Al-Qanṭara XLIV (2)
julio-diciembre 2023, e21
eISSN 1988-2955 | ISSN-L 0211-3589
https://doi.org/10.3989/alqantara.2023.021

SECCIÓN MONOGRÁFICA

«DIALECTOLOGÍA HISTÓRICA Y FUENTES ESCRITAS: REGISTROS DIALECTALES/VERNÁCULOS DEL ÁRABE EN EL OCCIDENTE ISLÁMICO PREMODERNO»

Contacto inter-dialectal en la Ceuta medieval: las variedades árabes andalusí y marroquí en una obra literaria de laḥn al-ʿāmma

Interdialectal Contact in Medieval Ceuta: the Andalusi and Moroccan Arabic Varieties in a Literary laḥn al-ʿāmma Work

Ángeles Vicente

Universidad de Zaragoza

https://orcid.org/0000-0001-8073-7309

Resumen

En la actualidad, la situación sociolingüística de la ciudad de Ceuta es propicia para el estudio de la interacción lingüística entre el árabe vernáculo y la variedad del español hablados en la ciudad. Esta realidad no es nueva ya que su localización geográfica ha permitido que durante siglos haya sido punto de encuentro de diferentes lenguas y culturas.

En época medieval, Ceuta formó parte del territorio conocido como al-Andalus y, gracias a ello, las huellas lingüísticas del árabe andalusí en la zona fueron importantes. Pero, además, la población autóctona vecina hablaba una variedad del árabe marroquí o del bereber que pudieron ejercer alguna influencia adstrática en la variedad andalusí.

El objetivo de este trabajo es llevar a cabo un estudio de dialectología comparada para determinar la posibilidad de la existencia de dos variedades vernáculas diferentes en época medieval en el entorno del estrecho de Gibraltar: el árabe andalusí y el árabe marroquí.

Para ello, nos centraremos en una obra literaria que data de la segunda mitad del siglo XII y la compararemos con los datos de otras fuentes andalusíes.

Los datos con los que disponemos nos muestran cómo en el siglo XII el árabe marroquí y el andalusí eran dos variedades árabes muy similares pero con diferente evolución dentro del tipo magrebí, y cómo la ciudad de Ceuta era, igual que lo es hoy, el principal territorio donde interaccionan las influencias lingüísticas llegadas de Marruecos y de la península ibérica.

Palabras clave: 
árabe andalusí; árabe marroquí; laḥn al-ʿāmma; Ceuta.
Abstract

Currently, the sociolinguistic situation of the city of Ceuta is appropriate to the study of the linguistic interaction between vernacular Arabic and the variety of Spanish spoken in the city. This reality is not new since its geographical location has allowed it to be a meeting point for different languages and cultures for centuries.

In medieval times, Ceuta formed part of the territory known as al-Andalus and, thanks to this, the linguistic traces of Andalusi Arabic in the area were important. But, in addition, the neighboring native population spoke a variety of Moroccan Arabic or of Berber, which could be an adstratic influence on the Andalusi variety.

The aim of this work is to carry out a comparative dialectology study to determine the possibility of the existence of two different vernacular varieties in medieval times around the Strait of Gibraltar: Andalusi Arabic and Moroccan Arabic. To do this, we will focus on a literary work dating from the second half of the twelfth century and compare it with data from other Andalusi sources.

The data at our disposal show us how in the 12th century Moroccan Arabic and Andalusi Arabic were two very similar Arabic varieties but with different evolution within the Maghrebi type, and how the city of Ceuta was, just as it is today, the main territory where linguistic influences from Morocco and the Iberian Peninsula interact.

Keywords: 
Andalusi Arabic; Moroccan Arabic; laḥn al-ʿāmma; Ceuta.

Recibido: 04/03/2022; Aceptado: 17/10/2023; Publicado online: 02/02/2024

Cómo citar/Citation: Vicente, Ángeles "Contacto inter-dialectal en la Ceuta medieval: las variedades árabes andalusí y marroquí en una obra literaria de laḥn al-ʿāmma", Al-Qanṭara, 44, 2 (2023), e21. doi: https://doi.org/10.3989/alqantara.2023.021

CONTENIDO

1. Introducción

 

1.1. La arabización del Magreb y los dialectos árabes occidentales

 

Tanto al-Andalus como el norte de África llegaron a ser parte del imperio arabo-islámico debido al éxito de un doble proceso de arabización e islamización1Vicente, El proceso de arabización.. Tras la llegada de las tropas árabes a estas regiones, tuvo lugar un proceso de transformación similar al que había ocurrido previamente en regiones mediterráneas más orientales y que resultó en la incorporación de la población local a la cultura recién llegada a la cual también se traspasó elementos de la cultura local.

La arabización del norte de África y de al-Andalus es, por tanto, el resultado de dos procesos independientes en el que existen muchos elementos coincidentes o similares y otros que permiten diferenciarlos claramente. Por todo ello, el árabe andalusí y las variedades árabes marroquíes más antiguas tienen un origen común pues todas ellas proceden del variado bagaje lingüístico de los conquistadores2Las fuentes históricas nos confirman la variedad étnica de los árabes llegados al Magreb y a la península ibérica, refiriéndose sobre todo a tribus sirias y yemeníes (Guichard, Al-Andalus: Estructura antropológica, 1995).. No obstante, ciertos factores históricos y sociales y las diferentes lenguas que han servido como adstrato y sustrato en cada región les hizo evolucionar separadamente.

Así, la evolución y estatus de ambos grupos de variedades árabes fueron diferentes a un lado y otro del estrecho de Gibraltar. En el andalusí se produjo una cierta estandarización promovida por la política de homogeneización lingüística llevada a cabo por el califa ʿAbd al-Raḥmān III en el siglo X, la cual tuvo gran éxito especialmente en las ciudades. El resultado fue una tendencia a la uniformización lingüística que hizo desaparecer paulatinamente algunos localismos diatópicos y diastráticos, normalmente estigmatizados a causa de su origen geográfico y social. No obstante, algunas diferencias dialectales y varios sociolectos siguieron existiendo, de manera que esta situación fue descrita por Corriente como un bundle of dialects3Esta denominación es la empleada por Corriente en la primera gramática escrita sobre esta lengua, y se debe a las distintas variedades andalusíes que reflejaron en algún momento el diferente origen de las tribus árabes llegadas al territorio peninsular, Corriente, A Grammatical sketch, p. 6. . Gracias al éxito en este proceso, los andalusíes empezaron a exportar cultura árabe al Magreb, donde llegaron a tener gran influencia.

En el norte de África, la llegada de tribus beduinas orientales a partir del siglo XI supuso una segunda ola de arabización y la aparición de un nuevo tipo de lengua vernácula árabe en el panorama magrebí. Por ello, se conocen como dialectos prehilalíes o no hilalíes a aquellos más antiguos, hablados en varios lugares del Magreb y llegados con la primera ola de arabización de la región en el siglo VII. Y dialectos hilalíes a los traídos por los beduinos, entre ellos los Banū Hilāl de quienes se tomó el nombre para la clasificación, también hablados en la actualidad.

Las conexiones entre las sociedades de al-Andalus y el Magreb fueron constantes a lo largo de la Edad Media debido a la continua existencia de relaciones políticas y comerciales entre las dinastías reinantes en ambos territorios. Por ello, las influencias entre ellos han sido numerosas y en muy diferentes ámbitos.

En el ámbito lingüístico contamos con dos grupos de variedades vernáculas distintos, el árabe andalusí que desapareció en la Edad Moderna (en el siglo XVII) y el árabe marroquí que continuó evolucionando hasta la actualidad. Ambos son variedades de tipo neoárabe con un proceso de formación similar al resto de las variedades de este tipo y forman parte de un grupo común que en los estudios de dialectología árabe se ha denominado dialectos árabes occidentales o magrebíes, por esta razón, ambos grupos de dialectos comparten muchos rasgos lingüísticos4Para esta cuestión véase Ferrando, “On some parallels”. .

1.2. La interacción de variedades árabes en la ciudad de Ceuta

 

La ciudad de Ceuta es un territorio clave para el estudio de la interacción entre las variedades vernáculas árabes aludidas. Debido a su estratégica posición geográfica, ha pasado su historia vinculada alternativamente a las entidades políticas formadas a ambas partes del estrecho de Gibraltar. Fue anexionada al califato Omeya andalusí por ʿAbd al-Raḥmān III en el año 931. Desde entonces y hasta el siglo XIII, Ceuta y el territorio andalusí formaron parte de una misma entidad política. En 1327, la ciudad fue sometida por los Meriníes de Fez, para volver a estar bajo poder andalusí a finales del XIV y durante los primeros años del XV, pues formó parte del reino nazarí de Granada hasta la conquista de la ciudad de Ceuta por los portugueses en 14155Vicente, Ceuta: una ciudad, pp. 25-26. .

Basándonos en esta historia compartida entre al-Andalus y algunas regiones magrebíes en época medieval, en este artículo se analiza la interacción lingüística entre las variedades árabes vernáculas aludidas anteriormente en el territorio de la Ceuta medieval.

En el segundo apartado, se describirá la llegada y la evolución de la lengua árabe en la ciudad de Ceuta; seguidamente, en el tercer apartado, se presentará un breve estado de la cuestión. En cuarto lugar, se especificará el objetivo, el marco teórico y la metodología de este trabajo. En el quinto apartado, se presentan algunos rasgos lingüísticos que aparecen en una obra literaria escrita en esta ciudad en el siglo XII y que muestran la interferencia entre el marroquí y el andalusí. Y, en sexto lugar, analizamos los datos anteriores para llegar a nuestra conclusión.

2. La lengua árabe en la Ceuta medieval

 

La arabización de la zona que ocupa la ciudad de Ceuta se produjo en dos fases; la primera de ellas tuvo lugar con la llegada de los primeros descendientes de Idris I a finales del siglo VIII, cuyas consecuencias lingüísticas no podemos calibrar ya que no hay fuentes que nos describan en qué medida se produjo la arabización de la población autóctona berberófona. La segunda fase comenzó con su anexión al Califato de Córdoba en el año 931 por motivos políticos y religiosos, es decir, para hacer frente al poder fatimí norteafricano que se acercaba peligrosamente por el este hacia al-Andalus.

Según Halima Farhat6Farhat, Sabta des origines, p. 55. , la población autóctona adoptó muy pronto la lengua árabe, influida por la sociedad andalusí desde una perspectiva tanto socio-política como cultural. Esta variedad árabe que se extendió entre los ceutíes era el árabe andalusí, una variedad vernácula que en el siglo X ya empezaba a convertirse en la principal lengua de comunicación de al-Andalus tras el empobrecimiento y la pérdida de prestigio social de la lengua romance en territorio andalusí7Vicente, El proceso de arabización. .

El esplendor político conseguido por la ciudad de Ceuta y su papel como centro cultural y de la vida política y comercial de la región también alcanzó el plano lingüístico, llegando a actuar como agente arabizador de las regiones rurales vecinas, hablantes de diferentes variedades bereberes, la de Senhaja de Sraïr y la de Ghomara.

Por todo ello, el árabe andalusí ejerció una influencia lingüística considerable en varios territorios que pertenecen al actual Marruecos, aunque esta influencia no fue la misma en todas las regiones ni en todas las épocas8Vicente, “Andalusi influence”. .

Las interferencias entre ambas lenguas son difíciles de datar ya que la carencia de datos diacrónicos sobre el árabe marroquí medieval no nos permite dar información precisa. Se cree que pudieron comenzar en una época temprana y que se potenciaron con la llegada de los moriscos en el siglo XVII, por lo que la dirección de las influencias lingüísticas fue casi siempre de norte a sur, es decir, de al-Andalus al territorio norteafricano9Esta influencia es más evidente en la región noroeste del país, sobre todo la región de Jbala, pero debido a los movimientos de población la huella andalusí ha llegado hasta regiones tan alejadas como el valle del Dra y el Tafilalt en el sur del país, donde la variedad judeo-árabe, hablada por los judíos que hubo en la región, conservaba ciertos rasgos que han sido considerados de origen andalusí, Lévy, “Problématique historique”, p. 13. . No obstante, se han descrito algunos rasgos producidos por la huella del marroquí sobre el andalusí, principalmente en las épocas almorávide, almohade y nazarí10Corriente, “On some features”. . Una huella infravalorada hasta hoy día debido a la escasez de fuentes marroquíes y a la amplitud de testimonios andalusíes, ya que se trata del dialecto árabe hablado en época medieval mejor conocido.

3. Estado de la cuestión

 

Los textos más antiguos conservados en la actualidad y que ofrecen alguna pista para conocer la evolución diacrónica del árabe marroquí datan del siglo XII11Vicente, “Sur la piste de l’arabe marocain”. . Por lo tanto, no tenemos información sobre la lengua hablada en el territorio del actual Marruecos relativa a los cuatro siglos que siguieron a la primera ola de arabización. En cuanto a los siglos siguientes, tenemos documentos de diferentes géneros que ofrecen información puntual y datos dispersos, estos son: crónicas históricas, trabajos hagiográficos, obras literarias, libros de leyes o correspondencia oficial entre mandatarios.

Algunos de estos documentos han sido estudiados desde un punto de vista dialectológico. Así, Colin estudió la obra del siglo XII de Abū Bakr Ibn ʿAlī al-Ṣanhāǧī, mejor conocido como al-Bayḏaq12Colin “Notes de dialectologie”. El texto fue editado por Lévi-Provençal en 1928 y por ʿAbd al-Wahhāb ibn Manṣūr en 1971. , y afirma que algunos usos dialectales parecen formar parte de un fondo magrebí común pues no puede afirmarse claramente la dirección de la influencia. El mismo Colin tradujo y anotó otra obra, del siglo XIV y de contenido hagiográfico, titulada al-Maqṣad aš-šarīf w-al-manzaʿal-laṭīf fī l-taʿrīb bi-ṣulaḥāʿ al-rīfdeʿAbd al-Ḥaqq al-Bādisīal-Bādisī, ʿAbd al-Ḥaqq, El-Maqṣad. Vies des saints du Rîf, George S. Colin (traduction annotée), Angers–París, 1926. 13Editada en dos ocasiones por Saʿīd Aḥmad ʿArāab en 1982 y 1993. . En sus anotaciones, Colin afirma la intervención en la copia del manuscrito de algún hablante de las variedades urbanas del norte de Marruecos14Colin “El Maqṣad”. .

Otras obras que también han sido útiles para el estudio diacrónico del marroquí son el Malʿabāt de al-kafīf az-Zarhūnī, del siglo XIV, estudiado por Bencherifa y que presenta características coincidentes con los dialectos rurales del norte marroquí actual15Bencherifa, “al-ʿāmmiyya al-andalusiyya wa-l-maġribiyya”., y el Miʿyār de al-Wanšarīsī, del siglo XV16 al-Wadġīrī, “al-Alfāẓ al-maġribiyya”. , en el que al-Wadġīrī señala la existencia de algunos dialectalismos léxicos de origen andalusí y marroquí.

Todas ellas han sido escritas por autores de procedencia magrebí y, según varios especialistas como Colin (1931Colin, George S., “Un document nouveau sur l’arabe dialectal d’Occident au XIIe siècle”, Hespéris 12 (1931), pp. 1-32.), Bencherifa (1994Bencherifa, Mohamed “al-ʿāmmiyya l-andalusiyya wa-l-maġribiyya bayna ʿamṯāl al-Zaǧǧālī wa malʿabat al-kafīf al-Zarhūnī”, en Jordi Aguadé, Federico Corriente y Marina Marugán (eds.), Actas del congreso internacional sobre interferencias lingüísticas arabo-romances y paralelos extra-iberos, Zaragoza, 1994, pp. 1-19 (parte árabe).) o Vicente (2012Vicente, Ángeles, “Sur la piste de l’arabe marocain dans quelques sources écrites anciennes (du XIIe au XVIe siècle)”, en Mohamed Meouak, Pablo Sánchez y Ángeles Vicente (eds.), De los manuscritos medievales a internet: la presencia del árabe vernáculo en las fuentes escritas, Zaragoza, Universidad de Zaragoza, 2012, pp. 103-120.), reflejan la ya aludida influencia lingüística de al-Andalus en la región.

Otro género literario que ha aportado datos para el estudio de los rasgos lingüísticos de las variedades árabes medievales son las obras del genero conocido como laḥn al-ʿāmma. La obsesión por la pureza del lenguaje de los lexicógrafos árabes, que en un principio se debió a preocupaciones de tipo religioso, dio origen a este género literario árabe que tuvo mucha difusión tanto en Oriente como en el Magreb. Estos trabajos pretendían destacar y corregir las pronunciaciones «incorrectas» y las «alteraciones» gramaticales y semánticas (laḥn, plural: alḥān) que suponían unas desviaciones de la norma cometidas por los hablantes al escribir o en un discurso formal. Normalmente, destacaban variantes (luġāt) tribales o regionales que, aunque no sean útiles para realizar descripciones completas de una variedad concreta, ponen en evidencia los usos dialectales de un determinado lugar en una época específica17El uso de obras de este género para llevar a cabo trabajos de dialectología árabe pone de manifiesto su utilidad como fuente lingüística, aunque nunca reflejen el estado sincrónico de ninguna variedad vernácula concreta. Algunos ejemplos son al-Ahwānī, “Alfāẓ maġribiyya”; Pérez Lázaro, “Palabras occidentales”; Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm. .

A priori, parece que estas obras iban dirigidas a la gente de la calle (al-ʿāmma), pero se ha interpretado también como una manera eufemística de poner en alerta a la élite de intelectuales (al-xāṣṣa) que igualmente producía interferencias entre su lengua vernácula y la variedad escrita18Bencheikh, “La ḫāṣṣa et laʿāmma”, p. 371. . Así, Ibn Hišām al-LaḫmīIbn Hišām al-Laḫmī, Al-Madjal ʾilà taqwīm al-lisān wa-taʿlīm al-bayān. José Pérez Lázaro (Edición crítica, estudio e índices), 2 vols., Madrid, CSIC-ICMA, 1990. afirma en el preámbulo de su obra, la cual será la base de este trabajo y citaremos más adelante, que «el primer deber del estudioso de la lengua es corregir las palabras árabes que han sufrido alteraciones en su morfología o en su significado en boca del vulgo (al-ʿāmma), incorrecciones que han llegado a contaminar a algunos pretendidos hombres de letras»19Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 37. . De hecho, algunos errores contenidos en su trabajo los atribuye a baʿḍ al-xāṣṣa min al-kuttāb wa-l-udabāʾwa-l-šuʿarāʾ20Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 162, nota 170. ‘algunos de la élite entre los escritores, los literatos y los poetas’.

4. Objetivo, marco teórico y metodología

 

El objetivo de este trabajo es demostrar la existencia de dos variedades árabes vernáculas diferentes habladas en la zona del estrecho de Gibraltar en el siglo XII, el árabe andalusí y el árabe marroquí, y mostrar indicios de su interacción en un territorio propicio para el contacto de lenguas gracias a su contexto geográfico, la ciudad de Ceuta. Para ello, vamos a estudiar las posibles interferencias entre el árabe ceutí medieval y la variedad árabe hablada por la población vecina en información aportada por fuentes escritas en época medieval.

Este estudio se basará en una obra literaria de Ibn Hišām al-LaḫmīIbn Hišām al-Laḫmī, Al-Madjal ʾilà taqwīm al-lisān wa-taʿlīm al-bayān. José Pérez Lázaro (Edición crítica, estudio e índices), 2 vols., Madrid, CSIC-ICMA, 1990., que data de la segunda mitad del siglo XII y lleva por título al-Madḫal ʾilà taqwīm al-lisān wa taʿlīm al-bayān. Esta obra ha sido estudiada en profundidad por José Pérez Lázaro, quien hizo la edición crítica, estudio e índices y fue publicado en 1990 en dos volúmenes21Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm. .

El autor de la obra que hemos analizado en este trabajo nació en Išbīliya (Sevilla), en el siglo XII, pero pasó gran parte de su vida en Ceuta donde escribió muchas de sus obras; es por ello que recibió la nisba de al-Sabtī22Tiene otra nisba, al-Išbīlī, pero es mucho menos citada que al-Sabtī; Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p.17, nota 15. . En esa ciudad compuso gran parte de su producción literaria, y la existencia de varios discípulos y trasmisores de su obra en esta ciudad demuestran su intensa relación con ella23Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 20. . Representa junto con otros autores, como el qāḍī ʿIyāḍ (1083-1149), la unidad cultural de al-Andalus y el norte de África durante los periodos almorávide y almohade.

La obra que nos interesa es uno de los principales trabajos escritos en la región magrebí perteneciente al género Laḥn al-ʿāmma; siendo la tercera de este género que se escribió en el Occidente islámico (o al menos conservadas hasta hoy), las dos anteriores son las escritas por al-Zubaydī (del s. X, con datos sobre el árabe andalusí) y por Ibn Makkī (del s. XII, con datos del árabe siciliano). La obra de Ibn Hišām presenta un mayor interés dialectológico porque introduce locuciones que no aparecen en las dos obras anteriores y porque el autor muestra una mayor tolerancia en relación con el laḥn (supuesto error) y las recriminaciones de usos de masmūʿ ‘escuchado’, ḍaʿīf ‘débil’ o qalīl ‘escaso’, unos usos a menudo considerados como luġa o variante por otros lexicógrafos24Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, pp. 37-38..

La obra está compuesta por un preámbulo y seis capítulos, de los cuales el tercero, cuarto y quinto son los más útiles para nuestro propósito porque son los que recogen las voces que admiten varias vocalizaciones, otras alteraciones fonéticas o morfológicas y cuestiones léxicas de diversos tipos.

Según Pérez Lázaro, Ibn Hišām no copió las obras de sus antecesores aunque las utilizó «generosamente», no obstante, los usos dialectales descritos son más numerosos en la obra que analizamos que en las dos anteriores y cuando los tres autores aluden a la misma palabra, el «hecho dialectal denunciado difiere en dichos textos»25Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 40. . Todas estas variantes se deben a diferencias de tipo diacrónico (son obras escritas entre el siglo X y el XII), diatópicas (andalusí, siciliano, marroquí), diastráticas (al-xāṣṣa vs. al-ʿāmma) o incluso diafásicas (por ejemplo cuando atribuye una «falta» a ʿawāmm al-ʿaṭibbā ‘la totalidad de los médicos’)26Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 65, nota 1. . Insistimos en que a partir de ellas no es posible hacer una descripción de ninguna variedad vernácula concreta ya que sería necesario completar la información con otras fuentes que existen solo para el caso del andalusí, pero no son suficientes para el siciliano ni para el marroquí.

Para el análisis de estas interferencias nos basaremos en la influencia inter-lingüística, un fenómeno conocido por sus siglas en inglés CLI (cross-linguistic influenceOdlin, Terence, “Cross-Linguistic Influence”, en Catherine J. Doughty y Michael H. Long (eds.), The handbook of Second Language Acquisition, Blackwell Publishing Ltd, 2003, pp. 436-486.) que emerge debido a la interacción de varias lenguas en hablantes bilingües o de diferentes dialectos en hablantes monolingües27Odlin, “Cross-Linguistic Influence”. . Según este enfoque, es evidente que los hablantes mezclan rasgos de las lenguas o dialectos previamente adquiridos cuando intentan comunicarse en otra lengua o dialecto. Sin embargo, la medida en que este conocimiento previo se filtra en la adquisición de la segunda lengua puede depender de varios factores como, por ejemplo, el estatus de las lenguas en contacto. La situación privilegiada del andalusí en la sociedad ceutí medieval tuvo como consecuencia la dirección de estas interferencias, normalmente del andalusí hacia el marroquí.

La metodología empleada ha consistido en analizar las características dialectales que Pérez Lázaro señala en su edición de la obra de Ibn Hišām (IH), Pérez Lázaro 199028Para cada fuente empleada, aparecerán entre paréntesis las iniciales con las que será citada cada una de ellas a lo largo de este trabajo, seguido del autor y año del trabajo al que se alude en Corriente, Pereira & Vicente, Dictionnaire du faisceauandalou, pp. IX-X (en adelante DFA). Véase las referencias completas en la bibliografía final del DFA. , y la edición del extracto de la obra de Ibn Ḫātima de Almería (s. XIV), que a su vez era un resumen de la misma obra de Ibn Hišām, publicada por Colin29Colin, “Un document nouveau”. . Seguidamente, hemos cotejado los datos de las dos fuentes citadas con otras fuentes de origen andalusí para poder determinar el posible origen magrebí de algunos rasgos y describir hasta qué punto las interferencias locales actuaron sobre el árabe andalusí hablado en Ceuta en la época de Ibn Hišām.

Las fuentes citadas en el análisis de los datos son: el Glosario de Leiden (GL): Corriente 1991a; obra de Ibn Quzmān (IQ): Corriente 2013a; el Vocabulista in arabico (VA): Schiaparelli 1971; obra de Ibn ʿĀṣim (IA): Marugán 1994; obra de Pedro de Alcalá (AL): Pedro de Alcalá 1505; obra de Alzaǧǧālī (ZǦ): Bencherifa 1971-1975 y Ould Mohamed Baba 1999; obra de Alonso del Castillo (AC): Corriente & Bouzineb 1994; Libro Minorías valencianas (MV): Barceló 1984; obra de Alzubaydī (LZ): ʿAbdaltawwāb 1964; libro Los mozárabes de Toledo (MT): González 1926-1930; artículo “Antroponimia hispanoárabe” (ET): Elías Terés 1990-1992; libro La onomástica de los moriscos valencianos (LO): Labarta 1987; obra de Abulḫayr (UT): editada por Bustamante, Corriente, Tilmatine 2004-2010; libro Le parlers de Grenade et de Tunis au XIVe siècle (ǦM): ʿAbdalwahhāb 1964; libro Trois traités de hisba (TH): Lévi-Provençal 1955; libro Poesía dialectal (ḪA): Corriente 1997b; obra Supplément dictionnaires (DS): Dozy 1881; obra de Ibn Baṣṣāl (IB): Millás & Aziman 1955; obra Tafsīru Diyāsqūrīdūs (TD): Benmrad 1990; libro Voces mozárabes (SG): Simonet 1888; obra Kitābu ʾlṭabīḫi (HC): Huici 1965; artículo “Texto en árabe granadino”, (SC): Seco 1965; y obra de Abulḫayr Alʾišbīlī (FA): Carabaza 1991.

5. Análisis de los datos

 

Los datos ofrecidos por Ibn Hišām son numerosos, en concreto 1549 palabras, y, según él mismo señala, la mayoría de ellos reflejan la lengua vernácula de una sociedad arabófona del siglo XII pues dice claramente: qawl ʿāmmat zamāninā ‘locución de la gente de nuestra época’, qawl al-ʿāmma ‘locución de la gente’ o wa-yaqūlūna ‘y ellos dicen’30Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 45. . Deducimos que esta variedad árabe podría tratarse de la hablada en Ceuta por ser esta la ciudad de residencia del autor durante muchos años.

Además, en algunos momentos, el autor pudo ser consciente de la existencia de diferentes sociolectos en la comunidad arabófona ceutí añadiendo expresiones del tipo: akṯar ʿāmmat zamāninā ‘la mayoría de la gente de nuestra época’ y baʿḍ al-ʿawāmm ‘alguna gente’, e incluso puede referirse a una jerga particular con la expresión ʿawāmm al-aṭibbāʾ ‘la totalidad de los médicos’.

En las situaciones de interacción lingüística, los dos aspectos de la lengua más permeables a las interferencias son la fonética y el léxico y, por esta razón, son los que vamos a analizar en este trabajo.

5.1. Fonética31Las voces analizadas en el punto 5.1. seguidas de las iniciales IH han sido tomadas del estudio de José Pérez Lázaro, publicado en el volumen 1 de esta obra, y serán citadas de la misma manera que este autor, es decir, la recogida entre > < es la variante atribuida a al-ʿāmma por Ibn Hišām y la recogida entre / / es la considerada correcta. La transcripción ha sido adaptada a las normas de la revista.

 

5.1.1. Realizaciones vocálicas

 
5.1.1.1
 

El sistema vocálico descrito para el árabe andalusí es diferente del que existe en la actualidad en el árabe marroquí. En el primero solo hay tres fonemas vocálicos /a/, /i/ y /u/, mientras que en el marroquí se distinguen 3 fonemas vocálicos largos /ā/, /ī/ y /ū/ y dos breves /ǝ/ y /u/. Estas diferencias se explican porque en andalusí la cantidad vocálica no era un rasgo distintivo, mientras que en el marroquí siempre lo ha sido32El sistema vocálico del árabe andalusí ha sido ampliamente descrito por Corriente, A Grammatical sketch, y el del árabe marroquí por Heath, Jewish and Muslim dialects. No obstante, varios autores han señalado que en algunas variedades marroquíes septentrionales la cantidad vocálica es difícil de percibir debido a la inconsistencia de la duración vocálica, la cual parece reflejar una fusión entre las vocales largas y breves debida al sustrato del latín vulgar y al contacto continuo con el bereber, Heath, “Vowel-length merger”. .

En los datos aportados por Ibn Hišām, se describe una conversión de /a/ en /i/, como muestra el ejemplo (1), que Pérez Lázaro atribuye a una armonía vocálica33Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 47., un rasgo que en otras fuentes andalusíes no es habitual y la forma sin armonía vocálica es la más frecuente, como podemos ver en las variantes recogidas en otras fuentes:

(1)34Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, pp. 47-48.

  • >yisīr< en IH por /yasīr/ ‘exiguo, poco, insignificante’, pero > yasīr< en GL, IQ, VA e IA en femenino /yasīra/ (DFA: 1371).

  • >kirīm< en IH por /karīm/ ‘generoso noble’, pero >karīm< en GL, VA, IQ y querím en AL (DFA: 1101).

  • >biʿīd< en IH por /baʿīd/ ‘lejano’, pero >baʿīd< en GL, VA, IQ, ZǦ, AC y baâíd en AL (DFA: 159).

  • >riġīf< en IH por /raġīf/ ‘trozo de pan’, pero >raġīf< en GL, VA y raguífa en AL (DFA: 544).

  • >biʿīr< en IH por /biʿār/ ‘camello’, pero > biʿār< en ZǦ, VA (DFA: 159).

  • >ǧilīl< en IH por /ǧalīl/ ‘sublime, majestuoso’, pero >ǧalīl< en IQ, GL, VA (DFA: 279).

  • >siʿīd< en IH por /saʿīd/ ‘feliz’, pero >saʿīd< en GL, VA (DFA: 637).

  • >šiʿīr< en IH por /šaʿīr/ ‘cebada’, pero >saʿīr< en GL, VA, IQ, ZǦ, AC y xaaâír en AL (DFA: 710).

  • >ṣiġīr< en IH por /ṣaġīr/ ‘pequeño, joven’, pero >ṣaġīr< en GL, IQ, VA, AC y çaguér en AL (DFA: 764).

  • >kibīr< en IH y AC por /kabīr/ ‘grande’, pero > kabīr< en GL, VA, IQ, ZǦ y quibír en AL (DFA: 1087).

  • >kilbī< en IH, AC y MV por /kaṯīr/ ‘mucho’, pero >kaṯīr< en GL, VA, IQ, y quiĉír en AL (DFA: 1092).

Además de en IH, hay dos ejemplos de este fenómeno recogidos en otras obras andalusíes, estos son (>kibīr< y >kiṯīr<). Se trata de fuentes tardías con datos provenientes de las últimas minorías moriscas del País Valenciano (en MV) y de la obra de Alonso del Castillo (en AC), un morisco granadino del siglo XVI. Unas comunidades lingüísticas en las que una influencia marroquí posterior es muy posible.

Estas variantes en las que aparece el cierre de la vocal /a/ > /i/ han sido consideradas un caso de armonía vocálica para Pérez Lázaro, pero pensamos que este cambio de timbre puede estar reflejando el deterioro vocálico propio del árabe marroquí donde las vocales breves son inestables y tienden a desaparecer o a sufrir metátesis, como vemos en ejemplos del actual árabe vernáculo de la ciudad de Ceuta, que pertenece al grupo de variedades propias del norte marroquí (conocidas como l-haḍṛa l-šamāliyya) donde la vocal breve no existe: krīm, bʿīd, sʿīd, kbīr, etc.

5.1.1.2
 

La conversión de /a/ en /i/, abundante en esquemas {1a23} > {1i23}, se ha considerado una ultracorrección en la aplicación de la ley de Philippe, una ley fonética característica del andalusí35La ley de Philippe consiste en un cambio fonético condicionado que se da en varias lenguas semíticas por el que /i/ se convierte en /a/ cuando aparece en sílaba tónica cerrada. Ha sido ampliamente descrita para el andalusí, tanto su aplicación como la existencia de ultracorrecciones, Corriente, Pereira & Vicente, Aperçu grammatical, p. 10, nota 24. . Los ejemplos (2) muestran que esta ultracorrección es más abundante en la obra de IH que en cualquier otra.

(2)36Ejemplos de Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 48.

  • >ḫiṣr< en IH y LZ por /ḫaṣr/, pero >ḫaṣr< en IQ, >ḫa/iṣr< ‘talla, cadera’ en VA y ḳácira en AL (DFA: 415).

  • >ḫiṣm< en IH por /ḫaṣm/ ‘parte (de un proceso)’, pero >ḫaṣm< en VA y MT (DFA: 416).

  • >firq< en IH y LZ por /farq/ ‘diferencia, distancia’, pero >farq< en GL, VA y farq en AL (DFA: 960).

  • >ǧiḏr< por /ǧaḏr ~ ǧiḏr/ ‘raíz’, solo en IH (DFA: 254).

  • >sibtī< por /sabtī/ ‘ceutí’, solo en IH (DFA: 612).

  • >siḥna< por /saḥna/ ‘exterior, aspecto’, solo en IH (DFA: 622).

  • >ǧidri< por /ǧadri/ ‘sífilis’, solo en IH (DFA: 252).

  • >ẓifra< en IH y LZ por */ẓafra/ < /ẓafara/ ‘pterigion37Lesión ocular por la que se produce un crecimiento anormal de tejido de la conjuntiva sobre la córnea.’, (DFA: 836).

  • >rizzat al-bāb< en IH por /razzat al-bāb/ ‘bisagra’, pero >razza< en VA y ráza en AL (DFA: 530).

  • >birriyya< en IH, por /barriyya/ pero >barrī< ‘salvaje’ en VA y birrí en AL (DFA:124).

  • >sibniyya< en IH por /sabaniyya/ ‘pañuelo’, pero >sabaniyya< en VA y IQ, >sabānī< en GL y çabanía en AL (DFA: 616).

  • >kilbī< en IH y quelbí en AL, por /kalbī/ ‘mi perro’ (DFA: 1114).

En todos estos ejemplos la vocal /a/ se cierra en /i/, es decir el fenómeno contrario al descrito por la ley fonética, por lo que podría tratarse de una ultracorrección que se produce en una obra del siglo X, la obra de Laḥn al-ʿāmma de al-Zubaydī y en la obra de Ibn Hišām del XII. En el primer caso, puede deberse a que en el siglo X el árabe andalusí estaba aún en proceso de formación, por lo que las dudas y ultracorrecciones suelen ser mayores en estas etapas de formación. Mientras que en el segundo, una vez formada la coiné andalusí en el siglo anterior, puede tratarse de interferencias con el marroquí, donde estas vocales se pronuncian más cerradas, normalmente /ǝ/ o alguno de sus alófonos, por ejemplo: fǝrq, sǝbti, kǝlb, etc.

5.1.1.3
 

La pérdida de vocales postónicas o pretónicas producen ciertos cambios en algunos esquemas nominales, por ejemplo {1v2v3} > {1v23} y {1a2i3} > {1a23} o {1i23}, podría tratarse, según Pérez Lázaro, de un fenómeno de ultracorrección frente a la tendencia del andalusí a añadir vocales de disyunción o nuevamente a la inestabilidad de las vocales breves en marroquí38Este fenómeno consistía en introducir una vocal entre la segunda y la tercera radicales cuando una de ellas es faringal, glotal o sonorante, por ejemplo: >tamar< por /tamr/, >al-namal< por /al-naml/, Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 109. . Como se ve en (3), (4) y (5), la mayor parte de los ejemplos aportados difieren en otras fuentes andalusíes o bien solo existen en IH.

(3) {1v2v3} > {1v23}39Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 113.

  • >ʿaṭš< en IH por /ʿaṭaš/ ‘tener sed’, pero >ʿaṭaš< en GL, >ʿaṭ(a)š< en VA y naâtáx en AL (DFA: 873).

  • >ṭarf< en IH y LZ por /ṭaraf/ ‘tamarisco’, pero >ṭarfā< en GL y taráf en AL, (DFA: 810).

  • >nafl< en IH por /nafal/ ‘oración supererogatoria’ pero >nāfila< en VA, (DFA: 1281).

  • >ḥanš< en IH y LZ por /ḥanaš/ ‘serpiente’, pero >ḥan(a)š< en VA y IA, y >ḥanaš< en GL, (DFA: 375).

  • >ramk< en IH por /ramak/ ‘yegua’, pero >ramaka< en AC, y ramáca en AL, DFA: 558.

  • >al-ʿaǧm< en IH por /al-ʿaǧam/ ‘hueso de los frutos’, pero >ʿaǧam< en VA, (DFA: 848).

  • >watr< en IH y GL por /watar/ ‘cuerda (de un arco)’, pero >watar< en VA, ZǦ, IQ y guatár en AL (DFA: 1329).

Y otras voces que solo recoge IH, como >mašq< por /mašaq/ ‘lesión en los muslos’ (DFA: 1203), >waqṣ< por /waqaṣ/ ‘número de animales que no paga el diezmo’ (DFA: 1358), >al-ʿarq< por /al-ʿaraq/ ‘cesta de hojas de palma’ (DFA: 858) y >al-farq< por /al-faraq/ ‘recipiente de una medida concreta’ (DFA: 961).

(4) {1a2i3} > {1a23} o {1i23}40Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 114.

  • >kabd< en IH por /kabid, kibd, kabd/ ‘hígado’, pero >kabid< en VA y ZǦ, y quebd(a) en AL (DFA: 1087).

  • >faḫḏ< en IH, VA y ZǦ por /faḫiḏ, fiḫḏ, faḫḏ/ ‘muslo’, pero >faḫiḏ< en GL y faḳád en AL (DFA: 948).

  • >salf< en IH por /salif, silf/ ‘concuñado’ (DFA: 652).

(5) Ejemplos de caída de vocales postónicas en otros esquemas41Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 114.:

  • >sibniyya< en IH por /sabaniyya/ ‘pañuelo’, >sabaniyya< en VA y IQ, >sabānī< en GL y çabanía en AL (DFA: 616).

  • >ẓifra< en IH y LZ, pero */ẓafra/ < /ẓafara/ ‘pterigión (una lesión en el ojo)’, (DFA: 836).

  • >al-qalʿa< en IH por /al-qalaʿa/ ‘Alcalá’, pero >qal(a)ʿa< en VA, >qalāʿa< en >IA, ZǦ y AC (DFA: 1055).

  • >faṭma< en IH por /faṭima/ ‘nombre propio femenino’ pero >fāṭima< en MT, Fatima en ET y F/Hatima en LO.

En el árabe marroquí actual algunas de estas voces presentan un esquema diferente, por ejemplo >ʿaṭš< que en marroquí esʿṭǝš, pero en otros casos encontramos los mismos, como en el caso de ḥǝnš (en la región de Jbala)42Prémare, Dictionnaire árabe-français, vol. 3: 250 (al tratarse de un diccionario ampliamente citado en adelante se citará Prémare nº de volumen: página). , fǝrq, sǝbniyya o faṭma.

5.1.2. Diptongos

 

Los diptongos del árabe antiguo /ay/ y /aw/ son normalmente realizados como tal en las voces andalusíes. En cambio, como vemos en el ejemplo (6), los datos aportados por IH muestran una tendencia hacia la monoptongación /aw/ > /ū/ y /ay/ > /ī/ que no encontramos en otras fuentes andalusíes.

(6)43Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, pp. 61-62.

  • >ḫūḫ< en IH, por /ḫawḫ/ ‘melocotón’, pero >ḫawḫ< en IQ, GL, VA, UT (DFA: 440).

  • >dūm< en IH y ZǦ por /dawm/ ‘palmera enana’ pero >dawm< en IQ, VA, UT y déume en AL (DFA: 489).

  • >būqāl< en IH, por /bawqāl/ ‘jarra’, pero > /bawqāl/ en VA (DFA: 197).

  • >fūq< en <IH y ǦM, por /fawq/ ‘sobre’ pero >fawq< en GL, VA, IQ, ZǦ, IA, AC y fáwq en AL (DFA: 990).

  • >ġīra< en IH, por /ġayra/ ‘envidia, celos’, pero >ġayra< en VA, AC (DFA: 937).

  • >sīsabān< en IH, por /saysabān/ ‘sesbania (tipo de planta)’, forma que aparece en UT (DFA: 678).

  • >ḫiyāma< en IH y TH, por /ḫayma/ ‘tienda’, pero >ḫayma< en VA y ḳáyma en AL (DFA: 446).

En cambio, hay otros ejemplos (7) en los que la vocal larga en lugar del diptongo es lo más habitual en las fuentes andalusíes:

(7)44Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, pp. 61-62.

  • >lūḥ< por /lawḥa/ ‘tabla para escribir’, realizado igual en IH, VA, ZǦ, ǦM, IQ, y lóh en AL (DFA: 1167).

  • >līm(a)< en IH, IQ, ZǦ, AC, y ḪA por /laymūn/ ‘lima, limón’, pero >laymūn< en AC y DS (DFA: 1174).

En los dialectos sedentarios de Marruecos la tendencia general es la monoptongación de los diptongos, pero este no es el caso de algunos dialectos septentrionales donde puede encontrarse /aw/ y /ay/, como en Larache y Tánger, Anjra y Chefchaouen, justamente una región donde se ha demostrado la importancia de la influencia lingüística andalusí45Vicente, El dialecto árabe, p. 34. .

5.1.3. Realizaciones consonánticas

 
5.1.3.1
 

La fricatización de consonantes oclusivas es un rasgo muy típico de las regiones marroquíes con mayor influencia del sustrato bereber, como es el caso de la región donde se sitúa Ceuta.

Ibn Hišām no recoge muchos ejemplos de la realización de /b/ como [β], una fricatización que al ser alofónica es difícil de registrar en la escritura y solo es evidente cuando llega a confundirse con /f/. Los ejemplos de ultracorrección aportados por IH (8) pueden ser señal de la amplitud de este fenómeno en el árabe de la Ceuta medieval y de la confusión en los hablantes, mientras que en el resto de fuentes andalusíes no se recogen.

(8)46Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 64.

  • >al-burǧa< en IH por /al-furǧa/ ‘diversión’ pero >al-furǧa< en VA, ḪA y fórja en AL (DFA: 952).

  • >ʾ.sbināǧ< en IH por /ʾisfānaǧ/ ‘esponja’, pero >ʾisfānaǧ< en GL, VA, IA, AC y izfánja en AL (DFA: 42).

  • >ʾasbarāǧ< en IH por /ʾasfarāǧ/ ‘espárrago común’, pero >ʾasfarāǧ< en IB, TD, UT, SG. No obstante, también con /b/ en VA, IA. En este ejemplo, la forma con >b< puede estar influida por la forma latina aspărăgus (DFA: 35 y nota 122).

5.1.3.2
 

En relación con los fonemas interdentales, es conocido que en andalusí las interdentales solían pronunciarse como tal, es decir: /ṯ/, /ḏ/ y /ẓ/.

En relación con /ṯ/, IH señala ejemplos de un cambio en el punto de articulación, realizándose como su correspondiente oclusiva /t/, como vemos en (9):

(9)47Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 71.

  • >ḥaltīt< en IH y UT por /ḥilṯīṯ/ ‘asafétida’ (DFA: 360).

  • >ṯ/tār< en IH por /ṯa ʾr/ ‘venganza’, pero >ṯa ʾr< en GL, VA, ḪA (DFA: 231).

  • >tafar< en IH por /ṯafar/ ‘tallador’, pero >ṯafar< en VA, ZǦ (DFA: 234).

  • >tadd< en IH por /ṯady/ ‘teta de mujer’, pero >ṯady< en VA, GL (DFA: 232).

  • >ʾatāfil< en IH por /ʾaṯāfi/ ‘trípode’ y >aṯāfi< en VA (DFA: 234).

También IH indica alguna ultracorrección por la confusión entre ambas, ejemplo (10)48Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 71.:

  • >ṯafala< por /tafala/ ‘escupir’ (DFA: 234) y >raṯṯa< por /rutta/ ‘tartamudeo’ (DFA: 516).

En cuanto a /ḏ/, hay también ejemplos de paso a la oclusiva /ḏ/ > /d/ (11):

(11)49Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 72.

  • >qanfūd< en IH por /qunfuḏ/ ‘erizo’, pero >qanfūd< en GL, >qanfūd/ḏ/ṭ< en VA (DFA: 1071).

  • >nāǧid< en IH por /nāǧiḏ/ ‘muela del juicio’, pero >nāǧiḏa< en VA (DFA: 1244).

  • >talmīd< en IH por /tilmīḏ/ ‘discípulo’, pero >tilmīḏ< en GL, VA, MT y telmíd en AL (DFA: 223).

Pero también de /d/ a /ḏ/ (12), que pueden considerarse ultracorrecciones:

(12)50Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 67.

  • >kaḏba< en IH por /kadba/ ‘mancha bajo las uñas’, (DFA: 1096).

  • >šuḏḏāḫ< en IH por /šuddāḫ/ ‘especie de datil’, pero >šaddāḫ< en HC y DS (DFA: 694).

  • >huḏab< en IH por /hudb/ ‘franja’, pero >hudb< en GL y >hudba< en VA (DFA: 1306).

  • >samīḏ< en IH por /samīd/ ‘harina fina’, pero >samīd< en GL, VA, IQ (DFA: 657).

Pérez Lázaro señala un caso indicado por IH de /ḍ/ > /ẓ/, ejemplo (13)51Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 73. :

  • >rabaẓ< por /rabaḍ/ ‘suburbio’, pero >rabaḍ< en GL, VA, IQ, MT (DFA: 511), que también consideramos ultracorrección.

Todos estos ejemplos muestran la diferenciación entre fonemas interdentales y oclusivos en época de IH52Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, pp. 67, 71-72. , pero también que, dado que ambas tendencias (realizar los interdentales como oclusivos y los oclusivos como interdentales) son más abundantes en los ejemplos de IH que en las otras fuentes andalusíes, podemos conjeturar la existencia de una pronunciación oclusiva de las interdentales en el árabe de Ceuta, y la posible fricatización de las oclusivas que tienen como resultado realizaciones interdentales no coincidentes con las del árabe antiguo. Ambos fenómenos son característicos del árabe marroquí actual.

5.1.3.3
 

La realización /š/ de /ǧ/ podría ser indicio del reflejo de una pronunciación no africada del fonema /ǧ/, es decir /ž/, ya en la Ceuta medieval y coincidiendo con el marroquí actual. Como en el ejemplo (13):

(13)53Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 76.

  • >ištarrat< por /iǧtarrat/ ‘rumiar’, en IH y LZ (DFA: 258.

  • >muštahid< por /muǧtahid/ ‘que se esfuerza’, solo en IH (DFA: 293).

  • >ištaraʾa< por /iǧtaraʾa/ ‘osar’, solo en IH (DFA: 255).

En la realización /š/ > /ǧ/ además de un cambio en el modo de articulación de fonema africado a chicheante, se produce un ensordecimiento del fonema probablemente producto de una asimilación por el contacto con /t/ en los tres ejemplos dados.

5.2. Léxico

 

En el trabajo de IH se encuentran algunas voces que pueden considerarse interferencias del árabe vernáculo hablado en los alrededores de Ceuta o incluso en algún sociolecto de la ciudad. Pueden tratarse de cambios semánticos o de voces que solamente existen en esta fuente andalusí y no en las demás. Veamos algunos ejemplos encontrados en el trabajo de Colin donde se recoge un extracto de la obra de IH54Colin, “Un document nouveau”. Algunas de estas voces están recogidas en un trabajo previo en el que se describe la información que sobre el marroquí medieval aportan algunas fuentes escritas, Vicente, “Sur la piste de l’arabe marocain”, pp. 109-111.:

  • بلورج >ballawraǧ< y بلارج >ballāriǧ< ‘cigüeña’: préstamo de origen griego conocido en todos los dialectos magrebíes. La forma /ballāriǧ/ se asemeja más a la del actual marroquí bǝllārǝž (Prémare 1: 296) que a la recogida en otras fuentes andalusíes: >bullūǧa< en VA, >burlūǧa< en GL y bullúja en AL. No obstante, hay que tener en cuenta que UT se recoge >ballāriǧa< (DFA: 170).

  • مثرد>maṯrad / maṯrid<: voz solamente recogida por IH (DFA: 233) que existe en el marroquí actual mǝtrǝd ‘plato de tierra cocida de gran tamaño y poco profundo’ (Prémare 2: 43).

  • زربية >zarbiyya< pl. زرابي >zrābī< ‘alfombra’: voz que no aparece en ninguna otra fuente andalusí, salvo en IH y en SN (DFA: 579), y es muy habitual en marroquí zǝrbīya, pl. zrābi (Prémare 5: 295). El texto de SN es de la Granada nazarí por lo que se puede explicar por la existencia de una influencia marroquí sobre esta variedad andalusí granadina, un hecho que ya se ha demostrado en más ocasiones55Otras interferencias marroquíes descritas en algunos idiolectos de la variedad andalusí hablada en el reino nazarí de Granada son los verbos šāf ‘él vio’ y žāb ‘él llevó’ y el segundo término de la negación cuya aparición en andalusí es limitada, Corriente “On some features”. .

  • زفيزف >zufayzaf / zufayzif< ‘azofaifa’: voz con esquema de diminutivo {1u2ay3a4} que solo aparece en el VA e IH (DFA: 589). En andalusí, no se ha recogido la forma simple de la que podría haber derivado y que sí existe en marroquí: zǝfzūf ‘jujubier cultivé’ (Prémare 5: 343).

  • مسيد msīd ‘mezquita’: voz no recogida en otras fuentes andalusíes, donde solo aparece >masǧid< en IQ, ZǦ y mézgít en AL (DFA: 618). La conversión de masǧid > msīd es difícil de datar y probablemente sea una disimilación a través de una forma *masyid56Colin, “Un document nouveau”, p. 17, nota 4. . En marroquí, msīd es la forma habitual para ‘escuela coránica’ (Prémare 9: 195), las cuales normalmente están dentro del recinto de una mezquita.

  • مسمش>masmaš / mismiš< ‘albaricoque’, forma casi ausente de las fuentes andalusíes, aunque pudo existir en algún sociolecto pues fue recogido por FA y ǦM con la forma mušmāš y el mismo sentido (DFA: 1204). La forma habitual en marroquí es mǝšmāš ‘albaricoque’ (Prémare 11: 210), mientras que en andalusí la forma habitual para esta fruta era barqūq.

  • طفل>ṭifl< ‘niño’: voz recogida por varias fuentes sin vocal de disyunción, la cual era una práctica común en andalusí, solo en VA se añade la vocal de disyunción pero no es fija >ṭif(a)l< (DFA: 818). Según Colin, esta vocalización indica que no debía de ser de uso corriente en andalusí57Colin, “Un document nouveau”, p. 14, nota 3. y consideramos que quizás reflejara una pronunciación marroquí donde es ṭfǝl (Prémare 8: 313).

  • عزف >ʿazaf< ‘hojas de palmera enana’: solo IH lo recoge con este sentido, para VA y IQ es ‘fruto de palmera enana’ (DFA: 862). En marroquí, ʿzǝf ‘hojas de palmera enana’ (Prémare 9: 100).

  • نغنغة>nuġnuġa / nuġnūġa < ‘campañilla’: solo en IH tiene este sentido. Existe en otras fuentes andalusíes, VA, AC y en AL nognóga con el sentido ‘bocio, papera’ (DFA: 1276). En marroquí es nǝġnōġa ‘fosa nasal’, y existe el verbo nǝġnǝġ ‘nasalizar’ y el adjetivo nǝġnōġi ‘el que nasaliza’ que puede tener relación semántica con la acepción que da IH (Prémare 11: 408).

  • نقس >naqs / niqs< ‘tinta’: voz recogida solo por IH, en andalusí se usaba normalmente mdād con ese sentido, por lo que podría ser un uso local del árabe ceutí medieval. AL recoge nuquíç ‘hollín’, con la que puede estar relacionada (DFA: 1283).

  • هيدورة>haydūra< ‘zalea, piel de cordero que sirve de alfombra’: voz no recogida en otras fuentes andalusíes, solo por IH. Corriente explica su evolución fonética a partir de la raíz {ḥṭr}58Corriente, “Reflejos iberorromances”, p. 16. . En cambio, sí existe en marroquí con las formas hēḍōra / haīdūra y el mismo sentido (Prémare 12: 118).

  • ميضأة>mayḍʿa< ‘letrina’. Esta forma no existe en andalusí salvo en la obra de IH, aunque VA recogió >mut(a)waḍḍā< con el mismo sentido (DFA: 1350). En cambio, en marroquí existe mēḍa ‘salle d’ablutions, servant aussi de latrines’ (Prémare 12: 221).

6. Discusión

 

Las palabras que escribiera Fray Patricio de la Torre en el siglo XIX refiriéndose al libro de Pedro de Alcalá se han considerado un «testimonio fehaciente de la homogeneidad del bloque occidental de dialectos árabes, incluido el andalusí»59Díaz García, El dialecto árabe-hispánico, p. 69.:

Es, en verdad, cosa prodigiosa: han corrido tres siglos desde que se imprimió este diccionario hasta nuestro tiempo, y su lenguaje es «el mismo» que hoy se habla en el imperio de Marruecos. Sólo (sic) hay una diferencia, y es que el de P. Alcalá, que era el mismo que hablaban los Moros de Granada, es más correcto y se acerca más a las reglas de la gramática escrita, y el que en el día hablan en Berbería abunda en defectos gramaticales60Pasaje citado en Díaz García, El dialecto árabe-hispánico, p. 70. .

Como hemos visto, varios autores han afirmado la cercanía entre el árabe andalusí y el marroquí en época medieval, por ejemplo G.S. Colin, ʿA.ʿA. al-Ahwānī, M. Bencherifa y J. Pérez Lázaro. Sus estudios de algunos documentos magrebíes han aportado pruebas de la influencia del árabe andalusí en las zonas arabófonas situadas al otro lado del estrecho de Gibraltar, una huella que sigue existiendo en la actualidad como ya se ha demostrado61Vicente,El dialecto árabe de Anjra.. Así, Bencherifa afirmó que el árabe marroquí hablado en las ciudades del norte y en sus pueblos vecinos era muy próximo al árabe andalusí, aunque también reconocía que algunas voces parecen tener particularidades propias de las variedades habladas en el norte de África62Bencherifa, al-ʿāmmiyya al-andalusiyya wa-l-maġribiyya”, pp. 13 y 16. .

En relación con los fenómenos fonéticos, los ejemplos aportados nos dan información sobre el proceso ocurrido en árabe marroquí de cierre, neutralización y posterior eliminación de las vocales breves en sílaba abierta, un hecho que se ha considerado provocado por el cambio de acento tónico característico de los dialectos magrebíes63Zavadovskii, The Maghrib Arabic, p. 50. o una influencia del sustrato bereber64Marçais, Esquisse grammatical, pp. 12-13. . Este deterioro vocálico aumenta en las regiones magrebíes de este a oeste y es más acusado en los dialectos de tipo sedentario que en los de tipo beduino pero en árabe andalusí no existió65Marçais, Esquisse grammatical, p. 24 y Corriente, Pereira & Vicente, Aperçu grammatical, p. 2, nota 4. .

La presencia de los diptongos del árabe antiguo se ha considerado un rasgo conservador propio de las capas más antiguas en los dialectos neoárabes66Corriente, Pereira & Vicente, Aperçu grammatical, p. 14. . En este sentido parece que lo que IH ha reflejado en sus datos ha sido una evolución hacia la monoptongación existente en el árabe de la región de Ceuta o en la zona limítrofe en el siglo XII. Una evolución que también pudo empezar en el andalusí en algún momento dado pero con menor intensidad.

Los fonemas consonánticos sufren la alteración de los puntos de articulación conocidos para el árabe antiguo y existentes en árabe andalusí, y la realización de otros propios del árabe marroquí, como la posible fricatización de las oclusivas o la pronunciación oclusiva de fonemas interdentales.

En cuanto al léxico, son numerosas las voces que reflejan el árabe vernáculo de la gente de Ceuta del siglo XII en las que se percibe una influencia marroquí. De hecho, este aspecto es el único que se había analizado hasta ahora en trabajos anteriores sobre la influencia norteafricana en las obras de Ibn Hišām. Así, en el Šarḥ al-Faṣīḥ de Abū l-ʿAbbās Ṯaʿlab, Pérez Lázaro analizó veintidós voces de origen occidental67Pérez Lázaro, “Palabras occidentales”, p. 353. , es decir, andalusí o magrebí, mostrando que las obras de este autor son una fuente de información sobre la interacción de ambas variedades en el siglo XII. También al-Ahwānī señaló algunas voces de procedencia magrebí en la obra de Ibn Hišām, al-Madḫal ʾilà taqwīm. Un ejemplo de voz con origen magrebí que aparece en estos dos últimos trabajos es la voz bereber āḍġāṣ/ādġǝṣ ‘calostro’68Pérez Lázaro, “Palabras occidentales”, p. 366, y al-Ahwānī, “Alfāẓ maġribiyya”, p. 140. , que existe también en el marroquí actual con el mismo significado (Prémare 1/28) y que en otra fuente andalusí (AL) es recogido como libí (DFA: 1134).

7. Conclusiones

 

El análisis de dialectología comparada que se hace en este artículo entre la obra de Ibn Hišām y otras fuentes andalusíes nos descubre las diferencias a nivel fonético y léxico entre el andalusí y el marroquí, demostrando que ya en el siglo XII existían dos variedades diferentes en la zona del estrecho de Gibraltar, aunque compartieran un mismo origen y la interacción entre ambas sea evidente. Así, los datos proporcionados por la obra aquí analizada son un árabe andalusí trufado de interferencias marroquíes porque es la lengua con la que interaccionaban diariamente al ser la variedad vernácula hablada en los alrededores de Ceuta o incluso en algunos sociolectos de esa ciudad en el siglo XII.

La influencia inter-lingüística entre ambas variedades vernáculas dependía de varios factores, siendo el mayor estatus del andalusí un factor clave para que la dirección de la influencia sea predominantemente norte-sur.

Por lo tanto, la cita de Fray Patricio de la Torre referida más arriba contiene dos afirmaciones que estamos en condiciones de rebatir. La primera es la de la exacta coincidencia entre el árabe marroquí y el andalusí en el siglo XIX, pues si los datos nos ofrecen ya claras diferencias desde el siglo XII, la existencia de dos variedades ya diferenciadas en época de quien la escribe es evidente. En segundo lugar, tal y como varias obras sobre ideologías y actitudes lingüísticas han demostrado, la afirmación de que una variedad árabe vernácula es más correcta y otra tiene más defectos gramaticales no es más que una afirmación ideologizada que establece jerarquías entre las lenguas basadas en el prestigio social y sin ninguna justificación empírica.

Ceuta fue y es, por tanto, el contexto perfecto en el que estudiar la interacción de las lenguas habladas en la región: el árabe andalusí, el árabe marroquí, las variedades bereberes habladas en el norte de Marruecos y, en la actualidad, la lengua española69En relación con el portugués, aunque esta lengua se habló en la ciudad hasta finales del siglo XVII, no hay prácticamente huellas de ella en Ceuta, probablemente debido a la escasez de hablantes de portugués que vivieron allí y a que la lengua vehicular de la población fue el español, Vicente, Ceuta: una ciudad, pp. 30 y 36. .

Notas

 
1

Vicente, El proceso de arabizaciónVicente, Ángeles, El proceso de arabización de Alandalús, Zaragoza, IEIOP, 2006..

2

Las fuentes históricas nos confirman la variedad étnica de los árabes llegados al Magreb y a la península ibérica, refiriéndose sobre todo a tribus sirias y yemeníes (Guichard, Al-Andalus: Estructura antropológica, 1995Guichard, Pierre. Al-Andalus: estructura antropológica de una sociedad islámica en Occidente. Granada, Servicio de Publicaciones de la Universidad, 1995.).

3

Esta denominación es la empleada por Corriente en la primera gramática escrita sobre esta lengua, y se debe a las distintas variedades andalusíes que reflejaron en algún momento el diferente origen de las tribus árabes llegadas al territorio peninsular, Corriente, A Grammatical sketchCorriente, Federico, A Grammatical Sketch of the Spanish Arabic Dialect Bundle, Madrid, Instituto hispano-árabe de cultura, 1977., p. 6.

4

Para esta cuestión véase Ferrando, “On some parallels Ferrando, Ignacio, “On some parallels between Andalusi and Maghrebi Arabic”, en Jordi Aguadé, Patrice Cressier y Ángeles Vicente (eds.), Peuplement et arabisation. Dialectologie et histoire. Madrid–Zaragoza, Casa de Velázquez–Universidad de Zaragoza, 1998, pp. 59-74. ”.

5

Vicente, Ceuta: una ciudad Vicente, Ángeles, Ceuta: una ciudad entre dos lenguas. Formación y evolución del árabe ceutí, Ceuta, Instituto de Estudios Ceutíes, 2007. , pp. 25-26.

6

Farhat, Sabta des originesFarhat, Halima, Sabta des origines au XIVe siècle, Rabat, Al-Manahil, 1993., p. 55.

7

Vicente, El proceso de arabizaciónVicente, Ángeles, El proceso de arabización de Alandalús, Zaragoza, IEIOP, 2006..

8

Vicente, “Andalusi influenceVicente, Ángeles, “Andalusi influence on Northern Morocco following various centuries of linguistic interference”, en Juan Pedro Monferrer-Sala y Nader Al Jallad (eds.), The Arabic language across the ages, Wiesbaden, Reichert Verlag, 2010, pp. 141-159.”.

9

Esta influencia es más evidente en la región noroeste del país, sobre todo la región de Jbala, pero debido a los movimientos de población la huella andalusí ha llegado hasta regiones tan alejadas como el valle del Dra y el Tafilalt en el sur del país, donde la variedad judeo-árabe, hablada por los judíos que hubo en la región, conservaba ciertos rasgos que han sido considerados de origen andalusí, Lévy, “Problématique historiqueLévy, Simon, “Problématique historique du processus d’arabisation au Maroc : pour une histoire linguistique du Maroc”, en Jordi Aguadé, Patrice Cressier y Ángeles Vicente (eds.), Peuplement et arabisation. Dialectologie et histoire. Madrid–Zaragoza: Casa de Velázquez–Universidad de Zaragoza, 1998, pp. 53-57.”, p. 13.

10

Corriente, “On some featuresCorriente, Federico, “On some features of late Granadian Arabic (mostly stress)”, en Jordi Aguadé, Patrice Cressier y Ángeles Vicente (eds.), Peuplement et arabisation. Dialectologie et histoire. Madrid–Zaragoza: Casa de Velázquez–Universidad de Zaragoza, 1998, pp. 53-57.”.

11

Vicente, “Sur la piste de l’arabe marocainVicente, Ángeles, “Sur la piste de l’arabe marocain dans quelques sources écrites anciennes (du XIIe au XVIe siècle)”, en Mohamed Meouak, Pablo Sánchez y Ángeles Vicente (eds.), De los manuscritos medievales a internet: la presencia del árabe vernáculo en las fuentes escritas, Zaragoza, Universidad de Zaragoza, 2012, pp. 103-120.”.

12

Colin “Notes de dialectologie Colin, George S., “Notes de dialectologie arabe”, Hespéris, 10 (1930), pp. 91-120. ”. El texto fue editado por Lévi-Provençal en 1928 y por ʿAbd al-Wahhāb ibn Manṣūr en 1971.

13

Editada en dos ocasiones por Saʿīd Aḥmad ʿArāab en 1982 y 1993.

14

Colin “El Maqṣad”.

15

Bencherifa, “al-ʿāmmiyya al-andalusiyya wa-l-maġribiyyaBencherifa, Mohamed “al-ʿāmmiyya l-andalusiyya wa-l-maġribiyya bayna ʿamṯāl al-Zaǧǧālī wa malʿabat al-kafīf al-Zarhūnī”, en Jordi Aguadé, Federico Corriente y Marina Marugán (eds.), Actas del congreso internacional sobre interferencias lingüísticas arabo-romances y paralelos extra-iberos, Zaragoza, 1994, pp. 1-19 (parte árabe).”.

16

al-Wadġīrī, “al-Alfāẓ al-maġribiyyaal-Wadġīrī, ʿAbd al-ʿAlī, “al-Alfāẓ al-maġribiyya l-andalusiyya fī Miʿyār al-Wanšarīsī”, en Jordi Aguadé, Federico Corriente y Marina Marugán (eds.), Actas del congreso internacional sobre interferencias lingüísticas arabo-romances y paralelos extra-iberos, Zaragoza, 1994, pp. 39-50 [parte árabe].”.

17

El uso de obras de este género para llevar a cabo trabajos de dialectología árabe pone de manifiesto su utilidad como fuente lingüística, aunque nunca reflejen el estado sincrónico de ninguna variedad vernácula concreta. Algunos ejemplos son al-Ahwānī, “Alfāẓ maġribiyya al-Ahwānī, ʿAbd al-ʿAzīz, “Alfāẓ maġribiyya min kitāb Ibn Hišām al-Laḫmī fī Laḥn al-ʿāmma”, Maǧalla Maʿahad al-maḫṭūṭāt al-ʿarabiyya 3, 1957, pp. 127-157. ”; Pérez Lázaro, “Palabras occidentalesPérez Lázaro, José, “Palabras occidentales en el Šarḥ al-Faṣīḥ de Ibn Hišām al-Laḫmī”, Al-Qanṭara 9, 2 (1988), pp. 353-374.”; Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm.

18

Bencheikh, “La ḫāṣṣa et laʿāmmaBencheikh, Omar, “La ḫāṣṣa et la ʿāmma dans les grammaires de fautes en domaine andalou”, en Dominique Caubet y Martine Vanhove (eds.), Actes des premières journées internationales de dialectologie arabe de Paris, París, INALCO, 1994, pp. 361-373.”, p. 371.

19

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 37.

20

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 162, nota 170.

21

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm.

22

Tiene otra nisba, al-Išbīlī, pero es mucho menos citada que al-Sabtī; Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p.17, nota 15.

23

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 20.

24

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, pp. 37-38.

25

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 40.

26

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 65, nota 1.

27

Odlin, “Cross-Linguistic InfluenceOdlin, Terence, “Cross-Linguistic Influence”, en Catherine J. Doughty y Michael H. Long (eds.), The handbook of Second Language Acquisition, Blackwell Publishing Ltd, 2003, pp. 436-486.”.

28

Para cada fuente empleada, aparecerán entre paréntesis las iniciales con las que será citada cada una de ellas a lo largo de este trabajo, seguido del autor y año del trabajo al que se alude en Corriente, Pereira & Vicente, Dictionnaire du faisceauCorriente, Federico, Pereira, Christophe y Vicente, Ángeles, Dictionnaire du faisceau dialectal arabe andalou, Berlín–Boston, De Gruyter, 2017.andalou, pp. IX-X (en adelante DFA). Véase las referencias completas en la bibliografía final del DFA.

29

Colin, “Un document nouveauColin, George S., “Un document nouveau sur l’arabe dialectal d’Occident au XIIe siècle”, Hespéris 12 (1931), pp. 1-32.”.

30

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 45.

31

Las voces analizadas en el punto 5.1. seguidas de las iniciales IH han sido tomadas del estudio de José Pérez Lázaro, publicado en el volumen 1 de esta obra, y serán citadas de la misma manera que este autor, es decir, la recogida entre > < es la variante atribuida a al-ʿāmma por Ibn Hišām y la recogida entre / / es la considerada correcta. La transcripción ha sido adaptada a las normas de la revista.

32

El sistema vocálico del árabe andalusí ha sido ampliamente descrito por Corriente, A Grammatical sketchCorriente, Federico, A Grammatical Sketch of the Spanish Arabic Dialect Bundle, Madrid, Instituto hispano-árabe de cultura, 1977., y el del árabe marroquí por Heath, Jewish and Muslim dialectsHeath, Jeffrey, Jewish and Muslim dialects of Moroccan Arabic, Londres–Nueva York, Routledge Curzon, 2002.. No obstante, varios autores han señalado que en algunas variedades marroquíes septentrionales la cantidad vocálica es difícil de percibir debido a la inconsistencia de la duración vocálica, la cual parece reflejar una fusión entre las vocales largas y breves debida al sustrato del latín vulgar y al contacto continuo con el bereber, Heath, “Vowel-length merger Heath, Jeffrey, “Vowel-length merger and its consequences in archaic Moroccan Arabic”, Zeitschrift für Arabische Linguistik, 6 (2018) pp. 12-43. ”.

33

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 47.

34

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, pp. 47-48.

35

La ley de Philippe consiste en un cambio fonético condicionado que se da en varias lenguas semíticas por el que /i/ se convierte en /a/ cuando aparece en sílaba tónica cerrada. Ha sido ampliamente descrita para el andalusí, tanto su aplicación como la existencia de ultracorrecciones, Corriente, Pereira & Vicente, Aperçu grammatical Corriente, Federico, Pereira, Christophe y Vicente, Ángeles, Aperçu grammatical du faisceau dialectal arabe andalou, Berlín–Boston, De Gruyter, 2015. , p. 10, nota 24.

36

Ejemplos de Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 48.

37

Lesión ocular por la que se produce un crecimiento anormal de tejido de la conjuntiva sobre la córnea.

38

Este fenómeno consistía en introducir una vocal entre la segunda y la tercera radicales cuando una de ellas es faringal, glotal o sonorante, por ejemplo: >tamar< por /tamr/, >al-namal< por /al-naml/, Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 109.

39

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 113.

40

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 114.

41

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 114.

42

Prémare, Dictionnaire árabe-français Prémare, Alfred-Louis de, Langue et culture marocaines: Dictionnaire árabe-français. Établi sur la base de fichiers, ouvrages, enquêtes, manuscrits, études et documents divers,12 vols., París, L’Harmattan, 1993-1999. , vol. 3: 250 (al tratarse de un diccionario ampliamente citado en adelante se citará Prémare nº de volumen: página).

43

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, pp. 61-62.

44

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, pp. 61-62.

45

Vicente, El dialecto árabe, p. 34.

46

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 64.

47

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 71.

48

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 71.

49

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 72.

50

Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 67.

51

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 73.

52

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, pp. 67, 71-72.

53

Pérez Lázaro, al-Madḫal ʾilà taqwīm, vol. 1, p. 76.

54

Colin, “Un document nouveauColin, George S., “Un document nouveau sur l’arabe dialectal d’Occident au XIIe siècle”, Hespéris 12 (1931), pp. 1-32.”. Algunas de estas voces están recogidas en un trabajo previo en el que se describe la información que sobre el marroquí medieval aportan algunas fuentes escritas, Vicente, “Sur la piste de l’arabe marocainVicente, Ángeles, “Sur la piste de l’arabe marocain dans quelques sources écrites anciennes (du XIIe au XVIe siècle)”, en Mohamed Meouak, Pablo Sánchez y Ángeles Vicente (eds.), De los manuscritos medievales a internet: la presencia del árabe vernáculo en las fuentes escritas, Zaragoza, Universidad de Zaragoza, 2012, pp. 103-120.”, pp. 109-111.

55

Otras interferencias marroquíes descritas en algunos idiolectos de la variedad andalusí hablada en el reino nazarí de Granada son los verbos šāf ‘él vio’ y žāb ‘él llevó’ y el segundo término de la negación cuya aparición en andalusí es limitada, Corriente “On some featuresCorriente, Federico, “On some features of late Granadian Arabic (mostly stress)”, en Jordi Aguadé, Patrice Cressier y Ángeles Vicente (eds.), Peuplement et arabisation. Dialectologie et histoire. Madrid–Zaragoza: Casa de Velázquez–Universidad de Zaragoza, 1998, pp. 53-57.”.

56

Colin, “Un document nouveauColin, George S., “Un document nouveau sur l’arabe dialectal d’Occident au XIIe siècle”, Hespéris 12 (1931), pp. 1-32.”, p. 17, nota 4.

57

Colin, “Un document nouveauColin, George S., “Un document nouveau sur l’arabe dialectal d’Occident au XIIe siècle”, Hespéris 12 (1931), pp. 1-32.”, p. 14, nota 3.

58

Corriente, “Reflejos iberorromances Corriente, Federico, “Reflejos iberorromances del andalusí {ḥṭr}”, Al-Andalus Magreb, 1 (1993), pp. 77-87. ”, p. 16.

59

Díaz García, El dialecto árabe-hispánicoDíaz García, Amador, El dialecto árabe-hispánico y el «Kitāb fī laḥn al-ʿāmma» de Ibn Hišām al-Laḫmī, Granada, Universidad de Granada, 1973., p. 69.

60

Pasaje citado en Díaz García, El dialecto árabe-hispánicoDíaz García, Amador, El dialecto árabe-hispánico y el «Kitāb fī laḥn al-ʿāmma» de Ibn Hišām al-Laḫmī, Granada, Universidad de Granada, 1973., p. 70.

61

Vicente,El dialecto árabe de AnjraVicente, Ángeles, El dialecto árabe de Anjra (norte de Marruecos). Estudio lingüístico y textos, Zaragoza, Área de Estudios Árabes e Islámicos, 2000..

62

Bencherifa, al-ʿāmmiyya al-andalusiyya wa-l-maġribiyya”, pp. 13 y 16.

63

Zavadovskii, The Maghrib ArabicZavadovskii, Iurii N., The Maghrib Arabic Dialects, Moscú, Nauka, 1978., p. 50.

64

Marçais, Esquisse grammaticalMarçais, Philippe, Esquisse grammaticale de l’arabe maghrébin, París, Librairie d’Amérique et Orient, 1977., pp. 12-13.

65

Marçais, Esquisse grammaticalMarçais, Philippe, Esquisse grammaticale de l’arabe maghrébin, París, Librairie d’Amérique et Orient, 1977., p. 24 y Corriente, Pereira & Vicente, Aperçu grammatical Corriente, Federico, Pereira, Christophe y Vicente, Ángeles, Aperçu grammatical du faisceau dialectal arabe andalou, Berlín–Boston, De Gruyter, 2015. , p. 2, nota 4.

66

Corriente, Pereira & Vicente, Aperçu grammatical Corriente, Federico, Pereira, Christophe y Vicente, Ángeles, Aperçu grammatical du faisceau dialectal arabe andalou, Berlín–Boston, De Gruyter, 2015. , p. 14.

67

Pérez Lázaro, “Palabras occidentalesPérez Lázaro, José, “Palabras occidentales en el Šarḥ al-Faṣīḥ de Ibn Hišām al-Laḫmī”, Al-Qanṭara 9, 2 (1988), pp. 353-374.”, p. 353.

68

Pérez Lázaro, “Palabras occidentalesPérez Lázaro, José, “Palabras occidentales en el Šarḥ al-Faṣīḥ de Ibn Hišām al-Laḫmī”, Al-Qanṭara 9, 2 (1988), pp. 353-374.”, p. 366, y al-Ahwānī, “Alfāẓ maġribiyya al-Ahwānī, ʿAbd al-ʿAzīz, “Alfāẓ maġribiyya min kitāb Ibn Hišām al-Laḫmī fī Laḥn al-ʿāmma”, Maǧalla Maʿahad al-maḫṭūṭāt al-ʿarabiyya 3, 1957, pp. 127-157. ”, p. 140.

69

En relación con el portugués, aunque esta lengua se habló en la ciudad hasta finales del siglo XVII, no hay prácticamente huellas de ella en Ceuta, probablemente debido a la escasez de hablantes de portugués que vivieron allí y a que la lengua vehicular de la población fue el español, Vicente, Ceuta: una ciudad Vicente, Ángeles, Ceuta: una ciudad entre dos lenguas. Formación y evolución del árabe ceutí, Ceuta, Instituto de Estudios Ceutíes, 2007. , pp. 30 y 36.

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