Adam, Arabic Manuscripts: A Vademecum for Readers, Leiden, Brill, 2009., Arabic Manuscripts: A Vademecum for Readers, Görke y HirschlerGörke, Andreas y Hirschler, Konrad, “Introduction”, in Andreas Görke y Konrad Hirschler (eds.), Manuscript Notes as Documentary Sources, Beirut, Orient-Institut Beirut, 2011 pp. 9-20., Introduction: Manuscript notes as a documentary sources; LastLast, Murray, “The Book and the Nature of Knowledge in Muslim Northern Nigeria, 1457-2007’, en Graziano Krätli y Ghislaine Lydon (eds.), The Trans-Saharan Book Trade: Manuscript Culture, Arabic Literacy and Intellectual History in Muslim Africa, Leiden, Brill, pp. 175-211., The Book and the Nature of Knowledge in Muslim Northern Nigeria; ŽenkaŽenka, Josef, “Las notas manuscritas como fuente sobre la Granada del siglo XV: La gran inundación del año 1478 en un manuscrito escurialense”, Miscelánea de Estudios Árabes y Hebraicos. Sección Árabe-Islam, 66 (2017), pp. 265-278, “Las notas manuscritas como fuente”; MolinsMollins Lliteras, Susana, “A preliminary appraisal of marginalia in West African manuscripts from the Mamma Haidara Memorial Library Collection (Timbuktu)”, en Andrea Brigaglia y Mauro Nobili (eds.), The Arts and Crafts of Literacy, Islamic Manuscript Cultures in Sub-Saharan Africa, Berlin-Boston, De Gruyter, 2017, pp. 143-177., “A Preliminary Appraisal of Marginalia”; Diallo Lélouma y SalvaingDiallo Lélouma, Alfa Mamadou y Salvaing, Bernard, “‘Corners Conceal Treasures’: Arabic Manuscripts’ Marginalia in Fuuta Jaloo and Fuuta Toro in the Nineteenth Century”, Islamic Africa, 8 (2017), pp. 70-110.; “Corners conceal treasures”.

20

Véase ŽenkaŽenka, Josef, “Las notas manuscritas como fuente sobre la Granada del siglo XV: La gran inundación del año 1478 en un manuscrito escurialense”, Miscelánea de Estudios Árabes y Hebraicos. Sección Árabe-Islam, 66 (2017), pp. 265-278, “Las notas manuscritas como fuente”, pp. 267-268.

21

Véase de Castro LeónDe Castro León, Víctor, “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, en Jo Van Steenbergen y Maya Termonia (eds.), New Readings in Arabic Historiography from Late Medieval Egypt and Syria. Proceedings of the Themed Day of the Fifth Conference of the School of Mamluk Studies, Leiden-Boston, Brill, 2021, pp. 165-189. , “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”.

22

Imām hāḏihi l-funūn, al-muḥaqqiqu li-ḏawī l-āmāl al-ẓunūn, al-mustaḫriǧu min biḥār al-balāġa durrahā al-maknūn, wa-lahu al-yad al-ṭūlà fī l-ʿulūm ʿalà iḫtilāf aǧnāsihā. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, p. 109Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

23

También se formó en Marrakech, donde estuvo en contacto con el círculo cortesano del sultán saʿdī Aḥmad al-Manṣūr (955/1549-1012/1603), a quien conoció en persona. Véase del MoralDel Moral, Celia, “Un monumento literario a la memoria de Ibn al-Jaṭīb: el Nafḥ al-ṭīb de al-Maqqarī”, en M.ª Dolores Rodríguez Gómez, Antonio Peláez Rovira y Bárbara Boloix Gallardo (eds.), Saber y poder en al-Andalus, Ibn al-Jaṭīb (s. XIV), Córdoba, Ediciones el Almendro, 2014, pp. 183-203. . “Un monumento literario a la memoria de Ibn al-Jaṭīb”, pp. 184-186; García-ArenalGarcía-Arenal, Mercedes, Aḥmad al-Manṣūr: The beginnings of Modern Morocco, Londres, Oneword Publications, 2008. , Aḥmad al-Manṣūr; al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, p. 6Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

24

Especialmente relevante fue su obra Rayḥānat al-kuttāb (El arrayán de los secretarios), abundante compilación de epístolas oficiales y personales, así como otros documentos, que fue empleada para la enseñanza de los escribas cortesanos y secretarios de estado. Su fama se mantuvo hasta bien entrado el siglo xix. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, p. 164Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

25

Una visión general de la emigración andalusí tras la caída de Granada nos la proporciona las páginas finales de la obra anónima Nubḏat al-ʿaṣr, pp. 45-49Nubḏat al-ʿaṣr, al-Bustānī (reed.), El Cairo, Maktabat al-Ṯaqāfa wa-l-Dīniyya, 2002..

26

Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 2, p. 521; vol. 4, p. 507; vol. 6, p. 22; vol. 7, pp. 26, 103, 288Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

27

La Iḥāṭa, al igual que muchas otras obras, sufrió una evolución y ampliación desde el momento inicial de su composición. Según las citas textuales de diferentes autores, el número de volúmenes de esta obra osciló entre seis y quince. Como bien señala Velázquez Basanta no puede descartarse que hubiesen circulado al mismo tiempo dos versiones de la obra, una extensa y otra resumida. Lo que sí parece claro es el momento de su última versión, a comienzos de 771/agosto de 1369, indicado por el mismo visir granadino en su autobiografía de la Iḥāṭa, Véase Velázquez BasantaVelázquez Basanta, Fernando N., “La autobiografía de Ibn al-Jaṭīb”, Revista del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, 33 (2021), pp. 189-221. , “La autobiografía de Ibn al-Jaṭīb”; Velázquez BasantaVelázquez Basanta, Fernando N., “Nota bio-bibliográfica sobre Ibn al-Jaṭīb”, en Celia del Moral y Fernando N. Velázquez Basanta (eds.), Ibn al-Jaṭīb y su tiempo, Granada, Universidad de Granada, 2012, pp. 263-285. , “Nota bio-bibliográfica sobre Ibn al-Jaṭīb”, pp. 274-277, 284-285.

28

Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 288Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

29

Este secretario granadino se convirtió, junto con Ibn Zamrak (m. dp. 797/1395) y al-Bunnāhī (m. finales s. viii/xiv), en uno de los principales enemigos e instigadores de la muerte de Ibn al-Ḫaṭīb. Fue padre de Abū l-Ḥusayn Ibn Furkūn, secretario y poeta del sultán nazarí Yūsuf III. Véase Palacios RomeroPalacios Romero, Antonio, “Yūsuf III en el diván de Ibn Furkūn”, Al-Andalus-Magreb, 7 (1999), pp. 255-270. , “Yūsuf III en el diván de Ibn Furkūn”; Velázquez BasantaVelázquez Basanta, Fernando N., “Retrato jatibiano del poeta y ‘Qadī Al-Yamāʿa’ de Granada Abū Yaʿfar Aḥmad Ibn Furkūn (El Abuelo)”, Revista del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, 5 (1991), pp. 47-55. , “Retrato jatibiano”.

30

Referencia coránica al profeta Muḥammad, considerado el «sello de los profetas». Para esta y otras denominaciones véase DéclaisDéclais, Jean-Louis, “Names of the Prophet”, en Jane Dammen McAuliffe (ed.), Encyclopaedia of the Quran, Leiden-Boston, Brill, 2003, vol. 3, pp. 501-505. , “Names of the Prophet”.

31

Se refiere a Ibn al-Ḫaṭīb.

32

Fue también discípulo de otros personajes relevantes de la granada nazarí como Ibn al-Azraq (m. 896/1491) e Ibn al-Mawwāq (m. 897/1492), considerado el último ulema de al-Andalus. Véase al-Ḥaǧǧīal-Ḥaǧǧī, ʿAlī ʿAbd al-Raḥmān, Hiǧrat ʿulamāʾ al-Andalus ladā suqūṭ Ġarnāṭa, Abu Dabi, al-Maǧmaʿ al-Ṯaqāfī, 2003., Hiǧrat ʿulamāʾ al-Andalus ladā suqūṭ Ġarnāṭa, pp. 188-194.

33

Ibn ʿĀṣim tuvo como maestros algunos de los discípulos de Ibn al-Ḫaṭīb. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, p. 162Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols.; Morales DelgadoMorales Delgado, A., “Ibn ʿĀṣim al-Qaysī, Abū Yaḥyà”, en Jorge Lirola Delgado y José Miguel Puerta Vílchez (eds.), Biblioteca de al-Andalus, Almería, Fundación Ibn Tufayl de Estudios Árabes, 2009, vol. 2, pp. 376-383. , “Ibn ʿĀṣim al-Qaysī, Abū Yaḥyà”.

34

Véase supra, nota 27; al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, pp. 103-105Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

35

Abū Yaḥyà Ibn ʿAṣim fue hijo de Abū Bakr Ibn ʿĀṣim (m. 829/1426), reconocido secretario y jurista granadino, autor, entre otras obras, de los Ḥadāʾiq al-azāhir (El libro de los huertos en flor) y Tuḥfat al-ḥukkām (El regalo de los jueces). Véase López Bernal, introducción a Ibn ʿĀṣimIbn ʿĀṣim, Abū Bakr, Ḥadāʾiq al-azāhir, Desirée López Bernal (trad.), El libro de los huertos en flor, Granada, Universidad de Granada, 2019. , El libro de los huertos en flor; Rodríguez Figueroa y Lirola DelgadoRodríguez Figueroa, Antonio y Lirola Delgado, Jorge, “Ibn ʿĀṣim al-Qaysī, Abū Bakr”, en Jorge Lirola Delgado y José Miguel Puerta Vílchez (eds.), Biblioteca de al-Andalus, Almería, Fundación Ibn Tufayl de Estudios Árabes, 2009, vol. 2, pp. 373-376. , “Ibn ʿĀṣim al-Qaysī, Abū Bakr”.

36

Véase Lirola Delgado y Navarro OrtizLirola Delgado, Jorge y Navarro Ortiz, Estela, “al-Munturī, Abū ʿAbd Allāh”, en Jorge Lirola Delgado (ed.), Biblioteca de al-Andalus, Almería, Fundación Ibn Tufayl de Estudios Árabes, 2009, vol. 6, pp. 566-575. , “al-Muntawrī, Abū ʿAbd Allāh”.

37

Es decir, relación de obras y maestros. Véase PellatPellat, Charles, “Fahrasa”, en P. Bearman, Th. Bianquis, C. E. Borsworth, E. Van Donzel y W. P. Heinrichs (eds.), Encyclopaedia of Islam. Second edition, [en línea], http://dx.doi.org/10.1163/1573-3912_islam_SIM_2239., “Fahrasa”.

38

Véase al-MintawrīAl-Mintawrī, Fahrasa, M. Bencherifa (ed.), Rabat, Markaz li-l-Dirāsāt wa-l-Abḥāṯ wa-Iḥyāʾ al-Turāṯ, 2011., Fahrasa, p. 390.

39

Veáse al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 282Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols.. El padre de Abū Bakr Ibn Ǧuzayy, Abū l-Qāsim, fue maestro de Ibn al-Ḫaṭīb.

40

No aparece en la «lista oficial» de seis discípulos transmitida por al-Maqqarī. Véase Velázquez BasantaVelázquez Basanta, Fernando N., “Los discípulos de Ibn al-Jaṭīb en la obra de al-Maqqarī: Noticia de una de sus mansiones granadinas”, Miscelánea de Estudios Árabes y Hebraicos. Sección Árabe-Islam, 61 (2012), pp. 113-126. , “Los discípulos de Ibn al-Jaṭīb”.

41

El visir granadino, en la biografía que le dedica en la Iḥāṭa, informa de que Ibn Baqī enseñó en la mezquita del arrabal (masǧid al-rabaḍ) y luego en la mezquita de al-Bakrī situada junto a la zāwiya y al mausoleo (turba) que Ibn al-Ḫaṭīb había mandado edificar en el barrio de Aḫšāriš, dentro de la ciudad. Véase Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, vol. 3, pp. 39-41Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa fī aḫbār Ġarnāṭa, ʿAbd Allāh ʿInān (ed.), El Cairo, Maktabat al-Ḫānǧī, 1973-1977, 4 vols..

42

Este autor falleció en El Cairo, donde conoció al autor mameluco Ibn Ḥaǧar al-ʿAsqalānī (m. 852/1449), a quien concedió una licencia (ijāza), y probablemente conoció también a través de él la obra de Ibn al-Ḫaṭīb. Véase Ibn Ḥaǧar, Maǧmaʿ al-muʾassis, vol. 2, p. 436Ibn Ḥaǧar al-ʿAsqalānī, Maǧmaʿ al-muʾassas, Yūsuf ʿAbd al-Raḥmān (ed.), Beirut, Dār al-Maʿrifa, 1992-1994, 4 vols. .

43

Agradezco al profesor Josef Ženka su ayuda e información proporcionada en relación con la figura de al-Qāsim al-Tinmāllī, cuya semblanza biográfica publicará próximamente en la revista Alhadra. Según Ženka, Taqī l-Dīn al-Fāsī conoció el material del autor malagueño, discípulo de Ibn al-Ḫaṭīb, cuando este estuvo en La Meca y Medina. En uno de sus diccionarios biográficos, Īḍāḥ buġyat ahl al-baṣāra fī ḏayl al-išāra, hizo uso de este material para componer algunas de las biografías dedicadas a personajes granadinos, como Abū l-Qāsim al-Šarīf al-Ġarnāṭī (m. 760/1359) e Ibn Salmūn (m. 741/1340). En ambas biografías señala al autor malagueño como su discípulo, diciendo «…Y tomó de él nuestro maestro, Qāsim Ibn ʿAlī al-Tinmāllī, y obtuvo su iǧāza». Véase Taqī l-Dīn, Iḍāḥ, pp. 351-353Taqī l-Dīn al-Fāsī, Iḍāḥ buġyat ahl al-baṣāra fī ḏayl al-išāra, Aḥmad ʿAbd al-Sattār (ed.), El Cairo, Dār al-Kutub wa-l-Waṯāʾiq al-Qawmiyya, 2012..

44

Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 97Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols.; Velázquez BasantaVelázquez Basanta, Fernando N., “Nota bio-bibliográfica sobre Ibn al-Jaṭīb”, en Celia del Moral y Fernando N. Velázquez Basanta (eds.), Ibn al-Jaṭīb y su tiempo, Granada, Universidad de Granada, 2012, pp. 263-285. , “Nota bio-bibliográfica sobre Ibn al-Jaṭīb”, pp. 264-272.

45

Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 101Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

46

Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, p. 108; vol. 6, p. 164Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

47

En numerosas ocasiones al-Maqqarī se lamenta de haber dejado atrás, en el Magreb, la vasta documentación que había llegado a compilar durante años en el Magreb. Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, pp. 108-109Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

48

Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, pp. 107-108Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols.; del MoralDel Moral, Celia, “Un monumento literario a la memoria de Ibn al-Jaṭīb: el Nafḥ al-ṭīb de al-Maqqarī”, en M.ª Dolores Rodríguez Gómez, Antonio Peláez Rovira y Bárbara Boloix Gallardo (eds.), Saber y poder en al-Andalus, Ibn al-Jaṭīb (s. XIV), Córdoba, Ediciones el Almendro, 2014, pp. 183-203. , “Un monumento literario a la memoria de Ibn al-Jaṭīb”, p. 190.

49

Ha sido imposible acceder a esta copia autógrafa parcial de la Iḥāṭa. Solamente hemos podido consultar algunas imágenes de una copia moderna (año 1898) que se realizó de la misma, pero que no conserva las valiosas anotaciones marginales. La moderna copia se conserva en la biblioteca de al-Azhar, sección Riwāq al-maġāriba, con el nº 36146.

50

Véase Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, vol. 1, pp. 15-16Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa fī aḫbār Ġarnāṭa, ʿAbd Allāh ʿInān (ed.), El Cairo, Maktabat al-Ḫānǧī, 1973-1977, 4 vols.; de Castro LeónDe Castro León, Víctor, “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, en Jo Van Steenbergen y Maya Termonia (eds.), New Readings in Arabic Historiography from Late Medieval Egypt and Syria. Proceedings of the Themed Day of the Fifth Conference of the School of Mamluk Studies, Leiden-Boston, Brill, 2021, pp. 165-189. , “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, pp. 175-176.

51

Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 1, p. 8Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

52

Véase Velázquez BasantaVelázquez Basanta, Fernando N., “La autobiografía de Ibn al-Jaṭīb”, Revista del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, 33 (2021), pp. 189-221. , “La autobiografía de Ibn al-Jaṭīb”, p. 220.

53

Véase de Castro LeónDe Castro León, Víctor, “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, en Jo Van Steenbergen y Maya Termonia (eds.), New Readings in Arabic Historiography from Late Medieval Egypt and Syria. Proceedings of the Themed Day of the Fifth Conference of the School of Mamluk Studies, Leiden-Boston, Brill, 2021, pp. 165-189. , “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, pp. 169-170; Velázquez BasantaVelázquez Basanta, Fernando N., “Nota bio-bibliográfica sobre Ibn al-Jaṭīb”, en Celia del Moral y Fernando N. Velázquez Basanta (eds.), Ibn al-Jaṭīb y su tiempo, Granada, Universidad de Granada, 2012, pp. 263-285. , “Nota bio-bibliográfica sobre Ibn al-Jaṭīb”, pp. 278-279.

54

La autobiografía de Ibn al-Ḫaṭīb aparece en el vol. 4, pp. 438-640.

55

Véase al-Maqqarī Nafḥ, vol. 5, pp. 8-12, 76-79Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

56

Sabemos que Ibn al-Ḫaṭīb envió otras copias de la Iḥāṭa a Oriente, especialmente a los gobernantes y principales autoridades mamelucas, pero también a literatos amigos suyos, como pudo ser Ibn Abī Ḥaǧala. Véase de Castro LeónDe Castro León, Víctor, “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, en Jo Van Steenbergen y Maya Termonia (eds.), New Readings in Arabic Historiography from Late Medieval Egypt and Syria. Proceedings of the Themed Day of the Fifth Conference of the School of Mamluk Studies, Leiden-Boston, Brill, 2021, pp. 165-189. , “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, pp. 174-175.

57

Así lo califica Celia del MoralDel Moral, Celia, “Un monumento literario a la memoria de Ibn al-Jaṭīb: el Nafḥ al-ṭīb de al-Maqqarī”, en M.ª Dolores Rodríguez Gómez, Antonio Peláez Rovira y Bárbara Boloix Gallardo (eds.), Saber y poder en al-Andalus, Ibn al-Jaṭīb (s. XIV), Córdoba, Ediciones el Almendro, 2014, pp. 183-203. en su artículo titulado “Un monumento literario a la memoria de Ibn al-Jaṭīb”.

58

Véase Lirola DelgadoLirola Delgado, Jorge, “Ibn Marzūq, ʿAbd Allāh”, en Jorge Lirola Delgado y José Miguel Puerta Vílchez (eds.), Biblioteca de al-Andalus, Almería, Fundación Ibn Tufayl de Estudios Árabes, 2006, vol. 4, pp. 124-138. , “Ibn Marzūq, ʿAbd Allāh”; Viguera MolinsViguera Molins, M.ª Jesús, “Ibn Marzūq según Ibn al-Jaṭīb: análisis de una biografía”, Revue de la Faculté des Lettres de Tetouan (Numéro spécial sur le colloque d’Ibn al-Khatib), 2 (1987), pp. 33-41., “Ibn Marzūq según Ibn al-Jaṭīb”.

59

Véase Molina LopezMolina López, Emilio, Ibn al-Jatib, Granada, Editorial Comares, 2001. , Ibn al-Jatib, pp. 107, 148-151.

60

Así la califica al-Maqqarī. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 99Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

61

Véase Ibn Marzūq, al-Musnad, pp. 24, 495Ibn Marzūq, al-Musnad al-ṣaḥīḥ, M.ª Jesús Viguera (ed.), Argel, al-Šarika al-Waṭaniyya li-l-Našr wa-l-Tawzīʿ, 1981.; Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, vol. 3, p. 104Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa fī aḫbār Ġarnāṭa, ʿAbd Allāh ʿInān (ed.), El Cairo, Maktabat al-Ḫānǧī, 1973-1977, 4 vols..

62

Véase Viguera MolinsViguera Molins, M.ª Jesús, “‘Vida ejemplar’ de Abū l-Ḥasan, sultán de los Benimerines”, Erebea: Revista de Humanidades y Ciencias Sociales, 3 (2013), pp. 49-69. , “‘Vida ejemplar’ de Abū l-Ḥasan, sultán de los Benimerines”.

63

En Granada, Ibn Marzūq, grandemente acogido por el sultán nazarí Yūsuf I (g. 733-755/1333-1354), fue nombrado predicador (ḫaṭīb) de la mezquita, el 24 de marzo de 753/1352, así como maestro de la madrasa yūsufiyya. Véase Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, vol. 3, p. 104Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa fī aḫbār Ġarnāṭa, ʿAbd Allāh ʿInān (ed.), El Cairo, Maktabat al-Ḫānǧī, 1973-1977, 4 vols..

64

Véase Ibn MarzūqIbn Marzūq, al-Musnad al-ṣaḥīḥ, M.ª Jesús Viguera (ed.), Argel, al-Šarika al-Waṭaniyya li-l-Našr wa-l-Tawzīʿ, 1981., al-Musnad, pp. 25, 26, 497; Viguera MolinsViguera Molins, M.ª Jesús, “Ibn Marzūq según Ibn al-Jaṭīb: análisis de una biografía”, Revue de la Faculté des Lettres de Tetouan (Numéro spécial sur le colloque d’Ibn al-Khatib), 2 (1987), pp. 33-41., “Ibn Marzūq según Ibn al-Jaṭīb”, pp. 36-37.

65

Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, vol. 3, pp. 103-130Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa fī aḫbār Ġarnāṭa, ʿAbd Allāh ʿInān (ed.), El Cairo, Maktabat al-Ḫānǧī, 1973-1977, 4 vols..

66

Después de la marcha de Ibn Marzūq de la capital granadina, en septiembre de 1353, ambos visires volverían a encontrarse en persona, a través de las embajadas (especialmente en diciembre de 1354) que Ibn al-Ḫaṭīb encabezó en nombre de los sultanes nazaríes a Fez. Pero uno de los momentos decisivos se produjo en 760/1359, cuando Ibn Marzūq, en nombre del sultán merini Abū Sālim (g. 760-763/1359-1361), intercedió para liberar a Ibn al-Ḫaṭīb y a su destronado sultān, Muḥammad V (g. 755-760/1354-1359, 763-793/1362-1391), facilitando su traslado y asilo en la corte meriní. Véase Molina LópezMolina López, Emilio, Ibn al-Jatib, Granada, Editorial Comares, 2001. , Ibn al-Jatib, pp. 92-98; Viguera MolinsViguera Molins, M.ª Jesús, “Ibn Marzūq según Ibn al-Jaṭīb: análisis de una biografía”, Revue de la Faculté des Lettres de Tetouan (Numéro spécial sur le colloque d’Ibn al-Khatib), 2 (1987), pp. 33-41., “Ibn Marzūq según Ibn al-Jaṭīb”. Otra carta se conserva en la autobiografía final de la Iḥāṭa. Véase Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, vol. 4, pp. 588-593Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa fī aḫbār Ġarnāṭa, ʿAbd Allāh ʿInān (ed.), El Cairo, Maktabat al-Ḫānǧī, 1973-1977, 4 vols..

67

Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, pp. 390-412Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols., en especial p. 408.

68

Ibn Haǧar copió las palabras de Ibn Marzūq de la copia cairota de la Iḥāṭa: «Leí escrito de mano de Ibn Marzūq en el margen de La Historia de Granada (= al-Iḥāṭa) que él llegó a…» (fa-qaraʾtu bi-ḫaṭṭ Ibn Marzūq fī hāmiš Tārīḫ Ġarnāṭa annahu waṣala ilà…). Su citación fue reproducida posteriormente por otros autores mamelucos como al-Saḫāwī (m. 1496). Véase Ibn ḤaǧarIbn Ḥaǧar al-ʿAsqalānī, al-Durar al-kāmina, Muḥammad ʿAbd al-Maʿīd (ed.), Hyderabad, Dāʾirat al-Maʿārif al-Uṯmāniyya, 1972, 6 vols. , al-Durar al-kāmina, vol. 5, p. 95; al-SaḫāwīAl-Saḫāwī, al-Tuḥfa al-lāṭifa, Beirut, al-Kutub al-ʿIlmiyya, 1993, 2 vols. , al-Tuḥfa al-lāṭifa, vol. 2, p. 428.

69

Algunos autores como Viguera Molins o Bosch Vilá la fechan en 1375. Véase Viguera MolinsViguera Molins, M.ª Jesús, “Ibn Marzūq según Ibn al-Jaṭīb: análisis de una biografía”, Revue de la Faculté des Lettres de Tetouan (Numéro spécial sur le colloque d’Ibn al-Khatib), 2 (1987), pp. 33-41., “Ibn Marzūq según Ibn al-Jaṭīb”, p. 33; Bosch ViláBosch Vilà, Jacinto, Ben al-Jaṭīb y Granada, Granada, Asociación Cultural Hispano Alemana, 1980. , Ben al-Jaṭīb y Granada, p. 35.

70

Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 408Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

71

La carta fue traducida parcialmente por Viguera Molins. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, pp. 145-153Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols.; Viguera MolinsViguera Molins, M.ª Jesús, “Ibn Marzūq según Ibn al-Jaṭīb: análisis de una biografía”, Revue de la Faculté des Lettres de Tetouan (Numéro spécial sur le colloque d’Ibn al-Khatib), 2 (1987), pp. 33-41., “Ibn Marzūq según Ibn al-Jaṭīb”, pp. 37-40.

72

Literalmente: «él se había engalanado con todo ello».

73

Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 396Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

74

En su biografía dejó escritos un par de comentarios más acerca de una poesía suya recogida por Ibn al-Ḫaṭīb y recitada en honor al nacimiento del Profeta (mawlid) en enero de 1362. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, pp. 402-403Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

75

Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 3, p. 523Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

76

Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, pp. 11-12Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

77

Abū Zayyān fue asesinado en el año 1366. Resulta extraño este error por parte de Ibn Marzūq, o bien puede tratarse de un error de copista del propio al-Maqqarī. Véase Ibn al-Aḥmar, Rawḍat al-nisrīn, pp. 32-33Ibn al-Aḥmar, Ismāʿīl Abū l-Walīd, Rawḍat al-nisrīn fī dawlat Banī Marīn, ʿAbd al-Wahhāb b. Manṣūr (ed.), Rabat, Maṭbūʿāt al-Qaṣr Malikī, 1962..

78

Debía de ser una especie de fuente o pozo poco profundo, pues no falleció por la caída. En la biografía de la Rawḍat pone que murió ahogado. Véase Ibn al-Aḥmar, Rawḍat al-nisrīn, p. 32Ibn al-Aḥmar, Ismāʿīl Abū l-Walīd, Rawḍat al-nisrīn fī dawlat Banī Marīn, ʿAbd al-Wahhāb b. Manṣūr (ed.), Rabat, Maṭbūʿāt al-Qaṣr Malikī, 1962..

79

Habla al-Maqqarī.

80

Tras la muerte del sultán Abū Sālim en 763/1361, a manos del visir ʿUmar al-Yabbānī, Ibn Marzūq fue encarcelado durante casi dos años (763-764/1361-1363) hasta que finalmente pudo salir (en 764/1363) y emigró a Túnez, donde permaneció hasta el año 773/1371. Véase Ibn Marzūq, al-Musnad, pp. 27-30Ibn Marzūq, al-Musnad al-ṣaḥīḥ, M.ª Jesús Viguera (ed.), Argel, al-Šarika al-Waṭaniyya li-l-Našr wa-l-Tawzīʿ, 1981..

81

Esto se aprecia con mayor claridad en las anotaciones marginales dejadas por ʿAlī, donde muestra afecto y admiración por su maestro Ibn Marzūq.

82

Véase Lirola DelgadoLirola Delgado, Jorge, “Ibn al-Jaṭīb, ʿAbd Allāh”, en Jorge Lirola Delgado y José Miguel Puerta Vílchez (eds.), Biblioteca de al-Andalus, Almería, Fundación Ibn Tufayl de Estudios Árabes, 2004, vol. 3, pp. 641-642. , “Ibn al-Jaṭīb, ʿAbd Allāh”.

83

Véase Lirola DelgadoLirola Delgado, Jorge, “Ibn al-Jaṭīb, ʿAlī”, en Jorge Lirola Delgado y José Miguel Puerta Vílchez (eds.), Biblioteca de al-Andalus, Almería, Fundación Ibn Tufayl de Estudios Árabes, 2004, vol. 3, pp. 642-643. , “Ibn al-Jaṭīb, ʿAlī”.

84

Aparte de sucintas menciones a sus hijos, dispersas en sus numerosas obras, Ibn al-Ḫaṭīb dedicó una biografía al mayor de ellos, ʿAbd Allāh, en la Iḥāṭa. Véase Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, vol. 3, pp. 435-439; vol. 1, pp. 227-228, 321; vol. 4, pp. 605-607Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa fī aḫbār Ġarnāṭa, ʿAbd Allāh ʿInān (ed.), El Cairo, Maktabat al-Ḫānǧī, 1973-1977, 4 vols..

85

Del hijo mediano, Muḥammad, solo al-Maqqarī nos dice que se dedicó al sufismo y que por tanto no sirvió a los reyes, pero se disculpa por el hecho de no poder proporcionar más datos sobre él a causa de haberse dejado en el Magreb las informaciones que sobre él tenía. Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 289Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

86

Según al-Maqqarī, siguiendo a Ibn Ḫaldūn (m. 808/1406): «Los hijos de Lisān al-Dīn fueron contertulios del sultán [Abū Sālim?/Abū Zayyān Muḥammad? y formaron parte de] su círculo, especialmente ʿAlī quien fue amigo íntimo del sultán, Dios Altísimo tenga misericordia de todos ellos». Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 289Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols.. Sabemos por el mismo Ibn al-Ḫaṭīb que su hijo ʿAbd Allāh se encontraba en la corte de Fez en tiempos del sultán Abū Sālim. Véase Ibn al-Ḫaṭīb, Nufāḍa II, pp. 164, 172Ibn al-Ḫaṭīb, Nufāḍāt al-ǧirāb fī ʿulālat al-iġtirāb, Parte II, Aḥmad Muḫtār al-ʿAbbādī (ed.), El Cairo, Dār al-Kātib al-ʿArabī, 1967..

87

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 301Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

88

Véase Peláez RoviraPeláez Rovira, Antonio, “al-Maqqarī, Abū ʿAbd Allāh”, en Jorge Lirola Delgado y José Miguel Puerta Vílchez (eds.), Biblioteca de al-Andalus, Almería, Fundación Ibn Tufayl de Estudios Árabes, 2009, vol. 6, pp. 507-512. , “al-Maqqarī, Abū ʿAbd Allāh”; Peláez RoviraPeláez Rovira, Antonio, “La carta de Ibn al-Jaṭīb en defensa de su maestro al-Maqqarī El viejo ante el sultán de Fez”, en Celia del Moral y Fernando N. Velázquez Basanta (eds.), Ibn al-Jaṭīb y su tiempo, Granada, Universidad de Granada, 2012, pp. 85-113. , “La carta de Ibn al-Jaṭīb”.

89

Al-Maqqarī le dedicó una larga biografía. Véase Nafḥ, vol. 5, pp. 203-350Elger, Ralf, “Adab and Historical Memory. The Andalusian Poet/Politician Ibn al-Khaṭīb as Presented in Aḥmad al-Maqqarī (986/1577-1041/1632), Nafḥ aṭ-ṭīb”, Die Welt des Islams, 42, 3 (2002), pp. 289-306.; Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, vol. 3, pp. 324-329Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa fī aḫbār Ġarnāṭa, ʿAbd Allāh ʿInān (ed.), El Cairo, Maktabat al-Ḫānǧī, 1973-1977, 4 vols..

90

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 301Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols.; Velázquez BasantaVelázquez Basanta, Fernando N., “Nota bio-bibliográfica sobre Ibn al-Jaṭīb”, en Celia del Moral y Fernando N. Velázquez Basanta (eds.), Ibn al-Jaṭīb y su tiempo, Granada, Universidad de Granada, 2012, pp. 263-285. , “Nota bio-bibliográfica”, p. 278.

91

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 543; vol. 7, pp. 160-161, 301-307, 339-340, 377-391Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

92

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, pp. 301-302Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

93

Además de estas referencias al poeta almeriense, al-Maqqarī le dedicó una entrada dentro del capítulo V de la primera parte del NafḥElger, Ralf, “Adab and Historical Memory. The Andalusian Poet/Politician Ibn al-Khaṭīb as Presented in Aḥmad al-Maqqarī (986/1577-1041/1632), Nafḥ aṭ-ṭīb”, Die Welt des Islams, 42, 3 (2002), pp. 289-306., “De aquellos andalusíes que hicieron el viaje a Oriente”, biografía nº 301. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 2, pp. 664-675Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

94

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, pp. 302-303Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

95

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 304Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

96

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 305Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

97

Sobre este autor véase Lirola Delgado y Navarro OrtizLirola Delgado, Jorge y Navarro Ortiz, Estela, “Ibn Zamrak, Abū ʿAbd Allāh”, en Jorge Lirola Delgado (ed.), Biblioteca de al-Andalus, Almería, Fundación Ibn Tufayl de Estudios Árabes, 2009, vol. 6, pp. 238-251., “Ibn Zamrak, Abū ʿAbd Allāh”.

98

En esta misma obra el visir granadino dedicó una biografía (nº 94) a su hijo ʿAbd Allāh. Véase Ibn al-ḪaṭībIbn al-Ḫaṭīb, al-Katība al-kāmina, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār al-Ṯaqāfa, 1983. , al-Katība al-kāmina, pp. 279-281, 281-288.

99

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, pp. 118-119Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

100

Sobre estas acusaciones y la terminología empleada véase de Santiago SimónDe Santiago Simón, Emilio, El polígrafo granadino Ibn al-Jaṭīb y el sufismo, Granada, Diputación Provincial de Granada-Universidad de Granada, 1983., El polígrafo granadino Ibn al-Jarīb y el sufismo; Calero SecallCalero Secall, M.ª Isabel, “El proceso de Ibn al-Jaṭīb”, Al-Qanṭara, 22, 2 (2001), pp. 421-461., “El proceso de Ibn al-Jaṭīb”; Puerta VílchezPuerta Vílchez, José Miguel, “La peripecia política y mística de Ibn Al-Jatib entre la Granada nazarí y el Magreb meriní”, en Amina González Costa y Gracia López Anguita (eds.), Historia del sufismo en al-Andalus: maestros sufíes de al-Andalus y el Magreb, Córdoba, Almuzara, 2009, pp. 119-142., “La peripecia política y mística de Ibn Al-Jatib”; Jreis NavarroJreis Navarro, Laila, “La Jaula de la Realidad. Ibn al-Ḫaṭīb en el Jardín del Amor”, eHumanista, 39 (2018), pp. 339-353., “La Jaula de la Realidad”.

101

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, pp. 75-77Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

102

Se refiere al poema mencionado previamente.

103

Este texto, con las palabras marginales de ʿAlī, lo repite de nuevo al-Maqqarī al citar a Ibn Zamrak en el apartado de los discípulos de Ibn al-Ḫaṭīb. Véase al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, pp. 160-161Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

104

Esta anotación marginal fue reproducida por García GómezGarcía Gómez, Emilio, “Ibn Zamrak el poeta de la Alhambra”, en Emilio García Gómez (ed.), Cinco poetas musulmanes, Madrid, Espasa Calpe, 1959, pp. 169-271., “Ibn Zamrak”, p. 206; Lirola Delgado y Navarro OrtizLirola Delgado, Jorge y Navarro Ortiz, Estela, “Ibn Zamrak, Abū ʿAbd Allāh”, en Jorge Lirola Delgado (ed.), Biblioteca de al-Andalus, Almería, Fundación Ibn Tufayl de Estudios Árabes, 2009, vol. 6, pp. 238-251., “Ibn Zamrak, Abū ʿAbd Allāh”, p. 245.

105

Parece que ʿAlī se está refiriendo aquí a su exilio definitivo, en noviembre de 1371, en dirección a la corte meriní. Véase Molina LópezMolina López, Emilio, Ibn al-Jatib, Granada, Editorial Comares, 2001. , Ibn al-Jatib, pp. 140-168.

106

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, pp. 160-162Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

107

Vendría antes, de nuevo, todo el texto de la cita anterior de ʿAlī sobre Ibn Zamrak como principal responsable de la muerte de su padre.

108

Ibn Zamrak formó parte de la secretaría de Estado del reino meriní, primero al servicio del hijo del sultán Abū Sālim y más tarde con el propio Abū Sālim. Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 146Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

109

El poema es mencionado anteriormente. Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 148Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

110

En poesía árabe, de las tres partes básicas de que consta una poesía árabe clásica (nasīb, raḥīl y madīḥ), el nasīb corresponde a la primera parte, siendo normalmente una especie de prólogo amoroso en el que el poeta se lamenta de la separación de la amada. Con el paso de los siglos esta introducción fue variando tanto en contenido como en formalismos y estereotipos. Véase VeglisonVeglison Elías de Molins, Josefina, La poesía árabe clásica, Madrid, Hiperión, 1997. , La poesía árabe clásica, pp. 30-33.

111

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 152Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

112

ʿAlī, emplea, ingeniosamente y de manera satírica, la palabra ḥimāra, relativa al asno y a su manera de andar cansina y perezosa.

113

Literalmente: el alma se inclina hacia su naturaleza.

114

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 154Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

115

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 157Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

116

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 158Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

117

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 159Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

118

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 7, p. 159Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

119

Resulta interesante la manera con la que el hijo de Ibn al-Ḫaṭīb se refiere a Ibn Zamrak, considerándose su señor o patrón.

120

Véase García GómezGarcía Gómez, Emilio, “Ibn Zamrak el poeta de la Alhambra”, en Emilio García Gómez (ed.), Cinco poetas musulmanes, Madrid, Espasa Calpe, 1959, pp. 169-271., Ibn Zamrak, el poeta de la Alhambra.

121

Véase, por ejemplo, al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, pp. 403, 405Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

122

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 55Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

123

ʿAlī añadió: «Oh Ibn Šibrīn, que Dios dé gracias por tu lealtad y bendiga tu tumba. ¿Dónde hay alguien como tú en este mundo en bondad, lealtad y sabiduría? No como hizo Ibn Zamrak con Ibn al-Ḫaṭīb, a quien servía». Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 543Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

124

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, p. 64Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

125

Este personaje, poco estudiado, fue compañero de Ibn al-Ḫaṭīb y maestro de su hijo ʿAlī. Desarrolló una intensa actividad política en la corte meriní de Fez, realizando diversas embajadas a El Cairo, Granada y Castilla. Formó, por tanto, parte de la red de contactos del visir granadino. El propio ʿAlī, en anotación marginal a la copia de la Iḥāṭa de El Cairo dice que le transmitió sus enseñanzas estando en Tremecén. Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, p. 75Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

126

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, pp. 264-265Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

127

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 3, p. 179Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

128

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 530Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

129

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 204Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

130

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, p. 22Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

131

Este autor sirio conoció la obra de Ibn al-Ḫaṭīb a través de su maestro Ibn Ḫaldūn afincado en El Cairo. Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, pp. 26, 145-146, 192Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols.; de Castro LeónDe Castro León, Víctor, “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, en Jo Van Steenbergen y Maya Termonia (eds.), New Readings in Arabic Historiography from Late Medieval Egypt and Syria. Proceedings of the Themed Day of the Fifth Conference of the School of Mamluk Studies, Leiden-Boston, Brill, 2021, pp. 165-189. , “Ibn al-Khaṭīb and his Mamluk reception”, pp. 177-178.

132

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, p. 245Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

133

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 391Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

134

En relación a estas composiciones poéticas en honor al nacimiento del profeta, véase SalmiSalmi, Ahmed, “Le genre des poèmes de nativité (maulūdiyya-s) dans le royaume de Grenade et au Maroc, du XIIIe siècle au XVIIIe siècle”, Hésperis, 43 (1956), pp. 335-427., “Le genre des poèmes de nativité”; del Moral y Velázquez BasantaDel Moral, Celia y Velázquez Basanta, F. Nicolás, “La casida mawlidiyya de Abū l-Qāsim al-Barŷī”, Al-Andalus-Magreb, 2 (1994), pp. 83-120., “La casida mawlidiyya de Abū l-Qāsim al-Barŷī”; FoulonFoulon, Brigitte, “Les poèmes d’éloge du Prophète de Lisān al-Dīn Ibn al-Khāṭīb (713-776/1313-1374 ou 75)”, en Denis Gril, Stefan Reichmuth y Dilek Sarmis (eds.), The Presence of the Prophet in Early Modern and Contemporary Islam, Volume 1. The Prophet Between Doctrine, Literature and Arts: Historical Legacies and Their Unfolding, Leiden, Brill, 2022, pp. 378-410., “Les poèmes d’éloge du Prophète de Lisān al-Dīn Ibn al-Khāṭīb”.

135

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 402Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

136

Ibn Ḥaddād al-Wādī Āšī, que fue testigo de la toma de Granada, compartió la opinión premonitoria de Ibn al-Ḫaṭīb. Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, p. 22Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols.; Jreis NavarroJreis Navarro, Laila, “La riḥla jatibiana a través de la Nufāḍat al-ŷirāb de Ibn al-Jaṭīb”, en M.ª Dolores Rodríguez Gómez, Antonio Peláez Rovira y Bárbara Boloix Gallardo (eds.), Saber y poder en al-Andalus, Ibn al-Jaṭīb (s. XIV), Córdoba, Ediciones el Almendro, 2014, pp. 217-249., “La riḥla jatibiana a través de la Nufāḍat al-ŷirāb”, pp. 247-248; ZagalZagal, Muḥammad Fātiḥ, Sulṭat al-muṯaqqaf bayna al-iqtirāb wa-l-iġtirāb, Damasco, Wizārat al-Ṯaqāfa, 2006., Sulṭat al-muṯaqqaf bayna l-iqtirāb wa-l-iġtirāb, p. 127.

137

Véase Molina LópezMolina López, Emilio, Ibn al-Jatib, Granada, Editorial Comares, 2001. , Ibn al-Jatib, pp. 128-132; de Castro LeónDe Castro León, Víctor, “Confluencia de tradiciones en al-Andalus: Ibn al-Jaṭīb y su versión de la fábula griega de ‘El lobo y el cordero’ y del cuento oriental de ‘El lobo y el carnero’”, Anaquel de Estudios Árabes, 31 (2020), pp. 127-140. , “Confluencia de tradiciones en al-Andalus”, pp. 134-139.

138

El autor mameluco Ibn Ḥaǧar al-ʿAsqalānī (m. 1449), aunque consultó sus obras, prestó también gran atención a los acontecimientos fatídicos de su muerte. Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 5, p. 112Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

139

Véase del MoralDel Moral, Celia, “Luces y sombras en las relaciones entre Ibn al-Jaṭīb e Ibn Jaldūn a través de su correspondencia personal”, en Celia del Moral y F. Velázquez Basanta (eds.), Ibn al-Jaṭīb y su tiempo, Granada, Universidad de Granada, 2012, pp. 205-223. , “Luces y sombras en las relaciones entre Ibn al-Jaṭīb e Ibn Jaldūn”.

140

Al-Maqqarī, Nafḥ, vol. 6, p. 162Al-Maqqarī, Nafḫ al-ṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1968, 7 vols..

141

Seguimos la traducción de Velázquez BasantaVelázquez Basanta, Fernando N., “La autobiografía de Ibn al-Jaṭīb”, Revista del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, 33 (2021), pp. 189-221. , “La autobiografía de Ibn al-Jaṭīb”, pp. 206, 221.

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