1. Introducción
⌅La idea de jardín, ordenado y cerrado, forma parte de la organización arquitectónica. Los terrenos se marcan y delimitan, se organizan en su interior para distintos usos y se da un sentido a la desorganizada naturaleza. El mundo medieval no era ajeno a ello; el jardín amurallado fue un espacio doméstico que ofreció a los habitantes del lugar la privacidad de gozar de un entorno natural dentro de su propio hogar1
Cuando Ibn Luyūn escribió su poema agrícola, al-Andalus experimentaba los últimos momentos de su esplendor. Ibn Luyūn nació en Almería, tierra del Reino nazarí tras la época de las terceras taifas. El fenómeno de descentralización política en dicha época creó un ambiente de competitividad entre los gobernantes de todas ellas, además de un medio donde la supervivencia dependió mucho más de la agricultura regional.
Para entender la agricultura de al-Andalus durante la época en que vivió Ibn Luyūn es importante también establecer los sitios específicos donde se cultivaban las plantas. Las huertas y los jardines de aquel entonces tenían varias denominaciones como munya, ğanna o bustān. Estos términos han tenido varios significados a lo largo de la historia, dependiendo del periodo y el lugar. En la época de nuestro autor, se utilizaba munya y ğanna especialmente para explotaciones agrícolas y recreativas del entorno de la ciudad y bustān para jardines de uso decorativo (aunque también servía, con un carácter más general, para las propias almunias o fincas periurbanas como puede observarse en el propio Ibn Luyūn). En estos jardines se cultivaban plantas que servían para deleitar los sentidos del olfato y de la vista, sin darles ningún uso práctico, si bien podían tenerlo en determinadas ocasiones3
En este sentido, otra referencia escrita que trata de las plantas es la poesía. Hay dos ramas de la poesía «botánica» podríamos decir: las rawḍiyyāt (‘de jardines’) y nawriyyāt (‘de flores’). Este género de literatura se inclinó en exceso hacia la fantasía y los clichés estéticos así que no se le confiere mucha importancia4
Precisamente en este ámbito literario, Ibn Luyūn utilizó la forma de urğūza (poema didáctico en metro rağaz) para que la gente pudiese recordar las lecciones más importantes de sus antepasados en materia agronómica. Su tarea fue ardua: compilar el conocimiento más importante de los siglos anteriores en un poema rimado. Lo más difícil de su trabajo fue el hecho de que nadie antes de él había escrito sobre agricultura en forma versificada. Este pionero, como veremos, no se dedicó exclusivamente a la agricultura, sino que se mostró obsesionado por el conocimiento en general y su transmisión.
2. Breve biografía y descripción de la obra
⌅2.1. Biografía
⌅Abū ʿUṯmān Saʿd ibn Aḥmad ibn Ibrāhīm ibn Aḥmad al-Tuğībī, más conocido como Ibn Luyūn, nació en Almería en 681/1282. Vivió en un mundo privilegiado en el cual se formó con maestros prestigiosos, llegando a tener conocimientos de varias disciplinas. A diferencia de otros geóponos andalusíes, tenemos datos biográficos de Ibn Luyūn; principalmente, sabemos de su vida a través de dos eruditos magrebíes: al-Maqqarī e Ibn al-Qāḍī. Nuestro autor almeriense tuvo varias ocupaciones a lo largo de su vida, incluyendo las de poeta, filósofo, matemático y jurista, labor en la que destacó5
En cuanto a su tratado agrícola, Kitāb Ibdāʾ al-malāḥa wa-inhāʾ al-raǧāḥa fī uṣūl ṣināʿat al-filāḥa (Libro del principio de la belleza y fin de la sabiduría que trata de los fundamentos del arte de la agricultura), destaca por su manera de impartir la información ya existente a un público más amplio, gracias al hecho de haberlo escrito utilizando la forma poética de la urğūza, sistema que se usa especialmente en los poemas didácticos8
Su poema sobre cuestiones geopónicas se inscribe dentro del corpus agrícola de al-Andalus, pero no sería correcto afirmar que Ibn Luyūn era un geópono; más bien se le describe con mayor precisión al llamarle, sencillamente, un intelectual.
El contenido del texto completo trata del cuidado de las plantas y se divide en cuatro elementos: tierra, agua, abonos y labores. La última parte del libro, como ya se ha indicado, se dedica a la clasificación de las diversas plantas que el agricultor pone en la tierra y la disposición de los jardines y las viviendas. Al hilo de estos cuatro elementos que pretende enseñar a través de su poema, nuestro intelectual entrelaza varios cultivos demostrando que no solo se usaban por sus beneficios alimentarios, sino también por sus capacidades de sostener la tierra, entre otras variadas finalidades10
El texto original tiene 1.365 versos y se ha comparado con las Geórgicas, el poema agrícola de Virgilio11
De entre los geóponos andalusíes que le precedieron, Ibn Luyūn extrajo su información agrícola, principalmente, de dos fuentes: Ibn Baṣṣāl, agrónomo toledano del siglo XI que, dentro de la escuela de agronomía andalusí, se considera su maestro indiscutible12
Podríamos apuntar que, en el caso de Ibn Baṣṣāl, el manejo de su obra es común a todos los agrónomos andalusíes posteriores, dada su condición de maestro, por lo que Ibn Luyūn sigue esta misma línea. En cuanto a al-Ṭiġnarī, es lógico que fuese utilizado por nuestro autor, dada la relativa cercanía en el tiempo y en el espacio a su propio entorno, por lo que suponemos que le llegaría su obra agrícola con bastante facilidad.
2.2. Manuscritos en árabe
⌅Se cree que Ibn Luyūn redactó su obra en torno al año 1321 y esta se conserva en cinco manuscritos: Biblioteca Nacional de Nuakchot, nº 65, Biblioteca General de Rabat, nº 39; Biblioteca Real de Rabat, nº 11872; Faculté des Lettres et des Sciences Humaines en Rabat, nº 26, y Biblioteca de la Escuela de Estudios Árabes (CSIC) de Granada, nº 14. El texto más antiguo es este último de la Escuela de Estudios Árabes.
De todos ellos, para el estudio de las plantas ornamentales, se ha partido de tres: el códice de la Biblioteca Real de Rabat, del cual hay una copia microfilmada en la Escuela de Estudios Árabes, el manuscrito existente en Granada, que forma parte de los fondos manuscritos de la mencionada institución granadina, y la copia de la Biblioteca Nacional de Nuakchot, que se encuentra digitalizado en la base de datos alemana OMAR13
El manuscrito 14 de la Escuela de Estudios Árabes14
Está escrito en tinta negra con letra magrebí, y los títulos de los capítulos se escriben en letras de tamaño más grande. El manuscrito completo consta de cincuenta folios que componen cien páginas, de papel avitelado. Cada folio tiene 17 líneas que cuentan con dos hemistiquios rimados en cada una de ellas, sin reclamos. Cada folio mide 22 x 16 cm. El lomo posee paletas de hilo doble en oro, dividiéndolo en cuatro partes, una de ellas con tejuelo de piel roja para el título en castellano y en letras mayúsculas doradas se lee: “Abū ʿUṯmān. Tratado de agricultura. Ms. Árabe 1348”. El texto completo cuenta con 352 notas marginales en las cuales apenas hay vocales, cosa que sí aparece en el cuerpo del texto en ocasiones.
El presente trabajo se centra en los folios 43r a 45v de este códice granadino, en el que se recogen cinco capítulos sobre plantas ornamentales. En ellos hay treinta y seis notas marginales: doce en el folio 43r; cuatro en el folio 44v; cuatro en el folio 44r; cinco en el folio 44v; cinco en el folio 45r, y seis en el folio 45v. Solo se editarán once de las doce notas marginales del folio 43v, porque una de ellas no trata de las plantas ornamentales que son el objeto de este estudio. Igualmente, no se editarán tres notas del folio 45v porque se refieren al siguiente apartado, dedicado a las plantas bulbosas.
Por su parte, el manuscrito 11872 de la Biblioteca Real de Rabat se parece mucho al códice anterior, pero no aparecen notas en los márgenes. Está escrito con tinta negra en letra magrebí. Los folios que estudiamos de él van del 41v al 44r. Cada folio cuenta con 16 líneas y los títulos de los capítulos se trazan en tamaño más grande y con un color de tinta distinto, más claro que el resto del texto. Posee reclamos en los folios vueltos. Se desconoce el nombre del copista, el cual escribe las vocales con cierta frecuencia como sucede con el códice anterior. No obstante, a diferencia de este, sí escribe siempre la hamza flotante tras alif de prolongación, mientras que el manuscrito granadino denota a veces la presencia de dicha hamza poniendo una madda al alif o un punto cerca de esta, al igual que sucede en otros muchos códices escritos en letra magrebí.
Finalmente, la copia 65 de la Biblioteca Nacional de Nuakchot15
Los folios de esta copia están bien conservados a excepción de los primeros en los que el desgaste hace imposible leer la mitad del texto. En cada página hay 16 líneas y hay un reclamo en el verso de cada folio. Los capítulos estudiados van desde la mitad del folio 40r hasta el 42v.
3. Capítulos sobre plantas ornamentales
⌅3.1. Criterios de edición y traducción
⌅Por ser el más antiguo, se ha tomado como base para la edición el manuscrito de la Escuela de Estudios Árabes. Los otros dos cuentan con el mismo contenido que el manuscrito base, pero tienen algunas diferencias importantes, como que carecen totalmente de notas marginales tal como se ha indicado. En general, los tres textos se pueden leer sin apenas problemas, a excepción de algunos casos puntuales. A la hora de realizar la edición, nuestro objetivo ha residido en ser lo más fieles posibles al texto base y presentarlo incluyendo las notas marginales, las vocales y los signos auxiliares que dicho texto contiene. La vocalización se ha respetado pues, en gran parte, demuestra cómo se articulaban las palabras en el dialecto andalusí/magrebí; únicamente se ha cambiado una palabra en el texto base (nota 1 de la edición), porque creemos que se trata de un error del copista y no de un rasgo dialectal. Del mismo modo, y puesto que la presencia de la hamza fluctúa en el manuscrito base, se ha repuesto esta hamza en todos los casos siguiendo la normativa actual. Únicamente no aparece cuando el autor usa la licencia poética de no incluirla, con el objeto de mantener los pies propios del metro raŷaz.
Cabe destacar que las notas marginales carecen casi por completo de dichas vocales y signos. Encima de cada nota de los capítulos estudiados, aparece una flecha que señala la primera palabra de la misma; en algunos casos, cerca de dicha flecha aparece una letra que hace referencia a la fuente de la que se extrae la información como se verá posteriormente: esta letra aparecerá entre corchetes en la edición. En algunos casos, debido al deterioro del manuscrito, algunos fragmentos de las notas no se leen completamente: dichos huecos se han indicado con tres puntos suspensivos. Por otra parte, al final de algunas notas se aprecia la abreviatura de la palabra انتهى, una hāʾ seguida de una yāʾ con un trazo inverso (de izquierda a derecha) que indica el final de estas. Dichas letras no se han reproducido en la edición y traducción ya que su equivalente es un punto final.
No hay que olvidar que las notas marginales muy posiblemente provengan de la pluma de Ibn Luyūn mismo16
Como no puede ser de otra manera, se han respetado las licencias poéticas que el texto contiene ya que todas ellas conducen a mantener el metro y la rima entre ambos hemistiquios (pérdida de hamza, pérdida de vocales largas, intercambio de letras, pérdida de la conjunción wa…). Así, por ejemplo, en el apartado del cultivo de la alheña, está escrito al final de un segundo hemistiquio min abrīlan (من أبريلا) pues ha de rimar con el nuqūlan (نقولا) final del primer hemistiquio. Del mismo modo, hay ocasiones en que la tāʾ marbūṭa se cambia por la letra hāʾ por necesidades de la medida del verso y su rima. Un caso es el siguiente verso:
La última palabra de cada hemistiquio iría con tāʾ marbuṭa pero, para mantener la medida del verso, las escribe como una hāʾ con sukūn. En este caso, al igual que el anterior, se ha dejado tal cual en la edición.
Los títulos de los capítulos se han puesto en negrita, porque en los códices se resalta su texto en un trazo de mayor tamaño. En cuanto a las siglas empleadas para los tres manuscritos utilizados, también se indican en negrita y son las siguientes: غ para el manuscrito de la Escuela de Estudios Árabes nº 14, ر para el códice de la Biblioteca Real de Rabat nº 11872, y ن para la copia de la Biblioteca Nacional de Nuakchot nº 65. Para indicar los cambios de folio, se han utilizado las siglas citadas entre paréntesis, seguidas de los números de foliación correspondientes y una و si es el recto del folio o una ظ si es el verso.
A la hora de traducir el poema agrícola de Ibn Luyūn, ha resultado imposible redactar la versión castellana manteniendo la rima de la versión árabe. Además, se ha perdido la estructura de la redacción en dos hemistiquios, sin embargo, para facilitar la identificación de los versos, se ha optado por colocar una barra (/) para indicar la separación entre hemistiquios y doble barra (//) para hacer referencia al comienzo del siguiente verso. El objetivo de la traducción, por tanto, ha sido comprender el significado de los versos y trasmitirlo al lector español. Como se han editado las notas marginales por primera vez, y en ellas se dan algunas indicaciones de gran interés, se ha considerado imprescindible ofrecer su versión en español, lo que conforma el aparato de notas a pie de página de nuestra traducción. Con el objeto de que se puedan comprobar con su original árabe, se ha indicado entre corchetes —al final de cada nota— las notas de la edición a las que se refieren en cada caso. Esta misma numeración servirá en el estudio posterior, para que queden más claras las distintas referencias o citas. A todas estas notas marginales tan solo se ha añadido, en una ocasión, la traducción de un verso que agrega el códice de Rabat para completar la comprensión del texto.
3.2. Edición
⌅غ - 43 و) (ر - 41 ظ) (ن - 38 و)) | |
---|---|
ْالجمْْلة الثََالِِثََةْْ | |
ْامُلُسََلِِّيََاتُُ 1 | |
لِنظر أوْ شم أوْ لِلزِينَةِ | أمَّا الَّتي تُزرَع لِلتسْلِيةِ |
2 | فَإنّها كثِيرة ولاكِن |
وََهََاك مََا إلََى الزََّرََاريع 3 | وََال عْبْض مِِنْْهََا ذِِكره تقدََّما |
ثمََّ ال هَبَار 5 | الوَرْد وَالسَوسَن4 |
وَجمْلة الأَحْبَاقِ6 | وَالنَرْجس الأَصْفَر والبنَفْسجُ |
و أضْْرب الخِِطمِِي ذََات التّّلوِِينْْ | والحرْْف 7 |
دِفْْلى مُُلوكِِيََا وََبالخاءِِ هِِيََهْْ (ن - 38 ظ) | 9 |
وَصَندَل11 | ثمَّ تُرنجانٌ وَ مرْزَنجُوشُ10 |
13 | والمرْو وَالعُصْفُر12 |
14 | وَالكُل من بزُورِه يزدَرَعُ |
(غ - 43 ظ) وََرْزْ عُُه كالبََقْْل فََاعْْمِِل ملَثَه | وَغيْره تُطيِّب الأرْضُ لَهُ |
تجْريه كَالمُلُوخ فِيمَا سَبَقَا | وَالملْخ مِن ذِي المَلْخ مِنْها مُطْلقا |
(أوْ إِن خَلا عَن اصْلِه بالْكُلِ (ر ـ 42 و | إذَا يكونُ فيه بَعْضُ الأَصْلِ |
تمد لَاكِن رُوسُهَا15 | وَالورْد مِنْهَا قضبًا مجْمُوعَهْ |
تدْفَنُ16 | كذَلك الأحْبَاق لَاكِن دُونَ مَدْ |
وَالمرْو وَالشَّيَان17 | وَمثْلها الفيْجن والأفْسِنتِين |
تُقطعُ وهْيَ قبْلَ الِاسْتِحقَاقِ | وَشرطُوا الصِغَر 18 |
مُقطَّعا أصَابعًا مَدْفُونَات | وَيزرعُون الوَرْد في الشِليَارَات |
19 | وَأصْل هَدْي كُلِها السَّقي الكثِيرْ |
20 | وَمِن فَراخ أكْثَر القنَّاريهْ |
22 | وَأَكثر السَّوسَن21 |
والوَرْدَ من أكتُوبرٍ تَزرَعُه (ن-39و) | 23 |
يُنبتُه مِن بعْد قَلع أَجمَعِهْ | إِلى ذُجنبِر وسَقْي مَوْضعِهْ |
ثمَّهَ تَسْقيه عَلى انتِظَامِ | وَإن تعَطِّشهُ عَلى الدَّوامِ |
في شهْر أُكْتُوبر للتَّبكِير | 24 |
ثَلاثةً في حُفْرة أوَ أَكْثَرا | وَيزرع الخِطميّ في شَتنبِرَا |
قَالُوا بِتُفّاح وَهَذَا عَجبُ | كذَا المُلُوخِيا25 |
وَنَوْع مَا يرْقِد26 | وَيزرَعُ الخِشخاشُ في أكتُوبر |
(ر - 42ظ) أوْ مايُه كَعُصْفر قَد قُدِمَا29 | وَزرْعُ الأَحْبَاق28 |
في مَارِس وذاك قبْل أنهَج | وَيزرَعُ الخِيريّ والبنفْسَج |
وَلَاكن الخِيريّ للشمْس يُمَالْ | بيْن الثِمارِ وَأمَاكِن الظِلال |
معْ قِلةِ السَّقى بِذَاك يسْتتِمْ | وَهُو في حُرُوشةِ الأرْض يجِمْ |
31 | وَيزرَعُ الفيجَن وَالبَابُونَج |
فِيه سِوَى الفوَّة32 | وَمَا بَقِي ازْرَعْه عَلى استِيفاء |
يبْقَي كَذَاك وَيدُوم أَحْيَان | 33 |
كاليَاسِمِينَ34 | وَمَا له بزْر وقَدْ قدَّمْتُهُ |
(ن - 39ظ) زِرَاعَةُ الفَّوَة وَمَا يحْتَاج فِيها | |
أَحْوَاضَها الفُوَّة بِالتَّوسّعِ | وطيّبِ الأرْضَ بزِبْل وَازْرَع |
بُزُورُهَا وَبعْدَ حَصْدِهَا اسْترا | وَلتَسْقِ وَلتَنقُش إِلى أن تظهَرَا |
تسْقِى وَتَنقُش لعَام بالكَمالْ | فُرُوعها بِالتُّربِ ثم لا تَزالْ |
فَعَلتَ إِن أبقيْتها مُتَمّمَا | فَتحصُد البَزْر وَتنقُش35 |
كَانِتْ بهَا تنبُتْ عَلى التّتِمَّةِ | وَإن قَلعْتَها اسْق الأحْوَاض الَّتي |
شُتنبِر فهْو بطِيها يفِي | وَزرْعُها في مَارس وَالقلعُ فِي |
زِرَاعَة الحِنّاءِ وَما يحتَاج فِيهَا (غ- 44 ظ) ( ر- 43 و) | |
الدَّبْغ فِي قصْريّة بِالمَاءِ | 37 |
في الشمْس وَقْتًا ثمَّ وقتا تُتْرك | أسْبُوَعًا اوْ كَنحْوِه تحرَّك |
رُغوَتُها بِالغَسْل قدر الاحْتِمالْ | فحِين تَنزل تُحكّ وتُزالْ |
صوفٍ لمَا فِي الصُّوف مِن سخُونَةِ | وبعْدَ ذَا تجعَل فِي خريطةِ |
تسْخُنَ معْ رش بماءٍ شُمِسَا | وَفي الخرِيطَة تشمَّس عَسَى |
في مطبَخٍ لِلدِفْءِ فِي كنّ مَصُون | ثمَّت بِالليْل الخرِيطَة تكُونْ |
أَحْوَاضُها وهِي بالما38 | وَحِين تظْهرُ الأَصُولُ تُزرَعُ |
يُقدَر39 | وَكُلّها قدْ طيِّبَت أشدّ ما |
وَذَاكَ في الآخر41 | 40 |
وَقَبْلَ أوْ بعْد تكُونُ زُرعَتْ | وَدِيسٌ أوْ حَلفَاء فِيها فَرقَتْ |
يَجَفُّ ذَاك الماء حَتّى يعْدَمَا | فتضِرب الأرْض الأصُول بعْدمَا |
حَتّى تكُون فوق الأرْض تظهَرُ | وَلا يُزالُ سَقيُهَا يكَرَّرُ |
حَلفَاؤُهَا42 | وَحِينَ تظْهَر بِالأوْرَاق تُزَالْ |
43 | وَمَا مِن الرَبيع فِيهَا ظهَرَا |
وَبعْد ذلِك تكُونُ عطِشتْ | وَحِين تعْلو خففَت وَنقِشتْ |
والظِل في تيبِيسها يعْتمدُ (ر ـ 43 ظ) | ثمّت تسْقى وَأَخِيرًا تحصَدُ |
(غ - 45 و) نحْو ثلَاثِين سِنِين عِدّهْ | وَهِي بالمشرقِ 44 |
ثُمَّت في أُكْتُوبر تُجَمَّعُ | في مَايُه وَفي أغُشْت تُجمَعُ |
مِن مَارس كذَاك يسْتَبقُونَها | وينقشُونَها وَيزْبِلُونَها |
فَهْي إذن بغلتيْن 45 | وَهَذِه هيَ الّتِي تُزرِّعُ |
طحْن الحنَّاءِ) | |
46 | وَطَحْنُها مِن بَعدِ أَن تزَيّتا |
زريعَة الكتّان وزنًا47 | تُعْرك فِيه أوْ سِوَاهَ فَاجْعَلا |
تكميل فِي تعْديد ضرُوب ما تنوَّع مِن الأنوارِ المسليةِ (ن ـ 40 ظ) | |
51 | وَالوَرْد48 |
اللَازوَرْدي 52 | وَالطِغنري معَ هَذه وَصَف |
وَالعَكْس فَانظُر ذَاكَ فِي فلاحَتِهْ | بَاللأَزَوَرْدية فوْق صُفْرتهْ |
53 | وَبالعراقِ اليَاسمِين أصْفَرُ |
وَسَطه والأصْفَرالمُنتَحَلُ | وَقُل بِهِ النَّرْجِس منْهُ الأكْحل |
54 | كَذلِك النِّسْرين منْه أصْفَرُ |
أَصْفَر أبيَض بنفْسجيّ | وَقُل ثمَانِية الخِيْريّ |
أَلوَانها مِن هذِه فتبْتهجْ (ر ـ 44 و) | وَالخمسَةَ الّتي تبقّت تمْتزجْ |
بنفْسجيَّة وَقِيل صُفْرَةُ55 | وَفي البنفْسَج اشتِهارًا ثبِتت |
أبيَضُ أَحْمرُ56 | وَقُل ثَلاثَة هُو الخطْميّ |
لحُسْنِه وَعَدَم الرّايحَةِ | وَهْو الَّذي يُسْمَى بورْدِ الزِينةِ |
تَعُدّ للدِّفْلى57 | وَأَبْيض وَأَحْمَر مُنَوَّع |
60 | وَاحْمر قَان 59 |
وَكلّهَاالتصْحِيح فيهَا يُذكَر | والإِرسَا بنفْسِجِي أصْفَرُ |
في الرَّمْل منها مَبْدَل61 | وَماء مَا يجْعَل في الشّمامَاتْ |
3.3. Traducción
⌅(G-43r, R-41v, N-40r)
Tercer grupo
⌅Las plantas ornamentales: sus variedades y lo que precisan
⌅Las plantas que se cultivan para el deleite de la vista, / el olfato o como ornamento// son muchas, pero/ las más famosas son las que se disponen en los huertos.// Algunas de ellas ya han sido mencionadas antes/ y he aquí las que son propias de siembra: // la rosa, la azucena62
Todas se siembran a partir de semillas, / echando tres o cuatro de ellas en un hoyo72
(G-43v) Algunas se plantan de esqueje, / como se ha explicado anteriormente, // tanto si tienen parte de la raíz / como si carecen totalmente de ella. // (R-42r) El rosal tiene vástagos que se agrupan / y se disponen pero con las cabezas hacia arriba, // y asimismo las albahacas pero no en esta disposición / sino que se entierran los vástagos que tengan algunos nudos. // Eso mismo se especifica con la ruda, el ajenjo, / el maro y la sangre de drago90
La mayoría de las alcachofas proceden de sus retoños, / pero también se dan bien partiendo de sus raíces. // (N-41r) La mayor parte de las azucenas y narcisos / proceden de bulbos que se siembran en mayo91
El malvavisco se siembra en septiembre / colocando tres o más semillas por hoyo, // e igualmente las malvas92
El alhelí y la violeta se siembran / en marzo, pero es preferible hacerlo antes // entre frutales y lugares umbríos. / Si bien el alhelí tiende al sol // y en tierra áspera queda en reposo, / no obstante prospera bien con poco riego. // En cuanto a la violeta, evita el agua sucia / porque mata tanto su simiente como su plantón. //
Es preferible sembrar la ruda y la manzanilla / en enero. // En cuanto al resto cultívalo cumplidamente, / a excepción de la granza95
Siembra de la granza y cuanto se necesita (N-39v)
⌅Prepara la tierra con estiércol y siembra / la granza en sus tablares extensamente. // Riega y escarda hasta que broten / sus semillas. Después de cosecharlas, tapa // sus ramillas con tierra sin dejar de / regar y escardar durante un año completo. // Entonces se recogen las semillas y se escarda como / hiciste anteriormente, en caso de que mantengas la planta. // Si la arrancas, inunda los tablares donde / estaba sembrada. //
Se siembra en marzo y se arranca en / septiembre y, tapándola, cunde. //
Cultivo de la alheña 81Al-ḥinnā se escribe con alif seguida de hamza y su singular es ḥinnāʾa. Es al-yudanāʾ, con ḍamma en la yāʾ seguida de fatḥa. También se llama al-raqūn o al-raqqān. Su plural es ḥanāʾin y, cuando se pone alheña en la mano, se dice muḥnaʾa, si es mujer, o muḥniʾ, si es hombre. [36] y lo que se precisa para ello
⌅(G-44v) (R-43r) Lo primero para sembrar la alheña99
Cuando aparecen las raíces, se siembran / sus tablares y se riegan con agua abundante, // tras haber preparado la tierra de la manera mejor / y más completa posible. // Se redondean a modo de bulbos que se trasplantan / a finales de abril // (N-40r), separándolos con juncos o espartos / antes o después de su siembra. // Tras secarse el agua totalmente, / las raíces se hunden en la tierra. // Se repite el riego de continuo / hasta que la planta brote // y, cuando aparezcan sus hojas, se procede a retirar / sus espartos100
(R-43v) En Oriente102
Cómo moler la alheña
⌅La alheña se muele después de mezclarla con aceite. / A un arrelde y medio de alheña le corresponde un cuarto de aceite103
Enumeración complementaria de las distintas especies de flores ornamentales (N-40v)
⌅Se dice que en Iraq104
En Iraq existe el jazmín amarillo / y el blanco más el montesino que es de menor tamaño. // Así mismo hay narcisos cuya parte central es negruzca, / mientras que otros adoptan el amarillo. // Del mismo modo, la rosa silvestre puede ser amarilla / y blanca, y la variedad montesina es más pequeña. //
Hay ocho clases de alhelíes: / amarillo, blanco, violáceo // y las cinco restantes son una mezcla / muy vistosa de las tres anteriores. // (R-44r) De la violeta es conocida / la variedad morada y hay otra amarilla. // (G-45v) El malvavisco tiene tres tipos: / blanco, rojo y violeta, // y se les llama «rosa de adorno» / por su belleza y falta de aroma. // De las adelfas109
El agua de las plantas aromáticas / que se colocan en recipientes con arena ha de cambiarse de vez en cuando. //
3.4. Estudio de las notas marginales
⌅Los capítulos editados tienen un total de 31 notas marginales. A continuación, se desglosan algunas de dichas notas y se enumeran entre corchetes. Dicha numeración corresponde al número de pie de página que tienen en la edición. De todas estas anotaciones ocho mencionan directamente la fuente del autor [4, 8, 12, 17, 34, 44, 46 y 57] y solo dos señalan mediante una sigla la obra a la que hace referencia la nota marginal [28 y 57].
3.4.1. Notas marginales
⌅Las notas marginales aportan diferentes tipos de información que corresponden a palabras concretas dentro del poema: sinónimos, ortografía, morfología, técnicas, anécdotas, datos geográficos, características físicas y también botánicas. Se da la circunstancia de que una sola nota puede reunir más de un dato de entre los que acabamos de indicar.
La información más frecuente es la relativa a sinónimos. De entre las 31 notas citadas, Ibn Luyūn dedica 19 a comentarios sobre otros nombres de la planta en cuestión. A veces, el autor incluye datos sobre el origen de la palabra y algunos sinónimos de esta; otras veces, relata que existe un segundo sinónimo sin extenderse más, o bien menciona otras plantas relacionadas con la especie que se está tratando.
En este apartado hay que destacar que el autor comete errores cuando escribe las diferentes variantes del nombre šāhasfaram basándose en varios poetas y filólogos. En la nota [34] deja claro que hay cuatro variantes —que no son árabes— para denominar el sándalo de agua: šāhsafaram, šāḏsafaram, šāhsafīram y šāhsafarab. Sin embargo, nuestro autor se equivoca al copiar estos nombres persas como se verá más adelante. Esto nos indica que Ibn Luyūn no tenía un conocimiento muy profundo del idioma persa, o que estas palabras estaban mal escritas en los códices que usó.
De las 31 notas en total 13 describen la ortografía o la morfología de una palabra. Uno de los ejemplos más interesantes es la nota [4], en la cual se explica que la pronunciación de la palabra sawsan puede variar. Una de estas variantes se debe a un poema donde se usa otra vocal, que no es la habitual, para hacer un ingenioso juego de palabras.
También describe técnicas agrícolas que no se han mencionado en el poema, como podemos ver en las notas [12, 28 y 32], en las que concreta la cantidad de semillas necesarias para cultivar diferentes plantas en cierto número de tablares, o en la nota [44], en la que incluye información de al-Ṭiġnarī sobre la escarda de la alheña. En el caso de la nota [42], tan solo se cita el nombre de una técnica agrícola, pero es interesante porque evidencia que Ibn Luyūn conversó con los agricultores al mencionar el tecnicismo que ellos mismos empleaban para la retirada del esparto y el junco. No obstante, es posible que el nombre de dicha técnica se encontrase en el tratado de al-Ṭiġnarī, hecho imposible de comprobar pues no se desarrollan dichas especies en la obra que se nos ha conservado.
Encontramos igualmente algunas anécdotas que aportan información fuera del ámbito científico y lingüístico. Por ejemplo, el método para atraer a las abejas a determinadas colmenas que se registra en la nota [33]. Así mismo, en la [46], al-Ṭiġnarī comenta cómo se falsificaba la alheña, lo que demuestra que el autor conoció bien los sucedáneos de dicha planta dada su rareza y alto precio112
Del mismo modo, hallamos referencias geográficas en estas notas marginales. La primera de ellas es la Isla de Socotra en la nota [17], de la cual es oriunda la llamada «sangre de drago». La nota [44] menciona el cuidado de la alheña en Egipto y Siria. Se habla del olor de la rosa amarilla existente en Alejandría en la nota [51], mientras que de Bagdad y Trípoli se habla en la nota [52]. Consideramos que, si bien no en todas las citas se hace referencia a una fuente determinada, Ibn Luyūn extrajo la información de estos lugares de sus obras de consulta, dado que prácticamente no se movió de su Almería natal113
Con respecto a las características físicas y botánicas, nuestro autor aporta descripciones del olor, sabor, color y tacto de las plantas, además de datos acerca de cómo y en qué hábitats crecen. Así, por ejemplo, anota el olor y sabor de la albahaca, cómo son sus tallos y hojas y en qué lugares crece [6]; nos dice que existen dos variedades de cártamo, una que tiene espinas y otra que no [12]; de la llamada sangre de drago menciona posee un color parecido al de la sangre [17], mientras que afirma que la rosa roja tiene un rojo poco intenso [48]. Cite o no su fuente de información, creemos que casi todos estos datos provienen muy probablemente del Kitāb al-Nabāt de Abū Ḥanīfa al-Dīnawarī.
La única nota que no cabe dentro de ninguna de estas categorías es la [22]. En ella Ibn Luyūn aporta los nombres de los meses del calendario solar latino y sus equivalentes en siriaco, a raíz de haber usado el nombre siriaco ayyār en el poema, el cual es clarificado en la nota mediante el latinismo utilizado en al-Andalus para este mes: māyuh. Con esto sigue la tradición de todos los tratados agrícolas andalusíes anteriores al suyo, en los que los nombres latinos de los meses, de uso más extendido en la Península, se hacen corresponder con los siriacos, presentes en sus fuentes de información.
3.4.2. Cotejo de las citas que se mencionan en las notas marginales
⌅En algunas de las notas Ibn Luyūn indica directamente el nombre del autor del que obtiene sus datos. Menciona un total de ocho autores en dichas notas, aunque algunos de ellos no forman parte de sus fuentes primarias, sino que son citados en las obras a las que él alude —sobre todo, en el caso de Abū Ḥanīfa—. Las notas son las números [4, 8, 12, 17, 28, 34, 44, 46 y 57], y en ellas cita a los siguientes autores:
Abū l-Qāsim al-Ḥarīrī. Nació en 435/1044, era originario de Basora y su fama se debía a sus dotes para la poesía. De entre sus obras, la citada en la nota marginal número [4], Durrat al-ġawāṣṣ fī awhām al-ḫawāṣṣ, trata sobre los errores de expresión en árabe. Curiosamente, Ibn Luyūn escribe que, según Abū l-Qāsim al-Ḥarīrī, existen dos variantes de la palabra azucena en árabe, pero le falta incluir el matiz más importante de su libro: la variante que escribe la primera sīn con fatḥa es correcta y la escrita con ḍamma sobre la primera sīn es incorrecta. El filólogo al-Ḥarīrī añade el detalle de que sawsan tiene la forma fawʿal y que solo existe una palabra con la forma fūʿal, es decir, con una ḍamma sobre la primera sīn. En Durrat al-ġawāṣṣ aparece lo siguiente:
يقولون لهذا النوع من المشموم سوسن بضم السين فيوْهمون فيه"
كما أن بعض المحدثين ضمها فتطير من اسمه حين أهْدى إليه
:وكتب إلى من أهداه له
لم يكفك الهجر فاهديت لي تفاؤلا بالسوء لي سوسنه
أولها سوء وباقى اسمها يخبر ان السوء يبقى سنة
نشْوَر لاقي كلاذكو نيسلا حتفب نسوَس هيف لاقُي نا باوصلاو
97
Tal y como se ve, la nota marginal se puede considerar un resumen del contenido que expone al-Ḥarīrī.
Otra de sus fuentes es Muḥammad b. ʿAbd al-Wāhid b. Abū ʿUmar al-Zāhid al-Muṭarriz al-Bāwardī, también conocido como Ġulām Ṯaʿlab. Nació y falleció en Bagdad (875-957) bajo la dinastía abasí. Era filólogo y su libro más famoso, al-Yāqūta, es el que se cita en la nota [8] del poema agrícola de Ibn Luyūn. Se dice que dictaba todos sus libros de memoria y este hecho puede ser la causa de que tengan la reputación de estar mal organizados115
La edición de al-Yāqūta a la que se ha conseguido acceder no contiene ninguna información que coincida con la nota marginal; por tanto, no se ha podido cotejar el contenido de la nota en cuestión.
Abū Ḥanīfa Aḥmad ibn Dāwūd al-Dīnawarī. De origen kurdo, nació en el año 212/828 en Dīnawar, ubicada en el actual Irán. Su obra maestra, Kitāb al-Nabāt (Libro de las Plantas), se considera el fundamento de la botánica árabe. Dicho libro es un compendio de seis volúmenes de los cuales solo el tercero y el quinto existen hoy en día, y una parte del sexto ha sido recuperado a través de las referencias en otras obras. En ella se incorporan detalles sobre la importancia de las plantas en la economía y en la vida de los animales. Describe la evolución de las plantas desde su nacimiento hasta su muerte, incluyendo las fases de crecimiento y la producción de las flores y los frutos. Este autor aparece en las notas marginales [12, 17, 34 y 57] y, por lo general, el agrónomo almeriense copia fielmente sus palabras, aunque extractándolas o alterando el orden de estas.
Comenzamos nuestro cotejo con la primera parte de la nota [12], en la cual apreciamos que en Kitāb al-Nabāt no se habla del cártamo qāymī y, además, escribe iḥrīḍ en vez de iḥrīṣ como se ve a continuación:
العصفر البري لا ينتفع به. والريفي يزرع وهو الإحريض"
97
En cuanto al šayyān, en la nota [17], el contenido extracta lo dicho por Abū Ḥanīfa. Hay que destacar que el otro nombre de al-šayyān, al-ʿālam al-kabīr, así como el de la especie menor de esta, al-līlīla, no aparecen en la obra de al-Dīnawarī; por tanto, podríamos considerar que proviene de otra fuente de información o, con menos probabilidad, del propio conocimiento del autor. He aquí lo que refiere Abū Ḥanīfa:
دم الأخوين. وأخبرني أنه يؤتى بدم الأخوين وبالمر جميعا من"
جزيرة سقطرى حيث يؤتى منه بالصبر السقطريّ، قال: هو
نبات يدق ويكتّل، قال: ولم أره في منابته، ويقال له الشيّان، وقال
:الجعدي
110
A esto hay que sumar que Ibn Luyūn no solo abrevia la información que aporta al-Dīnawarī sobre una sola planta, sino que, en el caso de la nota [34], también recoge datos de varios autores que en la obra de aquel se encuentran en apartados diferentes.
Al cotejarla con el contenido de la obra de Abū Ḥanīfa, al igual que antes, las palabras coinciden con lo que se relata en Kitāb al-Nabāt; sin embargo, encontramos que el autor de nuestras notas no escribe correctamente las palabras de origen persa. Pero lo que llama la atención no es la mala transcripción de un extranjerismo, sino que los poemas que aparecen en la obra de referencia no los copia Ibn Luyūn correctamente. En el primer verso que menciona al-Dīnawarī escribe šāḏasfaram/šāhasfaram y yāsamūn con wāw, mientras que nuestro autor lo escribe como šāhsafaram y yāsamīn. En cuanto al segundo verso, encontramos diferencias en el primer hemistiquio entre ambas obras; por su parte, las palabras de Abū ʿAmr se presentan extractadas y las transcripciones del persa son diferentes a las que aparecen en el manuscrito: mientras que Ibn Luyūn las escribe šāḏsafaram, šāhsafīram y šāhsafarab, en Kitāb al Nabāt aparecen escritas como šāḏašfaram, šāhašfiyūm y šāšfarab. Dice Abū Ḥanīfa:
قال أحمد بن داود: الياسمين والياسمون فارسي. وقد جرى في"
:كلام العرب. قال الأعشى
وشاذ سفرم والياسمون ونرجس يصبّحنا في كل دجن تغيّما
،فمن قال ياسمون، جعل واحده ياسما. وكأنه في تقدير ياسمة بالهاء
.لأنهم ذهبوا إلى تأنيث الريحانة والزهرة، فجمعوه على هجائين
ومن قال ياسمين، فرفع النون، جعله واحدا، وأعرب نونه. وقد جاء
:الياسم في الشعر. فهذا دليل على زيادة يائه ونونه. قال أبو النجم
101
ويروى شاذشفرم، وهي رواية ابي عمرو وشاهسفرم، ريحان"
الملك. وللفرس فيه حديث. ومن الناس من يقول شاهشفيوم. وربما
102
El citado Abū l-Nağm al-ʿAğlī era un poeta de Kufa que murió en el 129/747 y tenía fama de escribir poesía en metro rağaz120
104
En esa misma nota se menciona a Maymūn ibn Qays al-Aʿšà, un poeta preislámico que nació antes del año 570 en Durnā al sur de Riyāḍ y falleció en la misma ciudad sobre el año 625122
Cuenta al-Aʿšà: Entré cierto día a presencia de al-Nuʿmān en su estrado, y tenía ante sí un cestillo de estas anémonas, que al-Aʿšà no conocía, por lo que preguntó por ellas, y al-Nuʿmān le dijo: «Son nuestras anémonas, protegedlas», y fueron protegidas124
Al final de la nota [34] se menciona a Abū ʿAmr Isḥāq b. Mirār al-Šaybānī, uno de los filólogos más importantes de la Escuela de Kufa; murió en Bagdad en el 210/825. Fue trasmisor de poemas clásicos, lexicógrafo y tradicionalista.
Como lexicógrafo estuvo interesado en palabras extrañas y dialectalismos. Solo se conserva una de las numerosas obras de este ámbito que se le atribuyen, Kitāb al-Ǧīm125
Por último, en los capítulos estudiados hay dos notas con siglas. Una de ellas, la nota [57], contiene la letra bāʾ que corresponde al tratado botánico de Abū Ḥanīfa al-Dīnawarī. Al compararla con lo que dice Kitāb al-Nabāt, vemos que el contenido coincide, aunque se aprecia una gran abreviación de lo que hay en la fuente original. Al ser el fragmento de al-Dīnawarī extenso, se resume a continuación omitiendo algunas partes que no aparecen en la nota marginal:
،اخبرني اعرابي من عمان قال: الدفلى عندنا كثير وتسميها الحَبَن"
ولا يأكل الدفلى شيء ... وروى دِفْلى بلا تنوين، ومن لم ينون ...
انث ومن نوّن ذكر ... وقال الاخفش: دِفْلى للواحدة وللجماعة كما
110
Lo curioso de esta nota es que Ibn Luyūn explica cómo se vocaliza la palabra ḥaban, cosa que no hace la fuente oriental, lo que demuestra que en al-Andalus se trató de un término desconocido para esta planta.
Otro autor mencionado en las notas de Ibn Luyūn es al-Aḫfaš, concretamente en la nota marginal [57] que acabamos de comentar y, como otros anteriores, se trata de una fuente indirecta que el agrónomo almeriense cita a través de Abū Ḥanīfa. Hay por lo menos once filólogos que llevan este apodo por lo que no queda claro a cuál de ellos se refiere. Creemos que lo más probable es que se trate de al-Aḫfaš al-Awsaṭ, también conocido como Abū Ḥusayn Saʿīd b. Masʿada, que nació en Balğ y murió entre 210/825-220/835128
El último autor citado es Abū ʿAbd Allāh Muḥammad Ibn Mālik al-Murrī, al-Ḥāğğ al-Ġarnāṭī, o al-Ṭiġnarī. Fue un geópono procedente de una familia noble, los Banū Murrà, de la alquería de Ṭiġnar, al norte de Granada. Nació durante la segunda mitad del siglo XI a finales del periodo zirí y murió en el siglo XII, aunque no se conoce la fecha exacta129
Su obra maestra, Kitāb Zuhrat al-bustān wa-nuzhat al-aḏhān, con toda probabilidad se escribió en la primera década del siglo XII. La versión original completa de su libro no ha sobrevivido hasta hoy en día; sin embargo, nuestro poeta131
Ibn Luyūn, en los capítulos estudiados, cita a este geópono granadino en las notas [28, 44 y 46], siguiendo de cerca sus palabras o, al menos, extractando el contenido más interesante de estas.
La primera de ellas [28] destaca por tener las letras ṭāʾ-ġayn para señalar que es una cita de este autor. A diferencia de lo habitual en las siglas que aparecen en las notas de este manuscrito, esta aparece en medio de la nota. Al cotejar la información con la edición de al-Ṭiġnarī, no se ha encontrado mención alguna sobre el cultivo de la albahaca, lo que se debe a que los códices de dicha obra no están completos132
Las otras dos notas tratan sobre la alheña. La primera de ellas, la [44], cuenta curiosidades sobre su cultivo en Oriente y, al compararla con el tratado de al-Ṭiġnarī, se ve con claridad que Ibn Luyūn selecciona lo que le parece de interés sin variar el significado:
ولقد رأيتها بديار مصر وبأرض الشام قائمة بالأرض التي تزرع"
فيها عشرين سنة وثلاثين قد قامت لها أشجار على ساق بقدر قامة
ابن آدم يأخذون أوراقها في كل عام وينقشونها ويزبلونها من أول
شهر مارس فيأخذون ورقتها في شهر مايه وفي شهر أغشت وفي
116
La nota [46] explica cómo algunas personas engañaban a la hora de vender la alheña y aumentaban su cantidad introduciéndole otras plantas. Esta nota marginal es una copia casi literal de lo que escribe al-Ṭiġnarī en su obra:
والمدلسون يجعلون من زريعة الكتان نصف ربع لربع من"
الحناء وعشرين رطلا ويدلسون أيضا ورقة الحناء بنبات يعرف
117
4. Conclusiones
⌅Tras editar y traducir los cinco capítulos del poema de Ibn Luyūn referentes a plantas ornamentales, a partir de los tres manuscritos ya citados —incluyendo las vocales, signos auxiliares y las notas marginales que faltan en el trabajo de J. Eguaras—, y llevar a cabo un estudio de las notas marginales, podemos afirmar que, a excepción de una línea que se añade en el manuscrito de Rabat y otra que se omite en la copia de Nuakchot, el contenido de los códices es igual en el ámbito de las plantas ornamentales, distinguiéndose solamente por algunas palabras o variaciones de hemistiquios.
Así mismo, al elaborar dicho trabajo con más de un manuscrito, el texto editado y su correspondiente aparato crítico resulta más completo, por presentar las diferencias entre los códices manejados y, especialmente, por añadir las notas marginales no publicadas hasta el momento.
Igualmente, se ha comprobado el significado y la veracidad de las siglas que coloca sobre las notas marginales, gracias al comentario aclaratorio que aparece a finales del manuscrito y que hemos comprobado cotejando lo escrito en las notas [28 y 57].
Centrándonos en las notas marginales, podemos apreciar que el autor tenía acceso a una variada biblioteca que contaba con copias de geóponos, botánicos y literatos occidentales, orientales e incluso preislámicos. Entre todos ellos destacan al-Ṭiġnarī, que cita en tres de sus notas —dos de ellas son citas casi literales y una de ellas no se ha podido cotejar—, y Abū Ḥanīfa al-Dīnawarī que aparece citado en cuatro notas diferentes. No obstante, avanzando algo más, observamos que, gracias a este último autor oriental, Ibn Luyūn accede a otros tantos autores por lo que resultan ser fuentes indirectas y, por tanto, es muy posible que sus obras no formaran parte de la biblioteca del agrónomo almeriense.
Por otra parte, tras contrastar la información que menciona nuestro autor con sus fuentes de referencia, podemos afirmar que los datos registrados son los mismos; simplemente los abrevia a veces para aportar la información que a él le parece importante. En las anotaciones aparecen sinónimos de plantas que se mencionan en otros textos que él mismo cita en algunos casos, es decir, todos ellos tienen una referencia anterior, se explicite o no, por lo que consideramos que la aportación propia del autor en este aspecto es nula. Tan solo en una ocasión se añade un término particular de una labor agrícola concreta, cosa no usual en los tratados de la época, y que nos aporta un dato novedoso sobre el vocabulario de los campesinos andalusíes contemporáneos al autor. En relación con la sociedad, al citar Ibn Luyūn cómo adulteraban la alheña en periodos anteriores al nazarí, podemos pensar que en el siglo XIV se seguía la misma práctica y por ello él la menciona, ya que, si fuera un dato irrelevante o inexistente en la época, lo habría omitido.
Con respecto a los sinónimos de origen persa del sándalo de agua que aparecen en el texto estudiado, en algunos casos se escriben incorrectamente; por tanto, Ibn Luyūn no hace gala de unos conocimientos muy profundos en cuanto a dichos nombres, aun cuando su fuente de consulta es de origen persa. Resulta un tanto extraño este hecho, dados los amplios conocimientos del agrónomo almeriense y el acceso que tenía a diferentes obras, de forma que sería posible pensar que las copias que usó de la obra botánica oriental ya contenían dichos errores en la transcripción del persa.
En el conjunto de estos capítulos destinados a las plantas ornamentales, Ibn Luyūn no se muestra muy original (salvo en la forma de exposición y en su dominio a la hora de extractar datos) y no aporta prácticamente conocimientos propios al mismo. No obstante, nuestro breve estudio de sus notas marginales arroja luz sobre las fuentes a las que su autor tuvo acceso, lo que permite profundizar en el conocimiento agronómico de la época de Ibn Luyūn, y sirve para aclarar los cauces por los que transcurrió el trasvase de dicho conocimiento.