Al-Qanṭara XLIV (1)
enero-junio 2023, e05
eISSN 1988-2955 | ISSN-L 0211-3589
https://doi.org/10.3989/alqantara.2023.005

ARTÍCULOS

Sobre Yaḥyà al-Balansī (m. 665/1267), discípulo devoto de Ibn Sabʿīn, y sus obras* Este trabajo se enmarca en la ayuda Margarita Salas para la formación de jóvenes doctores (MARSALAS22-04), financiado por la Unión Europea-Next Generation EU, Ministerio de Universidades y la Universidad de Alicante.

About Yaḥyā al-Balansī (m. 665/1267), Devoted Disciple of Ibn Sabʿīn, and His Works

Abdelkrim Ben-Nas

Universidad de Alicante

https://orcid.org/0000-0002-4838-0626

Resumen

El presente artículo versa sobre Abū Zakariyyāʾ Yaḥyà al-Balansī, un discípulo fervoroso y distinguido del conocido maestro sufí Ibn Sabʿīn de Ricote. Hay poca información sobre Yaḥyà, y quizás por ello ha pasado desapercibido. En el trabajo se recogen estos datos para darlo a conocer. Yaḥyà al-Balansī (o algún antepasado suyo cercano) habría nacido en Valencia. Estuvo en Alejandría en compañía del šayḫ Abū l-Ḥasan al-Šāḏilī, quizás a partir del año 642/1244. Regresó a al-Andalus y, después, habría viajado nuevamente hacia el Magreb. En Bugía, se encontró con Ibn Sabʿīn, en fecha desconocida, aunque debió de haber sido hacia el año 648/1250. Desde entonces se hizo discípulo incondicional suyo. Habría acompañado a Ibn Sabʿīn, hasta establecerse en La Meca, después de pasar por Túnez y Egipto. También estuvo en Medina y en el Líbano. Se deduce que Yaḥyà era un sufí viajero, al igual que Abū l-Ḥasan al-Šuštarī. Yaḥyà falleció en el año 665/1267 y fue enterrado en al-Balyana, en el Alto Egipto. En este trabajo se presentan los fragmentos de las pocas obras que nos han llegado, y se busca confirmar su autoría de Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm, la única epístola suya que se conserva completa. Al final, se traducen los fragmentos tanto de al-Wirāṯa al-muḥammadiyya, y un fragmento recogido por Ibn al-Ṭawwāḥ, como de otro fragmento que aparece al final de una Risāla de Ibn Sabʿīn. Del estudio de este acopio de datos se llega a dos conclusiones de relevancia: 1. Aunque en el encabezado de Kitāb al-Sulūk, Yaḥyà se presenta como hijo de Ibn Sabʿīn, en este trabajo se va a demostrar que no lo era. 2. Se confirma su autoría de Kitāb al-Sulūk.

Palabras clave: 
al-Šuštarī; Ibn Sabʿīn; al-ṭarīqa al-sabʿīniyya; discípulos de Ibn Sabʿīn; Yaḥyà al-Balansī.
Abstract

This paper deals with Yaḥyā al-Balansī, a distinguished and devoted disciple of the well-known Sufi Ibn Sabʿīn of Ricote. Until now he has gone largely unnoticed, a situation that the present study aims to remedy. Yaḥyā al-Balansī most likely was born in Valencia, or had family origins there. Some time after 642/1244, he travelled to Alexandria, where he spent time in the company of the šayḫ Abū l-Ḥasan al-Šāḏilī. After returning to al-Andalus he travelled again to the Maghreb. In Béjaïa, ca. 648/1250, he met the Sufi master Ibn Sabʿīn and became his devoted disciple. He presumably travelled with Ibn Sabʿīn to Mecca, via Tunisia and Egypt, and visited Medina and Lebanon as well. It appears that Yaḥyā was an itinerant Sufi, much like Abū l-Ḥasan al-Šuštarī. Yaḥyā died in 665/1267 and was buried in al-Balyana in Upper Egypt. In addition to biographical information, this study presents excerpts from Yaḥyā al-Balansī’s few extant works, translations of which appear at the end of the study: al-Wirāṯa al-muḥammadiyya, a text provided by Ibn al-Ṭawwāḥ and a short piece that appears at the end of one of Ibn Sabʿīn’s Rasāʾil. The study further attempts to establish Yaḥyā al-Balansī’s authorship of Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm, his only extant complete treatise. The study concludes, importantly, that: 1. Although in the heading of Kitāb al-Sulūk, Yaḥyā introduces himself as Ibn Sabʿīn’s son, it will be proved that he was not. 2. Yaḥyā al-Balansī is the author of Kitāb al-Sulūk.

Key words: 
al-Šuštarī; Ibn Sabʿīn; al-ṭarīqa al-sabʿīniyya; Ibn Sabʿīn’s disciples; Yaḥyā al-Balansī.

Recibido: 18/05/2021; Aceptado: 15/02/2023; Publicado: 16/08/2023

Cómo citar/Citation: Ben-Nas, Abdelkrim "Sobre Yaḥyà al-Balansī (m. 665/1267), discípulo devoto de Ibn Sabʿīn, y sus obras", Al-Qanṭara, 44, 1 (2023), e05. doi: https://doi.org/10.3989/alqantara.2023.005

CONTENIDO

Introducción

 

Yaḥyà Ibn Aḥmad Ibn Sulaymān al-Balansī (m. 665/1267)1 Las fuentes principales sobre su biografía son: Ibn ʿAṭāʾ Allāh, Laṭāʾif al-minan, p. 76; Ibn al-Ṭawwāḥ, Sabk, pp. 131-133; al-Baġdādī, Hadiyyat al-ʿārifīn, t. II, p. 525. era discípulo incondicional y predilecto del célebre maestro sufí Abū Muḥammad Quṭb al-Dīn ʿAbd al-Ḥaqq Ibn Ibrāhīm Ibn Muḥammad Ibn Naṣr Ibn Sabʿīn al-ʿAkkī al-Mursī (n. 613 o 614/1217-8, m. 668 o 669/1269-71)2 Como breve bibliografía sobre Ibn Sabʿīn se cita: al-Ġubrīnī, ʿUnwān al-dirāya, pp. 237-238, nº 66; al-Bādisī, al-Maqṣad, pp. 32-36, 69; Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, t. IV, pp. 31-38; al-Fāsī, al-ʿIqd, t. V, pp. 326-335, nº 1700; al-Saḫāwī, al-Qawl al-munbī, 1ª parte, t. II, pp. 286-290; al-Maqqarī, Nafḥ, t. II, pp. 196-205, nº 119; Lator, “Ibn Sabʿīn de Murcia”; al-Taftāzānī, Ibn Sabʿīn wa-falsafatu-hu; Šaraf, al-Waḥda al-muṭlaqa; Faure, “Ibn Sabʿīn”, EI2 , t. III, pp. 921-922; Akasoy, “Ibn Sabʿīn’s Sicilian Questions”, pp. 115-146; id. “The Muḥaqqiq as Mahdī?”, pp. 313-337; El Moussaoui, El sufismo esotérico de Ibn Sabʿīn; Berbil, El último de los sufíes-filósofos de al-Andalus.. Constatamos que los datos biográficos sobre Yaḥyà al-Balansī son relativamente escasos en comparación con la cantidad de información disponible sobre el poeta sufí granadino Abū l-Ḥasan ʿAlī Ibn ʿAbd Allāh al-Numayrī al-Šuštarī al-Lūšī (ca. 610/1212-668/1269)3 Para su biografía ver Massignon, “Investigaciones sobre al-Šuštarī”; Fierro, “al-Shushtarī”, EI 2 , t. IX, p. 513; Ben-Nas, al-Ināla al-ʿilmiyya de Ibn Luyūn, resumen de al-Risāla al-Šuštariyya.. Si se tuviera que elegir un solo discípulo del šayḫ Ibn Sabʿīn, este sería al-Šuštarī. Es conocido que al-ṭarīqa al-sabʿīniyya -fundada por Ibn Sabʿīn- contaba con numerosos discípulos afiliados4 al-Saḫāwī, al-Qawl al-munbī, 1ª parte, t. II, p. 288., entre los que, aparte de su hijo Muḥammad al-Nūrī, hallamos que al-Balansī y al-Šuštarī son los dos nombres que más han trascendido hasta ahora. Los pocos escritos de al-Balansī y las fuentes que lo mencionan indican que ostentaba un cargo relevante dentro de la ṭarīqa, pero la notoriedad y brillantez del poeta cejelista al-Šuštarī habría eclipsado la figura de al-Balansī. El presente trabajo se propone recoger los datos de las fuentes que nos hablan de Yaḥyā al-Balansī.

No se puede confirmar que Yaḥyà al-Balansī (el valenciano) hubiera nacido en Valencia. La referida nisba de origen geográfico sugiere que él, o alguno de sus antepasados, fuera originario de Valencia, o que hubiera residido en ella. En todo caso, es seguro que Yaḥyà fue andalusí, desconociéndose su fecha de nacimiento. Se sabe que viajó a Alejandría y estuvo durante algún tiempo en compañía del šayḫ Abū l-Ḥasan al-Šāḏilī (ca. 593/1196-ca. 656/1258)5 Lory, “al-Shādhilī”, EI2 , t. IX, p. 170., encuentro que debió de tener lugar después del año 642/1244. Regresó a su tierra natal, al-Andalus, dirigiéndose después de nuevo al Magreb. En Bugía, se reunió con Ibn Sabʿīn, posiblemente en torno al año 648/1250. El encuentro de Yaḥyà con el šayḫ Ibn Sabʿīn supuso un punto de inflexión en su camino espiritual y, desde entonces, se hizo discípulo devoto suyo.

Yaḥyà habría acompañado a su maestro durante el viaje desde Bugía hasta La Meca. Junto con el resto de discípulos realizarían paradas y estancias en Libia, Túnez y Egipto. Los desencuentros de Ibn Sabʿīn con los alfaquíes le obligaban a seguir desplazándose junto con su grupo de seguidores y discípulos hasta, finalmente, establecerse en La Meca acogido por su gobernarte6 al-Bādisī, al-Maqṣad, p. 34; al-Saḫāwī, al-Qawl al-munbī, 1ª parte, t. II, p. 290.. Yaḥyà estuvo también en Medina y en el Líbano y, debido a sus numerosos viajes, se deduce que practicaba la modalidad del sufismo «giróvago» viajero. Falleció en el año 665/1267, siendo enterrado en al-Balyana, en el Alto Egipto7 Ibn al-Ṭawwāḥ, Sabk al-maqāl, p. 133..

En cuanto a sus obras, en el presente trabajo presentamos los fragmentos disponibles hasta ahora, y confirmamos su autoría de Kitāb al-Sulūk. Al final, se traducen los fragmentos de: al-Wirāṯa al-muḥammadiyya, fragmento recogido por ʿAbd al-Wāḥid Ibn al-Ṭawwāḥ, el tunecino (n. 673/1274- desp. 718/1318), y otro fragmento que aparece al final de una Risāla de Ibn Sabʿīn. Recapitulando todos los datos recogidos, hemos llegado a dos conclusiones principales: Yaḥyà no era hijo de Ibn Sabʿīn, a pesar de presentarse como hijo suyo en el comienzo de Kitāb al-Sulūk; y que este opúsculo es obra suya.

Partimos del hecho incontestable de que Yaḥyà era discípulo entusiasta del šayḫ Ibn Sabʿīn. En todos sus escritos hace una ferviente apología de su maestro, más acusada en al-Wirāṯa al-muḥammadiyya, en la que vemos que al-Balansī seguía plenamente la doctrina de la ṭarīqa y contribuía a la configuración del sabʿinismo. Pero, hay que advertir que dicha percepción se basa en los pocos fragmentos de Yaḥyà disponibles hasta la fecha. Si se toma en consideración la amplitud y el polifacetismo de los sufíes, se puede pensar que Yaḥyà llegó a poseer su propio concepto sobre el sufismo, aún dentro de la doctrina sabʿīní, pero hasta que no aparezcan nuevas obras que acaben de esclarecer su pensamiento, habremos de seguir considerando a Yaḥyà solo como un seguidor incondicional de Ibn Sabʿīn.

Ibn Sabʿīn el murciano es el segundo personaje sufí que más polémica suscitó, y sigue suscitando, después de Muḥyī al-Dīn Ibn ʿArabī (m. 638/1240), quien también era de origen murciano. Ibn Sabʿīn fue considerado como filósofo, y sus enemigos coetáneos no dejaron de calificarle como tal, con la finalidad de ponerle la etiqueta de hereje8 Muḥammad Quṭb al-Dīn al-Qasṭalānī (614/1218-686/1287) era enemigo manifiesto de Ibn Sabʿīn, de quien dijo: «La disciplina de los filósofos le había impregnado y él quiso divulgarla de forma encubierta; así cambiaba los términos técnicos filosóficos por otros». Ben-Nas, “al-Qawl al-munbī ʿan tarğamat Ibn ʿArabī”, p. 339.. Fue Amari quien presentó a Ibn Sabʿīn como filósofo, dando a conocer sus Cuestiones Sicilianas9 Amari, “Questions philosophiques”, pp. 240-274.. Después, el padre Lator publicó un estudio monográfico en el que revisaba con cierta profundidad su Budd al-ʿārif, concluyendo que fue un filósofo poco original10 Lator dice: «Tocante a la parte filosófica, no creo que se pueda hablar de verdadera originalidad». «Fuera de esta originalidad puramente extrínseca y formal de la obra de Ibn Sabʿīn, su filosofía se distingue poco de la corriente del islam […]». Lator, “Ibn Sabʿīn de Murcia”, pp. 371, 417..

Sus Cuestiones Sicilianas ya han sido objeto de traducción y estudio11 Ibn Sabʿīn, Las Cuestiones Sicilianas, traducción al español (texto bilingüe), María Luisa Arvide Cambra (ed., trad. esp.)., mientras que Budd al-ʿārif ha concitado una menor atención. Por su parte, las rasāʾil (epístolas) de Ibn Sabʿīn han pasado casi desapercibidas12 A. Akasoy advierte que las Rasāʾil de Ibn Sabʿīn han sido desaprovechadas. Akasoy, “Ibn Sabʿīnʾs Sicilian Questions”, p. 119. y aún no se dispone de una edición crítica de todas las rasāʾil encontradas hasta ahora. La edición incompleta de sus rasāʾil que hiciera Badawī13 Ibn Sabʿīn, Rasāʾil, ʿA. Badawī (ed.), 1965. no es, en realidad, una edición crítica, pero sirvió en su momento para dar a conocer estos textos. La reciente edición de Rasāʾil Ibn Sabʿīn habrá de ser meramente comercial, dado que carece del aparato crítico y la información necesaria para ser considerada de uso académico14 Véase Ibn Sabʿīn, Rasāʾil, A. F. al-Mazīdī (ed.), 2007. El interés por esta publicación se habría visto colmado si hubiéramos podido averiguar de dónde ha tomado el editor su información, pero este nos ha privado de cualquier referencia a los manuscritos que habría utilizado como base de su edición. Tampoco hallamos que se mencione la antigua edición de ʿA. Badawī, ni hemos sabido encontrar esta información en las notas a pie de página. Para compensar esta falta de información, hubiera sido gratificante hallar al final un epígrafe dedicado a «Bibliografía», para poder consultar allí las obras y los autores a los que remite en ocasiones..

La faceta de Ibn Sabʿīn como šayḫ (maestro) sufí, fundador de al-ṭarīqa al-sabʿīniyya, ha sido eclipsada por su perfil de filósofo, habiendo sido conocido por los eruditos europeos en especial en esta faceta. En general, hablar de una ṭarīqa sufí implica hablar de un šayḫ y unos discípulos. Las actividades de una ṭarīqa, como institución, se desarrollan dentro de unos espacios e instalaciones, y estas actividades están sujetas a las directrices del šayḫ y a su doctrina. Por ello, las rasāʾil de Ibn Sabʿīn se convierten en una fuente importante para conocer las actividades y el funcionamiento interno de al-ṭarīqa al-sabʿīniyya, desde la perspectiva del šayḫ -como máximo responsable de la misma y autor de la obra-. El potencial y la grandeza del maestro (šayḫ) se reflejan y se manifiestan en sus discípulos. La trascendencia del šayḫ sufí, desde su posición de maestro responsable del asesoramiento espiritual de sus murīdīn, afiliados a su ṭarīqa, se ha de buscar en sus discípulos. Aunque el poeta sufí Abū l-Ḥasan al-Šuštarī el granadino hubiera sido el único discípulo del šayḫ Ibn Sabʿīn, ya solo esto hubiera sido suficiente indicador de su grandeza. Resulta que al-ṭarīqa al-sabʿīniyya tuvo mucha relevancia y adeptos15 Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, t. IV, p. 32; al-Ġubrīnī, ʿUnwān al-dirāya, p. 237; Ben-Nas, “al-Qawl al-munbī”, p. 340. pero, en cambio, a al-Šuštarī se le reconoce especialmente como poeta, autor de unos bellos céjeles.

Los pocos escritos de al-Balansī, que hasta ahora han visto la luz, no proporcionan informaciones reveladoras respecto al funcionamiento práctico y procedimental de al-ṭarīqa al-sabʿīniyya, pero sí nos pueden informar acerca de su doctrina. Estos escritos nos presentan a Ibn Sabʿīn como un maestro sufí y no como filósofo, ofreciéndonos un perfil del šayḫ desde la perspectiva de sus discípulos. Con ello, abrimos una línea de trabajo dirigida a investigar a los discípulos de al-ṭarīqa al-sabʿīniyya por su condición de faquires afiliados a la misma.

Por otra parte, debido a la escasez y a la brevedad de los escritos disponibles de al-Balansī, no nos aventuramos a extraer conclusiones sobre su pensamiento y, más aún, siendo incompletos tales escritos (con la excepción de Kitāb al-Sulūk).

1. Abū Zakariyyāʾ Yaḥyà Ibn Aḥmad Ibn Sulaymān al-Balansī al-Maġribī

 

Comenzaremos haciendo un inciso sobre la nisba -o gentilicio árabe de origen- de al-Balansī. Abū l-ʿAbbās al-Maqqarī (m. 1041/1632) menciona su nombre como Yaḥyà Ibn Aḥmad Ibn Sulaymān16 al-Maqqarī, Nafḥ, t. II, pp. 197-198., mientras que al-Baġdādī (m. 1339/1920) recoge su nombre como Yaḥyà Ibn Muḥammad Ibn Aḥmad Ibn Sulaymān al-Maġribī al-Ṣūfī, sin ninguna indicación como al-Balansī17 al-Baġdādī, Hadiyyat al-ʿārifīn, t. II, p. 525.. En cambio, Aḥmad Ibn Muḥammad Ibn ʿAṭāʾ Allāh al-Sakandarī (658/1259-709/1309) sí lo menciona como al-šayḫ Abū Zakariyyāʾ Yaḥyà al-Balansī18 Ibn ʿAṭāʾ Allāh, Laṭāʾif al-minan, p. 76.. El tema queda zanjado por el propio autor, ya que Yaḥyà registra su nombre como Yaḥyà Ibn Aḥmad Ibn Sulaymān al-Balansī (el valenciano) al final de la epístola19 Ibn Sabʿīn, “Kitābunfī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ”, p. 38..

Al-Baġdādī anota su gentilicio como «al-Maġribī», pero Ibn ʿAṭāʾ Allāh, Ibn al-Ṭawwāḥ y el propio Yaḥyà lo mencionan como al-Balansī (el valenciano). Para explicar esto, es posible que Yaḥyà naciera en Valencia (o sus ascendentes proviniesen de la misma), pero quizás viviera algún tiempo en el Magreb.

Ibn ʿAṭāʾ Allāh e Ibn al-Ṭawwāḥ anotan el nombre de Yaḥyà añadiendo su kunya: «Abū Zakariyyāʾ, Yaḥyà al-Balansī (el valenciano)»20 Ibn al-Ṭawwāḥ, Sabk al-maqāl, p. 133.. Por tanto, su nombre completo es: Abū Zakariyyāʾ Yaḥyà Ibn Aḥmad Ibn Sulaymān al-Balansī al-Maġribī.

En cuanto a la biografía de Yaḥyà, son seis las fuentes que nos consta que lo mencionan: Ibn ʿAṭāʾ Allāh, Ibn al-Ṭawwāḥ, Muḥammad ʿAbd al-Raʾūf al-Munāwī (m. 1031/1621), al-Maqqarī, al-Baġdādī y Kaḥḥāla (m. 1408/1987). Al-Munāwī copia su cita21 al-Munāwī, al-Kawākib, t. IV, p. 143. de Ibn ʿAṭāʾ Allāh, y Kaḥḥāla reproduce la información22 Kaḥḥāla, Muʿğam al-muʾallifīn, t. IV, p. 111. de al-Baġdādī.

Estas fuentes, en su conjunto, proporcionan poca información, pero Ibn al-Ṭawwāḥ provee más datos que el resto de los autores. Es Ibn ʿAṭāʾ Allāh quien, aunque lo menciona de forma ocasional, nos revela un dato trascendental: Yaḥyà habría sido discípulo del šayḫ al-Šāḏilī. Al-Maqqarī no cita más allá de su nombre, mientras que al-Baġdādī menciona su nombre añadiendo que Yaḥyà residió en los Ḥaramayn (nazīl al-Ḥaramayn). También anota el título de su epístola más conocida, al-Wirāṯa al-muḥammadiyya, de la cual al-Maqqarī recoge un fragmento en su Nafḥ.

No es de extrañar el proceder de los cuatro autores mencionados en sus respectivas obras. Dejando de lado el Nafḥ de al-Maqqarī, que es de carácter digresivo, la entrada que al-Baġdādī dedica a Yaḥyà es congruente con el género de su obra, un diccionario de autores: Hadiyyat al-ʿārifīn, asmāʾ al-muʾallifīn wa-āṯār al-muṣannifīn (El regalo para los conocedores, tratado sobre los nombres de los autores y las obras de los compiladores). En este diccionario se limita a recoger una serie de entradas aportando solo la información justa y necesaria.

Por otro lado, Laṭāʾif al-minan fī manāqib al-šayḫ Abī l-ʿAbbās wa-šayḫi-hi Abī l-Ḥasan (Las sutiles bendiciones en los portentos del maestro Abū l-ʿAbbās y su maestro Abū l-Ḥasan) de Ibn ʿAṭāʾ Allāh, como indica su título, es un monográfico destinado a exhibir las excelencias y los prodigios de Abū l-Ḥasan al-Šāḏilī y Aḥmad Abū l-ʿAbbās al-Mursī (m. 686/1287), razón por la cual el nombre de Yaḥyà aparece de forma ocasional. En un suceso que le acaeció a Yaḥyà con el maestro al-Šāḏilī, Ibn ʿAṭāʾ Allāh narra:

Abū ʿAbd Allāh Ibn al-Ḥāğğ me informó que al-šayḫ Abū Zakariyyāʾ Yaḥyà al-Balansī le informó diciendo: «(Ṣaḥibtu) He estado en compañía del šayḫ Abū l-Ḥasan al-Šāḏilī, [durante un tiempo] y después viajé a al-Andalus. Cuando me despedí de él me dijo: “Cuando llegues a al-Andalus ve a visitar al šayḫ Abū l-ʿAbbās Ibn Maknūn porque él tiene conocimiento [del secreto] de la existencia y sabe dónde está [custodiado]. Pero, la gente no conoce el estado espiritual de Abū l-ʿAbbās [Ibn Maknūn], y por lo tanto no saben dónde está”». Dijo [Yaḥyà]: «Entonces cuando llegué a al-Andalus fui a ver al šayḫ Abū l-ʿAbbās Ibn Maknūn y, cuando me vio, sin haberme conocido previamente, me dijo: “¡Has venido Yaḥyà, has venido Yaḥyà! ¡Alabado sea Dios por haberte reunido con el polo (quṭb) de la época! ¡Yaḥyà, no digas nada a nadie sobre lo que te dijo el šayḫ Abū l-Ḥasan [al-Šāḏilī]!”»23 Ibn ʿAṭāʾ Allāh, Laṭāʾif al-minan, p. 76..

Pese a la brevedad de esta noticia, la información que proporciona sobre Yaḥyà al-Balansī es trascendental. La expresión «ṣaḥibtu» significa que Yaḥyà habría sido discípulo de al-šayḫ al-Šāḏilī o, por lo menos, que estuvo con él durante un tiempo. Ibn ʿAṭāʾ Allāh lo llama al-šayḫ, calificativo que indica que Yaḥyà disfrutó de un estatus avanzado en el sufismo. Huelga mencionar la trascendencia del maestro Abū l-Ḥasan al-Šāḏilī y de al-ṭarīqa al-šāḏiliyya (quizás sea la ṭarīqa sufí más extendida de todos los tiempos). Podemos suponer que Yaḥyà al-Balansī, al entregarse al sufismo, se habría beneficiado al máximo de la compañía de al-šayḫ al-Šāḏilī y de sus enseñanzas.

No hemos podido concretar la fecha y el lugar del encuentro de Yaḥyà con al-Šāḏilī. Dicho encuentro pudo haber tenido lugar en Túnez o en Egipto, pero nos inclinamos a pensar que fue en Egipto, por dos motivos: el primero, porque Egipto es la tierra que acogió a al-Šāḏilī y fue donde prosperó. El segundo, porque Ibn ʿAṭāʾ Allāh relata el acontecimiento de Yaḥyà, cuando estaba narrando los manāqib de al-Šāḏilī durante la estancia de este en Egipto.

En cuanto a la fecha, si admitiésemos la opción de que Yaḥyà estuvo con al-Šāḏilī en Egipto, dicha estancia habría sido después de su llegada a Alejandría. Lory estima que al-Šāḏilī podría haber llegado a Alejandría entre 642/1244 y 650/1252, como fecha más tardía24 Lory, “al-Shādhilī”, EI2 , t. IX, p. 171.. Quizás se pueda fijar esta fecha alrededor del año 642/1244, según una información de carácter hagiográfico relatada por Muḥammad Ibn al-Ṣabbāġ al-Ḥimyarī al-Tūnusī (m. desp. 751/1350): así, durante el viaje de Túnez a Alejandría, al-Šāḏilī y sus acompañantes realizaron una parada en Trípoli. Allí uno de ellos, Abū ʿAlī Yūnus, se marchó por un camino distinto, reencontrándose luego con el resto de los viajeros cerca de Alejandría. Este tal Yūnus vio en sueños al Profeta, quien le informó que el quṭb de Egipto, Abū l-Ḥağğāğ Yūsuf Ibn ʿAbd al-Raḥīm al-Uqṣurī (m. 642/1244)25 al-Udfuwwī, al-Ṭāliʿ al-saʿīd, p. 742., había fallecido la noche anterior y que ahora Abū l-Ḥasan al-Šāḏilī era quien iba a ocupar este alto rango espiritual de quṭb26 Ibn al-Ṣabbāġ, Durrat al-asrār, pp. 13-14; Ibn al-Ṭawwāḥ, Sabk al-maqāl, p. 90.. Aun siendo una anécdota de carácter hagiográfico, no es descartable la fecha del 642/1244 para la llegada de al-Šāḏilī a Alejandría27 al-Taftāzānī también baraja esta fecha. Al-Taftāzānī, Ibn Sabʿīn wa-falsafatu-hu l-ṣūfiyya, p. 48.. Como consecuencia, la estancia de al-Balansī con al-Šāḏilī pudo haber tenido lugar en Egipto en el año 642/1244, o unos meses más tarde, desconociéndose la duración de esta estancia.

Aun habiendo estipulado que el encuentro de Yaḥyà con al-Šāḏilī pudo producirse sobre el año 642/1244, no se puede descartar que haya podido producirse después del 648/1250 (fecha orientativa para el encuentro de Yaḥyà con Ibn Sabʿīn en Bugía). Esto implica que el encuentro de al-Balansī con el šayḫ al-Šāḏilī pudo haberse producido antes de encontrarse con Ibn Sabʿīn, o después de haberse hecho discípulo de este. En teoría, esta cuestión reviste gran interés, dado que, si Yaḥyà estuvo con al-Šāḏilī siendo ya discípulo de Ibn Sabʿīn, esto podría justificar el contacto de al-ṭarīqa al-sabʿīniyya con la Šāḏiliyya. A este respecto, hay que anotar algunas circunstancias: 1. Que, hasta ahora, dicho contacto se había inferido de algunos poemas de al-Šuštarī28 al-Šuštarī dice: «y mis maestros son šāḏiliyya». Al-Šuštarī, Dīwān, p. 11.. 2. Es verdad que al-Šuštarī enuncia que sus maestros son šaḏilíes, pero también menciona con admiración a otros maestros más. 3. En términos generales, la poesía no es una fuente fidedigna para deducir datos históricos.

Respecto a la instrucción sufí de Yaḥyà, el hecho de ser discípulo de Ibn Sabʿīn no es obstáculo para haberse podido beneficiar de las enseñanzas de otros maestros, entre los que habría estado al-Šāḏilī. No obstante, si se tomaran de forma literal las palabras de Ibn al-Ṭawwāḥ, se deduciría que, desde el momento que se encontró con él, Ibn Sabʿīn fue el único maestro de referencia para Yaḥyà. Ibn al-Ṭawwāḥ apostilla: «[desde entonces] no se separó de él (lāzama-hu29 Ibn al-Ṭawwāḥ, Sabk al-maqāl, p. 133..

Respecto a la modalidad del sufismo de al-Balansī, la información que él mismo narra sobre sus viajes sugiere que practicaba el sufismo viajero30 Casi todos los tratados sufíes tratan el tema del viaje y sus modales, por ejemplo, al-Suhrawardī, ʿAwārif, pp. 94-105. Además, al-Qušayrī informa que gran parte de los sufíes eligieron practicar el sufismo viajero. Al-Qušayrī, al-Risāla, p. 478.. Asumiendo que era de Valencia, como lo indica su gentilicio al-Balansī, Yaḥyà habría emprendido el viaje desde al-Andalus hasta Alejandría, pasando por el Magreb. Después de su estancia con al-Šāḏilī en Alejandría, habría hecho el viaje de regreso hacia al-Andalus, tal como él mismo informa31 Ibn ʿAṭāʾ Allāh, Laṭāʾif al-minan, p. 76.. Luego habría viajado de nuevo desde al-Andalus hacia el Magreb.

Además, Ibn al-Ṭawwāḥ informa que Yaḥyà estuvo en Bugía y en al-Šām (el monte del Líbano). La cita de al-Baġdādī: «nazīl al-Ḥaramayn», indica que residió en La Meca y en Medina durante algún tiempo. Así pues, como mínimo, Yaḥyà estuvo en al-Andalus (quizás en Valencia, entre otras partes), en Bugía, en Alejandría, en el Líbano y en La Meca y Medina (Ḥaramayn) y quizás en Túnez, cuando acompañaba a Ibn Sabʿīn. Finalmente falleció en el Alto Egipto. Sobre la estancia de al-Balansī en numerosos lugares, caber mencionar que al-ṭarīqa al-sabʿīniyya mostró su inclinación hacia un sufismo viajero, para quien pudiera practicarlo, en contraposición a un sufismo sedentario32 Ibn Sabʿīn, “Risāla [sin título]”, p. 290. Además, al-Šuštarī, como uno de los máximos exponentes de al-ṭarīqa al-sabʿīniyya, compuso al-Risāla al-Šuštariyya con el propósito concreto de defender las prácticas de los sufíes viajeros. El título completo de su obra es al-Risāla al-ʿAlamiyya fī šarḥimā uškila min ḥarakāt al-fuqarāʾ wa-l-musāfirīn min al-ṣūfiyya..

Ibn al-Ṭawwāḥ, en su Sabk al-maqāl, proporciona la biografía de veintiséis personalidades, en su mayor parte sufíes, tal como lo era el autor. Con variada extensión, casi la mitad de las biografías oscilan entre diez y quince páginas. Es de extrañar que Ibn al-Ṭawwāḥ no aporte la biografía de Ibn Sabʿīn, aunque lo menciona con tono de respeto en varias ocasiones33 Ibn al-Ṭawwāḥ, Sabk al-maqāl, pp. 233, 241.. En contraste, Ibn al-Ṭawwāḥ sí que proporciona una biografía de al-Šuštarī; esta, en su conjunto, ocupa cerca de catorce páginas, pero, en realidad, las páginas con datos biográficos se reducen a menos de cuatro, encontrando en las restantes algunos poemas largos de al-Šuštarī. Dentro de la entrada dedicada a al-Šuštarī, Ibn al-Ṭawwāḥ dedica luego algo menos de tres páginas a la biografía de Yaḥyà al-Balansī. Esto quizás responda a que ambos -tanto al-Šuštarī, como al-Balansī- eran discípulos distinguidos de Ibn Sabʿīn y se habían afiliado los dos a su doctrina en la misma ciudad, en Bugía.

Así, Ibn al-Ṭawwāḥ informa que Yaḥyà se convirtió en discípulo incondicional de Ibn Sabʿīn en Bugía. En paralelo, el encuentro de al-Šuštarī con Ibn Sabʿīn también tuvo lugar en la misma ciudad, sobre el año 648/1250 (según dedujo al-Naššār)34 al-Naššār, “Abul Ḥasan Al-Šuštarī místico”, p. 136.. Esta fecha sería orientativa para datar el encuentro de Yaḥyà con Ibn Sabʿīn. Antes de su llegada a Oriente, Ibn Sabʿīn había pasado por Bugía, residiendo allí durante un considerable periodo de tiempo, según informa el cadí de la misma, Aḥmad Abū l-ʿAbbās al-Ġubrīnī (m. 714/1315)35 al-Ġubrīnī, ʿUnwān al-dirāya, p. 237..

En su Sabk al-maqāl, Ibn al-Ṭawwāḥ recoge un fragmento de alguna obra o epístola desconocida de Yaḥyà que trata de la definición de la perfección (al-kamāl) para cuatro colectivos36 Ibn al-Ṭawwāḥ, Sabk al-maqāl, pp. 131-132., fragmento que será traducido más adelante en este trabajo.

Ibn al-Ṭawwāḥ escribió sobre Yaḥyà al-Balansī:

El šayḫ Abū Zakariyyāʾ [Yaḥyà al-Balansī] estudió el tratado Ifšāʾ al-ḥikma37 Obra que no logramos identificar. hasta que se lo aprendió de memoria. Abū Zakariyyāʾ veneraba en exceso a su maestro [Ibn Sabʿīn], y así es [como debe de ser] el estado del heredero sincero. Lo más curioso que se contó de él fue que, en una ocasión, él relató que, estando en el monte del Líbano -en al-Šām-, un león le salió al paso. Entonces pensó para sus adentros que con la baraka de su maestro [Ibn Sabʿīn] se salvaría del león, y así fue. Luego, cuando regresó a visitar al maestro, este le preguntó: «¿En qué medida te benefició tu inspiración en el suceso del león?»38 Ibn al-Ṭawwāḥ, Sabk al-maqāl, p. 131..

[A continuación, Ibn al-Ṭawwāḥ aporta el fragmento de Yaḥyà sobre el concepto de la perfección (al-kamāl) para los filósofos, para los teólogos, para los alfaquíes y para los sufíes, y sigue informando:]39 Ibn al-Ṭawwāḥ, Sabk al-maqāl, p. 133..

[En cuanto al encuentro de Yaḥyà con Ibn Sabʿīn] fue que, durante su estancia en Bugía, […] el šayḫ Abū Zakariyyāʾ [Yaḥyà al-Balansī] estaba vendiendo leña; entonces el maestro [Ibn Sabʿīn] lo vio, y auguró que era de los bien guiados [hacia Dios], lo tomó, y le dijo: «Yā Yaḥyà, aʿwādu-ka taʿūdu aʿyād an (Oh, Yaḥyà tus palos (de leña) se convertirán en alegrías)». Desde entonces Abū Zakariyyāʾ [Yaḥyà al-Balansī] no se separaba de él (lāzama-hu), heredando luego [sus saberes].

Falleció -¡que Dios lo tenga en Su misericordia! - en 665/1267. Lo enterraron en un lugar conocido como al-Balyana, en la parte del Ṣaʿīd de Egipto (Alto Egipto). Su sepulcro es allí visitado para recibir su baraka y beneficios. Su maestro [Ibn Sabʿīn] informó que los abdāl (los sustitutos) lavaron su cuerpo y lo sepultaron; [luego, Ibn Sabʿīn] mandó traer los legajos que estaban en la alforja con la que solía viajar, pero no la encontraron.

También se dijo que su maestro [Ibn Sabʿīn] informó que: «los awtād (los pilares) le hicieron la bayʿa (reconocimiento de la wilāya) el viernes a la hora del rezo del mediodía». Esto lo menciona [Ibn Sabʿīn] en su obra Nakirat un ʿarifa40 Obra o risāla perdida de Ibn Sabʿīn, cuyo título aparece también en Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, t. IV, p. 215; Ibn Sabʿīn, “ʿAhd”, p. 35., y añadió que todos los santos se reunieron y presenciaron su funeral [el de Yaḥyà]; hasta llegó a decir [que vinieron a sus exequias] desde todas las direcciones y todos nuestros compañeros [discípulos y cofrades de al-ṭarīqa al-sabʿīniyya]41 Ibn al-Ṭawwāḥ, Sabk al-maqāl, p. 133..

Recapitulando sobre su biografía: Yaḥyà al-Balansī nació probablemente en Valencia. Luego se encaminó hacia Egipto, y en la ciudad de Alejandría se encontró con el maestro al-Šāḏilī, probablemente, entre 642/1244 y 648/1250. Después regresaría a al-Andalus. Más tarde, emprendió el viaje nuevamente hacia el Norte de África, residiendo un tiempo en Bugía; allí se encontró con Ibn Sabʿīn -quizás sobre el año 648/1250-, se hizo discípulo suyo y desde entonces no se separó de él. Se habría dirigido a La Meca junto con los cofrades que acompañaron a Ibn Sabʿīn. Este último se estableció en esa ciudad hasta que falleció. Por su lado, Yaḥyà habría pasado también algún tiempo en Medina y habría viajado a otros lugares, Líbano y Egipto entre otros. Yaḥyà falleció en el Alto Egipto, en el año 665/1267, y fue enterrado en al-Balyāna.

Como curiosidad, al-Šuštarī también fue enterrado en Egipto42 Massignon, “Investigaciones sobre al-Šuštarī, poeta andaluz, enterrado en Damieta”.. Según opina Ibn al-Ṭawwāḥ, Yaḥyà heredó los saberes de su maestro Ibn Sabʿīn. Se puede deducir que no es casualidad el hecho de que Ibn al-Ṭawwāḥ incluyese la información sobre Yaḥyà dentro del artículo que dedica a la biografía de al-Šuštarī. Tal como hemos visto, al-Balansī y al-Šuštarī el accitano se hicieron discípulos de Ibn Sabʿīn el ricoteño durante su estancia en Bugía. Tanto al-Balansī como al-Šuštarī -ambos andalusíes- fallecieron en Egipto, y allí fueron enterrados, aunque en lugares distintos y distantes. Ambos fueron discípulos incondicionales de Ibn Sabʿīn y miembros distinguidos de su ṭarīqa, y los dos practicaron la modalidad del sufismo viajero.

1.1. Yaḥyà no era hijo de Ibn Sabʿīn

 

Yaḥyà al-Balansī comienza su Kitāb al-Sulūk diciendo: «El siervo necesitado de Dios, el conocedor, el caminante gracias a Dios, Yaḥyà Ibn ʿAbd al-Ḥaqq Ibn Sabʿīn, dice: […]»43 al-Balansī, Kitāb al-Sulūk, p. 384.. Si se toma la literalidad de sus palabras, se pensaría que Yaḥyà era hijo de Ibn Sabʿīn. No es el caso, debido a la cuestión del parentesco espiritual que vamos a exponer a continuación. Por otra parte, hay que señalar que, dado lo poco que se sabe sobre los hijos de Ibn Sabʿīn, no hay objeción en suponer que Yaḥyà pudo haber sido realmente hijo suyo. Pero, cuando estamos en un contexto de sufismo, se puede barajar la vía del parentesco espiritual no natural. Tratándose de al-ṭarīqa al-sabʿīniyya, más aún del caso de Yaḥyà en concreto -que veneraba en exceso a su maestro- no es de extrañar que Yaḥyà se presentara como hijo de su šayḫ Ibn Sabʿīn.

A este respecto, es inevitable aludir a que Bellver identificó a Yaḥyà como hijo de Ibn Sabʿīn44 Bellver, “The Influence of Andalusi Ṣūfism on the Central Islamicate World: Ibn Sabʿīn’s son and his Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”.. Esto es debido a que Yaḥyà preludia su Kitāb al-Sulūk anotando: «Yaḥyà ibn ʿAbd al-Ḥaqq Ibn Sabʿīn».

No es inusual el hecho de que los discípulos se consideren hijos de sus šuyūḫ por vía del parentesco espiritual. Presentándose el sufismo como doctrina versada en la espiritualidad, los lazos espirituales priman sobre los consanguíneos. Entre otros argumentos, es de suponer que los sufíes se basan en este hadiz: «أنا لكم مثل الوالد لولده (Yo soy para vosotros [mis compañeros] como el padre para su hijo)»45 Ibn Māğa, Sunan, t. I, p. 114, nº 313.. Los maestros sufíes se proclaman como representantes herederos del Profeta y sus discípulos imitan a sus compañeros.

Sobre esta cuestión del parentesco espiritual, al-Nawawī comenta: «[...] sus maestros en las disciplinas son sus padres en la religión y son la conexión entre él y Dios»46 al-Nawawī, Tahḏīb al-asmāʾ, t. I, p. 18.. Por su parte, uno de los maestros sufíes de referencia como es Šihāb al-Dīn Abū Ḥafṣ ʿUmar al-Suhrawardī (m. 632/1234), en su obra ʿAwārif al-maʿārif (Un auténtico manual para los sufíes), al-Suhrawardī desarrolla la cuestión con cierta profundidad:

Gracias a la unión cordial que Dios dispone entre el discípulo y el maestro, el discípulo se convierte en una parte [indisoluble] del maestro, al igual que el hijo, que es una parte de su padre por vía del nacimiento natural […]. Mediante el nacimiento (al-wilāda) natural se relaciona con ʿĀlam al-Mulk (el mundo del Reino visible de Dios), y con el nacimiento [espiritual] adquiere la conexión con ʿĀlam al-Malakūt (el mundo invisible de la Realeza de Dios) […]. Gracias a este parentesco (wilāda) [espiritual], se merece la herencia de los profetas. A quien no le ha llegado [algo de] la herencia de los profetas es como si no hubiera nacido [en el mundo espiritual].

[…] y así son los maestros sufíes (mašāyiḫ): los hay quienes tienen muchos hijos (discípulos) que reciben de ellos las sapiencias y los estados espirituales; luego los transmiten a otros [discípulos] tal como los han recibido […]; hay otros [maestros] que tienen pocos [hijos (discípulos)]; y hay aquellos de quienes se extingue su descendencia espiritual […]47 al-Suhrawardī, ʿAwārif, p. 62..

Al nacimiento (wilāda) exotérico [natural] le afecta la extinción, mientras que el parentesco (wilāda) espiritual está a salvo de la extinción por ser creado del árbol de la eternidad, que es el árbol de la ciencia […]. Así pues, queda claro que [en realidad] el maestro (al-šayḫ) es el padre. [Sobre esto,] nuestro maestro Abū l-Nağīb48 Ḍiyāʾ al-Dīn Abū l-Nağīb ʿAbd al-Qāhir al-Suhrawardī (490/1097-563/1168), autor de Ādāb al-murīdīn y tío de Abū Ḥafṣ ʿUmar al-Suhrawardī. Al-Ḏahabī, Siyar, t. XX, p. 475, nº 302. solía decir: «Mi [verdadero] hijo es aquel que sigue mi camino y se guía por mi método»49 al-Suhrawardī, ʿAwārif, p. 64..

Dentro de al-ṭarīqa al-sabʿīniyya, los discípulos de Ibn Sabʿīn, o por lo menos los más entusiastas, priorizan el parentesco espiritual sobre el parentesco natural. Entre otras razones, esto responde a las instrucciones, como šayḫ, del propio Ibn Sabʿīn, que sus discípulos acatan sin rechistar. El comentarista anónimo de ʿAhd Ibn Sabʿīn li-talāmīḏi-hi (Pacto de Ibn Sabʿīn para sus discípulos) va desarrollando la idea del parentesco espiritual a raíz de sus comentarios sobre una de las cláusulas del ʿAhd que establece: «Tu [verdadero] amado es el que gestiona los asuntos de tu otra vida»50 Ibn Sabʿīn, “ʿAhd”, pp. 2, 97..

Entretanto, el comentarista anónimo argumenta:

Entonces [el discípulo] tiene dos gestores, y cada uno de ellos es [a la vez] padre y tutor para él […], por lo cual el padre mundano -quien le gestiona sus asuntos mundanos- es su padre natural, y quien le gestiona los asuntos de la otra vida es su padre espiritual. Dado que esta vida mundana es efímera […], su beneficio es accidental (bi-l-ʿaraḍ), mientras que la otra vida es la morada de la permanencia, la estabilidad y la eternidad […]; su beneficio es esencial (bi-l-ḏāt)51 Ibn Sabʿīn, “ʿAhd”, p. 99..

En este sentido el autor y comentarista recoge un dicho de Ibn Sabʿīn:

La razón por la cual los sabios (al-ḥukamāʾ) alaban a sus maestros sufíes (mašāyiḫ), y les dan preferencia sobre sus padres [naturales], estriba en que los maestros son la causa de la vida permanente, mientras que los padres son la causa de la [vida] perecedera, salvo en el caso de que sea padre desde todos los [(ambos)] aspectos (padre y maestro a la vez)52 Ibn Sabʿīn, “ʿAhd”, p. 100..

Siguiendo con su análisis, el comentarista da un paso más, afirmando que la obediencia al maestro -como padre espiritual- prevalece sobre la obediencia al padre biológico. Para este fin, fundamenta su argumento en una aleya:

«Pero, si te insisten en que Me asocies [con] aquello de que no tienes conocimiento, ¡no les obedezcas! En la vida de acá ¡pórtate amablemente con ellos! ¡Sigue el camino de quien vuelve a Mí arrepentido!» [53 El Corán, 31:15, trad. J. Cortés.]. Por lo tanto, Dios -¡ensalzado sea! - te ha ordenado que no obedezcas a tu padre natural si no te exhorta sobre la otra vida, mientras que sí te ordena que sigas al maestro que te gestiona [los asuntos] de la otra vida, el que te persuade hacia Dios y Su conocimiento54 Ibn Sabʿīn, “ʿAhd”, p. 100..

A continuación, el anónimo comentarista del ʿAhd expone la idea del parentesco espiritual de forma explícita, afirmando:

Los maestros sufíes son los padres en realidad […] y el más merecedor es el heredero [del secreto], que es el padre de los maestros y de los discípulos55 Ibn Sabʿīn, “ʿAhd”, p. 103..

Por su parte, Yaḥyà al-Balansī lleva la consecución de la cuestión del parentesco espiritual a un nivel aún más alto y de forma más explícita. En estos términos concluye una epístola, con este colofón:

قال ذَلِك يحْيى بنُ أحْمد بن سُلَيْمان البَلَنْسي بالنّسبَةِ العَرَضِيَّةِ، بنُ عبدِ الحقِّ بن سَبْعين بالنّسْبَةِ الذّاتِيّة

Lo ha referido Yaḥyà Ibn Aḥmad Ibn Sulaymān al-Balansī, [por] vía [de] parentesco accidental [natural]; e hijo de ʿAbd al-Ḥaqq Ibn Sabʿīn, [por] vía [de] parentesco esencial [espiritual]56 Ibn Sabʿīn, “Kitābun fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ”, p. 38. En nota a pie de página, el editor Badawī apunta que hay una interrupción, infiriendo que se trata de una o varias páginas perdidas al final de dicha Risāla..

Además de este colofón, en ninguna de las fuentes que lo mencionan y lo biografían, se indica que al-Balansī fuera hijo de Ibn Sabʿīn. Por todo ello, se confirma casi con total seguridad que Yaḥyà al-Balansī no fue uno de los hijos de Ibn Sabʿīn.

Indistintamente de la cuestión de la identificación de la autoría de Kitāb al-Sulūk, la labor llevada a cabo por Bellver de estudio, edición y traducción de esta obra, la ha convertido en una fuente de conocimiento esencial, tanto sobre Yaḥyà al-Balansī, en particular, como sobre al-ṭarīqa al-sabʿīniyya, en general, puesto que Kitāb al-Sulūk es el único escrito de Yaḥyà que nos ha llegado completo (mientras que los otros tres escritos restantes son fragmentos cortos de epístolas, de las que se desconoce su extensión completa).

1.2. Los hijos de Ibn Sabʿīn

 

Según las fuentes, cabe la posibilidad de que Ibn Sabʿīn tuviera dos hijos varones y una hija: el primogénito, Muḥammad, otro hijo llamado Aḥmad y una hija cuyo nombre no nos ha llegado.

1.2.1. Muḥammad Nūr al-Dīn o al-Nūrī

 

El primogénito fue Muḥammad, de laqab Nūr al-Dīn (Luz de la religión), también citado como al-Nūrī. El nombre de Muḥammad sin duda está relacionado con la kunya de Ibn Sabʿīn, Abū Muḥammad57 Es habitual llamar al varón con Abū (padre de) seguido del nombre del primogénito, sin embargo, cabe apuntar que la kunya Abū también es usada por algunos individuos que no se casaron, ni tampoco tuvieron descendencia (Abū Ǧaʿfar al-Ṭabarī y Abū l-ʿAbbās Ibn Taymiyya, por ejemplo). Creemos que este no es el caso de Abū Muḥammad Ibn Sabʿīn.. Ibn Sabʿīn habría asignado el sobrenombre de Nūr al-Dīn a su primogénito Muḥammad, a no ser que haya habido otro hijo suyo con este laqab. Mientras no aparezca, se puede pensar que se trata de Muḥammad Nūr al-Dīn.

Por otro lado, el nombre completo de Ibn Sabʿīn es ʿAbd al-Ḥaqq Ibn Ibrāhīm Ibn Muḥammad Ibn Naṣr Ibn Muḥammad. En él vemos que tanto su abuelo, como su tatarabuelo, llevaban el ism ‛alam de Muḥammad, y de esta circunstancia se puede deducir por qué Ibn Sabʿīn eligió el nombre de Muḥammad para su primogénito: para mantener la costumbre familiar del uso del mencionado nombre.

Ibn Sabʿīn le dedicó a este hijo la conocida risāla que se titula Risālat al-Naṣīḥa, que también se llama al-Risāla al-Nūriyya, por haber sido dedicada a Nūr al-Dīn. En la misma, Ibn Sabʿīn alude a él directamente en varias ocasiones. En una de ellas dice:

[…] la he redactado para el sincero en general, para Dios como primer propósito, y para el hijo (walad) piadoso, atento, educado, que ama a Dios y a su familia, Nūr al-Dīn, como segundo propósito58 Ibn Sabʿīn, “Risālat al-Naṣīḥa, p. 40..

En otra ocasión expone:

[…] la he titulado al-Nūriyya, por su sobrenombre (laqab), pues [esta risāla] está confeccionada con su marca y conocida con su nombre59 Ibn Sabʿīn, “Risālat al-Naṣīḥa, p. 40..

1.2.2. Abū Ǧaʿfar Aḥmad Šihāb al-Dīn

 

Otro hijo de Ibn Sabʿīn fue Abū Ǧaʿfar Aḥmad Šihāb al-Dīn. Aḥmad portaba como laqab el de Šihāb al-Dīn (Lucero de la religión)60 Este sobrenombre es más contundente que el de Nūr al-Dīn (Luz de la religión), el laqab de Muḥammad..

Según las rasāʾil que nos han llegado, se aprecia que este hijo, Aḥmad, tuvo una mayor relevancia que Muḥammad. En cuanto a las responsabilidades de la gestión de la ṭarīqa y de los faquires, Ibn Sabʿīn otorgó a Aḥmad Šihāb al-Dīn una autorización, o licencia escrita (iğāza) específica, bajo la forma de una risāla, para ejercer dichas funciones en algún lugar concreto, pero desconocido. En ella se tratan varios temas: 1. Se detalla cómo gestionar el periodo de la iniciación espiritual de los nuevos afiliados a la ṭarīqa61 Ibn Sabʿīn, “Risāla [sin título]”, p. 296.. 2. Se le encomienda abrir una zāwiyya, como sucursal de la ṭarīqa, y 3. Se le conceden todas las potestades, tanto para la logística, como para la gestión de las cuestiones espirituales de los discípulos62 Ibn Sabʿīn, “Risāla [sin título]”, p. 286..

Al comienzo de esta Risāla, Ibn Sabʿīn se dirige a Aḥmad en estos términos:

[…] y [que Dios] apoye a este hijo (walad) sagaz, único que hay pocos como él, inteligente, elegido, salvado, emigrante, asceta, arribado, escrupuloso, pulcro, temeroso [de Dios], puro, aplicado, firme, entendido, encomiado y amador, fiel y leal: Šihāb al-Dīn Abū Ǧaʿfar Aḥmad Ibn ʿAbd al-Ḥaqq [Ibn Sabʿīn]63 Ibn Sabʿīn, “Risāla [sin título]”, p. 285. […]. Le doy permiso para transmitir todos mis conocimientos […] y [le encomiendo] que funde una zagüía y ordene su apertura, que emita licencias, que extienda la alcatifa y que tome el pacto [de los nuevos afiliados a la ṭarīqa]64 Ibn Sabʿīn, “Risāla [sin título]”, p. 286. […], que mantenga [la costumbre de la recolecta de las postulaciones con] el zinbīl (cesto grande) para todas las zagüías65 Ibn Sabʿīn, “Risāla [sin título]”, p. 288..

Al concluir la Risāla, Ibn Sabʿīn agrega:

Observación: A este hijo (walad) excelente, puro inteligente, Šihāb al-Dīn Aḥmad Ibn ʿAbd al-Ḥaqq -¡que Dios lo ayude con Su espíritu, y le otorgue fuerza y apoyo […]! -. Esta licencia (iǧāza) [que le he otorgado] está sujeta a sus cualidades, raramente se da y no tiene parangón66 Ibn Sabʿīn, “Risāla [sin título]”, p. 297..

Entre los calificativos que Ibn Sabʿīn dedica a su hijo Aḥmad Šihāb al-Dīn resalta el de muhāǧir (emigrante), lo cual cabe interpretar como que se refiere a la emigración física, pero también a la espiritual. Alude a la emigración física porque Ibn Sabʿīn le ordenó a su hijo Aḥmad que abriera una zagüía, como sucursal de la ṭarīqa, en un lugar que no se cita. Es difícil pensar que dicha sucursal se radicase en La Meca, debido a que Ibn Sabʿīn se hallaba en la misma. Más allá de que dicha zagüía no estuviera en La Meca, no hallamos ninguna pista sobre su localización.

Respecto a la cuestión de que, si Muḥammad y Aḥmad son dos hijos distintos, o son dos nombres del mismo hijo, Šaraf entendió que se trata de un solo hijo, es decir, que Muḥammad Nūr al-Dīn y Aḥmad Šihāb al-Dīn son la misma persona. Lo expresa así:

En Ceuta, Ibn Sabʿīn le gustó a una mujer acaudalada y se casó con él. Le construyó una casa y una zāwiyya [67 al-Bādisī, al-Maqṣad, p. 69.]. Con ella tuvo un hijo llamado Muḥammad o Aḥmad, cuyo sobrenombre (laqab) es Šihāb al-Dīn, o Nūr al-Dīn, al cual le dedicó la Risālat al-Naṣīḥa […]. Muḥammad permaneció en al-Maġrib hasta que falleció en el año 666/1268, en vida de su padre [...]68 Šaraf, al-Waḥda al-muṭlaqa, p. 16..

Es difícil que se trate del mismo hijo, puesto que son dos Risālas distintas, dirigidas a nombres cuyos laqabs son distintos: al-Risāla al-Nūriyya, dirigida y dedicada a Nūr al-Dīn, y la Risāla [sin título] dirigida a Aḥmad Šihāb al-Dīn. Pero, al-Risāla al-Nūriyya no menciona el nombre de Muḥammad (a quien supuestamente fue dedicada), hecho por el cual no se puede descartar tajantemente la posibilidad de que Aḥmad y Muḥammad fueran una misma persona; cuando aparezca un documento que mencione a Muḥammad quedará corroborada esta duplicidad, pero, por el momento, su existencia independiente se deduce de la kunya de Ibn Sabʿīn: Abū Muḥammad, y del hecho de que su abuelo y su tatarabuelo se llamaran Muḥammad.

Šaraf no referencia el dato de que Muḥammad -o Aḥmad- se quedara residiendo en el Magreb, ni tampoco indica si es una deducción suya. Por lo tanto, es un hecho que, aunque nos pareciera probable, no se podría documentar, ni -por tanto- probar. Tampoco se puede saber a quién se refiere al-Fāsī en su ʿIqd; entre otras desgracias acaecidas a Ibn Sabʿīn, al-Fāsī reporta que en vida se le murió un hijo en el año 666/1268, siendo este el mismo hijo que había sido encarcelado por Baybars al-Ẓāhir en Egipto69 al-Fāsī, al-ʿIqd al-ṯamīn, t. V, p. 334.. Dado que al-Fāsī no menciona su nombre, no se puede saber si se refiere a Aḥmad Šihāb al-Dīn o a Muḥammad Nūr al-Dīn. A su vez, aunque sabemos la fecha de la composición de Risālat al-Naṣīḥa (10 de ṣafar 658/26 enero 1260)70 Ibn Sabʿīn, “Risālat al-Naṣīḥa”, p. 35., obra que Ibn Sabʿīn dedica a Nūr al-Dīn, desconocemos la fecha de la Risāla [sin título] destinada a Aḥmad Šihāb al-Dīn.

Al-Taftāzānī en su obra sobre Ibn Sabʿīn solo menciona a Abū Ğaʿfar Ibn ʿAbd al-Ḥaqq Ibn Sabʿīn, Šihāb al-Dīn71 al-Taftāzānī, Ibn Sabʿīn wa-falsafatu-hu, pp. 416, 445, 447, 477., sin citar a Nūr al-Dīn y, menos aún, el nombre Muḥammad.

1.2.3. La hija de Ibn Sabʿīn

 

Ibn Sabʿīn tuvo una hija, que contrajo matrimonio con al-ʿAfīf al-Tilimsānī (610/1213-690/1291). Al-ʿAfīf o ʿAfīf al-Dīn era profundamente sufí y poeta refinado. También compuso obras sobre sufismo y gramática72 Yalaoui y Krenkow, “al-Tilimsānī”, EI2 , t. X, p. 500.. Tuvo un hijo con la hija de Ibn Sabʿīn, llamado Muḥammad Ibn al-ʿAfīf con el apodo (laqab) al-Šābb al-Ẓarīf (el zagal gracioso), que no era menos poeta que su padre. Falleció joven a los 27 años (661/1263-688/1289)73 al-Ṣafadī, al-Wāfī bi-l-wafayāt, t. III, p. 109, nº 1076.. Al-Saḫāwī toma, de Abū Ḥayyān al-Ġarnāṭī, algunos despropósitos de al-ʿAfīf al-Tilimsānī:

Aconteció que Muḥammad [Ibn al-ʿAfīf al-Tilimsānī] llegó a asistir con nosotros a la clase del maestro Šams al-Dīn Muḥammad Ibn Maḥmūd al-Aṣbahānī, el cual le preguntó: «¿Quién eres?» Respondió: «Soy el hijo de su servidor al-ʿAfīf al-Tilimsānī». Entonces el maestro sonrió [irónicamente] y le dijo: «Estás enraizado en la divinidad (al-ulūhiyya): tu madre es hija de Ibn Sabʿīn y tu padre es al-ʿAfīf al-Tilimsānī»74 al-Saḫāwī, al-Qawl al-munbī, 1ª parte, t. II, p. 293; Ben-Nas, “al-Qawl al-munbī”, p. 343. [en alusión a que ambos creían en waḥdat al-wuğūd].

2. Las obras de Yaḥyà

 

Según refiere Ibn al-Ṭawwāḥ, en el funeral de Yaḥyà, Ibn Sabʿīn mandó traer los legajos que Yaḥyà solía llevar consigo, pero no los encontraron. Esto sugiere que al-Balansī compuso muchas obras, más de las que han aparecido hasta ahora. También de Ibn al-Ṭawwāḥ se deduce que Yaḥyà era estudioso y versado en filosofía y teología, dos disciplinas de carácter extenso. Al revisar las obras de Yaḥyà al-Balansī se aprecia que, en efecto, conocía estas disciplinas.

En cuanto al estilo de Yaḥyà, de la lectura de sus textos se trasluce que no es del todo original, puesto que Yaḥyà imitaba a su maestro Ibn Sabʿīn, remitiendo constantemente a sus obras. El polígrafo Ibn al-Ḫaṭīb (m. 776/1374) describe en estos términos los escritos de Ibn Sabʿīn y de sus discípulos:

[Ibn Sabʿīn] compuso en ello [su doctrina] muchas obras que sus discípulos han tomado, imitado y extendido por todas partes […]. Son más cercanas a las monomanías de Satanás y los delirios de los desequilibrados que a los propósitos de la ciencia y de los doctos75 Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, t. IV, p. 32..

Yaḥyà se mostraba como un discípulo incondicional de su maestro Ibn Sabʿīn, y como ávido lector de sus obras, por las que estaba fascinado. Como consecuencia, es normal que las citara, que intentara replicar su estilo, y que reprodujera partes e ideas de las mismas. Ciertamente al-Balansī tuvo un estilo propio, pero era una proyección del de su maestro Ibn Sabʿīn.

De ello puede concluirse que el insólito estilo de Ibn Sabʿīn llegó a trascender entre sus discípulos. El estilo de Ibn Sabʿīn se nos muestra enrevesado, enigmático y extravagante, pero este modo de escribir no fue suyo en exclusiva, pues hallamos que al-Šuštarī también intentó escribir de forma parecida su al-Maqālīd al-wuǧūdiyya y también «La rara correspondencia» suya que nos trasmite Ibn al-Ḫaṭīb76 En «La rara correspondencia» entre al-Šuštarī y un sufí llamado Abū ʿAlī Ibn Tādrart, ambos escriben de manera enrevesada con rasgos del estilo sabʿīní. Ibn al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, t. IV, p. 212.. Mediante estos escritos llegamos a la conclusión de que los miembros -al menos los avanzados- de la Sabʿīniyya usaban una especie de jerga sabʿīní propia.

Las obras de Yaḥyà al-Balansī que nos han llegado son:

  1. Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm77 al-Balansī, “Kitāb al-Sulūk”; en Bellver, “The Influence of Andalusi Ṣūfism”, pp. 384-388.

  2. Al-Wirāṯa al-muḥammadiyya wa-l-fuṣūl al-ḏātiyya78 al-Balansī, “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya”; en al-Maqqarī, Nafḥ, t. II, pp. 198-200.

  3. El fragmento transmitido por Ibn al-Ṭawwāḥ79 Ibn al-Ṭawwāḥ, Sabk al-maqāl, pp. 131-133.

  4. El fragmento del cierre de Kitāb un fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ de Ibn Sabʿīn80 Ibn Sabʿīn, “Kitābun fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ”, p. 38.

2.1. Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm

 

Kitāb al-Sulūk ha sido editado recientemente y traducido al inglés81 Bellver, “The Influence of Andalusi Ṣūfism”, ed. pp. 384-387; trad. ingl. pp. 388-396. por Bellver en un artículo titulado “The Influence of Andalusi Ṣūfism on the Central Islamicate World: Ibn Sabʿīn’s son and his Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”. En él, se ha añadido una introducción en la cual se sintetizan y analizan los contenidos de la obra82 Bellver, “The Influence of Andalusi Ṣūfism”, pp. 374-382., motivo por el que aquí nos fijaremos someramente en algunos contenidos de Kitāb al-Sulūk.

A modo de introducción, Yaḥyà comienza con una recomendación sobre la que versan las ideas que expone a continuación. Precisa que es recomendado para el principiante, y es obligatorio para el avanzado, conocer las clases del alma con el fin de saber en cuál de ellas se halla en su caminar espiritual, de modo que si está mal posicionado en su proceso pueda rectificar, mientras que, si su avance es adecuado, pueda continuar, pero, si está detenido, tendrá que reanudar la marcha.

A continuación, enuncia que el šayḫ es sabio y gestor: sabio, porque gracias a él se eleva la sabiduría, y gestor por ser él quien gestiona los entes, purificándolos y trasladándolos del mal hacia el bien. Es sabio también, pues conoce las esencias primarias de los entes, y es gestor en el sentido de que consigue mover al discípulo desde la imperfección a la perfección. Entretanto, la gestión consiste en liberar el alma del discípulo de los entes que le dominan y del materialismo que le envuelve. El šayḫ devuelve el alma a su pura esencia83 al-Balansī, “Kitāb al-Sulūk”, p. 384.. El maestro es sabio por ser él quien desvela la esencia absoluta de las cosas, y gestor porque las libera de las vicisitudes ilusorias, remitiéndolas a su entidad original esencial.

Después, Yaḥyà trata algunos aspectos sobre el murīd (principiante). Define al murīd como aquél que ha dirigido su voluntad hacia Dios, el que se ha movido hacia Él con todo su ser y cuya única preocupación es orientarse hacia Él. Yaḥyà afirma que la penitencia es el primer paso para emprender el camino sufí, aseverando que, para superar los obstáculos del alma sensitiva (nafs), se ha de valer del abandono confiado en Dios (al-tawakkul), la sumisión total a sus dictámenes (al-taslīm) y la entrega de la gestión a Su voluntad (al-tafwīḍ).

Sigue expresando que la felicidad del sufí consiste en: deshacerse de los placeres mundanos; desprenderse de las materias (al-tağarrud min al-ağsām); sustanciarse con los modales de la Misericordia (al-tağawhur bi-l-aḫlāq al-Raḥmāniyya) y afirmarse en la Presencia divina (al-ṯubūt fī Ḥaḍrat al-Ḥaqq). Yaḥyà aclara que la felicidad se alcanza mediante varias vías: desvelándosele a al-murīd el sistema eterno (al-niẓām al-qadīm); aconteciéndole una experiencia inmediata fehaciente (wārid ṣādiq); logrando consumarse (istigrāq) en los mandamientos de Dios y de Su Profeta, hasta alcanzar contemplarlos en el estadio de la excelencia; estableciéndose en el bien absoluto (al-ḫayr al-maḥḍ), lo cual es una señal de la bendición de Dios; o realizándose con el desvanecimiento (taḥaqqūq al-fanāʿ), y cosas semejantes.

Al-Balansī indica que el alma para los sufíes está relacionada con la esencia eterna, y con el intelecto y el alma universales. El sufí desconoce su propia alma cuando se halla en el mundo del Mulk (Reino visible de Dios), y la conoce cuando se encuentra en el mundo del Malakūt (la Realeza de Dios) y se establece en el mundo del Ğabarūt (la Omnipotencia de Dios).

Yaḥyà opina que la bondad es esencial (bi-l-ḏāt) en el ser humano, mientras que la maldad es accidental (ʿāriḍ) en él, por vía de los modales reprobables (al-ajlāq al-maḏmūma). Los sufíes denominan esta faceta como el alma (sensitiva), que es el mal proveniente del mundo del pecado. En esto consiste el velo que cubre el alma, impidiéndole ver la luz divina.

La relación entre al-Ḥaqq (Dios) y los seres no se concibe de forma temporal ni espacial, afirma. Sino que la cercanía a Él consiste en investirse con Sus nombres y conocer a Dios, que es la suma bendición84 al-Balansī, “Kitāb al-Sulūk”, p. 385.. El Profeta tiene conexión completa con al-Ḥaqq (Dios) por haberse sustanciado con Sus tributos y haber logrado librarse completamente de los modales reprobables85 al-Balansī, “Kitāb al-Sulūk”, p. 386..

A continuación, Yaḥyà aborda el concepto del alma desde la potestad del šayḫ sobre el murīd. El maestro sufí realizado con la Verdad (muḥaqqiq) es la esfera circundante (al-iḥāṭa) que engloba todas las partículas del discípulo86 al-Balansī, “Kitāb al-Sulūk”, p. 386. Aquí alude a Kitāb al-Iḥāṭa de Ibn Sabʿīn.. El šayḫ es la emanación absoluta (fayḍ muṭlaq), siendo su discípulo (murīd) la recepción absoluta (qabūl muṭlaq). En este sentido del taḥqīq, el šayḫ es la representación divina (al-ḫiāfa al-ilāhiyya) en los mundos. El maestro va proveyendo y asesorando al discípulo durante su travesía por todos estos mundos. La Verdad que engloba la realidad de estos mundos será percibida en la medida de la predisposición (istiʿdād) del [murīd] que la recibe. La šarīʿa recomienda dirigirse a las personas según su grado de entendimiento (qadri ʿaqli-hi). Cada grupo (ṭāʿifa) tiene a su líder intelectual (ʿaqlu-hā) como figura de referencia. De igual modo cada ṭarīqa sufí (al-qawm) tiene a su šayḫ como intelecto universal (aqlu-hum al-kullī) de referencia. Pero el sincero entre los cofrades que le imitan (al-muqallid al-ṣādiq) también es conocedor, debido a que no reniega y recibe las verdades.

En general, son de los nuestros (aunque no coincidamos en el tiempo) todos los seres realizados con la Verdad (al-ḏawāt al-mutaḥaqqiqa), que son conocedores por mediación de Dios y de Su mensajero. El conocimiento (al-maʿrifa) es la esencia del alma (ğawhar al-nafs), la cual no está condicionada con el tiempo. Aunque estos seres conocedores (al-ʿārifūn) sean diversas personas, sus esencias son solo una87 al-Balansī, “Kitāb al-Sulūk”, p. 386.. El conocimiento de Dios de Sí mismo es único e invariable, y la esencia de los que Lo conocen también es única e invariable.

La representación (al-ḫilāfa) profética reforma los mundos y desvela las verdades. Dicha ḫilāfa salvaguarda las transacciones entre los creados (muʿāmalāt al-ḫalq), refrena los entes, oprime la tiranía y la corrupción. Quien realiza estos tres es el que realiza la Verdad y devuelve el mundo a su origen. El día más completo de la semana es el viernes, que es el séptimo y el último. Por ello el arrepentimiento en este día enmienda las faltas cometidas en los días anteriores. Y así es el Profeta: el último de los profetas y quien completa el mensaje de los profetas anteriores88 al-Balansī, “Kitāb al-Sulūk”, p. 387..

Sobre la autoría de Kitāb al-Sulūk

Si bien no hay lugar a dudas de que un Yaḥyà es el autor de Kitāb al-Sulūk, sí podría dudarse de que tal Yaḥyà sea, efectivamente, Yaḥyà al-Balansī y no otro Yaḥyà. En un intento de despejar esta sospecha compararemos Kitāb al-Sulūk con otros fragmentos de acreditada autoría suya.

  • I. Al comparar Kitāb al-Sulūk con el fragmento transmitido por Ibn al-Ṭawwāḥ se evidencian varias coincidencias. El estilo es parecido y algunas ideas coinciden: en qué consiste la felicidad (la dicha) del sufí y cómo se logra. De entre las coincidencias textuales exponemos los siguientes párrafos.

En Kitāb al-Sulūk, Yaḥyà dice:

واعلم أنّ العلمَ بالله تعالى والتخلّقَ بأسمائِه هي النِّعمةُ [... وأسمائُه] هي صفاتُ الحقِّ

Has de saber que conocer a Dios e investirse con Sus nombres es la bendición [… y Sus nombres] son los atributos de al-Ḥaqq (Dios).

وسعادةُ الصوفي إنّما هي في تخلُّصِه من الشهواتِ الطبيعيّةِ [...]، والتجوْهُرِ بالأخلاقِ الرحمانيةِ، والفناءِ من عالمِ النفْسِ، والثبوتِ في حضرةِ الحقِ، [...] ويدركُ سعادتَه [...] إما بكشفِ ما في النظامِ القديمِ [...] أو بتحقُّقِ الفناءِ وما أشبهَ ذلك89 al-Balansī, “Kitāb al-Sulūk”, p. 385.

La felicidad del sufí consiste en deshacerse de los placeres naturales […] y sustanciarse con los modales Misericordiosos; extinguirse del mundo del alma sensitiva y establecerse en la Presencia de al-Ḥaqq. [El sufí] alcanza la felicidad mediante el desvelamiento del sistema [cósmico] eterno; realizándose con la extinción, y cosas parecidas.

En el fragmento transmitido por Ibn al-Ṭawwāḥ, Yaḥyà escribe:

الصوفي هو الذي حصّل مفهومَ الأسماءِ، وتخلّقَ بها، وتجرَّدَ عن صفاتِه وتخلّقَ بصفاتِ الحق [...] وغايةُ الصوفيةِ الفناءُ في المطلوبِ والفناءُ عندَهُ [...]، وسعادتُه الالتذاذ بمشاهدة الحق والأمانةُ في حضرته، وما أشبهَ ذلك. وفِعْلُ الشيخِ منهم مع المريدِ المسترشدِ أن يَنقُـلَه من الشهوات الطبيعية ويُخلّصَه من ظُلمةِ الكوْن، ويجرِّدَه بالتوجه والتخلّقِ الرحماني، ويُقيمَه في حضرة الصفات العالية، ومشاهدة النظام90 Ibn al-Ṭawwāḥ, Sabk al-maqāl, p. 132.

El sufí es quien ha logrado conocer los significados de los nombres [de Dios] y se ha investido con ellos; el que se ha desprendido de sus atributos, invistiéndose con los atributos de al-Ḥaqq […]. La meta de los sufíes es desvanecer en el Pretendido y aniquilarse ante Él […]. La felicidad del sufí es disfrutar la contemplación de al-Ḥaqq (Dios) y la paz dentro de Su Presencia, y cosas parecidas. El proceder del šayḫ con el aspirante (al-murīd al-mustaršid) es sacarlo de los placeres naturales y rescatarlo de la oscuridad del universo; hacer que [el discípulo] practique el desprendimiento mediante la orientación y la adquisición de los modales misericordiosos; [después] lo introduce en la Presencia de los atributos supremos, y le enseña el sistema [cósmico].

  • II. Cuando comparamos Kitāb al-Sulūk con el fragmento al final de Kitāb un fī-hi Ḥikam hallamos menos coincidencias, lo cual es debido a que este fragmento es de menos de una página. En ambos, Yaḥyà alude a al-iḥāṭa, teoría troncal en la doctrina de Ibn Sabʿīn. Otra coincidencia textual es la expresión fa-fham ḏālika en Kitāb al-Sulūk, que es similar a fa-fham yā hāḏā, en Kitāb un fī-hi Ḥikam91 al-Balansī, “Kitāb al-Sulūk”, p. 386; Ibn Sabʿīn, “Kitāb un fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ”, p. 38..

  • III. Entre Kitāb al-Sulūk y al-Wirāṯa al-muḥammadiyya no hemos hallado coincidencias textuales explícitas. El fragmento disponible de al-Wirāṯa trata de argumentar que Ibn Sabʿīn es el heredero del secreto muḥammadī como tema único. Al-Maqqarī proporciona solo un fragmento de menos de tres páginas de al-Wirāṯa.

Por estar mencionada su autoría en el Kitāb al-Sulūk, y por las coincidencias que hay entre esta obra y otros fragmentos, podemos fundamentar razonablemente que Yaḥyà al-Balansī pueda ser el Yaḥyà autor de Kitāb al-Sulūk. Así habremos de considerarlo, hasta que aparezcan nuevos datos que ratifiquen dicha autoría, o que la desmientan.

Después de estas comparaciones, si Kitāb al-Sulūk fuera eliminado del catálogo de obras de al-Balansī, a pesar de las coincidencias detectadas entre este y otros escritos suyos, sería imposible saber quién fue su autor. De igual modo, si tuviéramos solo Kitāb al-Sulūk y no dispusiéramos de otros fragmentos de Yaḥyà, esto podría dar pie a la sospecha de que este Yaḥyà no es Yaḥyà al-Balansī, sino otro Yaḥyà (puesto que en el Kitāb al-Sulūk solo aparece el nombre personal o ism ʿalam de Yaḥyà, sin otro laqab o kunya aclaratorios).

2.2. Al-Wirāṯa al-muḥammadiyya

 

El título de la epístola al-Wirāṯa al-muḥammadiyya wa-l-fuṣūl al-ḏātiyya (la herencia de Muḥammad y los capítulos esenciales) es mencionado en Nafḥ al-ṭīb de al-Maqqarī y Hadiyyat al-ʿārifīn de al-Baġdādī. Al-Maqqarī recoge un fragmento de la risāla, diciendo que cree que es de Yaḥyà Ibn Aḥmad Ibn Sulaymān92 al-Maqqarī, Nafḥ, t. II, pp. 197-198.. Pero al-Baġdādī afirma que es de Yaḥyà, diciendo:

Al-Maġribī, Yaḥyà Ibn Muḥammad Ibn Aḥmad Ibn Sulaymān, ṣūfī que residió en los Ḥaramayn, es uno de los discípulos de Ibn Sabʿīn. Falleció en 685 H93 Según al-Baġdādī, Yaḥyà falleció en 685 H. (al-Baġdādī, Hadiyyat al-ʿārifīn, t. II, p. 525), mientras que Ibn al-Ṭawwāḥ registra que falleció en 665/1267. Lo más probable es que 665/1267 sea la fecha correcta, ya que Ibn al-Ṭawwāḥ es anterior a al-Baġdādī; además, narra detalles sobre la ceremonia del entierro de Yaḥyà. Ibn al-Ṭawwāḥ, Sabk al-maqāl, p. 133.. Compuso al-Wirāṯa al-muḥammadiyya wa-l-fuṣūl al-ḏātiyya en defensa de su maestro Ibn Sabʿīn94 al-Baġdādī, Hadiyyat al-ʿārifīn, t. II, p. 525..

Hasta ahora, esta al-Wirāṯa al-muḥammadiyya es la obra más conocida de Yaḥyà al-Balansī95 Akasoy usó un pasaje de al-Wirāṯa al-muḥammadiyya sin mencionar su título ni su autor. «In a long […] passage from a Risāla (“epistle”) by an anonymous author, al-Maqqarī presents Ibn Sabʿīn […]. The anonymous author might have been a disciple of Ibn Sabʿīn». Akasoy, “The muḥaqqiq as Mahdi?”, pp. 331-332., siendo la única obra suya que menciona al-Baġdādī. El nombre de Yaḥyà se ha relacionado con esta epístola, al-Wirāṯa, por su objeto: la apología de su maestro Ibn Sabʿīn. No conocemos su extensión, pero con seguridad es más extensa que el fragmento recogido por al-Maqqarī; al final de dicho fragmento, se dice que: «Hasta aquí, en la Risāla, llega lo relacionado con el šayḫ Ibn Sabʿīn»96 al-Balansī, “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya”, p. 200..

Respecto a la fecha de su composición, sugiere su texto que fue redactada después de la salida de Ibn Sabʿīn de Egipto. En al-Wirāṯa, al-Balansī informa que Ibn Sabʿīn venció a sus adversarios en el Magreb y en todos los países97 al-Balansī, “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya”, p. 199., lo cual es una clara alusión a los desencuentros que Ibn Sabʿīn tuvo con al-Qasṭalānī durante su estancia en Egipto. Si bien no se sabe la fecha cierta del paso de Ibn Sabʿīn por Egipto, se estima que su llegada a La Meca habría sido sobre el año 652/125498 al-Taftāzānī, Ibn Sabʿīn wa-falsafatu-hu, p. 51.; alrededor de esta data se puede avanzar que se habría compuesto al-Wirāṯa.

Al-Wirāṯa al-muḥammadiyya, como su título sugiere, está destinada a loar a Ibn Sabʿīn, argumentando que él es el elegido que reúne los requisitos para ser merecedor de la herencia del «Secreto» profético de Mahoma. Yaḥyà argumenta afirmando que Ibn Sabʿīn era el quṭb de su época99 al-Balansī, “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya”, p. 198., para lo cual expone las condiciones y las cualidades que, según él, concurrieron en Ibn Sabʿīn. Son indicios y requisitos para la acreditación del grado del guía espiritual autorizado, heredero del Secreto profético, que otorga el permiso de la «Corte divina» para la educación de las almas y para guiarlas hacia la «Corte celestial» (al-Ḥaḍra).

Yaḥyà continúa con la exposición de algunas de las gracias y mercedes que Dios le otorgó a Ibn Sabʿīn. Primero reivindica que su linaje asciende a los jerifes, y dice que su familia, los Banū Sabʿīn, eran nobles famosos en al-Andalus. Siendo Ibn Sabʿīn oriundo del Magreb, Yaḥyà aduce este hadiz como mérito:

{Saʿd Ibn Abū Waqqāṣ relató: «El mensajero de Allāh (B y P) dijo: “La gente del [ġarb] Occidente seguirá triunfalmente la verdad hasta que llegue la Hora [final]”»}100 Muslim, Ṣaḥīḥ, trad. esp. p. 574, nº 4722. Traducción modificada. Nótese que hay dos versiones: en una consta al-Ġarb y en otra aparece al-Maġrib. Yaḥyà elige la segunda..

Añade que en su época ningún magrebí había destacado sobre Ibn Sabʿīn, concluyendo, de este modo, que él es a quien se alude en este hadiz.

Sigue argumentado que la gente del Magreb son la gente de la Verdad, y de entre ellos [los del Magreb] destacan los sabios, y de entre estos [sabios], los realizados con la Verdad, y el súmmum de estos es el más realizado con la Verdad: el quṭb (polo, pilar supremo) alrededor de quien todo gira101 Sobre el término quṭb, ver Ibn Luyūn, al-Ināla, p. 169; Ibn ʿArabī, al-Iṣṭilāḥāt al-ṣūfiyya, A. Carmona (trad. esp.), “Terminología sufí”, p. 85.. Luego, afirma que Ibn Sabʿīn era el «pilar supremo» principal de la élite espiritual, la cual, además, ha de ser del Magreb102 al-Balansī, “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya”, p. 198.. Al-Balansī argumenta que Ibn Sabʿīn es el quṭb -y por tanto el gawṯ103 al-Šuštarī lo define así: «Al-Ġawṯ ‘socorro, el auxilio’: es el [mismo] quṭb ‘polo, pilar supremo’ cuando el momento requiere que se acuda a él». Ibn Luyūn, al-Ināla, p. 168. Ver también Ibn ʿArabī, Al-Iṣṭilāḥāt, A. Carmona (trad. esp.), “Terminología sufí”, p. 105.- de su época, no habiendo por entonces nadie que se le asemejara. Precisamente Ibn al-Ṭawwāḥ llamó la atención sobre el fervor de Yaḥyà hacia su šayḫ Ibn Sabʿīn diciendo que «Abū Zakariyyāʾ [Yaḥyà] veneraba en exceso a su maestro [Ibn Sabʿīn]»104 Ibn al-Ṭawwāḥ, Sabk al-maqāl, p. 131..

2.3. El fragmento transmitido por Ibn al-Ṭawwāḥ

 

La extensión de este fragmento no alcanza dos páginas, pero en el manuscrito original seguro que ocuparía una mayor extensión. Más aún, Yaḥyà al-Balansī lo concluye así:

[…] me he salido del tema que planteé, y he hablado sobre lo que no tenía pensado hablar. Si no fuera por temor a excederme, te hubiera aclarado gran parte de este estado (ḥāl).

Ello sugiere que el texto original no trata de los estados de la perfección (al-kamāl) para los teólogos, los filósofos y los sufíes, sino de otro -u otros- temas que desconocemos. El fragmento que recoge Ibn al-Ṭawwāḥ es una digresión que a él mismo le interesó, en el contexto de la exposición de la información sobre el grado de veneración de Yaḥyà hacia su maestro Ibn Sabʿīn.

2.4. El problema del final de Kitāb un fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ de Ibn Sabʿīn

 

Todo indica que esta epístola es de Ibn Sabʿīn, pues su estilo, las expresiones raras e insólitas y las letras inconexas e incomprensibles que contiene son las que Ibn Sabʿīn acostumbra a usar en sus obras. Ibn Sabʿīn habría escrito las dieciséis páginas que componen la epístola105 Ibn Sabʿīn, “Kitāb un fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ”, pp. 23-38., con excepción de la última página, en cuya cuarta línea empieza Yaḥyà al-Balansī diciendo: «Sayyidunā (nuestro señor) [Ibn Sabʿīn] mencionó algo sobre ello en [….]»106 Ibn Sabʿīn, “Kitāb un fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ”, p. 38., y sigue tratando otras cuestiones que no están relacionadas con el tema de la epístola Kitāb un fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ.

Badawī no advirtió sobre que la RisālaKitāb un fī-hi Ḥikam” concluye con un breve fragmento de al-Balansī. En la nota a pie de página, sí que alude a que hay una interrupción, indicando que se trata de una o varias páginas perdidas al final de dicha Risāla. También señala que lo que viene a continuación pertenece a otra risāla diferente, sin mencionar que es de Yaḥyà, y con ello se da a entender que el fragmento de Yaḥyà al-Balansī es de Ibn Sabʿīn, lo cual no es cierto107 Esta cuestión plantea un problema de indexación, generado por el editor. No deja de extrañar que Badawī, el editor de las Rasāʾil, no haya hecho la mínima alusión a Yaḥyà al-Balansī, ni en el índice ni en nota a pie de página, habiendo mencionado su nombre completo y su obra al-Wirāṯa, en el prólogo de su edición. En realidad, Badawī se ha limitado a reproducir las palabras de al-Maqqarī, el cual dijo que al-Wirāṯa quizás sea de Yaḥyà. Badawī, Introducción, Rasāʾil, p. 1.. Se desconoce por qué motivo Badawī se limitó solo a señalar dicha interrupción, indicando que se habrían perdido las páginas finales de esta epístola de Ibn Sabʿīn. Ello indica que dicha Risāla habría quedado incompleta en este punto, justo donde empiezan las palabras de Yaḥyà (parte que ocupa menos de una página).

La epístola Kitāb un fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ nos ha llegado incompleta, pues menos de una página al final de la epístola no pertenece a ella, pudiéndosele atribuir a Yaḥyà al-Balansī sin lugar a dudas, pues el colofón se cierra con su nombre. Este fragmento de Yaḥyà procede del cierre de otra epístola o de algún escrito suyo desconocido.

La aparición de un fragmento de Yaḥyà al-Balansī dentro de una risāla de Ibn Sabʿīn invita a conjeturas sugerentes. ¿Podría ser Yaḥyà el editor o compilador de una obra de Ibn Sabʿīn? ¿Podría ser que el copista de las rasāʾil tuviera, entre las originales, alguna obra de Yaḥyà junto con las de Ibn Sabʿīn y por error copió solo este fragmento de Yaḥyà? Sin embargo, a falta de más datos, dichas hipótesis serían infundadas. En todo caso, las rasāʾil de Ibn Sabʿīn siguen a la espera de una nueva edición crítica. Habiendo pasado más de medio siglo desde la aparición de la edición de Badawī, hay que señalar que solo editó las rasāʾil del unicum de Egipto108 Badawī, Introducción, Rasāʾil, p. 17. y, sobre todo, que su edición presenta deficiencias evidentes.

Conclusiones

 

Mediante la exposición de los datos biográficos sobre Yaḥyà al-Balansī y sus obras se ha podido llegar a algunas conclusiones. Las más destacables son: que Yaḥyà no era hijo de Ibn Sabʿīn y que el Kitāb al-Sulūk es obra suya. Sin embargo, la escasez y la brevedad de sus obras no nos permiten confirmar dichas conclusiones con absoluta certeza. El carácter hagiográfico, tanto de algunos de sus fragmentos como el de las fuentes que lo biografían, nos obliga a tomar estos datos con cierta cautela. Si bien no podemos sospechar de las fuentes por el mero hecho de su esencia hagiográfica, no perdemos la esperanza de que aparezcan nuevos datos que ratifiquen estas conclusiones y eliminen cualquier duda.

A nuestro modo de ver, el número escaso y la breve extensión de los fragmentos disponibles de las obras de al-Balansī condicionan la posibilidad de extraer conclusiones sobre su pensamiento. Sus escritos, eso sí, contribuyen al conocimiento de la doctrina de al-ṭarīqa al-sabʿīniyya en su aspecto teórico, hallando su óptima exposición en Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm. Esta epístola es la única obra suya que se conserva completa y su objeto versa claramente sobre la doctrina sabʿīnī. En cuanto al aspecto práctico de la ṭarīqa de Ibn Sabʿīn, en su sentido de cofradía u orden sufí, las obras de Yaḥyà al-Balansī no contienen datos sobre sus actividades y sus prácticas, y, menos aún, nombres, lugares o fechas.

Si bien el presente artículo versa sobre Yaḥyà al-Balansī, a lo largo del mismo subyace una sugerencia transversal: la necesidad de conocer desde la perspectiva de sus discípulos a al-ṭarīqa al-sabʿīniyya y a Ibn Sabʿīn en tanto que maestro sufí. Entre otros aspectos, habría que intentar identificar a los discípulos y afiliados de la ṭarīqa, con el fin de descubrir datos históricos sobre la misma: sus actividades, entornos geográficos y sociales, lugares e instalaciones de sus reuniones, etc.

A este respecto, hemos comprobado que tanto al-Risāla al-Šuštariyya109 Ben-Nas, al-Šuštarī y su Risāla. de Abū l-Ḥasan al-Šuštarī, como su “al-Risāla al-Baġdādiyya110 Ben-Nas, “Análisis y traducción de al-Risāla al-Baġdādiyya”., contienen algunas informaciones de orden práctico sobre la ṭarīqa sabʿīniyya. En menor medida, también las contiene el comentarista anónimo del ʿAhd de Ibn Sabʿīn.

Anexo, traducciones

 
  • A. 1. Traducción de al-Wirāṯa al-muḥammadiyya

[Dice al-Maqqarī que] una risāla titulada al-Wirāṯa al-muḥammadiyya wa-l-fuṣūl al-ḏātiyya (La herencia de Muḥammad y los capítulos esenciales) de uno de sus discípulos [de Ibn Sabʿīn], cuyo nombre creo que es Yaḥyà Ibn Aḥmad Ibn Sulaymān, contiene lo siguiente:

Si se nos reclama: «¿Cuál es la prueba de que este hombre [Ibn Sabʿīn] es el heredero aludido?». Respondemos que: «[El šayḫ Ibn Sabʿīn] es único en esta época y no se le conoce semejante». El momento lo reclama y lo necesita. A través de él, se ha manifestado la palabra [de la Verdad] aludida. Aconseja a la comunidad musulmana, es absolutamente indulgente con todo el mundo hasta llegar a querer a sus enemigos y buscarles la comodidad. Pese a que ellos pretenden hacerle daño, él los perdona, aun pudiendo responderles. Los atrae al bien, sabiendo que ellos están en su perjuicio.

Todas estas son señales [inequívocas] de su herencia del Secreto y su seguimiento absoluto [al mismo]. Son cualidades que no puede poseer, sino aquel que ha sido designado en la eternidad y agraciado por la divinidad111 al-Balansī, “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya”, pp. 198, 200.. Aquí te describo algunas de las particularidades extraordinarias que Dios -¡ensalzado sea! - le ha otorgado en exclusiva. En ello omito mención de las cuestiones ocultas esotéricas que desconocemos, refiriendo aquellas que son tangibles manifiestas, las que sí sabemos. Aquellas que nadie puede negar, excepto el envidioso al que Dios -¡ensalzado sea! - ha hecho sufrir en su corazón y perder su orientación. Nos refugiamos en Dios -¡ensalzado sea! - de aquel que le discute a Dios, negando a quien le ha otorgado Su ayuda y Su apoyo, a quien [Dios] está con él con Su victoria y Su sustento. ¡Cuánto sufre aquel que lo niega [a Ibn Sabʿīn], cuán feliz está el que lo quiere y cuán reprimido es aquel que pretende competir con él! Comenzamos mención de lo prometido:

Lo primero que se ha de apuntar sobre su noble linaje, y el hecho de ser merecedor de lo que hemos dicho, consiste en que Dios lo ha hecho descendiente de los linajes más nobles del Magreb. Se trata de los Banū Sabʿīn, que son qurayšíes, hachemíes alauíes. Sus padres y sus abuelos son señalados, distinguidos elegidos para gobernar y son de nobleza específica [para los cargos que ostentan]112 El padre de Ibn Sabʿīn era un alto cargo y su hermano Abū Ṭālib acompañó a ʿAbd Allāh Ibn Hūd en una embajada a Roma. Ibn Al-Ḫaṭīb, al-Iḥāṭa, t. IV, pp. 33-34..

Lo segundo consiste en su procedencia. Ibn Sabʿīn proviene del Magreb. [Sobre el mérito de la gente del Magreb] el Profeta -¡la paz sea con él! - dijo: «La gente del Oeste seguirá triunfalmente la verdad hasta que llegue la hora [final]»113 Muslim, Ṣaḥīḥ, trad. esp. p. 574, nº 4722. Traducción modificada, ver nota 100. . Más aún [en su época], nadie de la gente del Magreb ha destacado por encima de él. Entonces, es él [Ibn Sabʿīn] el aludido en este hadiz.

La gente del Magreb son la gente de la Verdad y son los más merecedores de la misma, en especial los sabios entre ellos, porque ellos son los que velan por la justicia. De entre estos sabios, el de más mérito es el más realizado con la Verdad (muḥaqqiq), el quṭb («polo, pilar supremo») alrededor de quien todo gira, y a él recurren para resolver sus cuestiones y sus asuntos, tanto los más sencillos como los más complejos. Entonces él es la Verdad (al-ḥaqq) del Magreb. El Magreb es propiedad (ḥaqq) de Dios. Y la religión es el derecho (al-ḥaqq) del mundo. Consecuentemente, él [Ibn Sabʿīn] es el aludido en el hadiz [mencionado].

Añadimos que la gente del Magreb son los sostenidos en la Verdad114 al-Balansī, “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya”, p. 198., es decir, en la religión. La Verdad es el secreto [y la esencia] de la religión, y el realizado con la Verdad es el secreto [y la esencia] de la Verdad, entonces es [él] el secreto [y la esencia] de la religión, de lo cual resulta que es el señalado para la herencia [del secreto de Muḥammad].

A continuación, aducimos que los allegados de Dios son lo mejor del mundo, y la gente de la Verdad son los mejores de entre los allegados de Dios; el realizado con la Verdad es el mejor de entre la gente de la Verdad; entonces, el realizado con la Verdad es el mejor del mundo y es el señalado [para la herencia del secreto de Muḥammad].

También te invito a que observes sus comienzos y el cuidado que el Eterno le ha consagrado desde su infancia. [Mira cómo Dios] le ha liberado del ocio y la diversión, y le ha sacado de los placeres terrenales, a pesar de que son ataduras naturales inherentes a la condición humana. Más aun, [Ibn Sabʿīn] tampoco se ha dedicado a la política y al gobierno accidentales [de los asuntos mundanos terrenales], aun siendo [esta gestión] indispensable para el mundo. Y eso que Ibn Sabʿīn ya ha hallado el liderazgo en manos de sus padres y sigue estando vigente en sus hermanos. Adviértase también cómo salió de su patria, dejando a sus familiares [queridos]. Tal emigración, Dios la ha mencionado junto a [y casi la ha comparado con] matarse a uno mismo115 Alusión a esta aleya: «Si les hubiera prescrito que sacrificaran sus vidas o que abandonaran sus hogares, no lo habrían hecho, salvo unos pocos». El Corán, 4:66, trad. M. ʿĪ. García.. Ibn Sabʿīn se ha entregado completamente a la Verdad con devoción íntegra. De ahí se evidencia que fue específicamente elegido y que es de condición extraordinaria.

Más aún, mira cómo ha sido apoyado e ilustrado desde su infancia. Compuso su obra Budd al-ʿārif a los 15 años de edad. La majestuosidad de esta obra, conteniendo todas las disciplinas teóricas y prácticas y todas las cuestiones bellas sunníes, hace que sea una obra extraordinaria. Creció en la tierra de al-Andalus y allí no se le conoce semejante, sacó a la luz disciplinas y saberes inauditos, y todo ello indica su extraordinaria condición. Todos sus escritos contienen toda clase de ciencias y disciplinas. Son raras y únicas; se caracterizan por cualidades específicas y por una exhaustividad suma, la cual sobrepasa el alcance del entendimiento humano. Son señales que indican que está inspirado y apoyado por Rūḥ al-Qudus.

Su valentía, el ímpetu de su confianza en Dios (quwwat u tawakkuli-h i ), su determinación y su defensa de sus conocimientos, la vehemencia de sus argumentos sobre los de sus contrincantes, la elevación de su mérito y de sus demostraciones, la elocuencia de su discurso y la locuacidad de su poderío, [todo ello] indica que proviene de la energía divina y del cuidado del Señor.

Los ulemas del Magreb, y de todos los países, se unieron para desafiarle y debatirle, pero Dios manifestó sus argumentos y los derrocó. [Dios] oprime a su contrincante, subyuga a su enemigo, hace rendir a su opositor y acallar a su objetor. El celo de Dios por él y Su destrucción a quien le haga daño, [todo ello] hace saber al juicioso distinguido que él es el específicamente elegido por Dios: su carácter, su control, no cediendo a los placeres humanos ni a la ira, el hecho de que su [Šayṭān] acompañante se haya hecho musulmán, el hecho de tener una memoria prodigiosa que nada olvida, [el hecho de tener una] capacidad imaginaria de concebir las esencias absolutas y racionales, como si fueran entes percibidos116 al-Balansī, “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya”, p. 199..

Asimismo, la memoria [que posee] y el hecho de que se haya hecho célebre y manifiesto [han producido] la expansión de su predicación y las alabanzas [hacia él] por todos los rincones. Mas, en general, todo lo que he mencionado [demuestra] que es [un ser] fuera de lo común y que supera la condición humana. Vence y rodea a sus contrarios desde todos los aspectos. Si no fuera por temor a excederme, hubiera detallado cada uno de los atributos que he mencionado mediante el arte de la palabra [la lógica] y hubiera aducido las pruebas definitivas sobre su supremacía. Pero [aquí] me he conformado con dar una muestra de ello, sabiendo que el atento empleará a fondo su mente y hallará aquello tal como dije.

En general, todas sus facetas y todos sus detalles cuando se examinan resultan que son extraordinarios. La esencia de la existencia es testigo de sus especificaciones. Así se confirma que él es indicado y a él se ha de recurrir en todo asunto. De [sus prodigios] solo he transmitido lo más conocido. Entretanto, he omitido mención de sus prodigios relacionados con traer [y extraer] los alimentos y las bebidas, el queso, los dátiles, y coger el dinero del universo. [Tampoco he mencionado que] sus premoniciones, que vaticinaban sucesos muchos años antes de que sucediesen, se cumplieron tal como profetizó. Así pues, se confirma que él es el mencionado [en el hadiz].

[Concluye al-Maqqarī:] «Aquí, en la Risāla, acaba lo que concierne al maestro Ibn Sabʿīn»117 al-Maqqarī, Nafḥ, t. II, p. 200..

  • A. 2. Traducción del fragmento transmitido por Ibn al-Ṭawwāḥ

[Habla Ibn al-Ṭawwāḥ]: He visto un texto suyo [de Yaḥyà] que trata sobre la verdad del šayḫ [y su condición]. Dijo -¡que Dios esté satisfecho de él!:

El [verdadero] šayḫ es el perfecto (kāmil) en su ser, y además complementa a otros. La perfección (kamāl) no admite que se le añada nada, ni admite que se le quite nada [y no es relativa a nada]. Esta es la definición de la perfección en su estado absoluto (min ḥayṯu l-iṭlāq). En cuanto a la definición [del šayḫ perfecto] en sentido relativo (min ḥayṯu l-iḍāfa), este es perfecto respecto a los que son de menor rango que él.

También se da el caso de que [un šayḫ] sea perfecto en cuanto a las doctrinas que haya dominado y alcanzado el culmen de las mismas, aunque esté carente de otras doctrinas y disciplinas [que no domina].

En resumen, el šayḫ perfecto para los mutakallimūn (teólogos del dogma de la fe) es aquel que ha adquirido las siete disciplinas racionales especulativas, que son obligatorias para cada individuo. [El šayḫ perfecto es] el que ha fijado la demostración de que el mundo es creado perecedero; el que ha demostrado y reconocido al Creador de este [mundo], y que este Creador es eterno. Del mismo modo, afirma los siete atributos118 Lo más seguro es que se refiera a los siete atributos de Dios que los ašāʿira clasifican como atributos del Ser (Ṣifāt al-Ḏāt): al-ʿilm (‘el saber’), al-qudra (‘la capacidad’), al-irāda (‘la voluntad’), al-ḥayāt (‘la vida’), al-kalām (‘el habla’), al-samʿ (‘la escucha’) y al-baṣar (‘la vista’). del [Creador] con todas sus clases. [Es decir, que el šayḫ perfecto] le reconoce [a Dios] como Subsistente por Sí mismo; reconoce y confirma Su tanzīh [condición de incomparable]; y cree en la posibilidad de ver a Dios. También cree en los profetas y en sus milagros, y en los ocho actos: los cinco pilares, la amabilidad, el consejo y el arrepentimiento. Este es el šayḫ perfecto para los ašʿariyya -¡que Dios les bendiga! -. Es el que saca a quien busca al guía (al-mustaršid) de la fase de la imitación119 Ibn al-Ṭawwāḥ, Sabk al-maqāl, p. 131. y lo lleva a la ciencia para que haga sus propias investigaciones. El [šayḫ] que le hace alcanzar la creencia firme y a la certidumbre pura. El que le enseña lo que es obligatorio creer atribuible a Dios, los atributos que es permitido creer en Él, y lo que es imposible e inconcebible creer sobre Él.

Para los sabios [filósofos] (ḥukamāʾ), el perfecto es el que conoce la causa y el motivo primordial de la creación del universo tal como se debe creer que es, y conoce los [entes] intermediarios entre el -motivo primordial- y la causa del mismo. [Para los filósofos, el perfecto] es el que conoce la clasificación de las categorías de los seres y los entes existentes, y conoce las categorías de los nueve intelectos. Después, su ser se sustancia con el intelecto agente (al-ʿaql al-faʿʿāl) o alcanza [concebir] el conocimiento universal mediante la ciencia. Mas, aquí no se trata de discutirles [sus teoremas, a los filósofos], sino que nuestro propósito es dar muestra, como prototipo, de cada disciplina y exponer su objeto y sus propósitos, para, con ello, aclarar la supremacía de nuestra doctrina [el sufismo sabʿīnī], a la cual pertenecemos, y distinguirla de las disciplinas restantes.

Nuestro šayḫ [Ibn Sabʿīn] ha informado sobre [la definición] del perfecto para los sabios [filósofos] y el perfecto para los sufíes en [su risāla] Natīǧat al-ḥukm120Risāla perdida de Ibn Sabʿīn. El Moussaoui, El sufismo esotérico de Ibn Sabʿīn, p. 91.. [En ella aclara que] el šayḫ purga la esencia de quien busca al guía (al-mustaršid), saca su potencial de la fase de las posibilidades hacia la fase de la realización de las mismas y lo convierte en conocedor profundo en la práctica. Esa es la suma felicidad para ellos. El grado de esta felicidad que consigan es acorde al grado de la toma de conciencia y la percepción de que disponen. También es acorde al grado de la separación de la materia (al-taǧrīd) que alcancen, y las etapas que hayan traspasado entre ellos y la causa primera (al-ʿilla al-ūlā). El grado de la felicidad (la dicha) de cada uno de ellos es acorde al grado que hayan alcanzado en los criterios mencionados. En eso consiste [la definición] del perfecto entre los sabios [filósofos], tal como hemos dicho tanto yo como mi šayḫ.

En cuanto al sufí [perfecto], es aquel que ha adquirido los significados de los nombres [atributos de Dios] y se ha investido con ellos; el que se ha desprendido de sus adjetivos reemplazándolos con los atributos de Dios; el que ha adquirido las cinco clases de las ciencias: [la ciencia] del don divino y [la del] don de la inspiración, [el conocimiento] al-Ladunnī121Al-ʿIlm al-Ladunnī es todo conocimiento, saber o entendimiento que procede directamente, sin intermediarios, de la parte de (min ladun) Dios. Se entiende que es exclusivo para los profetas, pero también para los awliyyāʾ (allegados de Dios), por ser herederos de los profetas. Los sufíes han tomado el término de esta aleya: «y encontraron a uno de Nuestros siervos, a quien habíamos dado una gracia Nuestra y a quien habíamos impartido un conocimiento [procedente] de Nosotros». El Corán, 18:65, trad. M. Asad. Se trata de al-Ḫaḍir o al-Ḫiḍr, que no era profeta, pero Dios mandó a Moisés que aprendiera de él este conocimiento «esotérico», que en apariencia se contradice con el frontispicio de la šarīʿa., y [la ciencia de] la parada [en la morada contemplativa] después de [haber realizado] la comparación y la fidelidad. La cima suprema del sufí es desvanecerse dentro del Pretendido. Allí aniquilarse ante Él, ahí [experimentar] la sobriedad después de la embriaguez. La felicidad del sufí es gozar y disfrutar la contemplación de al-Ḥaqq (Dios), la fidelidad y la paz dentro de la Corte de Su Presencia, y todo lo que de ello se deriva.

El proceder del šayḫ sufí con el discípulo aspirante (al-murīd al-mustaršid) es sacarlo de los placeres de su naturaleza humana y rescatarlo de la oscuridad mundana. [El šayḫ sufí] hace que [el discípulo] practique el desprendimiento mediante la [correcta] orientación y con la adquisición de los modales misericordiosos. [Después] lo introduce en la Corte de la Presencia de los atributos supremos. Le enseña [cómo funciona] el sistema [cósmico]. En definitiva, el šayḫ [sufí] lo lleva hacia la meta que le tiene [previamente] ponderada. Acorde al grado de esta [meta], se mide el grado [del estadio espiritual] de cada uno de ellos (de los discípulos). Este aspecto, sobre el šayḫ, ya lo he aclarado según las categorías. En ello he explicado la clase del šayḫ (maestro) conforme a la doctrina a la que pertenece, el grado de su dicha en la misma y su finalidad. Para mí, el [verdadero] šayḫ es el instalado en su Presencia, el establecido en su retiro, el que gira alrededor de su eje122 Ibn al-Ṭawwāḥ, Sabk al-maqāl, p. 132., y el que está firme en su posición.

Conste que me he salido del tema que en el comienzo apunté y he advertido sobre lo que no había pensado hablar. Si no fuera por temor a ser reprochado por excederme demasiado, te hubiera aclarado gran parte de este estado123 Ibn al-Ṭawwāḥ, Sabk al-maqāl, p. 133..

  • A. 3. Traducción del fragmento de Yaḥyà al final de Kitāb un fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ de Ibn Sabʿīn:

Nuestro señor [Ibn Sabʿīn] -¡que Dios esté satisfecho de él! - ha mencionado algo sobre ello en al-Salām124 Quizás se trate de Kitāb al-Iḥāṭa, denominándolo Yaḥyà como al-Salām. La frase que Yaḥyà refiere es similar a la de al-Iḥāṭa. Ibn Sabʿīn, Kitāb al-Iḥāṭa, p. 130. Por otra parte, en el colofón de al-Iḥāṭa, Ibn Sabʿīn repite tres veces al-salām. Ibn Sabʿīn, Kitāb al-Iḥāṭa, p. 150. Pero puede que al-Salām sea una epístola de Ibn Sabʿīn, de la cual hasta ahora no existe mención.. Dijo: «Entre las palabras está la que engloba y excluye, está la verdad que atrae y rechaza, el recipiente que se expande, la esencia que se extiende, la línea prolongada y la esfera circundante, ¡Oh tú! ¡Entiende eso!».

La peregrinación implica cambiar los hábitos, y sofocar los placeres y las pasiones. [La peregrinación] te saca del mundo de la humillación de pedir y te instala en la Presencia [divina]; [te proporciona] el entendimiento de los modelos del universo y [te permite] descifrar las verdades de los entes existentes, librarte de las ilusiones del tiempo y el lugar, y [te concede] el entendimiento de los secretos de la šarīʿa. [Te permite] conocer las sutilezas de los profetas -¡que la paz sea con ellos! -. [Te da] acceso a los estados de la escatología, te proporciona la felicidad y te establece en la bendición de Dios. La peregrinación te hace conocer sus secretos y sus sutilezas.

[La prueba y] el modelo de ello son mi señor y el tuyo [Ibn Sabʿīn], al cual seguimos y en cuyas incontables bondades estamos envueltos. Más aún, somos suyos y nuestras esencias le pertenecen desde todos los aspectos. Así pues, has de quererle y profundizar en amarle, obedecer sus órdenes, tratarle con suma educación, imitarlo y revestirte con sus modales y cualidades lo más que puedas. Procura que esté satisfecho de ti, permanece en su camino, y contémplalo, tanto si estás cerca como si estás lejos de él.

Da las gracias a Dios por haberte aceptado y por haberte hecho discípulo suyo. Respeta a sus discípulos, que son tus hermanos, y aférrate a los mayores y destacados de entre ellos. Mediante ellos, procura conocerlo [a Ibn Sabʿīn] y conocer su camino, porque ellos [los discípulos] son manifestaciones suyas [de Ibn Sabʿīn]. No sigas a tu ego [o alma sensitiva] y a sus deseos, pues se estropeará todo lo que te he mencionado. [Todo ello] lo he escrito para darte consejo a ti, como primer propósito, y a quien lo merezca también. Comunica mi consejo a todo el que lo merezca.

Lo ha dicho [escrito] Yaḥyà Ibn Aḥmad Ibn Sulaymān al-Balansī, vía parentesco accidental [natural]; e hijo de ʿAbd al-Ḥaqq Ibn Sabʿīn vía parentesco esencial [espiritual]125 Ibn Sabʿīn, “Kitābun fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ”, p. 38. .

Notas

 
*

Este trabajo se enmarca en la ayuda Margarita Salas para la formación de jóvenes doctores (MARSALAS22-04), financiado por la Unión Europea-Next Generation EU, Ministerio de Universidades y la Universidad de Alicante.

1

Las fuentes principales sobre su biografía son: Ibn ʿAṭāʾ AllāhIbn ʿAṭāʾ Allāh, Aḥmad al-Sakandarī, Laṭāʾif al-minan fī manāqib al- šayḫ Abī l-ʿAbbās wa-šayḫi-hi Abī l-Ḥasan, ʿAbd al-Ḥalīm Maḥmūd (ed.), El Cairo, Dār al-Maʿārif, 1999., Laṭāʾif al-minan, p. 76; Ibn al-ṬawwāḥIbn al-Ṭawwāḥ, ʿAbd al-Wāḥid, Sabk al-maqāl li-fakk al-ʿiqāl, Masʿūd Ğubrān (2ª ed.), Trípoli, Ğamʿiyyat al-Daʿwa l-Islāmiyya l-ʿĀlamiyya, 2008., Sabk, pp. 131-133; al-Baġdādīal-Baġdādī al-Bābānī, Ismāʿīl Pacha, Hadiyyat al-ʿārifīn, asmāʾ al-muʾallifīn wa-āṯār al-muṣannifīn, Estambul, Wikālat al-Maʿārif al-Ğalīla, 1951, Reimpresión, Líbano, Muʾassasat al-Tārīḫ al-ʿArabī, s/f, 2 vols., Hadiyyat al-ʿārifīn, t. II, p. 525.

2

Como breve bibliografía sobre Ibn Sabʿīn se cita: al-Ġubrīnīal-Ġubrīnī, Abū l-ʿAbbās Aḥmad, ʿUnwān al-dirāya fī man ʿurifa fī l-miʾa l-sābiʿa bi-Biğāya, ʿĀdil al-Nuwīhiḍ (ed.), Beirut, Dār al-Āfāq al-Ğadīda, 1979., ʿUnwān al-dirāya, pp. 237-238, nº 66; al-Bādisīal-Bādisī, ʿAbd al-Ḥaqq, al-Maqṣad al-šarīf wa-l-manzaʿ al-laṭīf fī l-taʿrīf bi-ṣulaḥāʾ al-Rīf, Saʿīd Aʿrāb (2ª ed.), Rabat, al-Maṭbaʿa l-Malikiyya, 1993., al-Maqṣad, pp. 32-36, 69; Ibn al-ḪaṭībIbn al-Ḫaṭīb, Lisān al-Dīn, al-Iḥāṭa fī aḫbār Ġarnāṭa, ʿAbd Allāh ʿInān (ed.), El Cairo, Maktabat al-Ḫānğī, 1977, 4 vols., al-Iḥāṭa, t. IV, pp. 31-38; al-Fāsīal-Fāsī, Muḥammad Taqiyy al-Dīn al-Makkī, al-ʿIqd al-ṯamīn fī tārīḫ al-Balad al-Amīn, vol. V, Fuʾād Sayyid (ed.), Beirut, Muʾassasat al-Risāla, 1985., al-ʿIqd, t. V, pp. 326-335, nº 1700; al-Saḫāwīal-Saḫāwī, Muḥammad Šams al-Dīn, al-Qawl al-munbī ʿan tarğamat Ibn ʿArabī (Primera Parte), Ḫālid Mudrik (ed.), en el segundo tomo, Tesis de Máster, Arabia Saudí, Universidad Umm al-Qurà, 2002., al-Qawl al-munbī, 1ª parte, t. II, pp. 286-290; al-Maqqarīal-Maqqarī, Aḥmad Abū l-ʿAbbās, Nafḥ al-ṭīb min ġuṣn al-Andalus al-raṭīb wa-ḏikri wazīri-hā Lisān al-Dīn Ibn al-Ḫaṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1988, 8 vols., Nafḥ, t. II, pp. 196-205, nº 119; LatorLator, Esteban, “Ibn Sabʿīn de Murcia y su Budd al-ʿārif”, Al-Andalus, 9 (1944), pp. 371-417., “Ibn Sabʿīn de Murcia”; al-Taftāzānīal-Taftāzānī, Abū l-Wafā, Ibn Sabʿīn wa-falsafatu-hu l-ṣūfiyya, Beirut, Dār al-Kitāb al-Lubnānī, 1973., Ibn Sabʿīn wa-falsafatu-hu; ŠarafŠaraf, Muḥammad Yāsir, al-Waḥda al-muṭlaqa ʿinda Ibn Sabʿīn, Bagdad-Beirut, Dār al-Rašīd, 1981., al-Waḥda al-muṭlaqa; FaureFaure, A., “Ibn Sabʿīn”, The Encyclopaedia of Islam, new edition (EI2), Leiden, Brill, 1986, t. III, pp. 921-922., “Ibn Sabʿīn”, EI2 , t. III, pp. 921-922; AkasoyAkasoy, Anna Ayse, “Ibn Sabʿīn’s Sicilian Questions: the text, its sources, and their historical context”, Al-Qanṭara, 29, 1 (2008), pp. 115-146., “Ibn Sabʿīn’s Sicilian Questions”, pp. 115-146; id. “The Muḥaqqiq as Mahdī?Akasoy, Anna Ayse, “The Muḥaqqiq as Mahdī? Ibn Sabʿīn and Mahdism among Andalusian Mystics in the 12th/13th Centuries”, en Wolfram Brandes y Felicitas Schmieder (eds.), Endzeiten: Eschatologie in den monotheistischen Weltreligionen, Berlin-New York, Walter de Gruyter, 2008, pp. 313-337, Millennium-Studien, 16.”, pp. 313-337; El MoussaouiEl Moussaoui Taïb, Abdellah, El sufismo esotérico de Ibn Sabʿīn (s. VII-XIII d.C.), Tesis Doctoral, Universidad Complutense de Madrid, 2014., El sufismo esotérico de Ibn Sabʿīn; BerbilBerbil, Carlos, El último de los sufíes-filósofos de al-Andalus: Ibn Sabʿīn y su Daraŷ al-faḍāʾil wa-daraŷ al-wasāʾil, Tesis Doctoral, Universidad de Granada, 2020., El último de los sufíes-filósofos de al-Andalus.

3

Para su biografía ver MassignonMassignon, Louis, “Investigaciones sobre al-Šuštarī, poeta andaluz, enterrado en Damieta”, Al-Andalus, 14, 1 (1949), pp. 29-58., “Investigaciones sobre al-Šuštarī”; FierroFierro, Maribel, “al-Shushtarī”, The Encyclopaedia of Islam, new edition (EI2), Leiden, Brill, 1997, t. IX, p. 513., “al-Shushtarī”, EI 2 , t. IX, p. 513; Ben-NasBen-Nas, Abdelkrim, al-Ināla al-ʿilmiyya de Ibn Luyūn, resumen de al-Risāla al-Šuštariyya, epístola de al-Šuštarī en defensa de las prácticas de los sufíes. Estudio, edición crítica árabe y traducción española, Tesis doctoral, Universidad de Alicante, 2020., al-Ināla al-ʿilmiyya de Ibn Luyūn, resumen de al-Risāla al-Šuštariyya.

4

al-Saḫāwīal-Saḫāwī, Muḥammad Šams al-Dīn, al-Qawl al-munbī ʿan tarğamat Ibn ʿArabī (Primera Parte), Ḫālid Mudrik (ed.), en el segundo tomo, Tesis de Máster, Arabia Saudí, Universidad Umm al-Qurà, 2002., al-Qawl al-munbī, 1ª parte, t. II, p. 288.

5

LoryLory, Pierre, “al-Shādhilī”, en The Encyclopaedia of Islam, New Edition (EI2), Leiden, Brill, 1997, t. IX, pp. 170-172., “al-Shādhilī”, EI2 , t. IX, p. 170.

6

al-Bādisīal-Bādisī, ʿAbd al-Ḥaqq, al-Maqṣad al-šarīf wa-l-manzaʿ al-laṭīf fī l-taʿrīf bi-ṣulaḥāʾ al-Rīf, Saʿīd Aʿrāb (2ª ed.), Rabat, al-Maṭbaʿa l-Malikiyya, 1993., al-Maqṣad, p. 34; al-Saḫāwīal-Saḫāwī, Muḥammad Šams al-Dīn, al-Qawl al-munbī ʿan tarğamat Ibn ʿArabī (Primera Parte), Ḫālid Mudrik (ed.), en el segundo tomo, Tesis de Máster, Arabia Saudí, Universidad Umm al-Qurà, 2002., al-Qawl al-munbī, 1ª parte, t. II, p. 290.

7

Ibn al-ṬawwāḥIbn al-Ṭawwāḥ, ʿAbd al-Wāḥid, Sabk al-maqāl li-fakk al-ʿiqāl, Masʿūd Ğubrān (2ª ed.), Trípoli, Ğamʿiyyat al-Daʿwa l-Islāmiyya l-ʿĀlamiyya, 2008., Sabk al-maqāl, p. 133.

8

Muḥammad Quṭb al-Dīn al-Qasṭalānī (614/1218-686/1287) era enemigo manifiesto de Ibn Sabʿīn, de quien dijo: «La disciplina de los filósofos le había impregnado y él quiso divulgarla de forma encubierta; así cambiaba los términos técnicos filosóficos por otros». Ben-NasBen-Nas, Abdelkrim, “al-Qawl al-munbī ʿan tarğamat Ibn ʿArabī, de al-Ḥāfiẓ al-Saḫāwī. Análisis preliminar y traducción de un fragmento sobre místicos levantinos”, eHumanista/IVITRA, 13 (2018), pp. 315-352., “al-Qawl al-munbī ʿan tarğamat Ibn ʿArabī”, p. 339.

9

AmariAmari, Michele, “Questions philosophiques adressées aux savants musulmans par l’Empereur Frédéric II”, Le Journal Asiatique, 5º Série, I (1853), pp. 240-274., “Questions philosophiques”, pp. 240-274.

10

LatorLator, Esteban, “Ibn Sabʿīn de Murcia y su Budd al-ʿārif”, Al-Andalus, 9 (1944), pp. 371-417. dice: «Tocante a la parte filosófica, no creo que se pueda hablar de verdadera originalidad». «Fuera de esta originalidad puramente extrínseca y formal de la obra de Ibn Sabʿīn, su filosofía se distingue poco de la corriente del islam […]». LatorLator, Esteban, “Ibn Sabʿīn de Murcia y su Budd al-ʿārif”, Al-Andalus, 9 (1944), pp. 371-417., “Ibn Sabʿīn de Murcia”, pp. 371, 417.

11

Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, Las cuestiones sicilianas, traducción al español (texto bilingüe), María Luisa Arvide Cambra (ed. trad.), Granada, Grupo Editorial Universitario, 2010., Las Cuestiones Sicilianas, traducción al español (texto bilingüe), María Luisa Arvide Cambra (ed., trad. esp.).

12

A. Akasoy advierte que las Rasāʾil de Ibn Sabʿīn han sido desaprovechadas. AkasoyAkasoy, Anna Ayse, “Ibn Sabʿīn’s Sicilian Questions: the text, its sources, and their historical context”, Al-Qanṭara, 29, 1 (2008), pp. 115-146., “Ibn Sabʿīnʾs Sicilian Questions”, p. 119.

13

Ibn Sabʿīn, Rasāʾil, ʿA. Badawī (ed.), 1965Ibn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “al-Risāla al-Faqīriyya”, en Ibn Sabʿīn, Rasāʾil, ʿAbd al-Raḥmān Badawī (ed.), 1965, pp. 1-22..

14

Véase Ibn Sabʿīn, Rasāʾil, A. F. al-Mazīdī (ed.), 2007Ibn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, Rasāʾil Ibn Sabʿīn, Aḥmad Farīd al-Mazīdī (ed.), Beirut, Dār al-Kutub al-ʿIlmiyya, 2007.. El interés por esta publicación se habría visto colmado si hubiéramos podido averiguar de dónde ha tomado el editor su información, pero este nos ha privado de cualquier referencia a los manuscritos que habría utilizado como base de su edición. Tampoco hallamos que se mencione la antigua edición de ʿA. Badawī, ni hemos sabido encontrar esta información en las notas a pie de página. Para compensar esta falta de información, hubiera sido gratificante hallar al final un epígrafe dedicado a «Bibliografía», para poder consultar allí las obras y los autores a los que remite en ocasiones.

15

Ibn al-ḪaṭībIbn al-Ḫaṭīb, Lisān al-Dīn, al-Iḥāṭa fī aḫbār Ġarnāṭa, ʿAbd Allāh ʿInān (ed.), El Cairo, Maktabat al-Ḫānğī, 1977, 4 vols., al-Iḥāṭa, t. IV, p. 32; al-Ġubrīnīal-Ġubrīnī, Abū l-ʿAbbās Aḥmad, ʿUnwān al-dirāya fī man ʿurifa fī l-miʾa l-sābiʿa bi-Biğāya, ʿĀdil al-Nuwīhiḍ (ed.), Beirut, Dār al-Āfāq al-Ğadīda, 1979., ʿUnwān al-dirāya, p. 237; Ben-NasBen-Nas, Abdelkrim, “al-Qawl al-munbī ʿan tarğamat Ibn ʿArabī, de al-Ḥāfiẓ al-Saḫāwī. Análisis preliminar y traducción de un fragmento sobre místicos levantinos”, eHumanista/IVITRA, 13 (2018), pp. 315-352., “al-Qawl al-munbī”, p. 340.

16

al-Maqqarīal-Maqqarī, Aḥmad Abū l-ʿAbbās, Nafḥ al-ṭīb min ġuṣn al-Andalus al-raṭīb wa-ḏikri wazīri-hā Lisān al-Dīn Ibn al-Ḫaṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1988, 8 vols., Nafḥ, t. II, pp. 197-198.

17

al-Baġdādīal-Baġdādī al-Bābānī, Ismāʿīl Pacha, Hadiyyat al-ʿārifīn, asmāʾ al-muʾallifīn wa-āṯār al-muṣannifīn, Estambul, Wikālat al-Maʿārif al-Ğalīla, 1951, Reimpresión, Líbano, Muʾassasat al-Tārīḫ al-ʿArabī, s/f, 2 vols., Hadiyyat al-ʿārifīn, t. II, p. 525.

18

Ibn ʿAṭāʾ AllāhIbn ʿAṭāʾ Allāh, Aḥmad al-Sakandarī, Laṭāʾif al-minan fī manāqib al- šayḫ Abī l-ʿAbbās wa-šayḫi-hi Abī l-Ḥasan, ʿAbd al-Ḥalīm Maḥmūd (ed.), El Cairo, Dār al-Maʿārif, 1999., Laṭāʾif al-minan, p. 76.

19

Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “Kitābun fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ”, en Ibn Sabʿīn, Rasāʾil, ʿAbd al-Raḥmān Badawī (ed.), 1965, pp. 23-38., “Kitābunfī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ”, p. 38.

20

Ibn al-ṬawwāḥIbn al-Ṭawwāḥ, ʿAbd al-Wāḥid, Sabk al-maqāl li-fakk al-ʿiqāl, Masʿūd Ğubrān (2ª ed.), Trípoli, Ğamʿiyyat al-Daʿwa l-Islāmiyya l-ʿĀlamiyya, 2008., Sabk al-maqāl, p. 133.

21

al-Munāwīal-Munāwī Muḥammad ʿAbd al-Raʾūf, al-Kawākib al-durriyya fī tarāğim al-sāda al-ṣūfiyya wa-l-Ṭabaqāt al-ṣuġrà, Muḥammad Adīb al-Ğādir (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1999, 5 vols., al-Kawākib, t. IV, p. 143.

22

KaḥḥālaKaḥḥāla, ʿUmar Riḍā, Muʿğam al-muʾallifīn, Beirut, Muʾassasat al-Risāla, 1993, 4 vols., Muʿğam al-muʾallifīn, t. IV, p. 111.

23

Ibn ʿAṭāʾ AllāhIbn ʿAṭāʾ Allāh, Aḥmad al-Sakandarī, Laṭāʾif al-minan fī manāqib al- šayḫ Abī l-ʿAbbās wa-šayḫi-hi Abī l-Ḥasan, ʿAbd al-Ḥalīm Maḥmūd (ed.), El Cairo, Dār al-Maʿārif, 1999., Laṭāʾif al-minan, p. 76.

24

LoryLory, Pierre, “al-Shādhilī”, en The Encyclopaedia of Islam, New Edition (EI2), Leiden, Brill, 1997, t. IX, pp. 170-172., “al-Shādhilī”, EI2 , t. IX, p. 171.

25

al-Udfuwwīal-Udfuwwī, Ğaʿfar Kamāl al-Dīn, al-Ṭāliʿ al-saʿīd al-ğāmiʿ nuğabāʾ al-Ṣaʿīd, Saʿd Muḥammad Ḥasan (ed.), Egipto, al-dār al-Miṣriyya li-l-Taʾlīf wa-l-Našr, 1966., al-Ṭāliʿ al-saʿīd, p. 742.

26

Ibn al-ṢabbāġIbn al-Ṣabbāġ, Muḥammad al-Ḥimyarī, Durrat al-asrār wa-tuḥfat al-abrār, Túnez, al-Maṭbaʿa al-tūnsiyya al-Rasmiyya, 1304 [1886]., Durrat al-asrār, pp. 13-14; Ibn al-ṬawwāḥIbn al-Ṭawwāḥ, ʿAbd al-Wāḥid, Sabk al-maqāl li-fakk al-ʿiqāl, Masʿūd Ğubrān (2ª ed.), Trípoli, Ğamʿiyyat al-Daʿwa l-Islāmiyya l-ʿĀlamiyya, 2008., Sabk al-maqāl, p. 90.

27

al-Taftāzānī también baraja esta fecha. Al-Taftāzānīal-Taftāzānī, Abū l-Wafā, Ibn Sabʿīn wa-falsafatu-hu l-ṣūfiyya, Beirut, Dār al-Kitāb al-Lubnānī, 1973., Ibn Sabʿīn wa-falsafatu-hu l-ṣūfiyya, p. 48.

28

al-Šuštarī dice: «y mis maestros son šāḏiliyya». Al-Šuštarīal-Šuštarī, Abū l-Ḥasan ʿAlī, Dīwān Abī l-Ḥasan al-Šuštarī, šāʿir al-ṣūfīyya al-kabīr fī l-Andalus wa-l-Maġrib, ʿAlī Sāmī al-Naššār (ed.), Alejandría, Munšaʾat al-Maʿārif, 1960., Dīwān, p. 11.

29

Ibn al-ṬawwāḥIbn al-Ṭawwāḥ, ʿAbd al-Wāḥid, Sabk al-maqāl li-fakk al-ʿiqāl, Masʿūd Ğubrān (2ª ed.), Trípoli, Ğamʿiyyat al-Daʿwa l-Islāmiyya l-ʿĀlamiyya, 2008., Sabk al-maqāl, p. 133.

30

Casi todos los tratados sufíes tratan el tema del viaje y sus modales, por ejemplo, al-Suhrawardīal-Suhrawardī, Abū Ḥafṣ ʿUmar, ʿAwārif al-maʿārif, [El Cairo], al-Maktaba al-ʿAllāmiyya, 1939., ʿAwārif, pp. 94-105. Además, al-Qušayrī informa que gran parte de los sufíes eligieron practicar el sufismo viajero. Al-Qušayrīal-Qušayrī, ʿAbd al-Karīm, al-Risāla al-Qušayriyya, ʿAbd al-Ḥalīm Maḥmūd (ed.), El Cairo, Maṭābiʿ Muʾassasat Dār al-Šaʿb, 1989., al-Risāla, p. 478.

31

Ibn ʿAṭāʾ AllāhIbn ʿAṭāʾ Allāh, Aḥmad al-Sakandarī, Laṭāʾif al-minan fī manāqib al- šayḫ Abī l-ʿAbbās wa-šayḫi-hi Abī l-Ḥasan, ʿAbd al-Ḥalīm Maḥmūd (ed.), El Cairo, Dār al-Maʿārif, 1999., Laṭāʾif al-minan, p. 76.

32

Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “Risāla [sin título]”, en Ibn Sabʿīn, Rasāʿil, ʿAbd al-Raḥmān Badawī (ed.), 1965, pp. 283-297., “Risāla [sin título]”, p. 290. Además, al-Šuštarīal-Šuštarī, Abū l-Ḥasan ʿAlī, al-Risāla al-ʿAlamiyya fī šarḥi mā uškila min ḥarakāt al-fuqarāʾ wa-l-musāfirīn min al-ṣūfiyya, MS El Cairo, Dār al-Kutub al-Miṣriyya, nº 592., como uno de los máximos exponentes de al-ṭarīqa al-sabʿīniyya, compuso al-Risāla al-Šuštariyya con el propósito concreto de defender las prácticas de los sufíes viajeros. El título completo de su obra es al-Risāla al-ʿAlamiyya fī šarḥimā uškila min ḥarakāt al-fuqarāʾ wa-l-musāfirīn min al-ṣūfiyya.

33

Ibn al-ṬawwāḥIbn al-Ṭawwāḥ, ʿAbd al-Wāḥid, Sabk al-maqāl li-fakk al-ʿiqāl, Masʿūd Ğubrān (2ª ed.), Trípoli, Ğamʿiyyat al-Daʿwa l-Islāmiyya l-ʿĀlamiyya, 2008., Sabk al-maqāl, pp. 233, 241.

34

al-Naššāral-Naššār, ʿAlī Sāmī, “Abūl Ḥasan Al Šuštarī místico andaluz y autor de zéjeles y su influencia en el mundo musulmán”, Revista del Instituto Egipcio de Estudios Islámicos (RIEEI), 1 (1953), versión en español, pp. 122-155; versión árabe del artículo “Abū l-Ḥasan Al-Šuštarī al-ṣūfī al-Andalusī al-zağğāl wa-aṯaru-hu fī l-ʿālam al-islāmī”, pp. 129-160., “Abul Ḥasan Al-Šuštarī místico”, p. 136.

35

al-Ġubrīnīal-Ġubrīnī, Abū l-ʿAbbās Aḥmad, ʿUnwān al-dirāya fī man ʿurifa fī l-miʾa l-sābiʿa bi-Biğāya, ʿĀdil al-Nuwīhiḍ (ed.), Beirut, Dār al-Āfāq al-Ğadīda, 1979., ʿUnwān al-dirāya, p. 237.

36

Ibn al-ṬawwāḥIbn al-Ṭawwāḥ, ʿAbd al-Wāḥid, Sabk al-maqāl li-fakk al-ʿiqāl, Masʿūd Ğubrān (2ª ed.), Trípoli, Ğamʿiyyat al-Daʿwa l-Islāmiyya l-ʿĀlamiyya, 2008., Sabk al-maqāl, pp. 131-132.

37

Obra que no logramos identificar.

38

Ibn al-ṬawwāḥIbn al-Ṭawwāḥ, ʿAbd al-Wāḥid, Sabk al-maqāl li-fakk al-ʿiqāl, Masʿūd Ğubrān (2ª ed.), Trípoli, Ğamʿiyyat al-Daʿwa l-Islāmiyya l-ʿĀlamiyya, 2008., Sabk al-maqāl, p. 131.

39

Ibn al-ṬawwāḥIbn al-Ṭawwāḥ, ʿAbd al-Wāḥid, Sabk al-maqāl li-fakk al-ʿiqāl, Masʿūd Ğubrān (2ª ed.), Trípoli, Ğamʿiyyat al-Daʿwa l-Islāmiyya l-ʿĀlamiyya, 2008., Sabk al-maqāl, p. 133.

40

Obra o risāla perdida de Ibn Sabʿīn, cuyo título aparece también en Ibn al-ḪaṭībIbn al-Ḫaṭīb, Lisān al-Dīn, al-Iḥāṭa fī aḫbār Ġarnāṭa, ʿAbd Allāh ʿInān (ed.), El Cairo, Maktabat al-Ḫānğī, 1977, 4 vols., al-Iḥāṭa, t. IV, p. 215; Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “ʿAhd Ibn Sabʿīn li-talāmīḏi-hi, wa-šarḥu-hu”, Revista del Instituto Egipcio de Estudios Islámicos (RIEEI), 5, 1-2 (1957), pp. 1-103., “ʿAhd”, p. 35.

41

Ibn al-ṬawwāḥIbn al-Ṭawwāḥ, ʿAbd al-Wāḥid, Sabk al-maqāl li-fakk al-ʿiqāl, Masʿūd Ğubrān (2ª ed.), Trípoli, Ğamʿiyyat al-Daʿwa l-Islāmiyya l-ʿĀlamiyya, 2008., Sabk al-maqāl, p. 133.

42

MassignonMassignon, Louis, “Investigaciones sobre al-Šuštarī, poeta andaluz, enterrado en Damieta”, Al-Andalus, 14, 1 (1949), pp. 29-58., “Investigaciones sobre al-Šuštarī, poeta andaluz, enterrado en Damieta”.

43

al-Balansīal-Balansī, Yaḥyà Abū Zakariyyāʾ, “Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, en José Bellver (ed.), “The Influence of Andalusi Ṣūfism on the Central Islamicate World: Ibn Sabʿīn’s son and his Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, pp. 384-388., Kitāb al-Sulūk, p. 384.

44

BellverBellver, José, “The Influence of Andalusi Ṣūfism on the Central Islamicate World: Ibn Sabʿīn’s son and his Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, en Maribel Fierro y Mayte Penelas (eds.), The Maghrib in the Mashriq. Knowledge, Travel and Identity, Madrid, CSIC, 2021, pp. 371-398., “The Influence of Andalusi Ṣūfism on the Central Islamicate World: Ibn Sabʿīn’s son and his Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”.

45

Ibn MāğaIbn Māğa, Muḥammad al-Qazwīnī, Sunan Ibn Māğa, Fuʾād ʿAbd al-Bāqī (ed.), El Cairo, Dār Iḥyāʾ al-Kutub al-ʿArabiyya, s/f., 2 vols., Sunan, t. I, p. 114, nº 313.

46

al-Nawawīal-Nawawī, Yaḥyà Muḥyī l-Dīn, Tahḏīb al-asmāʾ wa-l-luġāt, El Cairo, Dār al-ṭibāʿa al-Munīriyya (ed.), Beirut, Dār al-Kutub al-ʿIlmiyya (Reimpresión), s/f., 4 vols., Tahḏīb al-asmāʾ, t. I, p. 18.

47

al-Suhrawardīal-Suhrawardī, Abū Ḥafṣ ʿUmar, ʿAwārif al-maʿārif, [El Cairo], al-Maktaba al-ʿAllāmiyya, 1939., ʿAwārif, p. 62.

48

Ḍiyāʾ al-Dīn Abū l-Nağīb ʿAbd al-Qāhir al-Suhrawardī (490/1097-563/1168), autor de Ādāb al-murīdīn y tío de Abū Ḥafṣal-Suhrawardī, Abū Ḥafṣ ʿUmar, ʿAwārif al-maʿārif, [El Cairo], al-Maktaba al-ʿAllāmiyya, 1939. ʿUmar al-Suhrawardī. Al-Ḏahabīal-Ḏahabī, Muḥammad Šams al-Dīn, Siyar aʿlām al-nubalāʾ, Šuʿayb al-Arnāʾūṭ, Baššār ʿAwwād Maʿrūf et al. (eds.), Beirut, Muʾassasat al-Risāla, 1996, 25 vols., Siyar, t. XX, p. 475, nº 302.

49

al-Suhrawardīal-Suhrawardī, Abū Ḥafṣ ʿUmar, ʿAwārif al-maʿārif, [El Cairo], al-Maktaba al-ʿAllāmiyya, 1939., ʿAwārif, p. 64.

50

Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “ʿAhd Ibn Sabʿīn li-talāmīḏi-hi, wa-šarḥu-hu”, Revista del Instituto Egipcio de Estudios Islámicos (RIEEI), 5, 1-2 (1957), pp. 1-103., “ʿAhd”, pp. 2, 97.

51

Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “ʿAhd Ibn Sabʿīn li-talāmīḏi-hi, wa-šarḥu-hu”, Revista del Instituto Egipcio de Estudios Islámicos (RIEEI), 5, 1-2 (1957), pp. 1-103., “ʿAhd”, p. 99.

52

Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “ʿAhd Ibn Sabʿīn li-talāmīḏi-hi, wa-šarḥu-hu”, Revista del Instituto Egipcio de Estudios Islámicos (RIEEI), 5, 1-2 (1957), pp. 1-103., “ʿAhd”, p. 100.

53

El CoránCorán, Julio Cortés, (trad.), El Corán, Madrid, Editora Nacional, 1984., 31:15, trad. J. Cortés.

54

Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “ʿAhd Ibn Sabʿīn li-talāmīḏi-hi, wa-šarḥu-hu”, Revista del Instituto Egipcio de Estudios Islámicos (RIEEI), 5, 1-2 (1957), pp. 1-103., “ʿAhd”, p. 100.

55

Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “ʿAhd Ibn Sabʿīn li-talāmīḏi-hi, wa-šarḥu-hu”, Revista del Instituto Egipcio de Estudios Islámicos (RIEEI), 5, 1-2 (1957), pp. 1-103., “ʿAhd”, p. 103.

56

Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “Kitābun fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ”, en Ibn Sabʿīn, Rasāʾil, ʿAbd al-Raḥmān Badawī (ed.), 1965, pp. 23-38., “Kitābun fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ”, p. 38. En nota a pie de página, el editor Badawī apunta que hay una interrupción, infiriendo que se trata de una o varias páginas perdidas al final de dicha Risāla.

57

Es habitual llamar al varón con Abū (padre de) seguido del nombre del primogénito, sin embargo, cabe apuntar que la kunya Abū también es usada por algunos individuos que no se casaron, ni tampoco tuvieron descendencia (Abū Ǧaʿfar al-Ṭabarī y Abū l-ʿAbbās Ibn Taymiyya, por ejemplo). Creemos que este no es el caso de Abū Muḥammad Ibn Sabʿīn.

58

Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “Risālat al-Naṣīḥa aw al-Nūriyya li-Ibn Sabʿīn”, ʿAbd al-Raḥmān Badawī (ed.), Revista del Instituto Egipcio de Estudios Islámicos (RIEEI), 4, 1-2 (1956), pp. 1-45., “Risālat al-Naṣīḥa, p. 40.

59

Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “Risālat al-Naṣīḥa aw al-Nūriyya li-Ibn Sabʿīn”, ʿAbd al-Raḥmān Badawī (ed.), Revista del Instituto Egipcio de Estudios Islámicos (RIEEI), 4, 1-2 (1956), pp. 1-45., “Risālat al-Naṣīḥa, p. 40.

60

Este sobrenombre es más contundente que el de Nūr al-Dīn (Luz de la religión), el laqab de Muḥammad.

61

Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “Risāla [sin título]”, en Ibn Sabʿīn, Rasāʿil, ʿAbd al-Raḥmān Badawī (ed.), 1965, pp. 283-297., “Risāla [sin título]”, p. 296.

62

Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “Risāla [sin título]”, en Ibn Sabʿīn, Rasāʿil, ʿAbd al-Raḥmān Badawī (ed.), 1965, pp. 283-297., “Risāla [sin título]”, p. 286.

63

Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “Risāla [sin título]”, en Ibn Sabʿīn, Rasāʿil, ʿAbd al-Raḥmān Badawī (ed.), 1965, pp. 283-297., “Risāla [sin título]”, p. 285.

64

Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “Risāla [sin título]”, en Ibn Sabʿīn, Rasāʿil, ʿAbd al-Raḥmān Badawī (ed.), 1965, pp. 283-297., “Risāla [sin título]”, p. 286.

65

Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “Risāla [sin título]”, en Ibn Sabʿīn, Rasāʿil, ʿAbd al-Raḥmān Badawī (ed.), 1965, pp. 283-297., “Risāla [sin título]”, p. 288.

66

Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “Risāla [sin título]”, en Ibn Sabʿīn, Rasāʿil, ʿAbd al-Raḥmān Badawī (ed.), 1965, pp. 283-297., “Risāla [sin título]”, p. 297.

67

al-Bādisīal-Bādisī, ʿAbd al-Ḥaqq, al-Maqṣad al-šarīf wa-l-manzaʿ al-laṭīf fī l-taʿrīf bi-ṣulaḥāʾ al-Rīf, Saʿīd Aʿrāb (2ª ed.), Rabat, al-Maṭbaʿa l-Malikiyya, 1993., al-Maqṣad, p. 69.

68

ŠarafŠaraf, Muḥammad Yāsir, al-Waḥda al-muṭlaqa ʿinda Ibn Sabʿīn, Bagdad-Beirut, Dār al-Rašīd, 1981., al-Waḥda al-muṭlaqa, p. 16.

69

al-Fāsīal-Fāsī, Muḥammad Taqiyy al-Dīn al-Makkī, al-ʿIqd al-ṯamīn fī tārīḫ al-Balad al-Amīn, vol. V, Fuʾād Sayyid (ed.), Beirut, Muʾassasat al-Risāla, 1985., al-ʿIqd al-ṯamīn, t. V, p. 334.

70

Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “Risālat al-Naṣīḥa aw al-Nūriyya li-Ibn Sabʿīn”, ʿAbd al-Raḥmān Badawī (ed.), Revista del Instituto Egipcio de Estudios Islámicos (RIEEI), 4, 1-2 (1956), pp. 1-45., “Risālat al-Naṣīḥa”, p. 35.

71

al-Taftāzānīal-Taftāzānī, Abū l-Wafā, Ibn Sabʿīn wa-falsafatu-hu l-ṣūfiyya, Beirut, Dār al-Kitāb al-Lubnānī, 1973., Ibn Sabʿīn wa-falsafatu-hu, pp. 416, 445, 447, 477.

72

Yalaoui y KrenkowYalaoui, Mohamed y Krenkow, Fritz, “al-Tilimsānī”, The Encyclopaedia of Islam, new edition (EI2), Leiden, Brill, 2000, t. X, pp. 499-500., “al-Tilimsānī”, EI2 , t. X, p. 500.

73

al-Ṣafadīal-Ṣafadī, Ḫalīl Ibn Aybak, al-Wāfī bi-l-wafayāt, Aḥmad al-Arnāʾūt, Turkī Musṭafà (eds.), Beirut, Dār Iḥyāʾ at-Turāṯ al-ʿArabī, 2000, 29 vols., al-Wāfī bi-l-wafayāt, t. III, p. 109, nº 1076.

74

al-Saḫāwīal-Saḫāwī, Muḥammad Šams al-Dīn, al-Qawl al-munbī ʿan tarğamat Ibn ʿArabī (Primera Parte), Ḫālid Mudrik (ed.), en el segundo tomo, Tesis de Máster, Arabia Saudí, Universidad Umm al-Qurà, 2002., al-Qawl al-munbī, 1ª parte, t. II, p. 293; Ben-NasBen-Nas, Abdelkrim, “al-Qawl al-munbī ʿan tarğamat Ibn ʿArabī, de al-Ḥāfiẓ al-Saḫāwī. Análisis preliminar y traducción de un fragmento sobre místicos levantinos”, eHumanista/IVITRA, 13 (2018), pp. 315-352., “al-Qawl al-munbī”, p. 343.

75

Ibn al-ḪaṭībIbn al-Ḫaṭīb, Lisān al-Dīn, al-Iḥāṭa fī aḫbār Ġarnāṭa, ʿAbd Allāh ʿInān (ed.), El Cairo, Maktabat al-Ḫānğī, 1977, 4 vols., al-Iḥāṭa, t. IV, p. 32.

76

En «La rara correspondencia» entre al-Šuštarī y un sufí llamado Abū ʿAlī Ibn Tādrart, ambos escriben de manera enrevesada con rasgos del estilo sabʿīní. Ibn al-ḪaṭībIbn al-Ḫaṭīb, Lisān al-Dīn, al-Iḥāṭa fī aḫbār Ġarnāṭa, ʿAbd Allāh ʿInān (ed.), El Cairo, Maktabat al-Ḫānğī, 1977, 4 vols., al-Iḥāṭa, t. IV, p. 212.

77

al-Balansīal-Balansī, Yaḥyà Abū Zakariyyāʾ, “Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, en José Bellver (ed.), “The Influence of Andalusi Ṣūfism on the Central Islamicate World: Ibn Sabʿīn’s son and his Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, pp. 384-388., “Kitāb al-Sulūk”; en BellverBellver, José, “The Influence of Andalusi Ṣūfism on the Central Islamicate World: Ibn Sabʿīn’s son and his Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, en Maribel Fierro y Mayte Penelas (eds.), The Maghrib in the Mashriq. Knowledge, Travel and Identity, Madrid, CSIC, 2021, pp. 371-398., “The Influence of Andalusi Ṣūfism”, pp. 384-388.

78

al-Balansīal-Balansī, Yaḥyà Abū Zakariyyāʾ, “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya wa-l-fuṣūl al-ḏātiyya”, en al-Maqqarī, Nafḥ al-ṭīb, t. II, pp. 198-200., “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya”; en al-Maqqarīal-Maqqarī, Aḥmad Abū l-ʿAbbās, Nafḥ al-ṭīb min ġuṣn al-Andalus al-raṭīb wa-ḏikri wazīri-hā Lisān al-Dīn Ibn al-Ḫaṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1988, 8 vols., Nafḥ, t. II, pp. 198-200.

79

Ibn al-ṬawwāḥIbn al-Ṭawwāḥ, ʿAbd al-Wāḥid, Sabk al-maqāl li-fakk al-ʿiqāl, Masʿūd Ğubrān (2ª ed.), Trípoli, Ğamʿiyyat al-Daʿwa l-Islāmiyya l-ʿĀlamiyya, 2008., Sabk al-maqāl, pp. 131-133.

80

Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “Kitābun fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ”, en Ibn Sabʿīn, Rasāʾil, ʿAbd al-Raḥmān Badawī (ed.), 1965, pp. 23-38., “Kitābun fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ”, p. 38.

81

BellverBellver, José, “The Influence of Andalusi Ṣūfism on the Central Islamicate World: Ibn Sabʿīn’s son and his Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, en Maribel Fierro y Mayte Penelas (eds.), The Maghrib in the Mashriq. Knowledge, Travel and Identity, Madrid, CSIC, 2021, pp. 371-398., “The Influence of Andalusi Ṣūfism”, ed. pp. 384-387; trad. ingl. pp. 388-396.

82

BellverBellver, José, “The Influence of Andalusi Ṣūfism on the Central Islamicate World: Ibn Sabʿīn’s son and his Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, en Maribel Fierro y Mayte Penelas (eds.), The Maghrib in the Mashriq. Knowledge, Travel and Identity, Madrid, CSIC, 2021, pp. 371-398., “The Influence of Andalusi Ṣūfism”, pp. 374-382.

83

al-Balansīal-Balansī, Yaḥyà Abū Zakariyyāʾ, “Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, en José Bellver (ed.), “The Influence of Andalusi Ṣūfism on the Central Islamicate World: Ibn Sabʿīn’s son and his Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, pp. 384-388., “Kitāb al-Sulūk”, p. 384.

84

al-Balansīal-Balansī, Yaḥyà Abū Zakariyyāʾ, “Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, en José Bellver (ed.), “The Influence of Andalusi Ṣūfism on the Central Islamicate World: Ibn Sabʿīn’s son and his Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, pp. 384-388., “Kitāb al-Sulūk”, p. 385.

85

al-Balansīal-Balansī, Yaḥyà Abū Zakariyyāʾ, “Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, en José Bellver (ed.), “The Influence of Andalusi Ṣūfism on the Central Islamicate World: Ibn Sabʿīn’s son and his Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, pp. 384-388., “Kitāb al-Sulūk”, p. 386.

86

al-Balansīal-Balansī, Yaḥyà Abū Zakariyyāʾ, “Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, en José Bellver (ed.), “The Influence of Andalusi Ṣūfism on the Central Islamicate World: Ibn Sabʿīn’s son and his Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, pp. 384-388., “Kitāb al-Sulūk”, p. 386. Aquí alude a Kitāb al-Iḥāṭa de Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “Kitāb al-Iḥāṭa”, en Ibn Sabʿīn, Rasāʾil, ʿAbd al-Raḥmān Badawī (ed.), 1965, pp. 130-150..

87

al-Balansīal-Balansī, Yaḥyà Abū Zakariyyāʾ, “Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, en José Bellver (ed.), “The Influence of Andalusi Ṣūfism on the Central Islamicate World: Ibn Sabʿīn’s son and his Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, pp. 384-388., “Kitāb al-Sulūk”, p. 386.

88

al-Balansīal-Balansī, Yaḥyà Abū Zakariyyāʾ, “Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, en José Bellver (ed.), “The Influence of Andalusi Ṣūfism on the Central Islamicate World: Ibn Sabʿīn’s son and his Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, pp. 384-388., “Kitāb al-Sulūk”, p. 387.

89

al-Balansīal-Balansī, Yaḥyà Abū Zakariyyāʾ, “Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, en José Bellver (ed.), “The Influence of Andalusi Ṣūfism on the Central Islamicate World: Ibn Sabʿīn’s son and his Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, pp. 384-388., “Kitāb al-Sulūk”, p. 385.

90

Ibn al-ṬawwāḥIbn al-Ṭawwāḥ, ʿAbd al-Wāḥid, Sabk al-maqāl li-fakk al-ʿiqāl, Masʿūd Ğubrān (2ª ed.), Trípoli, Ğamʿiyyat al-Daʿwa l-Islāmiyya l-ʿĀlamiyya, 2008., Sabk al-maqāl, p. 132.

91

al-Balansīal-Balansī, Yaḥyà Abū Zakariyyāʾ, “Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, en José Bellver (ed.), “The Influence of Andalusi Ṣūfism on the Central Islamicate World: Ibn Sabʿīn’s son and his Kitāb al-Sulūk fī ṭarīq al-qawm”, pp. 384-388., “Kitāb al-Sulūk”, p. 386; Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “Kitābun fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ”, en Ibn Sabʿīn, Rasāʾil, ʿAbd al-Raḥmān Badawī (ed.), 1965, pp. 23-38., “Kitāb un fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ”, p. 38.

92

al-Maqqarīal-Maqqarī, Aḥmad Abū l-ʿAbbās, Nafḥ al-ṭīb min ġuṣn al-Andalus al-raṭīb wa-ḏikri wazīri-hā Lisān al-Dīn Ibn al-Ḫaṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1988, 8 vols., Nafḥ, t. II, pp. 197-198.

93

Según al-Baġdādīal-Baġdādī al-Bābānī, Ismāʿīl Pacha, Hadiyyat al-ʿārifīn, asmāʾ al-muʾallifīn wa-āṯār al-muṣannifīn, Estambul, Wikālat al-Maʿārif al-Ğalīla, 1951, Reimpresión, Líbano, Muʾassasat al-Tārīḫ al-ʿArabī, s/f, 2 vols., Yaḥyà falleció en 685 H. (al-Baġdādīal-Baġdādī al-Bābānī, Ismāʿīl Pacha, Hadiyyat al-ʿārifīn, asmāʾ al-muʾallifīn wa-āṯār al-muṣannifīn, Estambul, Wikālat al-Maʿārif al-Ğalīla, 1951, Reimpresión, Líbano, Muʾassasat al-Tārīḫ al-ʿArabī, s/f, 2 vols., Hadiyyat al-ʿārifīn, t. II, p. 525), mientras que Ibn al-Ṭawwāḥ registra que falleció en 665/1267. Lo más probable es que 665/1267 sea la fecha correcta, ya que Ibn al-Ṭawwāḥ es anterior a al-Baġdādī; además, narra detalles sobre la ceremonia del entierro de Yaḥyà. Ibn al-ṬawwāḥIbn al-Ṭawwāḥ, ʿAbd al-Wāḥid, Sabk al-maqāl li-fakk al-ʿiqāl, Masʿūd Ğubrān (2ª ed.), Trípoli, Ğamʿiyyat al-Daʿwa l-Islāmiyya l-ʿĀlamiyya, 2008., Sabk al-maqāl, p. 133.

94

al-Baġdādīal-Baġdādī al-Bābānī, Ismāʿīl Pacha, Hadiyyat al-ʿārifīn, asmāʾ al-muʾallifīn wa-āṯār al-muṣannifīn, Estambul, Wikālat al-Maʿārif al-Ğalīla, 1951, Reimpresión, Líbano, Muʾassasat al-Tārīḫ al-ʿArabī, s/f, 2 vols., Hadiyyat al-ʿārifīn, t. II, p. 525.

95

AkasoyAkasoy, Anna Ayse, “The Muḥaqqiq as Mahdī? Ibn Sabʿīn and Mahdism among Andalusian Mystics in the 12th/13th Centuries”, en Wolfram Brandes y Felicitas Schmieder (eds.), Endzeiten: Eschatologie in den monotheistischen Weltreligionen, Berlin-New York, Walter de Gruyter, 2008, pp. 313-337, Millennium-Studien, 16. usó un pasaje de al-Wirāṯa al-muḥammadiyya sin mencionar su título ni su autor. «In a long […] passage from a Risāla (“epistle”) by an anonymous author, al-Maqqarī presents Ibn Sabʿīn […]. The anonymous author might have been a disciple of Ibn Sabʿīn». AkasoyAkasoy, Anna Ayse, “The Muḥaqqiq as Mahdī? Ibn Sabʿīn and Mahdism among Andalusian Mystics in the 12th/13th Centuries”, en Wolfram Brandes y Felicitas Schmieder (eds.), Endzeiten: Eschatologie in den monotheistischen Weltreligionen, Berlin-New York, Walter de Gruyter, 2008, pp. 313-337, Millennium-Studien, 16., “The muḥaqqiq as Mahdi?”, pp. 331-332.

96

al-Balansīal-Balansī, Yaḥyà Abū Zakariyyāʾ, “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya wa-l-fuṣūl al-ḏātiyya”, en al-Maqqarī, Nafḥ al-ṭīb, t. II, pp. 198-200., “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya”, p. 200.

97

al-Balansīal-Balansī, Yaḥyà Abū Zakariyyāʾ, “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya wa-l-fuṣūl al-ḏātiyya”, en al-Maqqarī, Nafḥ al-ṭīb, t. II, pp. 198-200., “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya”, p. 199.

98

al-Taftāzānīal-Taftāzānī, Abū l-Wafā, Ibn Sabʿīn wa-falsafatu-hu l-ṣūfiyya, Beirut, Dār al-Kitāb al-Lubnānī, 1973., Ibn Sabʿīn wa-falsafatu-hu, p. 51.

99

al-Balansīal-Balansī, Yaḥyà Abū Zakariyyāʾ, “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya wa-l-fuṣūl al-ḏātiyya”, en al-Maqqarī, Nafḥ al-ṭīb, t. II, pp. 198-200., “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya”, p. 198.

100

MuslimMuslim, Ibn al-Ḥağğāğ al-Nīsābūrī, Ṣaḥīḥ Muslim, ʿAbd al-Raḥmān Colombo al-Ÿerrâhî (trad.), s/l, Oficina de Cultura y Difusión Islámica Argentina, s/f., Ṣaḥīḥ, trad. esp. p. 574, nº 4722. Traducción modificada. Nótese que hay dos versiones: en una consta al-Ġarb y en otra aparece al-Maġrib. Yaḥyà elige la segunda.

101

Sobre el término quṭb, ver Ibn LuyūnIbn Luyūn, Abū ʿUṯmān al-Tuğībī, al-Ināla al-ʿilmiyya min al-Risāla al-ʿalamiyya fī ṭarīqat al-fuqarāʾ al-mutağarridīn min al-ṣūfiyya, Muḥammad al-ʿAdlūnī (ed.), Casablanca, Dār al-Ṯaqāfa, 2004., al-Ināla, p. 169; Ibn ʿArabīIbn ʿArabī, Muḥammad Muḥyī al-Dīn, “al-Iṣṭilāḥāt al-ṣūfiyya al-wārida fī l-Futūḥāt al-Makkiyya”, Alfonso Carmona González (trad. esp.), “Terminología sufí”, en Mohammed Amrani, Tosun Bayrak Jerrahi y Rabia Terri Harris (eds.), Ibn ʿArabī. Guía espiritual: Plegaria de la salvación; Lo imprescindible; Terminología sufí, Murcia, Imprenta Regional de Murcia, 1992, pp. 75-131., al-Iṣṭilāḥāt al-ṣūfiyya, A. Carmona (trad. esp.), “Terminología sufí”, p. 85.

102

al-Balansīal-Balansī, Yaḥyà Abū Zakariyyāʾ, “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya wa-l-fuṣūl al-ḏātiyya”, en al-Maqqarī, Nafḥ al-ṭīb, t. II, pp. 198-200., “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya”, p. 198.

103

al-Šuštarī lo define así: «Al-Ġawṯ ‘socorro, el auxilio’: es el [mismo] quṭb ‘polo, pilar supremo’ cuando el momento requiere que se acuda a él». Ibn LuyūnIbn Luyūn, Abū ʿUṯmān al-Tuğībī, al-Ināla al-ʿilmiyya min al-Risāla al-ʿalamiyya fī ṭarīqat al-fuqarāʾ al-mutağarridīn min al-ṣūfiyya, Muḥammad al-ʿAdlūnī (ed.), Casablanca, Dār al-Ṯaqāfa, 2004., al-Ināla, p. 168. Ver también Ibn ʿArabīIbn ʿArabī, Muḥammad Muḥyī al-Dīn, “al-Iṣṭilāḥāt al-ṣūfiyya al-wārida fī l-Futūḥāt al-Makkiyya”, Alfonso Carmona González (trad. esp.), “Terminología sufí”, en Mohammed Amrani, Tosun Bayrak Jerrahi y Rabia Terri Harris (eds.), Ibn ʿArabī. Guía espiritual: Plegaria de la salvación; Lo imprescindible; Terminología sufí, Murcia, Imprenta Regional de Murcia, 1992, pp. 75-131., Al-Iṣṭilāḥāt, A. Carmona (trad. esp.), “Terminología sufí”, p. 105.

104

Ibn al-ṬawwāḥIbn al-Ṭawwāḥ, ʿAbd al-Wāḥid, Sabk al-maqāl li-fakk al-ʿiqāl, Masʿūd Ğubrān (2ª ed.), Trípoli, Ğamʿiyyat al-Daʿwa l-Islāmiyya l-ʿĀlamiyya, 2008., Sabk al-maqāl, p. 131.

105

Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “Kitābun fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ”, en Ibn Sabʿīn, Rasāʾil, ʿAbd al-Raḥmān Badawī (ed.), 1965, pp. 23-38., “Kitāb un fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ”, pp. 23-38.

106

Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “Kitābun fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ”, en Ibn Sabʿīn, Rasāʾil, ʿAbd al-Raḥmān Badawī (ed.), 1965, pp. 23-38., “Kitāb un fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ”, p. 38.

107

Esta cuestión plantea un problema de indexación, generado por el editor. No deja de extrañar que Badawī, el editor de las Rasāʾil, no haya hecho la mínima alusión a Yaḥyà al-Balansī, ni en el índice ni en nota a pie de página, habiendo mencionado su nombre completo y su obra al-Wirāṯaal-Balansī, Yaḥyà Abū Zakariyyāʾ, “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya wa-l-fuṣūl al-ḏātiyya”, en al-Maqqarī, Nafḥ al-ṭīb, t. II, pp. 198-200., en el prólogo de su edición. En realidad, Badawī se ha limitado a reproducir las palabras de al-Maqqarīal-Maqqarī, Aḥmad Abū l-ʿAbbās, Nafḥ al-ṭīb min ġuṣn al-Andalus al-raṭīb wa-ḏikri wazīri-hā Lisān al-Dīn Ibn al-Ḫaṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1988, 8 vols., el cual dijo que al-Wirāṯaal-Balansī, Yaḥyà Abū Zakariyyāʾ, “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya wa-l-fuṣūl al-ḏātiyya”, en al-Maqqarī, Nafḥ al-ṭīb, t. II, pp. 198-200. quizás sea de Yaḥyà. Badawī, Introducción, Rasāʾil, p. 1.

108

BadawīBadawī, ʿAbd al-Raḥmān, “Testamento de Ibn Sabʿīn a sus discípulos”, Revista del Instituto Egipcio de Estudios Islámicos (RIEEI), 5, 1-2 (1957), pp. 249-253., Introducción, Rasāʾil, p. 17.

109

Ben-NasBen-Nas, Abdelkrim, al-Šuštarī y su Risāla: la vida cotidiana de los sufíes a través de al-Risāla al-Šuštariyya, Trabajo inédito defendido para el Diploma de Estudios Avanzados (DEA), Universidad de Alicante, 2012., al-Šuštarī y su Risāla.

110

Ben-NasBen-Nas, Abdelkrim, “Análisis y traducción de al-Risāla al-Baġdādiyya de al-Šuštarī”, eHumanista/IVITRA, 9 (2016), pp. 267-281., “Análisis y traducción de al-Risāla al-Baġdādiyyaal-Šuštarī, Abū l-Ḥasan ʿAlī, “al-Risāla al-Baġdādiyya”, Marie Thérèse Urvoy (ed.), Bulletin d’Études Orientales, 28 (1975), pp. 259-266.”.

111

al-Balansīal-Balansī, Yaḥyà Abū Zakariyyāʾ, “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya wa-l-fuṣūl al-ḏātiyya”, en al-Maqqarī, Nafḥ al-ṭīb, t. II, pp. 198-200., “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya”, pp. 198, 200.

112

El padre de Ibn Sabʿīn era un alto cargo y su hermano Abū Ṭālib acompañó a ʿAbd Allāh Ibn Hūd en una embajada a Roma. Ibn Al-ḪaṭībIbn al-Ḫaṭīb, Lisān al-Dīn, al-Iḥāṭa fī aḫbār Ġarnāṭa, ʿAbd Allāh ʿInān (ed.), El Cairo, Maktabat al-Ḫānğī, 1977, 4 vols., al-Iḥāṭa, t. IV, pp. 33-34.

113

MuslimMuslim, Ibn al-Ḥağğāğ al-Nīsābūrī, Ṣaḥīḥ Muslim, ʿAbd al-Raḥmān Colombo al-Ÿerrâhî (trad.), s/l, Oficina de Cultura y Difusión Islámica Argentina, s/f., Ṣaḥīḥ, trad. esp. p. 574, nº 4722. Traducción modificada, ver nota 100 Muslim, Ṣaḥīḥ, trad. esp. p. 574, nº 4722. Traducción modificada. Nótese que hay dos versiones: en una consta al-Ġarb y en otra aparece al-Maġrib. Yaḥyà elige la segunda..

114

al-Balansīal-Balansī, Yaḥyà Abū Zakariyyāʾ, “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya wa-l-fuṣūl al-ḏātiyya”, en al-Maqqarī, Nafḥ al-ṭīb, t. II, pp. 198-200., “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya”, p. 198.

115

Alusión a esta aleya: «Si les hubiera prescrito que sacrificaran sus vidas o que abandonaran sus hogares, no lo habrían hecho, salvo unos pocos». El CoránCorán, M. ʿĪsā García (trad. esp.), Traducción comentada, El Corán, Bogotá, 2013., 4:66, trad. M. ʿĪ. García.

116

al-Balansīal-Balansī, Yaḥyà Abū Zakariyyāʾ, “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya wa-l-fuṣūl al-ḏātiyya”, en al-Maqqarī, Nafḥ al-ṭīb, t. II, pp. 198-200., “al-Wirāṯa al-muḥammadiyya”, p. 199.

117

al-Maqqarīal-Maqqarī, Aḥmad Abū l-ʿAbbās, Nafḥ al-ṭīb min ġuṣn al-Andalus al-raṭīb wa-ḏikri wazīri-hā Lisān al-Dīn Ibn al-Ḫaṭīb, Iḥsān ʿAbbās (ed.), Beirut, Dār Ṣādir, 1988, 8 vols., Nafḥ, t. II, p. 200.

118

Lo más seguro es que se refiera a los siete atributos de Dios que los ašāʿira clasifican como atributos del Ser (Ṣifāt al-Ḏāt): al-ʿilm (‘el saber’), al-qudra (‘la capacidad’), al-irāda (‘la voluntad’), al-ḥayāt (‘la vida’), al-kalām (‘el habla’), al-samʿ (‘la escucha’) y al-baṣar (‘la vista’).

119

Ibn al-ṬawwāḥIbn al-Ṭawwāḥ, ʿAbd al-Wāḥid, Sabk al-maqāl li-fakk al-ʿiqāl, Masʿūd Ğubrān (2ª ed.), Trípoli, Ğamʿiyyat al-Daʿwa l-Islāmiyya l-ʿĀlamiyya, 2008., Sabk al-maqāl, p. 131.

120

Risāla perdida de Ibn Sabʿīn. El MoussaouiEl Moussaoui Taïb, Abdellah, El sufismo esotérico de Ibn Sabʿīn (s. VII-XIII d.C.), Tesis Doctoral, Universidad Complutense de Madrid, 2014., El sufismo esotérico de Ibn Sabʿīn, p. 91.

121

Al-ʿIlm al-Ladunnī es todo conocimiento, saber o entendimiento que procede directamente, sin intermediarios, de la parte de (min ladun) Dios. Se entiende que es exclusivo para los profetas, pero también para los awliyyāʾ (allegados de Dios), por ser herederos de los profetas. Los sufíes han tomado el término de esta aleya: «y encontraron a uno de Nuestros siervos, a quien habíamos dado una gracia Nuestra y a quien habíamos impartido un conocimiento [procedente] de Nosotros». El CoránCorán, Muḥammad Asad (trad.), El Mensaje del Qurʾān, Córdoba, Junta Islámica, 2001., 18:65, trad. M. Asad. Se trata de al-Ḫaḍir o al-Ḫiḍr, que no era profeta, pero Dios mandó a Moisés que aprendiera de él este conocimiento «esotérico», que en apariencia se contradice con el frontispicio de la šarīʿa.

122

Ibn al-ṬawwāḥIbn al-Ṭawwāḥ, ʿAbd al-Wāḥid, Sabk al-maqāl li-fakk al-ʿiqāl, Masʿūd Ğubrān (2ª ed.), Trípoli, Ğamʿiyyat al-Daʿwa l-Islāmiyya l-ʿĀlamiyya, 2008., Sabk al-maqāl, p. 132.

123

Ibn al-ṬawwāḥIbn al-Ṭawwāḥ, ʿAbd al-Wāḥid, Sabk al-maqāl li-fakk al-ʿiqāl, Masʿūd Ğubrān (2ª ed.), Trípoli, Ğamʿiyyat al-Daʿwa l-Islāmiyya l-ʿĀlamiyya, 2008., Sabk al-maqāl, p. 133.

124

Quizás se trate de Kitāb al-IḥāṭaIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “Kitāb al-Iḥāṭa”, en Ibn Sabʿīn, Rasāʾil, ʿAbd al-Raḥmān Badawī (ed.), 1965, pp. 130-150., denominándolo Yaḥyà como al-Salām. La frase que Yaḥyà refiere es similar a la de al-Iḥāṭa. Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “Kitāb al-Iḥāṭa”, en Ibn Sabʿīn, Rasāʾil, ʿAbd al-Raḥmān Badawī (ed.), 1965, pp. 130-150., Kitāb al-Iḥāṭa, p. 130. Por otra parte, en el colofón de al-Iḥāṭa, Ibn Sabʿīn repite tres veces al-salām. Ibn SabʿīnIbn Sabʿīn, Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq, “Kitāb al-Iḥāṭa”, en Ibn Sabʿīn, Rasāʾil, ʿAbd al-Raḥmān Badawī (ed.), 1965, pp. 130-150., Kitāb al-Iḥāṭa, p. 150. Pero puede que al-Salām sea una epístola de Ibn Sabʿīn, de la cual hasta ahora no existe mención.

125

Ibn Sabʿīn, “Kitābun fī-hi Ḥikam wa-Mawāʿiẓ”, p. 38.

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