Al-Qanṭara XLIV (1)
enero-junio 2023, e13
eISSN 1988-2955 | ISSN-L 0211-3589
https://doi.org/10.3989/alqantara.2023.013

RESEÑAS

Maribel Fierro

Instituto de Lenguas y Culturas del Mediterráneo y Oriente Próximo, CSIC

https://orcid.org/0000-0003-4736-7224

Pérez Rivera, José Manuel, Martínez Enamorado, Virgilio y Nogueras Vega, Silvia, Magia talismánica en la Ceuta del siglo XIII, Ceuta, Ciudad Autónoma de Ceuta–Consejería de Educación y Cultura–Museo de Ceuta, 2021, 158 pp.

En el año 2016, cuando se completaba el estudio de una excavación arqueológica iniciada en 2013 en el solar delimitado por las calles Simoa, Galea y Teniente Arrabal en Ceuta, en el silo SI-101 se localizó una especie de gruta artificial, restos de sacrificios de animales y un depósito de ofrendas. Lo más llamativo que se encontró fue un talismán que representa una figura femenina con los brazos en posición oferente, los pechos marcados y las piernas arqueadas -tal vez dando a luz-, interpretada como una representación de la diosa Ishtar-Isis-Venus (p. 76). Talismanes parecidos han sido encontrados en las zonas de Murcia y Albacete y debemos a Sebastián Gaspariño el haberlos compilado y haberlos hecho accesibles a través de la página web https://www.amuletosdealandalus.com, en una iniciativa por la que los que nos interesamos por el estudio de al-Andalus debemos estarle agradecidos. Según los autores del libro que nos ocupa, era la primera vez que se encontraba una pieza parecida en el Norte de África en el contexto de una excavación arqueológica. El estudio que de esa pieza y su contexto nos ofrecen los autores de esta obra resulta apasionante tanto por los resultados a los que llegan como por las perspectivas que abren sobre una de las dimensiones de la vida en las sociedades islámicas medievales -la de las creencias mágicas- sobre las que todavía queda mucho por investigar.

El libro se estructura en cuatro partes. La primera es una breve síntesis sobre Ceuta, la segunda es una descripción arqueológica del lugar donde se realizaron los hallazgos, la tercera está dedicada al estudio e interpretación de los mismos y la cuarta se centra en el contexto religioso, político y cultural del siglo XIII, periodo en el que se fecha lo encontrado. Estas dos últimas partes nos adentran en prácticas y creencias que a menudo son relegadas a los márgenes de las sociedades del Occidente islámico medieval, objeto de interés para antropólogos y arqueólogos y no tanto para historiadores dado que el registro textual no siempre las menciona, o si lo hace, es con afán de condena y descalificación. Y, sin embargo, debieron de ser centrales en la vida de sectores considerables de la población de esas sociedades, no solo de los musulmanes sino también de los judíos y cristianos.

Me han parecido especialmente interesantes las reflexiones sobre figuras de santidad femeninas como Lalla `Āʼiša con sus distintos avatares (Baḥriyya, Sūdāniyya). En este campo, disponemos ahora también del estudio de Rachid El Hour y Manuela Marín, Memoria y presencia de las mujeres santas de Alcazarquivir (Marruecos). Transmisión oral y tradición escrita (Salamanca, Universidad de Salamanca, 2018), así como de Rachid El Hour, “Moroccan female saints in written and oral traditions: Lallā Mennāna, patron saint of Larache”, The Journal of North African Studies, https://doi.org/10.1080/13629387.2020.1771309. Señalan los autores del libro aquí reseñado con razón que «Las creencias y cultos femeninos quedaron restringidos al reducido y no bien visto círculo esotérico de la magia talismánica», remitiendo a la Gāyat al-ḥakīm (Picatrix) (p. 27). Si su autor se identifica con Maslama al-Qurṭubī (295/908-353/964) (tal y como se recoge en la p. 129), puede ser significativo que a este se le atribuya un Kitāb al-nisāʼ que por ahora hay que considerar perdido. En la zona del Rif, entre los Gumara, se documenta en el año 325/936-7 una poderosa figura femenina, Tālīt, hechicera tía del profeta beréber Ḥamīm b. Mann Allāh al-Muftarī cuyo nombre formaba parte de la profesión de fe de sus seguidores: «Creo en Ḥamīm y en Abū Yaḫlaf, su Señor, creo en Tālīt, tía de Ḥamīm» (Ḏikr bilād al-Andalus, ed. y trad. Luis Molina, 2 vols., Madrid, CSIC, 1983, pp. 139-140 y 176-177).

También especial interés tienen las reflexiones sobre la importancia de las grutas -naturales y artificiales- vinculadas a la práctica de la incubatio, puesta de relieve por Jean-Pierre van Staëvel, “La caverne, refuge de ‘l’ami de Dieu’: une forme particulière de l’érémitisme au temps des Almoravides et des Almohades (Maghreb extrême, XIe-XIIIe siècles)”, Cuadernos de Madinat al-Zahra’, Miscelánea de historia y cultura material de al-Andalus. Homenaje a Maryelle Bertrand 7 (2010), pp. 311-325. Al tratar dicha práctica, hay que referirse a la experiencia al respecto del Mahdī almohade, Ibn Tūmart, así como a varias de las historias aparentemente legendarias que se cuentan sobre la primera época almohade y que se pueden interpretar como reflejo de esa práctica de la incubatio.

Hay una pequeña errata en la p. 18: la referencia a las figuras 51 y 52 debe ser en realidad a las figuras 68 y 69. Estas observaciones no tienen más objeto que mostrar el interés con el que he leído un estudio al que hay que dar la bienvenida como una aportación importante para el mejor conocimiento de lo que hacían mujeres y hombres en unos siglos (XII-XIII) en los que se sucedieron vertiginosamente numerosos cambios en las esferas política, económica y doctrinal y en los que, al mismo tiempo, se concedió también especial e inusual valor a los contextos locales de la experiencia de ser musulmán.