Al-Qanṭara XLIV (1)
enero-junio 2023, e12
eISSN 1988-2955 | ISSN-L 0211-3589
https://doi.org/10.3989/alqantara.2023.012

RESEÑAS

Covadonga Baratech-Soriano

Instituto de Lenguas y Culturas del Mediterráneo y Oriente Próximo, CSIC

https://orcid.org/0009-0008-8337-0141

Hofer, Nathan, The Popularisation of Sufism in Ayyubid and Mamluk Egypt, 1173-1325, Edinburgh University Press, 2015, 320 pp.

The Popularisation of Sufism in Ayyubid and Mamluk Egypt, 1173-1325 es el primer libro de Nathan Hofer, profesor de la Universidad de Missouri-Columbia. En él se analiza el proceso mediante el cual el sufismo se fue extendiendo entre amplias capas de la población en Egipto desde 1173, año de fundación de la ḫānqāh Saʿīd al-Suʿadāʾ por Saladino, hasta 1325. Hofer se refiere a tres modelos de sufismo que coexistieron a lo largo de estos años: el patrocinado por el Estado, ejemplificado con los sufíes de la ḫānqāh Saʿīd al-Suʿadāʾ, un sufismo aprobado por el Estado pero que no dependía de él, como fue el caso de la ṭarīqa Šāḏiliyya, y un sufismo disidente cuyo mayor exponente fueron los sufíes del Alto Egipto.

La obra se divide en tres partes precedidas por una introducción en la que Hofer trata el fenómeno de la popularización del sufismo en el Egipto de los siglos XII a XIV, los problemas que conlleva representar el sufismo como cultura popular y las cuestiones de estructura, agencia y cambio. En este apartado, el autor presenta las teorías desarrolladas por los sociólogos José López y John Scott, autores de Social Structure (2000, Buckingham), y de John Levi Martin, autor de Social Structures (2009, Princeton). Este apartado resulta de crucial importancia, pues Hofer empleará la terminología explicada en él a lo largo de todo el libro. La introducción finaliza con un breve apartado sobre el contenido y la estructura de la obra.

Cada parte consta de tres capítulos. La primera, que trata el sufismo patrocinado por el Estado, dedica su primer capítulo a la ḫānqāh Saʿīd al-Suʿadāʾ, el segundo a los sufíes que la habitaban y el tercero a las relaciones entre estos y la gente común y cómo impactaron estas en la popularización del sufismo. El primer capítulo de la segunda parte trata la aparición de la Šāḏiliyya en Egipto, el segundo la imagen de la ṭarīqa que extendió al-Iskandarī (discípulo de al-Mursī, quien a su vez fue discípulo de al-Šāḏilī) y el tercero la popularización del sufismo Šāḏilí. La última parte comienza presentando la situación del Alto Egipto y cómo se insertaban los sufíes en ella, el segundo capítulo trata de los activistas sufíes y el tercero de los sufíes que obraban milagros, fundamentales para la expansión del sufismo en el sur de Egipto. El libro termina con las conclusiones del autor.

En The Popularisation of Sufism in Ayyubid and Mamluk Egypt, 1173-1325 Nathan Hofer nos presenta tres corrientes del sufismo en ocasiones antagónicas y opuestas, tres fenómenos bien diferenciados que no suelen estudiarse de forma conjunta, pero que entran todos bajo el mismo paraguas. Al hacerlo, nos permite apreciar con mayor claridad la diversidad de las prácticas englobadas dentro del sufismo, a cuya pluralidad no se le da la suficiente importancia en ocasiones. Una propuesta a destacar del libro es la visión de Hofer sobre el funcionamiento de las sociedades islámicas medievales. Allí donde Ira Lapidus y Roy Mottahedeh siguieron las teorías del funcionalismo, y Chamberlain, Clifford, Berkey y Hirschler optaron por la teoría del conflicto, Hofer defiende las propuestas de José López, John Scott y John Levi Martin. Según estos sociólogos, las relaciones sociales repetidas a lo largo del tiempo y del espacio conforman patrones, y es a estos patrones a los que Hofer se refiere como «instituciones». Las instituciones tienen cinco características: son sociales, normativas, performativas, objetivas para aquellos que las ejecutan y dinámicas o sujetas a cambios. La estructura estaría en continuo cambio gracias a la agencia de las instituciones, que permiten y restringen al mismo tiempo el comportamiento social. Cuando existen objetivos e intereses que alcanzar, una o varias instituciones se coordinan y oficializan para formar una «organización». Así, la propuesta de Hofer elimina la concepción de las instituciones informales o débiles tan presente en el estudio de las sociedades islámicas medievales. Por otro lado, su teoría pone en valor la acción de los sufíes de las distintas corrientes como agentes activos en la expansión del sufismo, que no se popularizó porque la sociedad egipcia de los siglos XII a XIV lo necesitara o lo deseara, sino porque los sufíes hicieron verdaderos esfuerzos por extenderse por todos los estratos de la sociedad.

Sin embargo, hay una cuestión sobre la que el libro de Hofer no termina de arrojar toda la luz posible: la del éxito de los sufíes extranjeros. El autor considera la llegada a Egipto de sufíes de al-Andalus, el Magreb, Iraq e Irán y su inclusión dentro del aparato ayyubí (sobre todo de los sufíes orientales) como uno de los factores históricos que propiciaron la popularización del sufismo en el país del Nilo. No obstante, Hofer no desarrolla los motivos por los cuales estos sufíes extranjeros alcanzaron niveles de éxito superiores a los de sus homólogos locales.